Moxibustión

tratamiento en la medicina tradicional china
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La moxibustión (en chino simplificado y tradicional, ; pinyin, jiǔ) es un tratamiento que forma parte de la medicina tradicional china. Utiliza las hojas pulverizadas, secadas y trituradas de la planta Artemisia abrotanum (abrótano macho) a la que se le da forma de cigarro denominado moxa.[1]​ La evidencia científica disponible no avala su uso en la prevención o el tratamiento del cáncer ni su uso para ninguna otra enfermedad,[2]​ pero juega un importante rol en los sistemas de medicina de China, Japón, Corea, Vietnam, Tíbet y Mongolia. Los proveedores usualmente envejecen el abrótano y lo muelen hasta convertirlo en polvo; y los practicantes lo queman o lo procesan aún más en escamas que recuerdan a cigarros. A veces lo usan indirectamente, con agujas de acupuntura, y otras lo queman cerca de la piel del paciente.

La acupuntura y la moxibustión de la medicina tradicional china

Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco

Moxibustión.
Localización
País ChinaBandera de la República Popular China China
Datos generales
Tipo Cultural inmaterial
Criterios R1, R2, R3, R4 y R5
Identificación 00425
Región Asia y Pacífico
Inscripción 2010 (V sesión)

El 16 de noviembre de 2010, la Unesco declaró la moxibustión y la acupuntura china como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.[3]

Terminología

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El carácter chino para formar moxa es el segundo de los dos que forman la palabra china para "acupuntura" zhēnjiǔ (鍼灸) ya que una terapia va unida a la otra.

Teoría y práctica

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Los practicantes usan moxa para entibiar regiones y puntos de acupuntura con la intención de estimular el organismo a través de puntos concretos ayudando a estimular el flujo de sangre y qi. La moxibustión es utilizada en territorio nacional, en muchos hospitales públicos para ayudar al posicionamiento "de cabeza" del feto que se está presentando "de nalgas" con parto distócico.

Los historiadores de la medicina aseguran que la moxibustión es previa a la acupuntura, y el suplemento de la moxa es después del 200 a. C.

Diferentes escuelas de medicina tradicional china, usan la moxa de distinta manera dependiendo de lo que quieran tratar. Por ej. se puede usar directamente sobre la piel, o en forma de rollos de moxa y lo usan sobre el punto a tratar. También es común tratar conos de moxa sobre una fina rodaja de raíz de jengibre.

Bian Que (fl. circa 500 a. C.), uno de los más famosos doctores de la China clásica y el primer especialista en moxibustión, discutía el beneficio de la moxa en la acupuntura en su clásico trabajo. Él aseveraba que ella traía nuevas energías al cuerpo tratando tanto excesos como deficiencias. Pero a su vez, advertía contra el uso de la acupuntura en ciertos debilitados pacientes, en la seguridad que con la manipulación de las agujas se podía perder demasiada energía.

El trabajo clásico, Gao Huang Shu (膏肓俞), se especializa solamente en dar indicaciones de la moxa sobre un solo punto (穴).

Se anota que el taoísmo usa moxibustión a lo largo de la astrología médica china para la longevidad.

Los expertos pueden usar agujas de acupuntura de varios materiales en combinación con moxa, dependiendo de la dirección del flujo qi que desean estimular.

Investigación médica

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La primera publicación científica moderna sobre la moxibustión fue escrita en 1927 por el médico japonés Hara Shimetarō que llevó a cabo una investigación acerca de los efectos hematológicos de la moxibustión. Dos años más tarde, su tesis doctoral sobre ese asunto fue aceptada por la Facultad de Medicina de la Universidad Imperial de Kyushu.[4]​ la última publicación de Hara apareció en 1981.[5]

Ensayos controlados aleatorizados realizados en 1998 sugieren que la moxibustión sola, en combinación con la acupuntura, o en combinación con la versión cefálica externa puede ser efectiva para variar la presentación de nalgas de los bebés.[6]​ El mecanismo de acción propuesto es que la moxibustión provoca la liberación de estrógeno placentario y las prostaglandinas, que conducen a las contracciones uterinas que cambian la posición del bebé. Una revisión Cochrane de estos estudios encontró que diferían demasiado para llevar a cabo un meta-análisis y pidió más pruebas experimentales.[7]

