Mostrando las entradas para la consulta Pablo queralt ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Pablo queralt ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

Pablo Queralt: Viendo los paraguas de Cherburgo



Mi abuela murió en el cine


después de tomar su copa de anís 8 hermanos


viendo  los paraguas de Cherburgo
maldito  funeral


todavía siento su respiración sus pisadas el arco de claridad


que recibía mientras se movía por el pasillo su silueta


proyectada en la pared antes había dejado limpia la cocina


todo lavado para el día siguiente pasando por esa sumisión


cartílago de pájaro de entregarlo todo sin el miedo a perder nada


con o sin su llovizna de puntos azules en el talón del otoño


nunca pude devolverle todo lo que me dio


el esqueleto encaminado los pantalones recosidos


pero el día señalado desandé cayendo sin creer que existía


toda la cinemateca de esta ciudad de vidrio aullando buscando


ese sánscrito que traduce la verdad


buscándote en cada curva


en un mundo que chilla y cruje en su réquiem.








Pablo Queralt

De: "Nací en el cine", Editorial Detodoslos mares, 2017


Otros poemas de PABLO QUERALT, aquí













Pablo Queralt: Nací en el cine

Pablo Queralt



El viento balanceando las Spigelias y las Euphrasias bajo el cielo
blanco ese es todo su amor esa frecuencia nos atraviesa
felices en todas las escenas apiladas páginas y páginas
en el sentido que el tiempo circula
entre las squilas entre sus aguas
el rumor y la transparencia en ese ir hasta
en las esquinas de esas páginas

vi lo geminiano vi lo escorpiano todo ese mundo

en lo naranja profundo asombrado vi mi amor por todo
dispersando sus sombras sus fuegos
nos lanzamos en esa tonalidad a un cielo de final
a esos ojos que me enseñaron cómo veía yo
a mis aquí ahora sus ventanas
más rápidas que el ojo que se abren
en ese casi nada de esa luz feliz
que deja percato el color
el buzón donde echar la carta
la necesidad de ese idioma esas palabras
yo estoy allí yo levanto la tapa de otro cielo
en el resplandor de esa pincelada
tan leve.
Y una vez y otra vez el momento de acercar la cara
que se abre a algo como esa sensación
de que el cuerpo flotará que nos hace libres
es una llave
si acercás tu cara a la pantalla ellos te traspasan
y es ese sol naciente que deja ese aire denso
esfumándose con su sueño dorado
que te tiene para ser volado
inciensos pasifloras
cambiando el color para ver
manzanillas melisas mentas
tamarindos naranjos amargos
que se acunan y dan vueltas en el aire
y luego ríen

algo cobra vida

un campo en cualquier parte
esa ráfaga que es soledad entre las casuarinas
fabricando mi campo precioso en la mirada.
Una imagen se talla y queda para siempre.
Los actores que pasan como un viento la sala se llena
y se vacía esta es toda la vida
que crece cada vez que respiro
sigo este manual este caminito para poder amar
una parte mía que odiaba necesito coraje para seguir
y que la vida parezca ser
uno venía a cierta hora de la tardecita y se sentaba inquieto
a mirar el instante presente en que la luz nidificaba en el sueño
y su sordina un paso más allá su silencio
inquieta luz confío en esa luz.



Mi abuela murió en el cine

después de tomar su copa de anís 8 hermanos
viendo los paraguas de Cherburgo maldito funeral
todavía siento su respiración sus pisadas el arco de claridad
que recibía mientras se movía por el pasillo su silueta
proyectada en la pared antes había dejado limpia la cocina
todo lavado para el día siguiente pasando por esa sumisión
cartílago de pájaro de entregarlo todo sin el miedo a perder nada
con o sin su llovizna de puntos azules en el talón del otoño
nunca pude devolverle todo lo que me dio
el esqueleto encaminado los pantalones recosidos
pero el día señalado desandé cayendo sin creer que existía
toda la cinemateca de esta ciudad de vidrio aullando buscando
ese sánscrito que traduce la verdad
buscándote en cada curva
en un mundo que chilla y cruje en su réquiem.


De: "Naci en el cine", detodoslosmares, 2018



Cuando el día se retira 



cuando olvidamos nuestro nombre aquello que sigue siendo yo  
aquello que ahora viene cuando todo se derrumba en mi hora verdadera 

y que seguirá siendo lo mismo cuando haya pasado 

espejea su instante dibuja la dimensión
de lo desconocido más allá de su cristal mental  
nos mancha con su azul con su insensata coherencia  
con su luz en que confío cada vez que despierto 
sacude el sueño en que estamos acostumbrados a vivir 
la caja cerrada donde esta la respuesta.  



