"Boceto de un apunte para un intento de ensayo misceláneo"
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sábado, 20 de septiembre de 2025

Recortes para el Nunca Más

Para grabar su primer álbum Los Redonditos entablaron contacto con la familia Vitale, pioneros de la autogestión en Argentina. Donvi Vitale (padre de Lito) se trenzaría en pasionales charlas con el Indio Solari, como este recorte acerca de la correlación entre el Rock y la Dictadura Militar. Extraído del libro Fuimos Reyes:






sábado, 19 de julio de 2025

El Autopase de Camus

La memoria. Quimera, engañosa, ficcional.

En el 1/5 de la novela La Peste de Albert Camus una vendedora de tabaco inserta a la pasada el personaje de El Extranjero. 


Pueden agradecerle monetariamente a Livy Prozac a la cuenta bancaria que nos proporcionará, nos ahorró mucho esfuerzo al señalar el caminoSi no tienen guita para aportar déjenle al menos un comentario. Empiezo yo.

jueves, 22 de mayo de 2025

De Springfield Confidencial

El ligero libro de Mike Reiss, guionista y productor de Los Simpson, cuenta como nació el fenómeno amarillo, cómo se produce cada episodio, por qué las primeras temporadas fueron tan buenas, y está repleto de detalles y anécdotas de la serie.



De allí robamos extraemos este Calendario de Chistes Finos VIII, esas gracias que se escapan a una visualización inocente de la serie.

Reiss cuenta que en un viaje por Colombia se enteró por su guía turístico de que en el (gran) doblaje para Latinoamérica no han traducido o no han sabido bien cómo traducir el chiste de las zarigüeyas en el monorriel. A la grande la puse Cuca en el original es:

"I call the big one Bitey(al grande le puse mordelón)


Bajo el título "Bromas que no terminan de funcionar" Reiss hace una lista de chistes que no han llamado la atención del público entre las que aparece el siguiente:

*por alguna razón Homero se sabe el nombre de todos los jueces presidentes  del Tribunal Supremo de Estados Unidos

 (recuerden frases en el doblaje como "¡el presidente la corte suprema Fito Robles, no!")


Acerca de la concepción del diseño para la serie "El Crítico" nos dice que Jay Sherman fue un frankenstein diseñado en grupo, con poco ojo artístico mezclaron partes de diferentes personajes y recién cuando se emitió descubrieron que el resultado final era igualito al crítico de carne y hueso James Wolcott de Vanity Fair.





Pueden ir a la anterior entrega de Calendario de Chistes Finos  y de ahí saltar a otras aún más veteranas. 

martes, 29 de abril de 2025

¡Frodders del mundo, uníos!

Décadas atrás, en un voraz ataque de lectura de las obras de Albert Camus, di con un personaje que abre un periódico y lee un titular que dice algo así como "un francés argelino mató un árabe en una playa de Argel".

No me refiero a El Extranjero, su plato principal y cuya síntesis atómica podría ser esa frase. Estoy seguro (y apuesto mi gigantesco patrimonio) de que esa secuencia es parte de otra de sus novelas o cuentos. Las principales sospechosas portadoras son La Peste (1947) y La Caída (1956), pero como no volví a ellas y luego perdí los libros en reiterados saqueos de los hunos de bibliotecas aún permanezco con la duda.

Herr J me recomendó consultar a San Gugle: resultados infructuosos. Todo los caminos conducen a El Extranjero.

A cualquiera que emprenda la colosal empresa de leer las obras completas de Camus encomiendo la tarea. Pago diez froditos de oro a quien me diga cuál es esa otra novela que busco, y doy en dote el ducado de Tapiales por saber en qué página se encuentra.


sábado, 11 de enero de 2025

Arpón en mano

Noticia internacional: un tipo considerado "niño bien y de buena familia" asesina por la espalda en las calles de Nueva York a un CEO de una aseguradora de salud (cerdo de la codicia corporativa, dirá la prensa zurda) y es atrapado fácilmente por descuidos en las pistas que deja, convirtiéndose en el mayor criminal del momento.

