Veneración de santos

práctica religiosa de honra
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La veneración de santos es una práctica de la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa y demás Iglesias orientales en la cual se honra a algunas personas muy cercanas y entregadas a Dios, las cuales —hayan sido llevadas al cielo (como el profeta Elías, Enoc o María) o se considere que hayan muerto en gracia— son reconocidas como santas por medio de un proceso llamado canonización, que varía en cada Iglesia. Las imágenes de estos santos se exponen en distintas iglesias para mostrar a los fieles cómo eran y para que se siga su ejemplo de "llevar la vida de Jesús a tu época".

Altar de San Conrado de Piacenza en Noto, Italia.

El acto de veneración de santos también se practica en otras religiones tales como el judaísmo,[1]​ el hinduismo,[2]​ el islam,[3]​ el budismo,[4]​ y el jainismo.

En las distintas religiones

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Cristianismo

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Ejemplos de veneración de santos en la Iglesia católica
Arca de San Antonio en Padua, Italia (veneración de la tumba de un santo).
Cueva del Santo Hermano Pedro en Tenerife, España (veneración de un lugar asociado a un santo).
Procesión del Señor de los Milagros en Lima, Perú (veneración de la imagen de un santo).
Reliquias de San Juan Bautista de La Salle en Roma, Italia (veneración de la reliquia de un santo).

En el ámbito de la teología de las Iglesias católica y ortodoxa, la veneración de los santos, ángeles, reliquias e íconos (llamada dulía y proskynesis) es distinta de la adoración que está reservado solo para Dios (llamada latría).[5][6][7][8][9]​ La teología católica también incluye el término hiperdulía para el tipo de veneración específicamente ofrecida a la Virgen María, la madre de Jesús. Esta distinción se aclara en las conclusiones dogmáticas del VII Concilio Ecuménico (año 787), que también decretó que la iconoclasia (prohibición de los iconos y su veneración) es una herejía que equivale a la negación de la encarnación de Jesucristo. La veneración se puede mostrar externamente con una reverencia respetuosa o haciendo la señal de la cruz frente al ícono o imagen de un santo o sus reliquias o estatua. Estos objetos también se besan a menudo. Según el mariólogo estadounidense Mark Miravalle, la veneración de los santos y la adoración de Dios se remontan e históricamente han sido rastreados a dos modos de la misma alabanza y culto divino.[10]

En la liturgia de la Iglesia ortodoxa siriana, la Avemaría es la oración que presenta al Padrenuestro y se pronuncia antes de que el sacerdote celebrante entre por la verja del altar mayor.[11]​ En el rito de santificación de los altares, el nombre de la Virgen María se menciona en primer lugar entre los nombres de todos los demás santos invocados.[12]

En la Iglesia católica existen muchas formas diferentes de veneración a los santos; tales como la peregrinación a una tumba; como las de San Pedro (Vaticano), San Antonio de Padua (Italia), Santiago de Compostela (España), o el Santo Sepulcro (Israel/Palestina). También se suele peregrinar a lugares asociados a la vida de un santo; la Cueva del Santo Hermano Pedro (España), la Gruta del Apocalipsis (Grecia) o la Iglesia de Santa Tecla (Turquía). Veneración de imágenes y reliquias; Señor de los Milagros (Perú), la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo (México), Santa diestra (Hungría), Relicario de los Tres Reyes Magos (Alemania), etc.

En las iglesias protestantes, a veces se considera que la veneración equivale a la herejía de la idolatría, y la práctica relacionada de la canonización equivale a la herejía de la apoteosis. La teología protestante generalmente niega que se pueda hacer una distinción real entre veneración y adoración, y afirma que la práctica de la veneración distrae al alma cristiana de su verdadero objeto, la adoración de Dios. La veneración es, por lo tanto, considerada un tipo de blasfemia por Martín Lutero y algunos protestantes.[13][14]​ Sin embargo, algunas corrientes protestantes, particularmente el anglicanismo, permiten la veneración de los santos de manera similar al catolicismo.

La Iglesia católica considera la veneración a los santos como una práctica que tiene base en la Biblia, entre otros ejemplos se citan:[15][16]

Ningún santo está muerto, todos están vivos en el cielo:

¿No habéis leído aquellas palabras de Dios cuando os dice: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos.
Mateo 22, 31-32.

Los santos del cielo reciben las oraciones de los que están en la tierra y pueden presentarlas ante Dios:

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.
Ap 5,8.

Los apóstoles intercedieron para lograr sanaciones en la gente común:

Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo. Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna. Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos». El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos. Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, ponte a andar». Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos, y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios”.
Hech 3,1-8.

