Caudillo

tipo de líder político o militar en Latinoamérica o España de los siglos XIX y XX
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Caudillo (en latín: capitellium, «cabecilla») es un término empleado para referirse a un líder, ya sea político, militar o ideológico.[1]

Collage con algunos caudillos de Hispanoamérica En sentido horario desde arriba a la izquierda: Vicente Guerrero (México), Bernardo O'Higgins (Chile), Manuel Dorrego (Argentina), José Martí (Cuba), Gabriel García Moreno (Ecuador) y Agustín Gamarra (Perú).

Aunque en un sentido amplio este término se utiliza para cualquier persona que haga de guía de otras en cualquier terreno,[1]​ el uso le ha dado a la palabra caudillo una cierta connotación política. Por lo general, se emplea como referencia a los líderes políticos de los siglos XIX y XX.

La aparición en el siglo XIX de numerosos caudillos en distintos países sudamericanos, fue un fenómeno social denominado caudillismo.

Caudillos en América

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Argentina

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Juan Manuel de Rosas, caudillo argentino.

En la Historia Argentina del siglo XIX, se llamó caudillos a los distintos jefes de los ejércitos de las provincias de Argentina, que combatían entre sí, en particular a los que enfrentaron el centralismo de los gobiernos de Buenos Aires. Se trata, en general, de un término de uso militar. Estos jefes militares utilizaban grados militares convencionales, sobre todo el de general o coronel. Tenían arraigo popular, y lograban reunir ejércitos de entre 500 y 7000 hombres por su carisma y por la identificación con los intereses populares. Casi la totalidad de los caudillos que se enumeran seguidamente fueron líderes carismáticos del Partido Federal y la población que le fue adherente fue principalmente de gauchos.

La historiografía clásica ha denostado ese término y al Partido Federal, al cual en general pertenecían, mientras que la corriente histórica revisionista ha reivindicado exitosamente su figura en el imaginario popular.[2]

El caudillismo en la Argentina puede ser clasificado en tres grandes etapas: la de los caudillos de la Independencia, que luchaban contra las fuerzas llamadas realistas, como Artigas y Güemes; el de las Autonomías Provinciales, enfrentándose a unitarios y a otros caudillos como Quiroga, López, Ibarra, Heredia, Aldao, Bustos y Ferré entre otros, terminando con la victoria de Urquiza sobre Rosas en Caseros; finalmente, hay una tercera etapa tras la victoria de Mitre ante Urquiza en Pavón, estos caudillos encabezan revueltas de diversas provincias contra la hegemonía de Buenos Aires (destacan Peñaloza, Jordán y Varela).[3]

Entre los caudillos más conocidos de la historia argentina, los siguientes se pueden contar antes de 1852:

Entre los caudillos argentinos más importantes después de 1852:

Los siguientes son los principales caudillos de la historia de Chile:[11]

Colombia

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Ecuador

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Guatemala

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México

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Durante la guerra de Independencia de México:

  • Miguel Hidalgo: Cura del Pueblo de Dolores en el Virreinato de la Nueva España dirigió el primer levantamiento independentista en esta región en 1810. Se adjudicó el título de "Alteza Serenísima" y "Generalísimo de las Américas" antes de ser capturado y ejecutado en Chihuahua en 1811 por los realistas.
  • Vicente Guerrero: Guerrero sirvió en las Filas de José María Morelos hasta que este fue ejecutado en 1815. Después se convirtió en jefe de la insurgencia en el sur de la Nueva España. En 1820 firmó con Agustín de Iturbide el Plan de Iguala y lograron la independencia del Imperio Mexicano en 1821. Iturbide se corona Emperador pero Guerrero y otros Republicanos le derrocaron. En 1828 Guerrero dio un golpe de Estado para suceder al primer presidente de México Guadalupe Victoria tras perder las elecciones contra Manuel Gómez Pedraza. El golpe fue un éxito y fue nombrado presidente pero en 1830 fue Derrocado por otro golpe de Estado proclamado por el vicepresidente Anastasio Bustamante y fue asesinado.
  • José María Morelos: Morelos sucedió a Hidalgo como líder insurgente tras su muerte en 1811. Entre 1812 y 1814 controló el sur de Nueva España y formó un congreso independiente en 1813 que lo nombró Capitán General del Ejército y Siervo de la Nación. A finales de 1814 Morelos cayó preso de los realistas y fue fusilado por el Virrey Félix María Calleja.