Noticia en Culismundi: la principal cacería es contra los viejos (como en aquella gran novela de Bioy Casares sobre cerdos). Recortan la cobertura en medicamentos de la salud pública a jubilados mientras las prepagas se cartelizan monopolizando la salud privada.

En esa grandiosa semana para la sanidad y al lomo de este mundo empresa, se me ocurrió ver "La Ballena" del director Darren Aronofsky, por recomendación de grandes amigos cinéfilos, y porque en su momento ya me había desmoralizado con Requiem para un Sueño y me había dejado groggy con El Luchador.

La Ballena es controvertida, y me pegó debajo del cinturón.

Trata sobre un profesor de literatura con obesidad mórbida (Brendan Fraser) que da clases por videoconferencia con su cámara apagada, y cuyas recaídas emocionales lo llevan a atracones cuasi suicidas. Es extraña por estar filmada en unos pocos metros cuadrados en los cuales el personaje es cuidado por su única amiga enfermera (Hong Chau), quien intenta salvarlo convenciéndolo de ir a un hospital aunque eso sea su ruina financiera; mientras, él intenta recomponer la relación con su hija (Sadie Sink), desatiende su salud, y recibe visitantes ocasionales tales como un mormón, su ex mujer, el repartidor de pizzas o un pájaro al que alimenta.



En forma tangencial la película va sobre la novela Moby Dick, de Melville. ¡Vaya sorpresa! al encontrarme intercalada en la trama la frase que ha escrito la hija del personaje en su niñez, sobre la novela:

“y me sentí más triste cuando leí los capítulos aburridos que eran sólo descripciones de ballenas, porque sabía que el autor estaba tratando de salvarnos de su propia triste historia... por un rato" 

Este sitio ya se había encargado del extraño capítulo "aburrido" de Moby Dick con moderado éxito para el mundo blogger pero con fuerte repercusión para los náufragos literarios que, luego de leer el libro, buscan esta info gráfica. Uno de os mais grandes sucessos infra valorados de esta playa.

Arpón en mano, ahí va de nuevo: El Gran Capítulo LV de Moby Dick .

sábado, 30 de noviembre de 2024

El Encuentro de Dos Astros

“En esta casa pardusca
vivió el traductor del Dante
anda caminante
no sea que te traduzca”.

Jorge Luis Borges solía recitar este verso chusco cuando hablaba de Bartolomé Mitre. Y uno que ha leído mucho a Georgie y menos a Bartolito va forjando un prejuicio literario.

Luego de lo que transcribiré, Mitre ingresa al selecto grupo de escritores argentinos con pensamiento político antagónico al que suscribo (el ya mencionado Borges, Domingo F. Sarmiento, David Viñas, Victoria Ocampo, Adolfo Bioy Casares) y cuya exquisita pluma supera cualquier discrepancia.

Curiosa observación astronómica de Mitre, al aludir al encuentro entre "los dos astros":

El encuentro de los grandes hombres que ejercían influencia decisiva en los destinos humanos es tan raro como el punto de intersección de los cometas en las órbitas excéntricas que recorren. Sólo una vez se ha producido este fenómeno en el cielo, y en la tierra rarísimas veces. La masa de un cometa penetró una vez la de otro, y al dividirlo lo convirtió en una lluvia de estrellas que sigue girando en su círculo de atracción, mientras el primero continuó su marcha parabólica en los espacios. Tal sucedió con San Martín y Bolívar, los dos únicos grandes hombres sudamericanos, por la extensión de su teatro de acción, por su obra, por sus cualidades intrínsecas, por su influencia en su tiempo y en su posteridad (...) Todos estos rayos convergentes de la historia que se encuentran en el punto céntrico en que los dos libertadores operaron su conjunción, son los que dan sus prestigios a la conferencia de San Martín y Bolívar en Guayaquil. El escenario es el arco iluminado del Ecuador del nuevo mundo, con su horizonte marítimo y sus gigantescas cadenas de montañas en perspectiva, sus palmeras siempre verdes y sus volcanes encendidos. Los protagonistas son los árbitros de un nuevo mundo político. El mundo pone el oído y no oye nada. Uno de los protagonistas desaparece silenciosamente de la escena, cubriendo su retirada con palabras vacías de sentido. El otro ocupa silenciosamente su lugar.