San Pablo de Tarso oró por un tullido, no lo mandó a que le pidiera directamente a Jesús:

Había allí, sentado, un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado. Este escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo que tenía fe para ser curado, le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies». Y él dio un salto y se puso a caminar.
Hech 14,8-10
 
Tumba de Yalal ad-Din Muhammad Rumi en Konya, Turquía.
 
Tumba de un morabito (santón), Marruecos meridional.

En el Islam, la veneración de los santos es practicada por muchos de los seguidores del Islam sunita tradicional (los sufíes sunitas, por ejemplo) y el Islam chiita, y en muchas partes de lugares como Turquía, Egipto, el sur de Asia y el sudeste asiático.[17][18]​ Otras sectas, como los salafistas o wahabistas, aborrecen esta práctica.[19]

El Islam ha tenido una rica historia de veneración de los santos (a menudo llamados wali, que literalmente significan "amigos de Dios"),[20]​ que ha disminuido en algunas partes del mundo islámico en el siglo XX debido a la influencia de los varias corrientes del salafismo. En el Islam sunita, la veneración de los santos se convirtió en una forma muy común de celebración religiosa desde el principio, y los santos llegaron a ser definidos en el siglo VIII como un grupo de "personas especiales elegidas por Dios y dotadas de dones excepcionales, como como la capacidad de hacer milagros".[21]​ Los eruditos sunitas clásicos llegaron a reconocer y honrar a estos individuos como personas venerables que eran "amadas por Dios y desarrollaron una estrecha relación de amor con Él".[21]​ "La creencia en los milagros de los santos (karāmāt al-awliyāʾ)... [se convirtió en un] requisito en el Islam sunita [durante el período clásico]",[22]​ e incluso los críticos medievales de la práctica ubicua de la visita a las tumbas como Ibn Taymiyyah declararon enfáticamente: "Los milagros de los santos son absolutamente verdaderos y correctos, y reconocidos por todos los eruditos musulmanes. El Corán lo ha señalado en diferentes lugares, y los dichos del Profeta lo han mencionado, y cualquiera que niegue el poder milagroso de los santos es un innovador o un seguidor de innovadores".[23]​ La gran mayoría de los santos venerados en el mundo sunita clásico eran los sufíes, que eran todos místicos sunitas que pertenecían a una de las cuatro escuelas legales ortodoxas de la ley sunita.[24]

La veneración de los santos finalmente se convirtió en una de las prácticas suníes más extendidas durante más de un milenio, antes de que el movimiento salafista se opusiera a ella en el siglo XX, cuyas diversas corrientes la consideran "no islámica y retrógrada... en lugar de parte integral del Islam como lo fueron durante más de un milenio". Como ha señalado Christopher Taylor: "[A lo largo de la historia islámica] una dimensión vital de la piedad islámica fue la veneración de los santos musulmanes... [debido, sin embargo, a] ciertas corrientes de pensamiento dentro de la tradición islámica misma, particularmente pronunciadas en los siglos XIX y XX, [algunos musulmanes en los días modernos] se han resistido a reconocer la existencia de los santos musulmanes por completo o han visto su presencia y veneración como desviaciones inaceptables".[25]

Judaísmo

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Tumba de los Patriarcas en Hebrón, Estado de Palestina.

En el judaísmo, no existe un reconocimiento clásico o formal de los santos, pero existe una larga historia de reverencia hacia los héroes y mártires bíblicos. Los judíos en algunas regiones, por ejemplo en Marruecos, tienen una larga y extendida tradición de veneración de santos.[4]

Hoy en día es común que algunos judíos visiten las tumbas de muchos líderes judíos justos.[26]​ La tradición es particularmente fuerte entre los judíos de ascendencia sefardí y los judíos marroquíes como los seguidores del rabino Israel Abuhatzeira (Baba Sali), su tumba se encuentra en la ciudad de Netivot, en Eretz Israel, en un lugar que se ha convertido en un santuario para las oraciones y para los peticionarios, su aniversario o yahrzeit, es el día 4 del mes de Shevat. La tradición es también fuerte entre los judíos asquenazíes como los seguidores del rabino Elimelech de Lizensk, su tumba en Leżajsk, Polonia es visitada por miles de fieles del judaísmo jasídico, especialmente durante su aniversario (yahrzeit). Esto es particularmente cierto en el Levante mediterráneo, donde están enterrados muchos líderes judíos santos llamados tzadikim. La Tumba de los Patriarcas en Hebrón (Palestina), la Tumba de Raquel en Belén (Palestina) y la Tumba de Maimónides (Israel) en Tiberíades son ejemplos de lugares de enterramiento que atraen grandes peregrinaciones en Tierra Santa.[4]

