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viernes, 3 de abril de 2015

LA LOCA, LOCA, HISTORIA DE LA CANNON FILMS. Regreso al videoclub.


El reciente estreno del delirante documental Electric Boongaloo: La loca historia de Cannon Films (Mark Hartley, 2014) es la escusa perfecta para que en este fandom cochambroso se vuelva a hablar de los locos 80, del boom del VHS, de cuando la serie B era Serie B y el mercado del video llenaba las estanterías de ambiciones artísticas completamente marcianas. La productora CANNON FILMS fue una de las encargadas de proporcionarnos los peores vicios y las peores/mejores virtudes de aquel cine comercial. Podían hacer películas horribles y baratas que parecían caras y películas caras que parecían de Serie Z, plagios descarados de algún éxito reciente...¡Incluso algunas podían ser buenas! Pero algo era seguro: jamás te aburrirías con una película CANNON. Vampiros del espacio, montañas rusas del terror, matanzas de sangre reseca, Justicieros urbanos, masters del universo, superhéroes, invasiones comunistas, desaparecidos en combate, ninjas, guerreros americanos, caballeros verdes (ni Connery se la cree), bárbaros hercúleos, lambadas picantonas, karatecas tailandeses, tesoros salomónicos, secuelas por un tubo...¡Hasta cine de arte y ensayo...Y musicales! Un impresionante listado de más de doscientos títulos que contribuiría al esplendor del cine de bajo presupuesto de los tan añorados/odiados años 80. Lógico pues, que la historia de la productora más loca jamás contada, su esencia, su espíritu, se hiciese tan necesaria de contar. El lanzamiento de este endiablado y placentero documental supone saldar una deuda con todos los cinemaníacos mocosos que un día hicieron novillos ("copar clase" se decía en mi barrio) para alquilar cutreces de culto como El Templo del Oro (inenarrables Chuck Norris y Lou Gossett Jr.), Invasión USA o Exterminador 2. Visionar la cinta del australiano Mark Hartley (al que conocimos con motivo de "Not quite Hollywood") es conocer de primera mano los entresijos de aquella peculiar compañía presidida por los primos más descarados y pendencieros de Israel (el apasionado y excesivo Menahem Golan y su metódico primo Yoram Globus) que tomaron Hollywood al abordaje. Un resumen de jugosas anécdotas y curiosidades, de arrebatos y extravaganzas, disputas, apuestas, humor, colorines, tracas finales, ideas y fechorías mil que estos dos judíos malandrines perpetraron impunemente para mayor gloria de la empresa que regentaban. Ni decir que ningún lector de este fanzine en su sano juicio debería perdérselo.


NUESTRAS CANNON  CANÓNICAS

- LAS  BUENAS:
El reportero de la calle 42 (Street smart; J. Schatzberg. 1987)
Lifeforce-Fuerza vital (Lifeforce, 1985. Y el resto de Tobe Hooper)
El tren del infierno (Runaway train. A. Konchalovskiy, 1985)
Los hombres duros no bailan (Tough guys don't dance. Norman Mailer, 1987)
El Borracho (Barfly, 1987. De Barbet Schroeder)
52 vive o muere (52 pick up. J. Frankenheimer, 1986)

- LAS ENTRETENIDAS:
Desaparecido en combate (Missing in action. J. Zito, 1984)
La justicia del ninja (Enter the ninja. M. Golan, 1981)
Yo soy la justicia (Death wish II. M. Winner, 1982)
Las minas del rey Salomon (King Salomon's mines. J. L. Thompson, 1985)
Yo, el halcón (Over the top. M. Golan, 1987)
Cobra, el brazo fuerte de la ley (Cobra. G. P. Cosmatos, 1986)
Cyborg (A. Pyun, 1989)
La ley de Murphy (Murphy's law. J. L. Thompson, 1986)

- PARA LOS MAS ATREVIDOS:
Masters del Universo (Masters of the Universe. G. Goddard, 1987)
The borrower (John McNaughton, 1991)
Kickboxer (David Worth, 1989)
El guerrero americano (American ninja. Sam Firstenberg, 1985)
Los Bárbaros (The barbarians. Ruggero Deodato, 1987)
Delta Force (M. Golan, 1986)
El caballero verde (Sword of the valiant. Stephen Weeks, 1984)