Extraído del libro "La voz del gran jefe" del historiador Felipe Pigna. 

sábado, 17 de febrero de 2024

Ramales Olvidados de José A. García

Leer Ramales Olvidados es adentrarse por los durmientes hacia el interior de un mundo distópico e imaginario, al interior de uno mismo. Es desandar el camino a la infancia, hacia lo que olvidamos, lo que intentamos ocultar en un cambio de vía pero renace. "Temo que si los trenes comienzan a fallar, el mundo a mi alrededor se desvanezca en la bruma", piensa el niño de uno de los cuentos. 

Los personajes están subidos a los techos de las estaciones (en un ataque de modernidad junto a paneles solares), vagabundean por vías muertas, esperan la salida de ferrocarriles detenidos en su terminal; son parias que están buscando su destino, atajos, y encuentran las mismas vías férreas o un pasaje de ida sin saber bien hacia dónde. Incluso un personaje que debe transportarse en automóvil y ómnibus lamenta no haber elegido el tren, más económico y rápido. 

Las historias pueden leerse por separado y algo las conecta: están ahí la vieja estación de Trénomo, los "chanchos" intransigentes de la Antigua Administración, está Juncal que parece ser siempre la anteúltima parada, los inmensos desiertos y sus interminables trenes de carga; los overoles azules del personal de mantenimiento de la Secretaría de Transporte.

Cuentos como El último Tren o tal vez Los inconvenientes de pretender... o quizás Navegando las cuerdas del acordeón pueden ser los ramales olvidados por antonomasia. El imaginario del libro se juega en cada uno de ellos con las vías férreas como el hilo conductor, como línea conceptual. 

Un humor ácido, el encuentro con un futuro burocrático, fantasmal, y algunas escenas con reminiscencia a letras de tango o guiños literarios del siglo XIX, son situaciones familiares para quien esté acostumbrado a la prosa del amigo J. (de José A. García) en su blog Proyecto Azúcar.

Pueden obtener el libro o bien pueden seguirlo. No pueden pasar de largo sin subirse a este tren.



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Para obtener el libro en la editorial Trapezoide: aquí
Para seguir a José A. García: Proyecto Azúcar blog

miércoles, 18 de enero de 2023

El azar de La Piedra Lunar


Ojalá seas el lector que este libro aguardaba...


Así termina el prólogo de Borges para "Biblioteca personal", la colección pensada desde su punto de vista de exquisito lector, entre los cuales leí recientemente la novela La Piedra Lunar de William Wilkie Collins, y que cuenta con uno de los sesenta y cuatro prólogos borgianos (de cien propuestos por la editorial) escritos en sus últimos meses de vida.


Como buen vaticinador, los dos tomos rescatados de la calle luego de altercados entre familiares políticos y minutos antes de ser triturados por el camión de la basura, estaban aguardándome.

Aunque tiene más de siglo y medio desde su publicación es un policial que parece de actualidad en sus formas: robo, muerte, drogas, intriga, gran variedad de sospechosos, hechos relatados desde distintos puntos de vista, cambios de estilo. Ningún opiómano debe quedarse sin leerlo. Y no lo digo haciendo apología del opio sino haciendo gala de mi sombrero de recomendador literario.