Durante la Revolución Mexicana y posteriores:

  • Venustiano Carranza: Carranza fue gobernador de Coahuila cuando en 1913 presidente Madero fue asesinado y el general Victoriano Huerta tomó el poder. Ese mismo año proclamó el Plan de Guadalupe para derrocarlo. En 1914 Huerta fue derrocado, sin embargo los demás caudillos revolucionarios le negaron su apoyo. El respondió atacando a la Convención de Aguascalientes. En 1916 los ejércitos inconformes fueron derrotados y Carranza asumió el poder en 1917. Promulgó una nueva Constitución; sin embargo fue asesinado al terminar su período en Tlaxcaloltongo en 1920.
  • Pancho Villa: Villa fue un jefe revolucionario mexicano que se adhirió a Francisco I. Madero para derrocar a Porfirio Díaz. En 1911 Díaz renunció y Madero asumió el poder. En 1913 Madero fue asesinado por el general Victoriano Huerta y Villa se unió a Venustiano Carranza para derrocarlo. Tras lograrlo en 1914 Villa Y otros revolucionarios negaron a Carranza la presidencia. Este los desconoció y Villa fue nombrado general del Ejército de la Convención. Sin embargo fue derrotado por Carranza y Álvaro Obregón en 1916. Villa siguió atacando al gobierno e incluso invadió Estados Unidos en 1916 al atacar Columbus, Nuevo México. En 1920 tras la muerte de Carranza Villa firmó la paz sin embargo fue asesinado en Parral, Chihuahua en 1923.
  • Emiliano Zapata: Emiliano Zapata fue nombrado general del Ejército Libertador de Sur en 1910 para devolver las tierras arrebatadas por el presidente Porfirio Díaz a los indígenas de Morelos. Ese mismo año se unió a Madero contra Díaz. Sin embargo en 1911 se rebelo contra Francisco I. Madero pues este no devolvió las tierra prometidas. En 1913 se adhirió a Villa y Carranza contra Victoriano Huerta, quien asesino a Madero. En 1915 se unió a Villa y atacaron a Carranza. Sin embargo fue derrotado y en 1919 fue asesinado en Morelos por Carranza.

En Perú los caudillos se caracterizan por ser clientelistas, envían apoyo a cambio de recibir recursos para permanecer en el cargo.[13]​ A lo largo de su historia surgieron los principales caudillos, entre 1824 (independencia de Perú) y 1841 (muerte de Gamarra):

Principales caudillos durante la anarquía posterior a la muerte de Gamarra:

  • Juan Crisóstomo Torrico: enemigo de Gamarra, tras la muerte de este volvió de su exilio combatiendo en la guerra entre Perú y Bolivia, después de firmarse la paz derrocó a Manuel Menéndez, sucesor constitucional de Gamarra. Fue depuesto por Vidal.
  • Juan Francisco de Vidal: militar peruano, se sublevó en Cusco venciendo en Agua Santa a Torrico tomando el poder hasta que la rebelión de Vivanco lo obligó a dimitir y exiliarse (1842-1843). Posteriormente regresó, como aliado de Castilla.
  • Manuel Ignacio de Vivanco: tras morir Gamarra, Vivanco se apoderó del poder marchando desde Arequipa a Lima derrocando al gobierno de Vidal. Finalmente fue vencido por Castilla y Nieto en la batalla de Carmen Alto (1844) teniendo que retirarse a la vida privada (1845).
  • Domingo Nieto: general exiliado por Vivanco, regresó en 1843 proclamando su lealtad a la Constitución de 1839. Con Manuel de Mendiburu inició en Tacna una sublevación contra Vivanco que fue derrotado y depuesto. Murió poco después en 1844, posiblemente envenenado.
  • Ramón Castilla: general peruano, aliado de Nieto se sublevó en Tarapacá contra Vivanco a quien depuso, siendo elegido presidente en 1845.
  • José Rufino Echenique:

Caudillos durante y después de la guerra del Pacífico:

  • Nicolás de Piérola: presidente del Perú durante dicha guerra, al entrar las tropas chilenas a Lima huyó a la sierra dimitiendo a fines de 1881 por varios pronunciamientos en su contra, posteriormente partió a Europa, tras volver a Perú venció y derrocó a Cáceres (1895-1896) asumiendo el poder hasta 1899.
  • Andrés Avelino Cáceres: principal líder de la resistencia guerrillera a la ocupación chilena, reuniendo unos 4000 soldados y más de 2000 montoneros en el Valle del Mantaro y Ayacucho, tras la firma del Tratado de Ancón por Iglesias se enfrentó al gobierno de este, derrocándole. En 1894 fue elegido presidente pero fue depuesto por Piérola.
  • Miguel Iglesias: presidente peruano desde 1883 con base en Lima negoció con las fuerzas chilenas firmando la paz en Ancón, tras la retirada de sus aliados se enfrentó a Cáceres con 3000 a 4000 hombres, siendo vencido y derrocado (1885).
  • Lizardo Montero Flores: presidente entre 1881 y 1883, tras ser depuesto Francisco García Calderón por las autoridades chilenas Montero estableció en Arequipa un gobierno propio y aliado de Cáceres, armando un ejército de 3000-4000 soldados y 8000-10 000 milicianos, en 1883 cuando las tropas chilenas lanzaron una gran ofensiva contra él huyó al exilio.

Uruguay

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Venezuela

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Durante la guerra de Independencia de Venezuela (1810-1823) se incluyen a:

Durante el período de las guerras civiles venezolanas (1830-1903) se incluyen a:

El fenómeno político del caudillaje en España

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Efigie de Francisco Franco en una moneda de cinco pesetas acuñada en 1949, con la leyenda «francisco franco caudillo de españa por la g. de dios».

La guerra civil española, iniciada con el golpe de Estado de julio de 1936, dio origen a una jefatura política representada por el caudillaje de origen circunstancial, que luego se legalizaría como una forma permanente de ejercicio del mando.[16]

[...] Lo esencial en ella, según los expositores del tema, es el carisma, es decir, la ejemplaridad personal, la fuerza y la lealtad que concurrían en el Caudillo [Francisco Franco], y que convertían, según los expositores, su inicial potestad en poder legítimo, es decir, en auctoritas [...]

En el franquismo, la figura del Caudillo constituye la suprema institución de la jerarquía política, no solo en el orden de la representación política, sino también en el ejercicio del poder político.[17]​ Los rasgos que caracterizaban la figura del jefe de Estado eran los siguientes:

  • Exaltación personal del jefe y su identificación con el destino histórico del pueblo.
  • Plenitud de poder concentrado en sus manos.
  • Ausencia de un control institucional de su ejercicio; solo era responsable ante Dios y la Historia.

Según Torcuato Fernández Miranda la suprema magistratura del poder puede presentarse bajo tres modalidades: caudillaje, regencia y monarquía.[cita requerida] Las Leyes Fundamentales optan por la primera de estas tres posibilidades jurídicas de encarnación de la Jefatura del Estado. En el caso de España, el caudillaje era un título excepcional de autoridad individualizado, y en este sentido irrepetible que descansaba en «un derecho de fundación consagrado por una proclamación y una adhesión también excepcionales». De este modo, al reconocer como no cabe sucesión normal, deben buscarse nuevas formas institucionalizadas, y no restauradas ni reinstauradas de designación o sucesión.[cita requerida]

Con anterioridad a esta controvertida utilización del concepto y el término «caudillo», el escritor Benito Pérez Galdos puso en boca de su personaje Gabriel de Araceli, protagonista de la primera serie de los Episodios nacionales, y para afinar en el retrato del Juan Martín el Empecinado, el siguiente comentario:[18][19]

Tres tipos ofrece el caudillaje en España, que son: el guerrillero, el contrabandista, el ladrón de caminos. El aspecto es el mismo: sólo el sentido moral les diferencia. Cualquiera de esos tipos puede ser uno de los otros dos sin que lo externo varíe, con tal que un grano de sentido moral (permítaseme la frase) caiga de más o de menos en la ampolleta de la conciencia. Las partidas que tan fácilmente se forman en España pueden ser el sumo bien o mal execrable. ¿Debemos celebrar esta especial aptitud de los españoles para consagrarse armados y oponer eficaz resistencia a los ejércitos regulares? ¿Los beneficios de un día son tales que puedan hacernos olvidar las calamidades de otro día? Esto no lo diré yo, y menos en este libro donde me propongo enaltecer las hazañas de un guerrillero insigne que siempre se condujo movido por nobles impulsos, y fue desinteresado, generoso, leal, y no tuvo parentela moral con facciosos, ni matuteros, ni rufianes, aunque sin quererlo, y con fin muy laudable, cual era el limpiar a España de franceses, enseñó a aquellos el oficio.
Galdós (1874)

Filipinas

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Emilio Aguinaldo, primer presidente de las Filipinas.