LOS HÉROES CANNON

- PAUL KERSEY es... ¡Charles Bronson!
 Qué haría un hombre bueno si matan a su esposa, violan a su única hija, se cepillan a la criada...¿Tú no te cabrearías?... Vale, son pelis fascistas, reaccionarias y ridículas. Pero fascinan, entretienen y molan mogollón

- JAMES BRADDOCK es... ¡Chuck Norris!
A diferencia de Rambo, Braddock sabía dar patadas de karate, descuidaba su imagen (lucía poblada barba) y por un salario mucho menor estaba dispuesto a cargarse igual número de comunistas en las selvas del Vietnam. 

- ALLAN QUATERMAIN es... ¡Richard Chamberlain!
Ya quisiera Indiana Jones tener a Sharon Stone como compañera de viaje. De pájaro espino con sotana a fanfarrón cazador blanco. Pocas veces imitar resultó tan divertido.

- JOE ARMSTRONG es... ¡Michael Dudikoff!
Por Dios, qué fue de este hombre. Guapo, joven, ojos verdes, militar amnésico, destinado en Filipinas. Su entrenamiento en artes marciales le hacía invencible, tanto que el género ninja lo inventó él. Dejó tras de sí una estela de fans muertos de risa.

- JEAN CLAUDE VAN DAMME es... ¡Él mismo!
Último descubrimiento de la Cannon. Belga bajito y musculoso que callaba porque tenía acento. Puso de moda el Kickboxing, el solarium... y en los noventa no había gimnasio culturista que no tuviese un retrato suyo.










sábado, 15 de septiembre de 2012

OBITUARIOS A.T.A.: ERNEST BORGNINE (1917-2012)

Como no admirar este rostro; esta mueca de rábia... Se nos ha ído uno de los nuestros. Un actor inmortal. El último del Wild Bunch que quedaba. El tipo que no dudó ni un instante en cabalgar al lado de Pike Bishop y dar la vida por sus amigos. Aquellas sí que eran películas. Aquellos sí que eran actores. Aquellos sí que eran hombres. ERNEST BORGNINE no solo era -y será- uno de los mejores actores norteamericanos de todos los tiempos, sino que era practicamente el único actor que nos quedaba vivo de toda aquella mágica y dorada época del cine clásico. Me cago en los que simplifican su carrera con una palabra: secundario. Vale, un "secundario" la mayoría de las veces por encima del actor principal. Delbert Mann lo vió claro y le dió las riendas en Marty (1955). El resultado fue un oscar irreprochable. Le lloramos como actor pero todavía más como ser humano. Ahí es donde residía la mayor virtud de este personaje. No oirías a nadie hablar nunca mal de él. Ni a él de nadie. Trabajó y fue actor fetiche de los más grandes: Peckinpah, Ray, Sturges, Aldrich, Fleischer, Carpenter,...- y no se le cayeron los anillos a la hora de aceptar cualquier propuesta y seguir trabajando hasta el final de sus días dondequiera que fuera y con quien fuera (Wes Craven, Sergio Corbucci...). Cuesta creerlo, pero así era Ernest, buena gente, alejado de la imagen de "malo" que ofrecía en un sin fin de magistrales películas. La sola participación en Grupo Salvaje (1969) ya le otorga de por sí la inmortalidad. Pero es que además títulos como El Emperador del Norte, Doce del Patíbulo, Barrabás, Los Vikingos, De aquí a la eternidad, Johnny Guitar, Sábado Trágico..., son el legado que deja. Cintas que se hicieron mucho más grandes con su mera presencia. De haber nacido atractivo, otro gallo cantaría. De ahí le viene lo de "secundario", tal vez. Su última etapa nos concedió entretenido cine de género; carnaza de videoclub para esquisitos paladares tumberos: La Aventura del Poseidón, El Abismo Negro, El Planeta de los buitres, El día del fin del mundo, 1997...Rescate en Nueva York, Convoy, Comando Patos Salvajes..., Títulos que siempre estarán ahí para recordárnoslo. Descanse en paz.