Nota del recomendador (con sombrero): a los ojos de hoy se deben obviar cuestiones que pueden resultar chocantes, como la falta de perspectiva de género, el marcado racismo colonial y una recalcitrante xenofobia... aunque estas últimas dos están volvieron a estar de moda en los afectados salones de gente bien.

La Piedra Lunar no me llegó con sus páginas "marcadas", seré yo quien marque el siguiente párrafo para quien toque heredarlo por azar, ya que por momentos sentí que el sujeto de enunciación se dirigía a mí:




Para más Libros Marcados : Diario de un genio de Dalí o El Hombre Inquieto de Mankell

lunes, 14 de noviembre de 2022

Tango Rayuela Tango

Hacer corresponder canciones de jazz con las páginas de Rayuela de Cortázar es trabajo para tesis doctoral. Existen ya páginas titánicas empresas dedicadas a ello, o libros como Jazzuela, y también playlist en youtube o spotify, documentales, etc. Y muy bien están.

Pero vamos con una canción que resume un poco la sensación de leer la inabarcable novela, en versión tango siglo XXI. Los Gotan Project es un conjunto de fusión de tango y jazz electrónico asentado en París. Un músico suizo, un DJ francés y un músico argentino de estilo rioplatense Eduardo Makaroff.
Literatura, Jazz, París, Tango, Buenos aires, samplers de la particular voz de Cortázar leyendo el capítulo del cíclope... y todo en un frasco:



De paso inauguramos etiqueta (y agrupamos cosas que andan sueltas)
Pueden buscar "libros + canciones" en Disco Libro Disco



"...a Gardel hay que escucharlo en la vitrola, con toda la distorsión, y la pérdida imaginables; su voz sale de ella como la conoció el pueblo que no podía escucharlo en persona, como salía de zaguanes y de salas en el año veinticuatro o veinticinco.
Cuando Gardel canta un tango, su estilo expresa el del pueblo que lo amó." 
J.C.


No me quiero ir de la página sin recomendar el mejor de los cuentos cortazarianos atravesados por el tango: Las Puertas del Cielo.



Y más Cortázar en:

Por Nocaut
Razones paralelepípedas evidentes

domingo, 26 de julio de 2020

La sutileza de un apodo en Cronopios

Nuevo hallazgo. Un recuerdo que me asaltó. 
Del libro Historias de Cronopios y de Famas, de Julio Cortázar. Recorto lo que nos interesa aquí:



ETIQUETAS Y PRELACIONES


Siempre me ha parecido que el rasgo distintivo de nuestra familia es el recato. Llevamos el pudor a extremos increíbles [...] . Los sobrenombres, por ejemplo, que se adjudican tan desaprensivamente en el barrio (X) , son para nosotros motivo de cuidado, de reflexión y hasta de inquietud. Nos parece que no se puede atribuir un apodo cualquiera a alguien que deberá absorberlo y sufrirlo como un atributo durante toda su vida. Las señoras de la calle (Y) llaman Toto, Coco o Cacho a sus hijos, y Negra o Beba a las chicas [...] otros rebuscados y espamentosos como Chirola, Cachuzo o Matagatos, abundan por (Z) [...].
Bastará citar el caso de mi tía segunda. Visiblemente dotada de un trasero de imponentes dimensiones, jamás nos hubiéramos permitido ceder a la fácil tentación de los sobrenombres habituales; así, en vez de darle el apodo brutal de Ánfora Etrusca, estuvimos de acuerdo en el más decente y familiar de la Culona. Siempre procedemos con el mismo tacto, aunque nos ocurre tener que luchar con los vecinos y amigos que insisten en los motes tradicionales. A mi primo segundo, el menor, marcadamente cabezón, le rehusamos siempre el nombre de Atlas que le habían puesto en la parrilla de la esquina, y preferimos el infinitamente más delicado de Cucuzza. Y así siempre.




