Sin vinilos raros o exóticos para comentaros esta semana, echo mano de mi fondo de armario vinílico y como en mi anterior visita, dedico la reseña de hoy a otra de esas obras incontestables de finales del siglo XX de las que nadie quiere hablar porque todo cuanto pueda decirse, sobra o es redundante. Pero para eso estoy yo, para redundar en lo obvio. Y para dar a la reseña un enfoque diferente, más que del álbum –que también–, os hablaré de su vocalista. Total, que después de saber de él en Alcatrazz [ aquí ] o MSG [ aquí ], hoy os traigo de nuevo al incombustible Graham Bonnet para presentaros otro enorme disco en el que participó aportando su personalísimo estilo. Poneos cómodos. Érase que se era el británico Graham Bonnet , un adolescente nacido en una localidad costera del condado de Lincolnshire que se ganaba unas libras cantando jingles para la radio. Su primo Trevor había emigrado con sus padres a Australi...
Retomo mis colaboraciones en el blog tras una ausencia para compartir con vosotros unos vinilos con los que me hice en un ataque de nostalgia y dejándome engañar, ejem, por una tienda que ofrecía una 20% de descuento si me compraba varios discos. Y decidí llevarme tres o cuatro referencias que fueron muy importantes para mi al inicio de este siglo (que parece que fue ayer cuando empezó, pero ya va a cumplir un cuarto de su existencia). Son discos que escuché hasta la saciedad en aquellos años. Que recomendé a mis compañeros de trabajo, unos mayores que yo otros menores, y que alguno me ha confesado últimamente que también le marcó y sigue oyéndolos hoy en día, cuando ya ni trabajamos juntos. Y voy a empezar por este trabajo que podría entrar en esa categoría de “supergrupo” al estar formado por artistas que ya triunfaron en otros proyectos: Audioslave fue una banda estadounidense formada en 2001 como resultado de la unión entre Chris Cornell (ex– Soundg...