Veracruz, De aquí a la eternidad,

sábado, 18 de junio de 2011

EL SOBERBIO DAVID WARNER

Alto y delgado, sin agresividad en la expresión, frágil y sofisticado... Una de mis debilidades. Actor favorito de Mr "Bloody" Peckinpah y por ende de esta casa. Hablar de su trabajo al lado del director de Grupo Salvaje es recordar instantes impresionantes de buen cine. Creaciones inmortales por muy breves que fueran sus intervenciones. Bien fuese interpretando al capitán nazi Kiesel(foto-2) en la nebulosa "La Cruz de Hierro", bien fuesen sus fantasmagóricas apariciones y desapariciones de escena como el predicador Joshua Duncan Sloane en la crucial y tiernamente emotiva "La Balada de Cable Hogue" -sin duda el personaje más aprovechado del film y de toda su carrera- (con ese extraño hábito de mudar el alzacuello con mayor rapidez y precisión que los pistoleros disparando) o en aquella aparición como el retrasado mental Niles(foto-1) de la violenta y estupenda "Perros de Paja" en la que logra una gran interpretación (de lo mejor del film) sin apenas papel... DAVID WARNER (Manchester, G.B., 1941) consigue con su sola presencia brillar con la misma intensidad que los grandes actores a los que secunda. Ese fue el gran acierto de Peckinpah: saber rodearse de tipos marginales como él (Oates, Corbum, el propio Warner...). Amigos que nunca te dejarían en la estacada y que comparten tus mismas aficiones e inquietudes por la vida. Gente que está fuera de lugar, tanto en la sociedad como en el cine. Hombres doblemente marginados y, por eso mismo, doblemente sabios y sensibles para comprender con notable eficacia y profundidad su trabajo. Sin lugar a dudas David dió lo mejor de sí en estos tres films al lado de su colega y amigo perro viejo... lo que no significa que ni antes ni después de trabajar con Peckinpah no se hubiese labrado una filmografía más que digna y reseñable. A continuación repasaremos el resto de títulos más emblemáticos de un actor -a mi entender menospreciado y desaprovechado como pocos en la historia del cine- (que todavía anda dando guerra por ahí: mi sorpresa al verlo de abad en un reciente film menor ambientado en la época de la "peste negra") al que rendímos un homenaje ¡como la copa de un pino! desde estas mostrencas páginas de ATumbAbierta... ¡¡Warner forever!!
  • RAREZAS COMO SECUNDARIO (etapa pre-peckinpah):
Antes de sus memorables creaciones para Sam, nuestro actor inglés participó en dos películas del recientemente desaparecido y gran director Sidney Lumet: "Llamada para un muerto" (66), una historia de espionaje made in John LeCarre, y el drama ambientado en Rusia "La Gaviota" (68) del que poca información poseo. Pero la más reseñable puede que resulte ser "El Hombre de Kiev" (The Fixer, 1968), film "menor" del excelente realizador John Frankenheimer donde las escenas en las que aparece Warner (acompañado de otro secundario de lujo como Hugh Griffith) ya vislumbran la categoría de actor que hay detrás del personaje.
  • WARNER FANTATERROFÍFICO:
Si podemos resaltar un título que precedió a cierta fama "pública" en la carrera de nuestro dandy anglosajón (y digamos le ocasionó el dichoso "encasillamiento del actor"), ese sería "La Profecía" (Richard Donner, 1976). Film de sobra conocido por todo aficionado al terror y que sería el comienzo de Warner y su idílio con el cine de género fantástico (aunque en 1973 ya se colara en el reparto británico de "Cuentos de Ultratumba", al lado de Peter Cushing). En este campo del fantaterror participó en títulos claves como "LOS PASAJEROS del Tiempo"(Time After Time; Nicholas Meyer, 1979), una maravillosa historia de viajes en el tiempo en el que podemos verle en el papel de un Jack The Ripper vitoriano que viaja al Nueva York de 1979. "Los HEROES DEL TIEMPO"(1981) es otra obra maestra del cine de fantasía cortesía del soñador Terry Gilliam, cine para toda la familia...y para toda la familia de cinéfilos que crean en el poder de la imaginación. Warner está expléndido en su paródia de Vincent Price como no podría ser de otra manera. Se le vió como el villano Ed Dillinger en aquella obra de culto (un fiasco en su momento y que sería "revisitada" en la actualidad) de nombre "Tron"(82) y rescatamos su pequeña aportación en otro clásico como "En Compañía de Lobos" de Neil Jordan (cuento que ya analizamos en su día en la sección de "In-Cult Movies"). Por otra parte se vió envuelto en b-movies de autocine como "El Vampiro Adolescente" (88), "Secretoss de la Cripta"(89), "Bolsa de Cadáveres" (tres historias diferentes co-dirigidas por Carpenter/Hooper) o la curiosa y nada desdeñable "Alas en la Noche" (que dejaremos para el final..).