Se han realizado revisiones sistemáticas sobre la eficacia de la moxibustión para el tratamiento del dolor,[8]​ el cáncer,[9]accidente cerebrovascular,[10]estreñimiento,[11]colitis ulcerosa,[12]​ e hipertensión.[13]​ Estas revisiones sistemáticas han hallado que estos estudios son baja calidad y los positivos podrían deberse a un sesgo de publicación.[14]​ De acuerdo con la Sociedad Americana Contra el Cáncer, "la evidencia científica disponible no apoya las afirmaciones de que la moxibustión es eficaz para prevenir o tratar el cáncer o cualquier otra enfermedad".[2]

Véase también

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Referencias

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  1. «La acupuntura y la moxibustión de la medicina tradicional china». www.unesco.org. UNESCO. Consultado el 23 de septiembre de 2019. «Esta estimulación se efectúa quemando abrótano (moxa) o insertando agujas en determinados puntos de esos canales para restablecer el equilibrio del cuerpo y tratar y prevenir las enfermedades.» 
  2. a b «Moxibustion». American Cancer Society. 8 de marzo de 2011. Archivado desde el original el 9 de agosto de 2013. Consultado el 24 de mayo de 2016. 
  3. «La acupuntura y la Ópera de Pekín consolidan a China en el primer lugar de la lista de la Unesco». La Vanguardia. 17 de noviembre de 2010. Consultado el 17 de noviembre de 2010. 
  4. English summary of S. Hara’s findings Archivado el 14 de julio de 2014 en Wayback Machine.
  5. Watanabe, Shinichiro; Hakata, Hiroshi; Matsuo, Takashi; Hara, Hiroshi; Hara, Shimetaro (1981). «Effects of Electronic Moxibustion on Immune Response I». Zen Nihon Shinkyu Gakkai zasshi 31 (1): 42-50. doi:10.3777/jjsam.31.42. 
  6. «Moxibustion for correction of breech presentation: A randomized controlled trial». JAMA 280 (18): 1580-1584. 11 de noviembre de 1998. ISSN 0098-7484. doi:10.1001/jama.280.18.1580. 
  7. Coyle, M. E.; Smith, C. A.; Peat, B (2012). «Cephalic version by moxibustion for breech presentation». Cochrane Database of Systematic Reviews 5: CD003928. PMID 22592693. doi:10.1002/14651858.CD003928.pub3. Archivado desde el original el 7 de agosto de 2016. Consultado el 24 de mayo de 2016. 
  8. Lee, Myeong Soo; Choi, Tae-Young; Kang, Jung Won; Lee, Beom-Joon; Ernst, Edzard (2010). «Moxibustion for Treating Pain: A Systematic Review». The American Journal of Chinese Medicine 38 (5): 829. PMID 20821815. doi:10.1142/S0192415X10008275. 
  9. Lee, Myeong Soo; Choi, Tae-Young; Park, Ji-Eun; Lee, Song-Shil; Ernst, Edzard (2010). «Moxibustion for cancer care: A systematic review and meta-analysis». BMC Cancer 10: 130. PMC 2873382. PMID 20374659. doi:10.1186/1471-2407-10-130. 
  10. Lee, M. S.; Shin, B.-C.; Kim, J.-I.; Han, C.-h.; Ernst, E. (2010). «Moxibustion for Stroke Rehabilitation: Systematic Review». Stroke 41 (4): 817. PMID 20150551. doi:10.1161/STROKEAHA.109.566851. 
  11. Lee, Myeong Soo; Choi, Tae-Young; Park, Ji-Eun; Ernst, Edzard (2010). «Effects of moxibustion for constipation treatment: A systematic review of randomized controlled trials». Chinese Medicine 5: 28. PMC 2922210. PMID 20687948. doi:10.1186/1749-8546-5-28. 
  12. Lee, Dong-Hyo; Kim, Jong-In; Lee, Myeong Soo; Choi, Tae-Young; Choi, Sun-Mi; Ernst, Edzard (2010). «Moxibustion for ulcerative colitis: A systematic review and meta-analysis». BMC Gastroenterology 10: 36. PMC 2864201. PMID 20374658. doi:10.1186/1471-230X-10-36. 
  13. Kim, Jong-In; Choi, Jun-Yong; Lee, Hyangsook; Lee, Myeong Soo; Ernst, Edzard (2010). «Moxibustion for hypertension: A systematic review». BMC Cardiovascular Disorders 10: 33. PMC 2912786. PMID 20602794. doi:10.1186/1471-2261-10-33. 
  14. Lee, Myeong Soo; Kang, Jung Won; Ernst, Edzard (2010). «Does moxibustion work? An overview of systematic reviews». BMC Research Notes 3: 284. PMC 2987875. PMID 21054851. doi:10.1186/1756-0500-3-284.