Anteriormente, en FrodoBlog:

sábado, 28 de septiembre de 2019

Rosas por Carlitos Darwin

Luego de un ataque huno que arrasó mi biblioteca, recuperé libros que se encontraban sepultados y no recordaba tenerlos. Así volví a leer "Rosas visto por sus contemporáneos" de José Luis Busaniche, y me encontré con dos páginas remarcadas (sólo dos) que no recordaba, subrayadas por un dueño anterior (rojo) y ahora con acotaciones al margen hechas por vuestro servidor (en azul).


Dice Busaniche:

Juan Manuel de Rosas llevó a cabo la expedición al desierto en 1833 con el fin de ampliar las fronteras y asegurar la tranquilidad de los pobladores del sur. [...] Habiendo llegado con sus huestes al Río Colorado, tuvo ocasión de conocerle allí, por coincidencia, el sabio Darwin que realizaba su viaje científico alrededor del mundo a bordo del Beagle. Nos ha dejado este retrato del Restaurador (en el diario que luego se reeditaría como Viaje de un naturalista alrededor del mundo).


Comienzan ahí las intervenciones:

"El campamento del general Rosas estaba cerca del río. Constituía en un cuadrado formado por carros, artillería, chozas de paja, etc. Casi todas las tropas eran de caballería, y me inclino a creer que jamás se reclutó en lo pasado un ejercito semejante de villanos seudobandidos. La mayor parte de los soldados eran mestizos de negro, indio y español. No sé por qué, tipos de esta mezcolanza, rara vez tiene buena catadura".
Ojo lo que decís, Carlito...


“El general Rosas insinuó que deseaba verme, de lo que me alegré mucho posteriormente. Es un hombre de extraordinario carácter, que ejerce en el país avasalladora influencia, que parece probable ha de emplear en favorecer la prosperidad y adelanto del mismo”.
[...]
“Corren muchas historias sobre el rigor con que se hizo guardar la observancia de esas leyes. Una de ellas fue que nadie, bajo pena de calabozo, llevara cuchillo los domingos, pues como en estos días era cuando más se jugaba y se bebía, las pendencias consiguientes solían acarrear numerosas muertes".
¡Nada hemos cambiado!


 Y luego Darwin enumera varios de los actos "salvajes" de esta tierra, y realiza una descripción de la personalidad de Rosas, de lo cual nuestro interlocutor sólo ha subrayado:



“y acomodándose al traje y costumbres de los gauchos, se ha granjeado una popularidad ilimitada en el país y consiguientemente un poder despótico. Un comerciante inglés me aseguró que en cierta ocasión un hombre mató a otro, y al arrestarle y preguntarle el motivo respondió: «Ha hablado  irrespetuosamente del general Rosas y por lo mismo lo quité de en medio»".
La famosa grieta argentina



Si quieren ampliar en audiovisual:






Luego del paso del Atila de bibliotecas caseras tal vez aparezcan por esta página más Libros Marcados. Anteriormente:

domingo, 18 de marzo de 2018

Libros Marcados II (El Hombre Inquieto)

Me prestaron la novela "El Hombre Inquieto" que cierra la serie de diez novelas negras que sitúan al inspector Kurt Wallander como personaje central, creado por el escritor sueco Henning Mankell y reconocido por esta serie de policiales. Como era de esperar es el primero que leo de la serie, justo el último eslabón (el orden en mi vida es proverbial). Wallander ya veterano en 2008 comienza a reflexionar sobre la vejez, la muerte, y se mudó a un lugar tranquilo e investiga el caso mientras ve pasar la vida.