  • OTROS TÍTULOS CURIOSOS:
-The Island (La Isla, 1980). Dirige Michael Ritchie, la música es de Ennio Morricone y la peli podría encasillarse dentro del género de aventuras... Sí, de esas que tienen a primitivas tribus nativas como eje central de la historia. Investigando sospechosas desapariciones en el mar del Caribe, un reportero (Michael Caine) caerá retenido en otra de esas tantas islas cinematográficas. En palabras de Carlos Aguilar (criticomaníaco) "cómo estarán por allí las cosas que la persona más normal y razonable es David Warner". Así de claro.---------------------------------------- -Rasputín (Rasputín, su verdadera historia, 1996). Dirige el controvertido alemán Uli Edel. Lo mejor de esta enésima recreación fílmica de las andanzas del monje pirado Rasputín en la corte del Zar, son sin duda las interpretaciones (Warner acompaña a Alan Rickman y Ian McKellen). Pese a sus desventajas y acabado -parece una telenovela-, es preferible a muchos bodrios de similar pelaje habituales en nuestras pantallas... aunque tan solo sea por ver una vez más a nuestro querido David.------------------------------------------------------------------ -The Disappearence (G.B./Canada, 1977). Otra de esas pequeñas intervenciones (aquí ni simplemente es actor secundario) que "salvan" una película. Rara y, cuanto menos, curiosa. Un thriller con un elenco de actores impresionante (David Hemmings, Cristopher Plummer, John Hurt, Donald Sutherland..), pero otro de esos films relegados al olvido. La culpa puede tenerla -pese al gran reparto y una expléndida fotografía-, el deficiente trabajo de su director Stuart Cooper, que desaprovechó un guión -en principio un tanto original- (la angustia que sufre un asesino profesional tras el abandono de su mujer, hasta entonces infalible en su trabajo), dando como resultado un film aburrido e irritantemente lento (en el "mal sentido" de la palabra), auxiliado por una trama a ratos incomprensible.----------------------------------------------- -MR. NORTH (U.S.A., 1988). Irrelevante título de no ser por las celebradas colaboraciones de veteranos tumberos: Hermanos de sangre, sudor y lágrimas (calaña afín a nuestro Warner) como Robert Mitchum y Harry Dean Staton, o las destronadas princesas Lauren Bacall y Angelica Huston. Como curiosidad decir que el film fue un proyecto del gran John Huston, rodado por su hijo Danny a la muerte de aquel. La historia retrata el Newport (Rhode Island) de los años 20, todo lujo y detalles, pero poco más.
  • EL FILM:
ALAS EN LA NOCHE ("NIGHTWING") U.S.A.; 1979.- ¿Por qué resaltar este título en particular... y no cualquier otro de David Warner? Pues porque en él ví por primera vez el rostro desaliñado del fenomenal actor de Manchester, y quedé hechizado. Tendría 12 años. Poco me importa que el film fuese maltratado por el paso del tiempo (eso es un hecho). Puede que un título como este, hoy, le resulte bizarro a cierta gente...Trama floja y falta de ritmo... y hasta puede que resulte cómica a los ojos de los aficionados al terror de hoy día (algunos están acostumbrados a los tropecientos golpes de efecto y espectáculos digitales). Con perdón ¡Me importa una mierda lo que puedan decir!... Y no sólo es nostalgia, créan... lo que me hace tener a Alas En La Noche en un lugar privilegiado cerca de mi corazoncito. Ni tan siquiera es de las mejores actuaciones de Warner (aunque sí ejerce, al fín, de co-protagonista), pero para serles sincero éste film es una pequeña maravilla con espíritu de Serie-B de los 50. Además de reflejar el mejor "cine de videoclub" que tan bien realizaban los americanos hacia finales de los 70-principios de los 80. Una más que agradable moster movie con tintes ecologistas. LA TRAMA: cientos de murciélagos salen de su caverna nocturna para atacar a las personas y animales que se encuentren por su camino. En pleno desierto de Arizona un especialista en darles caza (Warner), un chico indio y su novia, tienen la dificil papeleta de encontrar la guarida en la que se ocultan los bichos alados y hacerles frente. Sorprende que fuese Arthur Hiller, director de Love Story (1970) y ¡Autor! ¡Autor! ¡Autor! (1982), el elegido para rodar esta película fantástica (en todos los sentidos) en la que una amenaza de la naturaleza es desatada por la maldición de un brujo. VHS a reivindicar.