§



Ese momento mágico que  sobreviene a lo largo del  día  
cambia mi  sistema cerebral y mi vida con su planeta balanza  
y deja todo ese sufrimiento acumulado en su pum pum  
de  darme contra la pared   
de  su  demencia negra una vez más.  
Pero siempre recuerdo la fiesta de estar vivo de liberarme  
de lo que no me  deja ser feliz 
y empezamos a sentirlo antes que el  personaje 
me maneje  a mí  
en momentos tan claros del juego de estar perdido y encontrar el eje  
cuando todo vuelve a cambiar. 
Y ese es el cielo que se liberó la mente que deja que mi visión interna  
me permita ver lo de afuera 
y no ser derrotado por la pequeñez  
cuando estoy ya sin aliento y atontado de tanto correr. 
Y es la primavera donde los menores tienen todo el permiso  
y la rueda del molino esta siempre cantando. 
Y eso es  todo lo que podes llevar a la mesa en esas noches. 
Alguien sigue leyendo alguien vertió la brea en esa hora desconocida. 
Nos alfabetizamos en esa espuma, mar de esos espejismos. 

De: "Raros sentidos", Editorial Modesto Rimba, 2017
Otros poemas de PABLO QUERALT, aquí

Pablo Queralt

                                 

 5


a-


días que se entrechocan como
olas
        en un aire baker
        el cd desplazándose en el espacio
        que cada sentimiento levanta como una

pared

días en tu casa
       cuando no querés salir ni a dar la

vuelta
       al perro
y jugás con la soga del

ahorcado



b-



se te erizan los pelos de la
nariz
     seguís el camino del olfato
     serpenteando en el aire un olvido de

moscas



c-


moscas llovidas en mi sueño
             cantadas por el cocinero
             torturado en el encierro antes de

ahorcarlo
le dicen no tenga miedo
    el destino se acomoda solo -y la cama es

dura-
    buscando el detalle perdido por las calles,

en el cable  
                                                         

del telégrafo al mar



d-



los mirlos negros de montale
todo el día.


                                               6


a-



cenizas en movimiento todo el
día
             el sol escondido en los ojos
             en un oleaje de espumas de

manzanas

puse el pizzicato para el
final y viví
         en la pausa de vacaciones jubilado
         bautizado.

En esa misma espuma oyendo al
río
      en esa narcosis esas ráfagas en el azul

el negro
      miro y dejo que las cosas sucedan como un

otello celoso.



b-



allí abajo los cuerpos amados
       los tesoros carcomidos por la sal
       nuestro tiempo perdido en ese silencio

del
jazz


c-



allá mi ojo encontró su lágrima.


PABLO QUERALT (1955, Buenos Aires, Argentina)
De: "Jazz"
Enlaces: aquí
Imagen: Facebook de PQ

Pablo Queralt




el azar es una arquitectura sin color
un knock a la quijada
que arroja su luna con sus casitas lúteas sus cuerpos
sus cielos escarbados oís hervir sus aguas
partir el pan
ahí quedaste colgado
atrapado en su crujido
en su luz pétrea en el arrullo
de los rayos de su mundo
que abren universos
o no llevan a ninguna parte
cierro los ojos leo su escritura
vamos arrimando el bochín
estoy acá en su huella pintado en su pared
colocando el agua para beber
el primer lenguaje del día.


Repito la puntuación que me dicta como en un ópera de Verdi
pero nunca me dí cuenta que marcaban el ritmo de las balas
de una tristeza
que mata otra tristeza en ese suelo donde el esqueleto rompe
su contrato
en el centro mortal de esa muerte arrojando sus sombras sus
manos
sus garras sus dados.


Ya la iridiscencia inminente de la mañana apaga el canto del
noctámbulo
trasduerme es la trampa o la compañera para que transmute
antes
de que las ventanas se abran como hibiscus con su perfil
amenaza
cacareé y ambulo nos coma nuestras alas nuestros romances
vamos a dormir su largo sueño y acurrucarnos en ese mundo
fuera
de ese polvo harinoso dédalo de luz y espejismo donde
el arrullo enzafira y afina la sangre y busca su loco gayo.


