Hoy es el momento de recoger los adornos de navidad, con cuidado guardo cada figura en su caja. Y coloco cada cosa en su lugar.
Se apagan las luces, y se enciende la rutina, cargadas las pilas para seguir a enero que parece tiene prisa en brillar.
Mientras me ocupo de ordenar y colocar, repaso las experiencias y los momentos vividos en familia. Hemos desenvuelto con alegría un montón de regalos. Pero mi mejor regalo lo tuve de manos de Sus Majestades los Reyes Magos.
Parte de la familia participamos en la cabalgata de Reyes en mi pueblo.
Los vestidos de las más jóvenes están hechos a mano. No sé cuántos cajas hemos envuelto, cuántas grapas hemos puesto... Lo que sé es que lo hemos pasado genial.
La asociación "Cartones y Siliconas" Fue la encargada de realizar la Cabalgata este año. Mucho, mucho trabajo hasta ver las carrozas vestidas para el evento. Felicito a los organizadores, a Isa y a Visi por la idea de vestir a las chicas de árbol de Navidad, y por todos los maravillosos detalles que tuvieron para que los infanteños disfrutaran de una mágica noche de Reyes Magos.
Mi regalo ha sido participar como paje en la Cabalgata. Primero ayudando a hacer el vestido de las chicas, ensayos para no perder el paso de la música, nervios, ilusión para que todo saliera bien. Durante el recorrido, miles de sonrisas, miradas ilusionadas de pequeños y mayores las fui echando en la mochila porque recordaré con mucho cariño una emocionante Noche de Magia.
Con el consentimiento de la nieve
caminaré despacio.
Alguien habrá que espere junto al fuego
y yo, que estaré ciega por el frío,
haré paradas breves,
sacudiré el paraguas y empezaré de nuevo.
caminaré despacio.
Alguien habrá que espere junto al fuego
y yo, que estaré ciega por el frío,
haré paradas breves,
sacudiré el paraguas y empezaré de nuevo.
Ana Merino