Los barorreceptores son terminaciones nerviosas sensibles a la distensión que detectan los cambios bruscos de la presión arterial, es decir, son receptores de presión.[1]​ Se encuentran localizados en gran abundancia en las paredes de la arteria carótida común interna (seno carotídeo) y de la aorta (cayado aórtico).

Corazón con grandes conductores sanguíneos.

Reflejo barorreceptor

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El reflejo barorreceptor es un reflejo integrado que permite corregir cambios en la presión arterial variando principalmente el gasto cardíaco y la resistencia periférica al paso de la sangre.[2]

Cuando la presión arterial se eleva, las paredes de las arterias carótidas y aorta se distienden. En consecuencia los barorreceptores se activan y empiezan a enviar señales a través del nervio de Hering, los nervios glosofaríngeos y por el nervio vago hacia el núcleo del tracto solitario situado en el bulbo raquídeo.

Las neuronas de este núcleo estimulan a neuronas parasimpáticas preganglionares que disminuyen la frecuencia cardíaca e inhiben el centro vasomotor del bulbo raquídeo, que excita simultáneamente el centro vagal.

La estimulación del centro vagal produce los siguientes efectos:

  • Vasodilatación de la venas y las arterias.
  • Descenso de la frecuencia cardíaca.
  • Disminución de la fuerza de contracción cardíaca.

Dichos efectos disminuyen la resistencia periférica de los vasos y posteriormente la presión arterial.

La inhibición simpática produce vasodilatación, disminución de la secreción de adrenalina por las glándulas suprarrenales y contribuye a la inhibición cardíaca. Entre la estimulación del vago y la inhibición simpática se tiende a normalizar la presión arterial.

Cuando disminuye la presión arterial sucede lo contrario, activándose la vía simpática e inhibiéndose la parasimpática lo que eleva la presión arterial a la normalidad.

Esta integración neural al disminuir la presión, por ejemplo al levantarse bruscamente de la cama, da lugar a:

  • Vasoconstricción de arterias y venas.
  • Efecto cardioestimulador del miocardio aumentando el volumen sistólico.
  • Efecto cardioestimulador del nodo SA aumentando la Frecuencia Cardíaca.

Estos efectos aumentan la resistencia periférica y el gasto cardíaco, aumentando la presión arterial. Además todo descenso de presión arterial o volumen sanguíneo superior al 5-10% es detectado a través de receptores de volumen situados en las paredes de las grandes venas y de las aurículas y a través de barorreceptores localizados en el seno carotídeo y finalmente se estimula la liberación de vasopresina por la glándula hipófisis y la aparición de la sensación de sed.

Referencias

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  1. admin. «Barorreceptor». Cardiacos.net. Consultado el 10 de diciembre de 2021. 
  2. Heesch, C M (1 de diciembre de 1999). «Reflexes that control cardiovascular function.». Advances in Physiology Education 277 (6): S234. ISSN 1043-4046. doi:10.1152/advances.1999.277.6.S234. Consultado el 10 de diciembre de 2021. 

Enlaces externos

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