sábado, 28 de mayo de 2011

BURT LANCASTER: SONRISAS, ACROBACIAS, PASION Y UN CINE QUE SE PERDIÓ

Burton Stephen Lancaster (1913-1994) el hombre de la eterna sonrisa. Un actor innato, con un deseo de crecer y de querer llegar más alto en cada papel que le llevaría a protagonizar todo tipo de películas y no encasillarse jamás. Más de cien films en todos los géneros, bien fuesen grandes producciones o trabajos de bajo presupuesto, en Hollywood o en Europa, haciendo de bueno o de malo, joven o viejo, el neoyorquino dejaba claro el tipo de hombre que era. No hay nada mejor para conocer a Lancaster que viendo sus películas. Él era un compendio de todos: Por un lado cirquense y acróbata, con una asombrosa capacidad para entretener al público (incluso estando en el ejercito durante la 2ª Guerra Mundial se dedicaba a divertir a la tropa), amén de un hombre de acción (se metía a fondo en cada papel, coreografiaba todo...) como se aprecia por ejemplo en "El Halcón y la Flecha", papeles en los que se sentía como pez en el agua. Otras veces era el tipo duro, a la vez vulnerable, pensativo, controlado y exigente que mostraba en "The Killers". Estos dos aspectos convivirían mayoritariamente durante toda su vida. Su versatilidad le hacía parecer apuesto, como en "De aquí a la eternidad", le permitía interpretar al malo y quedar mejor que el bueno (Gary Cooper), como en "Veracruz", hasta el punto de enamorarte de su personaje como también ocurre con el Roger Daltry de "El Fuego y la Palabra". Después de éxitos como "Trapecio", "El Temible Burlón", "Duelo de Titanes", "Apache"... que le permitirían consolidarse como actor, se pudo permitir el lujo de afrontar su própia carrera como productor de films menores (produjo "Marty" que sorprendió llevandose el Oscar a la mejor película en 1955), lo que luego llamarían cine Independiente, así que habría que decir que Lancaster se adelantó a su tiempo. Como actor cambiaría literalmente de registro con la importante "Chantage en Broadway" demostrando realmente lo fenomenal actor que era, y que ratificaría de ahí en adelante alternando en producciones de Hollywood ("Los Profesionales", "El Hombre de Alcatraz", "Vencedores o Vencidos", "Scorpio", "Atlantic City"...) con otras más humildes sin salir de su país ("Angeles sin paraíso" de Cassavetes, "El Hombre de Medianoche", "El Nadador"..) o bajo las órdenes de directores del Viejo Continente ("El Gatopardo", "Confidencias", "El Puente de Casandra"...), llegando a envejecer como pocos actores han llegado a hacerlo. Un fuera de serie. Una auténtica fuerza de la pantalla, como en su vida real. Un actor difícil de olvidar. El más "alto" en todos los sentidos (ver sino cualquier encuadre suyo en pantalla) y sin duda el de mayor fuerza física. Un atleta que solía vestirse con la ropa más barata del mundo (que no cambiaba nunca) pero que aún así tenía más clase y elegancia que cualquiera de los que le rodearan donde estuviese, ya fuese en un club, un restaurante o el plató de un estudio de cine. Odiaba la notoriedad y la prensa de la que huía. Comprometido politicamente (voló directamente de un plató de Paris -en el que rodaba una película- hasta su país para estar al lado de Martin Luther King en la marcha por los Derechos Civiles) nunca dejaría de trabajar tras la cámara volando libre como aquel canario que tan bien cuidó en su celda de Alcatraz. Con el gran Luchino Visconti descubriría el placer de lo "distinto" en aquella obra maestra que fue "El gatopardo"(1963), uno de sus papeles más celebrados por la crítica que siempre le vió como un actor que no se metía profundamente en sus personajes si no que hacía siempre de él mismo. Este sanbenito o fundamento barato con el que le tildaba la crítica (que nunca acabaré de entender del todo) se les vendría abajo en posteriores obras como la metafórica "El Nadador"(1968) o la crepuscular "Atlantic City"(1980). No sé vosotros, pero un servidor suele medir la grandeza de un actor por cuando pasan una película suya por televisión y aún empezada sientes la necesidad de continuar viéndola hasta el final. Así de importante es Burt Lancaster en mi vida.