De: "Ser y ser visto", Zindo & Gafuri Ediciones, 2015
Otros poemas de PABLO QUERALTaquí
Imagen: Facebook de PQ

Dos poemas de Pablo Queralt

 

TENER LIBROS en el baño en la cocina como la plata en distintos lugares
para que nunca me falte así alguien que no conozco esconde dentro mío ideas
recuerdos que de pronto aparecen como cuando salía a fumar para no sentirme desplazado del que narra y quién mira
donde se gesta el poema y pone algo que va del pasado al presente como quién confunde
los tiempos y viene de lo antiguo y no de lo reciente tirando del hilo.



CAMINAMOS caminamos y puedo decir que allí nuestras almas hablaron 
tan cerca estuvimos que nada tocábamos y ni hablar necesitábamos 
yo era tu imagen o mi materia era la tuya la sustancia única 
de nuestras palabras estalladas en su microcosmos al espacioso infinito 
que era la nada y el todo donde llegamos sin decir que llegamos. 


De: "La doble pena de volver a contarlo todo, Ediciones La yunta, 2025
Otros poemas de PABLO QUERALTaquí 

Yves Bonnefoy, poemas inéditos traducidos por Pablo Queralt


ES raro, yo no te reconozco.
Esta noche es tan oscura que ya no veo más tu rostro.
A pesar de esta luz en tus ojos.
De diversos colores allá tan lejos.
Yo comprendo que todos ustedes, 
no están más.

Cerca de mi como una sola presencia 
a quien tender la copa, yo no sé 
ni la quiero, yo la dejo, un instante.  
Percibiendo tus manos,
yo las toco con las mías, es suficiente.

Porque es verdad que en esta sala nada es real  
nosotros estamos juntos, usted y nosotros.

Ella tiene tabiques que se desvanecen 
a los que yo me aproximo. Yo no sé 
si esto está afuera, adentro, en esta noche clara, 
yo tomo la copa, yo la elevo, ella no está más. 

Y que contenía ella, yo no supe jamás 
parecía real, era posible, podría ser, 
digamos, era un vino 
que nosotros deseamos beber juntos.

Yo recuerdo nuestros lugares compartidos
estábamos donde deseábamos, 
un prado y sus grandes árboles frente al cielo,
o entre placas de rocas, entre tinieblas?
Yo recuerdo, pero que es esto, recordar?
Rápido la quema de nada en el reloj de la arena, 
la memoria, ese pozo. Alrededor del verano 
el monte está desierto. Yo estoy allá, 
yo levanto la tapa de hierro oxidada 
de agua de otro siglo, de otro cielo, 
yo me inclino eres tú, 
la sonrisa de tantos años en esa noche. 




MIS amigos, mis amados,
yo les lego los dones que me confiaron
esta tierra próxima al cielo, nos une
por estas manos innombrables, el horizonte.
Yo les lego el fuego que nosotros contemplamos
quemar en el humo de las hojas secas
que un jardinero de lo invisible había empujado
contra un muro del hogar perdido.
Yo les lego estas aguas que parecen decir 
el hueco, en lo invisible, del barranco
que es el oráculo la nada que ellos llevan
y la promesa del oráculo. Yo les lego
con unas pocas brasas
esta ceniza apilada sobre el hogar apagado,
yo les lego el desgarro de las cortinas,
las ventanas que se entornan,
el ave que quedó atrapada
en la casa cerrada.


De "Ensemble encore" (Todavía juntos)
Traducción: Pablo Queralt
Otros poemas de YVES BONNEFOY, aquí
Imagen: Aristegui Noticias

Pablo Queralt



Pasan bandadas de loritos en una agua lavada en los ojos en el
sudor las grietas que deja el día nacer morir
hasta el fin del jadeo hasta la astilla.

Y las ramas cargadas de frutas en oro de luz naranja purpúrea
caen a uno y otro lado
sin mover las alas
en la ceniza de la tierra batida.

Las acequias en el arrullo de las aguas celestes entre los silvestres
ciclámenes y albahacas y mentas perfumando el silencio de los chingolos

y el aire tibio alcanzó un punto en la dulce luz los ojos vuelven a
disfrutar
en la líquida visión fuera de la propia realidad.