También en Hispanoasia (Filipinas) Emilio Aguinaldo, titulado como el Caudillo de la "Revolución filipina", se acabó convirtiendo en líder de dos luchas anticoloniales: primero contra España, y luego contra los Estados Unidos.

Véase también

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Referencias

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  1. a b Real Academia Española. «caudillo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Consultado el 25 de febrero de 2019. 
  2. Véase:
    • Luna, Félix, Los caudillos, Buenos Aires, Ed. Peña Lillo, 7a edición, 1976.
    • Sabsay, Fernando, Caudillos de la Argentina, Buenos Aires, Editorial El Ateneo, 2002.
    • González Arzac, Alberto, Caudillos y constituciones, Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, 1994.
    • Zorrilla, Rubén H., Extracción social de los caudillos 1810-1870, Buenos Aires, 1972.
    • Lafforgue, Jorge, Historias de caudillos argentinos, Buenos Aires, Ed. Alfaguara, 1999.
    • Sabsay, Fernando, Ideas y caudillos, Buenos Aires, Ediciones Ciudad Argentina, 1998.
    • Chiaramonte, José Carlos; Buchbinder, Pablo, Provincias, caudillos, nación y la historiografía constitucionalista argentina, 1853-1930, Anuario IEHS, Tandil, Argentina, 2000.
  3. Caudillos. Capítulo "Vicente Chacho Peñaloza".
  4. The Armies of Bolivar and San Martin. Autor: Terry Hooker & Ron Poulter. Ilustrado por Ron Poulter. Publicado por Osprey Publishing, 1991. ISBN 1-85532-128-9, 9781855321281, pág. 23-24
  5. a b Legión de Los Andes - Correrías de Carrera en Argentina
  6. Portal Cero. Un nuevo punto de vista. "Francisco Ramírez ¿Quién, cómo, dónde, cuándo?". 10 de julio de 2009. Jorge G. Villanova. Consultado el 15 de julio de 2011.
  7. Batalla de Cañada de la Cruz: 28 de junio de 1820 - Revisionismo batallas y combates
  8. Combate de Cotagaita - Cañada de la Cruz
  9. San Carlos. El comienzo del fin. La Guerra Contra la Confederación Peruano – Boliviana (1837-1839).
  10. Blog Archive» Juan Felipe Ibarra
  11. Caudillismo en Chile: una mirada al proceso de la consolidación de la identidad republicana
  12. «La Independencia en la Región de Concepción Guerra Civil, Ruina y Destrucción (I Parte)». Archivado desde el original el 21 de octubre de 2014. Consultado el 20 de julio de 2011. 
  13. Murakami, Yusuke (2012). «Segmentación de la sociedad política peruana por relaciones autoritarias». Perú en la era del chino: la política no institucionalizada y el pueblo en busca de un salvador. Ideología y Política (Segunda edición revisada y actualizada). Instituto de Estudios Peruanos. pp. 118-123. ISBN 978-9972-51-345-9. Consultado el 27 de septiembre de 2023. «Las relaciones clientelistas tradicionales del Perú son verticales, personales, particulares e individuales entre el caudillo-patrón y cada seguidor cliente obediente al primero. [...]. El caudillo ofrece protección, acceso a servicios y una parte de su bienes considerados por él como “propiedad privada” a sus seguidores, y recibe a cambio por parte de ellos los recursos políticos necesarios para mantenerse en el poder». 
  14. Confederación Perú-Boliviana | Historia Universal
  15. Presidentes de Bolivia - Pizarra.edu.bo | Pedro Blanco 2
  16. Manuel Espadas Burgos, José Luis Comellas: Historia general de España y América, Volumen 19, La evolución Institucional del Régimen de Franco, página 362 [1]
  17. La cualificación de Caudillo sólo fue adoptada en el Decreto de 28 de septiembre de 1937, por el que se creaba la Fiesta Nacional del Caudillo, que se habría de conmemorar el 1 de octubre de cada año, fecha en que Franco asumió el poder.
  18. Ortiz-Armengol, Pedro (2000). Vida de Galdós. Barcelona: Crítica. p. 162. ISBN 8484320731. 
  1. Washington Reyes Abadie, Oscar H. Bruschera y Tabaré Melogno (1975). El Ciclo Artiguista, tomo II. Montevideo: Cordón.

Enlaces externos

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