En su caso, el único maltrato que había sufrido por parte de un hombre había sido el abandono del progenitor. No es poca cosa, pues deja una marca indeleble en la vida de cualquier persona.
Con los años trató de entenderlo, y lo buscó, lo buscó por medios oficiales, pues ni sus tíos, hermanos del sujeto en cuestión le quisieron dar su ubicación. Le escribió, pero ni él mismo supo justificarse, muy al contrario devolvió todo su veneno en frases lapidarias que ni siquiera quiere repetir.
Pero, fue un camino de aprendizaje temprano que la ayudó a crecer, a aprender que no todos los hombres son así, que se puede confiar, tener esperanza, amar sin miedo, levantarse y seguir erguida por la vida.