jueves, 10 de febrero de 2011

DESCUBRIENDO A JOHN CAZALE

JOHN CAZALE (1935- 1978) es un actor único, soberbio. Apareció en solo cinco films, las cinco fueon candidatas al premio a la mejor película (en total 40 nominaciones pero él no fue seleccionado como mejor actor en ninguna de ellas): El Padrino I y II, La Conversación, Tarde de perros y El Cazador. Trabajó a las ordenes de grandes directores (Coppola, Lumet y Cimino) y compartió cartel con los mejores actores de su generación. Todos ellos le idolatran, aman (en el caso de Meryl Street la cosa iba mucho más allá) y lo apuntan como una influencia que les hizo mejorar como actores (que se lo dígan a Al Pacino sino). Actor camaleónico, versátil, autentico, nada forzado, un actor real, capaz de mostrarnos el alma de su personaje en cada escena. Tenía algo que dificil de explicar, no se, había que verlo actuar... Pero a día de hoy son pocos los que conocen su nombre, a no ser que te digan que se llama Fredo, por ese icono sí que le conocen, porque todos conocen al hermano mayor de la familia Corleone y a todos nos rompió el corazón en ese peliculón. En cualquier escena del Padrino II (sería capaz de verla seguida toda la vida) Fredo está sublime: El monólogo recostado en la amaca; hablando con su sobrino poco antes de morir... ¡Diós! Su interpretación es capaz de expresar el dolor mas oculto del personaje. Sabía transmitir como nadie la debilidad, y se tomaba muy en serio su trabajo. El italoamericano venía del teatro, de interpretar obras en Broadway. Fue en una actuación en Nueva York donde dieron con él Coppola y compañía. Irrumpió tarde y el sueño le duró poco, pero tuvo tiempo de dejar su sello en la historia del cine. Quiso seguir trabajando cuando le diagnosticaron el cáncer de pulmón, empezaba el rodaje de El Cazador y el seguro no quería que la hiciese por si se moría. En un acto que lo alaba, Robert DeNiro puso el dinero de su bolsillo y metió a John en la película. Moriría poco antes de estrenarse el film, y dejaría constancia una vez más de lo inmenso actor que era... y lo grandísimo que hubiese sido de no haber fallecido. En el recuerdo, su frente despejada en la que podía aterrizar un avión y su sincera sonrisa de oreja a oreja. -Los que queráis confirmar estas alabanzas vertidas en la persona de John Cazale podéis, además de su cine, visionar el excelente documental (corto eso sí) de la HBO -que rula por la mula- "I KNEW IT WAS YOU. DESCUBRIENDO A JOHN CAZALE" (Richard Shepard). Comentarios de gente anteriormente citada que tuvieron el honor de conocerle, y actores reputados de hoy como Buscemi, Sam Rockwell o Seymour Hoffman expresan en la cinta su admiración por el desgraciado y tristemente desaparecido actor italoamericano.