La trama va acerca de la desaparición de su consuegro, un ex oficial de alto rango en la marina sueca y la investigación nos llevará hacia los ochentas, a las últimas páginas de la Guerra Fría, por lo que se hablará mucho de EEUU, de la Unión Soviética, de Berlín del Este, de países bálticos y escandinavos... pero cada tanto de otros países y su papel durante la Segunda Guerra y posguerra, y ahí mi sorpresa al descubrir el borde de una página plegado ¡y sólo un párrafo marcado! Aquel que subrayo:


—Bueno, hablemos de esta sala de celebraciones —dijo Wallander, que pensaba que ya era hora de abordar el tema. Le señaló el artículo y la mujer se puso las gafas que le colgaban de un cordón alrededor del cuello. Ojeó el artículo y lo apartó al cabo de un rato.
—Bueno, pues empezaré defendiéndome —dijo entre risas—. Pagaban muy bien por servir a aquellos oficiales impresentables. Para una camarera pobre como yo, una noche podía suponer tanto como el salario de todo un mes, si se daba bien. Salían de allí borrachos, algunos soltaban billetes de cien como si fuesen estiércol. Así que podías sacar bastante.
—¿Dónde estaba el local?
—En el barrio de Östermalm, ¿no lo dice el artículo? Era propiedad de un hombre que había estado relacionado con el movimiento nazi de Per Engdahl. Con independencia de lo despreciable de sus ideas políticas, era muy buen cocinero. Había reunido mucho dinero trabajando como jefe de cocina particular de una serie de altos mandos alemanes refugiados en Argentina. Allí se ganaba muy bien la vida, cocinaba lo que le pedían, decía Heil Hitler y, a finales de los cincuenta, volvió a Suecia y compró aquella sala de fiestas. Y todo eso lo sé por lo que pueden llamarse fuentes fidedignas.





viernes, 14 de abril de 2017

Libros Marcados (Diario de un Genio)

Pasar por el Parque Rivadavia es siempre una tentación. Los libros susurran "acá estoy gilún, no te vayá". Hice saltar al billete agarrado y así recuperé el Diario de un Genio de Salvador Dalí, un libro que históricamente tuve y que por descuido de mudanza (o por turrito prestidigitador invitado a casa) desapareció de mi biblioteca. Esta vez, lo compré usado, para no quedar fuera del último grito de la moda, del ajuste.

El Diario... es un libro que recopila los pensamientos de Dalí desde 1952 al 64. Un diario llevado tal cual su forma de vida; inconexo, satírico, paranoico, delirante, obnubilado, detallista, genio. En esta re-lectura puse la lupa en el humor irónico del Genio (al que adhiero) por encima de sus historias del grupo surrealista o los detalles técnicos de sus obras, o las locuras de su fórmula paranoico-crítica.

Esto fue impulsado por el anterior (o los anteriores) dueños de este mágico objeto llamado libro de papel, quienes habían dejado su marca "a lo Dalí". Dedicatoria:
"En parte porque nos
En parte porque los genios también tenemos complejo de culpa.
En parte porque te quiero a diario.
En parte por la broma.
Así, tripartito, te dedico este libro".
Firma. VIII 96

No sería nada sorprendente encontrar una dedicatoria de un lector a otro.
Pero he aquí que recibí una gran sorpresa al ir páginas adelante... Es que esta dedicación tan seria, tan pretenciosa, deriva luego en segmentos subrayados o resaltados, y éstos son tan sólo ¡los detalles escatológicos! del Diario que, como sabemos, en Dalí cada tanto hacen su aparición. Me ha causado tanta gracia como sensación de desagrado. Acá van los mejores, pueden votar el que consideren una prosa verdaderamente bien cagada.


1 - Me tomé el surrealismo al pie de la letra, sin despreciar la sangre ni los excrementos de los que sus prosélitos nutrían sus driatibas. [...] Toleraron, hasta cierto punto, mis elementos escatológicos. Pero, en cambio, ciertas otras cosas fueron declaradas "tabú". Reconocía allí las mismas prohibiciones que en el seno de mi familia. Me autorizaban la sangre. Podía añadirle un poco de caca. Me autorizaban a representar sexos, pero no los fantasmas anales. ¡Cualquier clase de ano era observado en modo muy sospechoso! A las lesbianas les gustaba mucho, pero no, en cambio, a los pederastas.