Pablo Queralt (Buenos Aires, Argentina, 1955)
De: "Late", Huesos de jibia, 2008
Imagen:www.poetica-arbitraria.blogspot.com

Pablo Queralt: Esta realidad es cabalgar el caos en su angustia

Partes


Libro Primero     




Sabemos lo que queremos nosotros? 
Aquí en la habitación que adoramos estar cuando entra 
el colorado del atardecer o el amarillo del mediodía 
en toda esa luz nos bañamos pasando del living 
a la cocina tenemos las palabras los libros este lenguaje 
que nos hace felices invisibilizados 
en lo que hace nacer soñar tanto en esa luz imaginación 
del sueño invencible como nuestra necesidad nuestro 
deseo todas esas pequeñas extrañas vidas 
que aquí vemos en nuestras vidas 
que miran para otro lado .
Y para qué sirve esto que hacemos?
No te lo preguntes, el ser sabe lo que hace,
lo justo, lo bello, lo bueno.
Se quita un peso del corazón para vivir
una verdadera vida.
Atando un cabo me pregunté para qué tengo talento.
Es esa una chica o es un chico? Yo veo. Yo veo
en su cara de chica un río es el río que cruzaron
nadando con su madre mirá allí ella le tiende
la mano para no pisar unas piedras el agua corre
y nunca pensaron que ese momento grabado
para siempre sería una dulzura de placer hoy.
Pero quién toma la foto? Dejá que sea el pintor
él sabe colocar las cosas el cielo se mueve rápido
hoy las nubes chapotean como olas una más acá
otra cerca de la orilla nos fuimos demasiado lejos
tanto que no sabemos cómo volveremos.
Deslizándome, caminando entre las nubes
de la noche infinitamente hacia todo lo que me atraía
y nunca me animé empujando mi tristeza mi miedo
que son parte de mi vida me hundo
escucho respiro me arrojo al paisaje
de esta luz que fue mi infancia
y me quedé mirando este manto silencioso mirá.
Estos que andan por acá que van y vienen
que se ubican donde el director los ubica
en esa rigurosa adecuación qué piensan?
qué sienten?
yo solté el globo de niño de la mano al cielo
en ese pozo que nos envuelve. No entiendo
no comprendo su forma de moverse.
Allá esos nubarrones
que los hacen correr en el desorden de ecos.
Pero todo esto tiene belleza. Sus pasos sus vuelos los
paraguas en el viento. Colma el aire un soplido
que entra en nuestros pulmones. Insufla el cuerpo
esto es el Río de la Plata que tiene todo, todo esto existe
aunque digan que nada es real.
Me revolcó una ola y ya no sé más quién soy.
Busco mi razón cualquiera aunque no sea verdadera.



Esta realidad es cabalgar el caos



Esta realidad es cabalgar el caos en su angustia
de diástole y su sístole
de todo lo que queda atrás en la fragmentada visión
con sus pequeñas pirámides apagando lo visible
pagando el boleto de vuelta que se aúna
al propio centro del dolor ese es el movimiento
no esperar nada adaptación continua
es vivir transido en el rizoma de cosas contagiadas
en azulosa velocidad
entre el adentro y el afuera esa es la proeza del viaje
preguntarse por qué.
En otro silencio otras estrofas hago
es imposible parar alto esfuerzo romper las cadenas
a mi campo de la imaginación
de una vida malgastada. Estoy a orillas
de mi propio diseño. Ahí hecho y por mejorarse.
Con todos mis personajes interiores dispuestos
y trabajando fluyendo en esta experiencia
ellos son mis ayudantes y mis enemigos.
Todo hace su cantabile. Todo lo visible es lo que no es.
Como escribió o cantó Shelley. Una cosa verdadera
es verdadera por siempre.
Las melodías y las ensoñaciones azules
en sus constelaciones borrosas
que corren al costado de la realidad hacen abrir
el corazón a lo que dictan
los astros mi estilo es llegar con delicadeza y charlar
con toda esa rabia amontonada
para que no surja y meta sus ATP en las células
ese es el centro del mundo las palabras dichas
transcurren como nubes entre sol
y sombra ese es el soliloquio la buena compañía.
Necesitamos tan poco solo flores con días de verano
y un viento azul
ese aire nuestro suelo o plataforma
nuestro camposanto.
Ese espíritu pleno que fuimos antes de ser hombres
ese rol estelar.
Un buen libro en un día de lluvia. O ir al cine contra
las puertas del día.
Esa será mi música mi zumo a toda hora capaz
de ser a la velocidad de aprender de renunciar.
Ese será nuestro oficio.
Y todo se detiene el tiempo suficiente
y ahí nace la otra edad en su hora plena deambulo
péndulo oscilo en la pedrada en la caída en el centro
de mi duda si no soy yo mismo
en ese día menos ese ocaso que el silencio muerde.
Algo va perdiendo color algo retrocede el amanecer
incendia más allá
lo invisible esa es la contorsión
del mundo dibujado en la expansión
de una estética universal.