viernes, 12 de marzo de 2010

-ROBERT MITCHUM. Así en el cine como en la tierra

Con él llegaría el escándalo...
No había nada que Hollywood pudiera enseñarle, pues se jactaba de ser la puta más vieja del lugar. Y es que Bobby Mitchum(1917-1997) carecía de la compostura, el método, la rigidez, la hipocresía o el tesón necesarios para el trabajo de actor... Pero muy a su pesar era actor, y un actor magnífico. Seleccionaba sus trabajos en función de sus días libres y amistades. Para él, rodar pelis era un chollo fácil que apenas le costaba hacer, pero que odiaba con toda virulencia. Eso sí, el curre estaba muy bien pagado, y el bueno de Bob simplemente tenía que ser él mismo. Atrás quedaban sus días de vagabundo marginado, recorriendo el país en trenes de mercancías y haciendo autostop. Con la planta que tenía daría el pego como matón musculoso y corpulento... el tipo duro y "el malo" que cualquier película del Oeste, de aventuras exóticas, o lacónico cine negro quisiesen tener; de esas perlas dulces con tufillo a serie B.
Como el oficio de actor es para auténticos farsantes, actuar era lo perfecto para Mitchum: Vividor empedernido (amén de bebedor), vago, inconformista, libertino, hombre culto, poeta y letrista de canciones, juerguista y mujeriego impenitente, esposo de largo recorrido, amante de la velocidad y los coches, fumador de marihuana, pesimista amargamente divertido, minimalista y carapalo, amigo inseparable de la botella... el actor de mirada penetrante nacido en Connecticut(USA) mostraba en pantalla una elegante resaca de ironía innata. Actor rotundo. Frió. Dominante. Al que le gustaba exhibirse, dueño de un naturalismo interpretativo con el que simplemente se nace. Poco le importaba a Bob que le tachasen del "chico malo de Hollywood" debido a sus affaires, reyertas, drogas, detenciones, cárcel... Era su magnética presencia la que encandilaba al espectador. Ese pasotismo brillante, de estilo austero y relajado que emanaba de todos sus papeles... de los que extraía todo su talento casi sin (des)peinarse: La Hija de Ryan(David Lean, 1970), Bandido (Richard Fleischer, 1956), El Dorado (H. Hawks, 1967), Cara de Angel y Río sin Retorno (Otto Preminger), Retorno al pasado (J. Tournier, 1947), La Batalla de Midway (Jack Smight, 1976), Encrucijada de Odios (E. Dmytryk, 1947), Perseguido (Raoul Walsh, 1947)... y tantos otros títulos que trazaban su estilo único; la misma imagen de pendenciero con la que vivió toda su vida.
Mitchum apareció en celuloide por primera vez allá por 1943 y continuaría al pie del cañón hasta 1995, el año en que Jim Jarmusch tendría el honor de rodarle póstumamente en su poética Dead Man. Para mí, la casi totalidad de su extensa obra merece la pena, pero si he de elegir una etapa dorada en su carrera me quedo con sus trabajos en los años 70, su época de madurez. Cuando su rostro demacrado y decadente daba credibilidad a verdaderos perdedores (en el sentido más noble de la palabra). A continuación repaso cuatro títulos de esa etapa suya menos conocida, pues es de suponer que como buenos cinemaníacos que sois, obras maestras como LA NOCHE DEL CAZADOR (charles Laughton,1955), CON ÉL LLEGÓ EL ESCÁNDALO (Vincente Minnelli, 1960) o EL CABO DEL TERROR (J. Lee Thompson, 1962) son de sobra por todos conocidas... ó deberían de serlo.
A TODA HOSTIA POR LA CARRETERA. MITCHUM AÑOS 70:
-LA HIJA DE RYAN (Ryan's Daughter, 1970)
Tediosa para muchos (tiene una duración 180'm) que además la encuentran como uno de los films menos logrados del gran director inglés David Lean, el que suscribe la recuerda de otra manera... y no es que uno sea muy dado a los melodramas ni a historias de amor, pero Mitchum es de esa estirpe de actores que engrandecen una película por muy mala pinta que éstas tengan.
-EL CONFIDENTE (The Friends of Eddie Coyle, 1973)
Uno de esos films perdidos y olvidados esperando a ser descubiertos (no confundir con el film de Melville de mismo título aquí en la Meseta). Bob está sobresaliente en este thriller sobre policias corruptos y soplones en Boston. Le dirige otro inglés, Peter Yates ("Bullit", "Abismo"), que fue capaz de sacar provecho a todo el patetismo y la decadencia física que por aquel entonces empezaba a arrastrar nuestro crápula favorito.
-ADIÓS MUÑECA (Farewell my lovely, 1975)
Tercera adaptación al cine del original homónimo de Raymond Chandler. Ni que decir que Robert Mitchum nos brinda la que quizás sea la mejor interpretación del famoso detective Fhilip Marlowe que hayamos visto en pantalla. Flim profundo y melancólico. El maestro dando clases...
-YAKUZA (The Yakuza, 1975)
Uno de los grandes títulos del recientemente desaparecido Sydney Pollack. Cine en estado puro. Una vez más Mitchum está genial como clásico perdedor del cine americano. Honor/Amistad; Oriente/Occidente; Amor/Venganza... Una película inolvidable.
-DETECTIVE PRIVADO (The Big Sleep, 1978)
Michael Winner, "El Justiciero de la ciudad", no es lo que se dice un buen director (no hablemos ya de sus ideas políticas). Aquí desaprovecha un reparto de lujo: Joan Collins, James Stewart, Edward Fox, Sarah Miles, Oliver Reed, John Mills... en lo que él creía que iba a ser un éxito, pues contaba otra vez con Mitchum para el papel de Marlow en este remake de "El Sueño Eterno (1946)". Contrariamente le salió una paródia del clásico de Howard Hawks. Se salvan, por supuesto, las arrugas y el largo flequillo del gran Bob. Grande entre los grandes.