En los Estados Unidos, se encuentra el Ohel, la tumba del Rebe de Jabad-Lubavitch, el rabino Menachem Mendel Schneerson, el Ohel está situado en el cementerio de Queens, donde el Rebe de Jabad está enterrado junto a su suegro, el rabino Iosef Itzjak Schneerson. Durante su vida, el propio Schneerson visitaba con frecuencia la tumba de su suegro, en ese mismo lugar, el Rebe leía cartas y oraciones escritas y luego las colocaba sobre la tumba de su suegro.[27]​ Hoy en día, los visitantes de la tumba del rabino Schneerson incluyen a judíos de origen ortodoxo, reformista y conservador, así como no judíos. Los visitantes típicamente recitan oraciones de salmos y traen consigo peticiones y oraciones escritas en unas pequeñas notas de papel llamadas kvitel que luego se rompen y se dejan en la tumba del Rebe.[28]

Hinduismo

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Estatua de Sai Baba de Shirdi venerado en la India.

El hinduismo tiene una larga tradición de veneración de los santos, expresada hacia varios gurús y maestros de santidad, tanto vivos como muertos. La veneración a los sants (santos) y los mahatmas (maestros ascendidos), con la línea que a menudo se vuelve borrosa entre la humanidad y la divinidad en los casos de los hombres y mujeres dioses. Los movimientos Bhakti popularizaron la devoción a figuras santas como sadhus, babas y gurús como modelos que muestran el camino hacia la liberación.[4][29]

Budismo

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Las dos ramas principales del budismo, Theravada y Mahayana, reconocen como Arhat a aquellos que han alcanzado un alto grado de iluminación. El budismo Mahayana enfatiza particularmente el poder de los santos para ayudar a la gente común en el camino hacia la iluminación. Aquellos que han alcanzado la iluminación y han retrasado su propia iluminación completa para ayudar a otros, se llaman Bodhisattvas. El budismo Mahayana tiene prácticas litúrgicas formales para venerar a los santos, junto con niveles muy específicos de santidad. Los budistas tibetanos veneran especialmente a los lamas, como el Dalai Lama, como santos.[4]

Jainismo

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El jainismo reconoce a los tirthankaras, los cuáles son seres que alcanzaron la trascendencia y liberación (moksha) y son, por ello, maestros que enseñaron el camino jainista. Alejados del devenir del cosmos y del suceso cósmico, no intervienen de manera alguna en él, sirven solamente como ejemplos a seguir.[30]​ Esto último se manifiesta en las ceremonias de ofrendas (Puya), las cuáles constituyen más una renuncia por parte del creyente que una entrega, pues los tirthankaras, son totalmente indiferentes a los asuntos de los hombres y los jainas asumen que son indiferentes a ellos.