De: " Partes de la escena", Editorial detodoslosmares, 2020
Otros poemas de PABLO QUERALT, aquí


Amy Lowell

poetas norteamericanas, White currants


Grosellas blancas      




¿Te doy grosellas blancas?  
No sé porque, pero repentinamente tengo un capricho por esa fruta.   
Por el momento la idea de ellas acaricia mis sentidos.   
Y parecen más deseables que las esmeraldas impecables.  
Dado que estoy de hecho, con las manos vacías,  
Podría haber elegido gemas de la india  
Pero elijo grosellas blancas   
¿Es porque el viento estridente sopla por las esquinas de las casas?  
Lo veo con los labios curvados y los colmillos desnudos, demacrada y con una energía inquietante, 
Ven a morder, mordisquear y matar las pequeñas raíces de azafrán    
¿Deberíamos llamarlas grosellas blancas?
Puedes considerarlo un signo si lo deseas. 
Puedes encontrarlos agrios, dulces o simplemente agradables en color, 
Mientras lo aceptes 
Y yo.



White currants 




Shall I give you white currants?
I do not know why, but I have a sudden fancy for this fruit.
At the moment, the idea of them cherishes my senses,
And they seem more desirable than flawless emeralds.
Since I am, in fact, empty-handed,
I might have chosen gems out of India,
But I choose white currants.
Is it because the raucous wind is hurtling round the house-corners?
I see it with curled lips and stripped fangs, gaunt and haunting energy,
Come to snout, and nibble, and kill the little crocus roots.
Shall we call it white currants?
You may consider it as a symbol if you pelase.
You may find them tart, or sweet, or merely agreeable in colour,
So long as you accept them,
And me.


AMY LOWELL (1874 /1925, Brookline, Massachusetts,  Estados Unidos de NA) 
Traducción: Pablo Queralt
Enlaces: Círculo de poesía |Isliada
Imagen en Poetry Foundation

Alice Oswald

poesía inglesa


Secretaria de ensueño     




Lo último de cada noche, salir a la luna. 
Ponte el abrigo viejo, cierra la puerta del jardín. 
Enrolla mangas viejas. Brazos oscilantes. Pobre alma. 
Piensa en la puesta de la luna. Salida de la luna. Todo funcionando 
según lo programado. 
Mundo en blanco y negro. Camina por el carril. 
Lo último de cada noche. Busca la luna. 
No hay señales más que lluvia. Casi de vuelta a casa. 
Una última más rápida. Mira hacia la luna. 
  
Ojos despojados de las tinieblas. No puedo evitar notar 
El pequeño resplandor de la lámpara de escritorio. 
Como desde la ventana de arriba.
Hombro de mujer. Ahí está ella.
Muy vieja pobre alma, tal vez ya se haya ido.
Lo último de cada noche, enciende y apaga.
Enciende y apaga. Pequeño halo de antorcha de mano.
Ahí está ella. Lo último de cada noche.
Dejando ver solo la luz de una manga blanca.
 
A veces la luna es más una ventana de arriba,
Cortinas no del todo corridas pero iluminadas por dentro y habitadas.
Y a veces la luna es menor y
A veces se mueve detrás y a veces se ha ido.
A veces es la luna. A veces es la lluvia.
 
 

Madre




Estoy esperando a una lechuza común.
Manteniendo intacta mi paciencia
Para una criatura blanca mucho más tranquila
Hecha de puntales de cometa y cuchillos.
 
Esperando un poder
Apareciendo solo cuando esta la niebla en flor
Y las arañas cierran todas las rutas hacia los campos.
 
Con los dedos del anochecer que se flexionan lentamente
Viniendo más lentamente, dolorosamente vivo.
 
¡Fuera de alcance! Fuera de alcance!
Ella trabajará su turno
Como un mecánico que desengancha un auto de manera experta sin que parezca,
  
Tirando de los cordones de sus alas
Como dos velas rígidas ..)
 
Estoy esperando a una vieja reina deshilachada
Para caminar hacia esa ventana:
 
La que brilla como la luna
Pero caga en las paredes,
Ella cuya casa no tiene libros
O baño.
 