2 - Llegó lo que debía llegar: Dalí, surrealista integral, que abogaba por una total ausencia de constreñimiento estético o moral [...] Yo reclamaba el derecho de hacerle crecer a Lenin nalgas de tres metros [...] Cada uno era libre de transformarse o de permitir que un tercio de su persona se transformara en pederasta, coprófago, virtuoso o ascético en el trance de sus trastornos digestivos o fosfenomáticos. El pervertido poliforme que yo había sido durante el período de mi adolescencia alcanzó un cénit histérico; mis mandíbulas trituraron a Gala, yo me enamoré de los anos podridos, cuanto más trascendentalmente amoniacales mejor. Los olores del cuerpo se convirtieron, por supuesto para mí, en litúrgicos. Los sentimientos humanitarios me velaban la eclosión de hediondeces y de éxtasis anales (sin anos), limpios o secos, lo mismo que los encogimientos viscerales dobles, triples o cuádruples.
El enigma de Guillermo Tell

3 - Como de costumbre, un cuarto de hora después del desayuno, me coloco una flor de jazmín detrás de la oreja y me dirijo al retrete. En cuanto me siento, hago una deposición sin apenas olor. Y eso, a tal extremo, que el papel higiénico perfumado y mi brizna de jazmín dominan por entero el ambiente. Este acontecimiento hubiera podido ser fácilmente pronosticable gracias a los sueños beatíficos y extraordinariamente placenteros de la noche anterior, que, en mi caso, anuncian indefectiblemente defecaciones suaves e inodoras. La deposición de hoy es, de entre todas, la más pura, si es que el empleo de este adjetivo resulta adecuado para el caso. Atribuyo este hecho, sin asomo de duda, a mi ascetismo casi absoluto, y vuelven a mi memoria mis deposiciones en la época de mis excesos madrileños con Lorca y Buñuel, cuando tenía veintiún años. Era una innombrable ignominia pestilente, discontinua, espasmódica, salpicante, convulsiva, infernal, ditirámbica, existencialista, escocedora y sanguinolenta comparada con la de hoy.
El farmacéutico del Ampurdán que no busca absolutamente nada

4 - Tuve una tía que sentía horror por cualquier escatología. El solo pensamiento de que podía dejar escapar un pedo le llenaba los ojos de lágrimas. Ella cifraba toda su honra en el hecho de que nunca en su vida había echado uno.

5 - Esta mañana, defecación excepcional: dos pequeños excrementos en forma de cuerno de rinoceronte. Una deposición tan poco abundante me preocupa. Habría creído que el champán, tan poco habitual en mis costumbres, me habría producido un efecto laxante. Pero, antes de dos horas, debo volver al retrete donde por fin evacúo normalmente. Mis dos cuernos de rinoceronte correspondían, pues, al final de otro proceso. Volveré sobre este asunto de primordial interés.
Joven virgen autosodomizada por los cuernos de su propia castidad 

6 - Con motivo de un pedo muy prolongado, en verdad, demasiado prolongado y, seamos sinceros, melodioso, que dejo escapar al despertarme, me acuerdo de Michel de Montaigne. Este autor nos informa que San Agustín fue un célebre petómano que conseguía ejecutar partituras enteras.

7 - Esta mañana, mientras me encontraba en el retrete, me ha asaltado una intuición genial. Por otra parte, mi deposición era a primeras horas increíblemente fluida e inodora. Me preocupa el problema de la longevidad humana [...] Mi intuición me dice que, si se lograra dotar al excremento humano de la fluidez de la miel, la vida del hombre se prolongaría, dado que el excremento (a juicio de Paracelso) es el hilo de la vida, y cada interrupción o pedo, no es otra cosa que un minuto en la vida que se desvanece.
Galatea de las esferas