Véase también

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Referencias

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  1. "Veneration of saints is a universal phenomenon. All monotheistic and polytheistic creeds contain something of its religious dimension... " Issachar Ben-Ami (1998). Saint Veneration Among the Jews in Morocco. Wayne State University Press. p. 13. ISBN 978-0-8143-2198-0. Consultado el 7 de septiembre de 2012. 
  2. Werner Stark (1966). Sociology of Religion. Taylor & Francis. p. 367. GGKEY:ZSKE259PDZ9. Consultado el 7 de septiembre de 2012. 
  3. Florian Pohl (1 de septiembre de 2010). Modern Muslim Societies. Marshall Cavendish. pp. 294-295. ISBN 978-0-7614-7927-7. Consultado el 7 de septiembre de 2012. 
  4. a b c d e Lindsay Jones, ed. (2005). Thomson Gale Encyclopedia of Religion (en tayiko). Sainthood (Second edición). Macmillan Reference USA. p. 8033. 
  5. Casiday, Augustine (2012). Routledge, ed. The Orthodox Christian World (en inglés). p. 450. ISBN 9780415455169. 
  6. Devonshire Jones, Tom; Murray, Linda; Murray, Peter. Oxford University Press, ed. The Oxford Dictionary of Christian Art and Architecture, Second Edition (en inglés). p. 475. ISBN 9780199680276. 
  7. «Veneration of images». New Advent Catholic Encyclopedia (en inglés). 
  8. Richardson, Alan; Bowden, John (1983). Westminster John Knox Press, ed. Entrada "Communion of Saints", in The Westminster Dictionary of Christian Theology (en inglés). p. 114. ISBN 9780664227487. 
  9. Elwell, Walter A. (2001). Baker Academic, ed. Entrada "Images, Veneration of", in Evangelical Dictionary of Theology. p. 594. ISBN 9780801020759. 
  10. Miravallle, Mark. «What Is Devotion to Mary?» (en inglés). Archivado desde el original el 6 de junio de 2018. Consultado el 10 de septiembre de 2021. 
  11. Jacob, Jaison. Diaz Xavier, ed. Holy Qurbana Kramam: Malankara Orthodox Church (en inglés). p. 275. Archivado desde el original el 16 de enero de 2019. 
  12. Our Lady Mary, Mother of God, mediator for all grace and advocate for all the devotees before God (en inglés). Malankara. Archivado desde el original el 16 de enero de 2019. 
  13. Fairbairn, Donald (January 2002). Eastern Orthodoxy Through Western Eyes. ISBN 9780664224974. 
  14. Nash, David (16 de septiembre de 2010). Blasphemy in the Christian World: A History. ISBN 9780191614354. 
  15. «Mito 3: Veneración de ángeles y de santos muertos inició cerca de 375 A.D.». es.catholic.net. Consultado el 10 de febrero de 2022. 
  16. «La Intercesión de los santos ¿Qué dice la Sagrada Escritura?». es.catholic.net. Consultado el 10 de febrero de 2022. 
  17. «Sufi Islam». «Although frequently characterized as the mystical component of Islam, there are also "Folklorist" Sufis, and the "Traditional" Sufis...Sufism is characterized by the veneration of local saints and by brotherhoods that practice their own rituals.» 
  18. «Of saints and sinners: The Islam of the Taliban is far removed from the popular Sufism practised by most South Asian Muslims». The Economist. 18 de diciembre de 2008. «In its popular form, Sufism is expressed mainly through the veneration of saints...South Asia is littered with the tombs of those saints. They include great medieval monuments, like the 13th-century shrine of Khwaja Moinuddin Chishti, founder of South Asia’s pre-eminent Sufi order, in Ajmer. But for every famous grave, there are thousands of roadside shrines, jutting into Delhi’s streets, or sprinkled across the craggy deserts of southern Pakistan.» 
  19. Kim Murphy (8 de mayo de 2003). «Saudi Shiites Take Hope From Changes Next Door». Los Angeles Times. «while most Sunnis view them as fellow, though possibly misguided, Muslims, Shiites are regarded as infidels by the Saudi religious establishment, which adheres to the ultraconservative and austere variation of Sunni faith known as Wahhabism. Saudi religious leaders see the Shiite veneration of saints and shrines, celebration of the prophet Muhammad's birthday and other rituals as sinful.» 
  20. See John Renard, Friends of God: Islamic Images of Piety, Commitment, and Servanthood (Berkeley: University of California Press, 2008); Idem., Tales of God Friends: Islamic Hagiography in Translation (Berkeley: University of California Press, 2009)
  21. a b Radtke, B., “Saint”, in: Encyclopaedia of the Qurʾān, General Editor: Jane Dammen McAuliffe, Georgetown University, Washington DC.
  22. Jonathan A.C. Brown, "Faithful Dissenters: Sunni Skepticism about the Miracles of Saints," Journal of Sufi Studies 1 (2012), p. 123
  23. Ibn Taymiyyah, Mukhtasar al-Fatawa al-Masriyya (al-Madani Publishing House, 1980), p. 603
  24. John Renard, Friends of God: Islamic Images of Piety, Commitment, and Servanthood (Berkeley: University of California Press, 2008)
  25. Christopher Taylor, In the Vicinity of the Righteous (Leiden: Brill, 1999), pp. 5-6
  26. "The life of these, mainly Sephardi and Oriental (Mizrahi) communities, is marked by an unself-conscious and unquestioning commitment to deeply rooted values, where legalism often yields to common sense, and mystical piety plays an integral part, visible in such practices as veneration of tombs of patriarchs and saints, often associated with pilgrimage." De Lange, Nicholas (2000). An Introduction to Judaism. Cambridge, England: Cambridge University Press. p. 69. (requiere registro). 
  27. David M. Gitlitz & Linda Kay Davidson (2005). Pilgrimage and the Jews. Praeger. pp. 118–120. ISBN 978-0275987633. 
  28. Kilgannon, Corey (20 de junio de 2004). «Lubavitchers Mark 10 Years Since Death of Revered Rabbi». The New York Times. Consultado el 19 de enero de 2010. 
  29. Cybelle Shattuck, Hinduism (London: Routledge, 1999), p. 61.
  30. Flügel, 2010.