La que mira a su hijo muerto
Y nunca arregla
Su ropa de cuna carcomida por ratas…
 
Esperando a la madre trabajadora
Posee esos huesos plumosos.
 
Algún tipo de aversión a la luz
Para enseñarme su mansedumbre.
 

ALICE OSWALD (1966, Reading, Berkshire, Inglaterra, Reino Unido)
De: "A Sleepwalk on the Severn", Faber and Faber, 2009
Traducción para El poeta ocasional: Pablo Queralt
Fotografía de Antonio Olmos

Sobre El método del discurso de Fabián O. Iriarte por Pablo Queralt



Si se pudieran decir ciertas cosas las diría Fabián Iriarte a pesar de no haber mapas para ello pero las cosas siempre tienen sus palabras que decir y está en el observador captarlas esto es parte del trabajo del discurso que el método de Iriarte nos ofrece. A pesar de las transformaciones el agua es agua, rio, mar, océano, lágrima. Así fluye su discurso.
Cualquiera puede ser el tema pero hay que detallar el sentido, lo intuitivo en el juego de las palabras que da la connotación de lo dicho, esta lo animal, la pasión, el mundo de lo sensible y lo intelectivo, todo compone al alma del experimentador que busca la luz donde luce, en los gestos, en lo detectado de la fascinación. La ilusión en batalla con el miedo, como parte de la contienda a manera de un repertorio o compendio chino del siglo 12 nos invita a concertar nuestras citas entre dos luces, para que sean exitosas. Esa es la fórmula: al caer el sol y salir la luna la clave del éxito. Todo firmemente atado a su realidad pero quien decide cuando se usará tal cosa y cuando se dejará de utilizar, esa fábrica de mundos superpuestos. Un mundo del conocer a través de redes significantes, como palabras que se cuelan. Un discurso como una lengua aprendida, adquirida en clases, palabras distintas para las mismas cosas, de modo que al ver las cosas recuerda esas palabras adquiridas y cuando las escucha ve esos mismos objetos. Esa es la orientación experimentar, observar, repetir, comprobar. Podemos conocer la superficie pero casi nunca la profundidad, ese océano navegamos pero no sondeamos, pero adonde va el espíritu?. Alli la razón y la mente sucumben, no tienen respuesta. Solo volamos con la imaginación, como creía Emily Dickinson en su mansión familiar, la esperanza es una cosa con plumas.   
Un discurso como una forma de orar donde pasado, presente y futuro fluyen en una sola intensidad donde están grabados todos los registros, donde las palabras danzan y la luz siempre cambiante ayudan a encontrar el camino infinito. Pasa el pensamiento revista a todas las cosas para enumerarlas y ordenarlas para ver que dirección tomará el espíritu, pero es inaccesible a la razón y uno queda pelando la cascara de una naranja, para que la  
soledad no sea tan amarga. Para que los minutos cesen de transcurrir como un arte que preserva el tiempo, donde un mundo está cerrado dentro de otro mundo en toda la potencia del saber y el encanto del discurso que sigue un método para aprenderlo y luego abandonarlo, es viajar en tren donde sucede la película, el suspenso, y los pensamientos son vagones, y uno ve pasar a alguien en el andén viendo la locomotora del intelecto funcionando a pleno mostrando su método, consilium, deliberación, resolución y fruitio, del procedimiento aristotélico de la función del alma racional. Pero la cantidad de alma es limitada por eso no la malgaste como el agua, ama que da placer, en un amor que van juntos el unitivo a la persona amada y el amor por todas las cosas. Algo fuera de lo ordinario que uno se da cuenta por el efecto que produce en el aire, algo como la música de Martha Argerich en pleno concierto o discurso de sonoridades y armonias, como un discurso del que somos parte y a la vez nos interpela, con ensoñaciones y verdades no resueltas o como una decadencia de la forma de sentir para en definitiva preguntarnos que es lo que llena más el centro de la cosas o la perisferia dando el sentido. Es que el método del discurso en Iriarte es una forma de búsqueda del sentido, que hicimos de la semilla que se depositó en cada uno, o es que vemos lo mejor y elegimos lo peor, por que al fin que es saber algo? Sino solo curar las heridas del camino errado, tal vez para habituarnos a ver intuitivamente la verdad con distinción y claridad. .       

Designed by OddThemes | Distributed by Blogger Template Redesigned by PRD