viernes, 5 de febrero de 2010

-CICLO LEE MARVIN

Uno de mis actores preferidos. Lee Marvin (New York, 1924-1987) es de esa clase de tipos duros, dentro y fuera de la pantalla. Pertenece a esa estirpe de rostros demacrados y arrugados por el inenudible paso del tiempo...y de la botella. Figuras impasibles que no necesitaban hablar más de la cuenta para sentar cátedra en esto de la interpretación. Irrepetibles. Gente que gusta tanto en esta casa y de los que hemos hablado y hablaremos hasta no cansarnos nunca. James Coburn, Warren Oates, Robert Ryam, Robert Mitchum, Steve McQueen, Yul Briner ... son santos de gran devoción en aTumbaAbierta. A continuación he seleccionado una lista de 7 films, uno para cada día de la semana, en los que podréis contemplar al actor de pelo blanco en todo su explendor. Una tarea dificil dado la cantidad de películas que tenía entre manos para elegir. Como veréis me he saltado su primera etapa como secundario de lujo, en grandes films como "Los Sobornados"(53), "¡Salvaje!"(54), "El hombre que mató a Liberty Valance"(62) o "La Taberna del Irlandés (63), entre otros. También dejado fuera de la lista películas como "Infierno en el Pacífico"(68) porque ya salió el título en su momento al hablaros de Toshiro Mifune(véase), y otras perlas como el superwestern "Los Profesionales"(66) del gran Richard Brooks; "La leyenda de la ciudad sin nombre"(69) aquel extraño musical del Oeste al lado de Clint Eastwood; "Doce del Patíbulo"(67) del, a reivindicar, Robert Aldrich; el "Hombre del Clan"(74) a las ordenes de otro gran director olvidado como Terence Young (recordaréis su "Sóla en la Oscuridad"); Gorki Park(83) antepenúltimo título de su abrumadora filmografía, o bien por falta de espacio la estupenda "Caza Salvaje"(81) al lado del camarada Charles Bronson.
CARNE PARA LA PICADORA. Las "7 maravillas" de Lee Marvin
Lunes: -CÓDIGO DEL HAMPA ("The Killers", 1964)de Don Siegel.
Comienzo fulgurante. Cine negro de lo más clásico. Un remake del Forajidos de Robert Siodmak visto desde otra perspectiva, la de los asesinos a sueldo, decididos a descubrir porqué la victima que acaban de abatir no intentó defenderse. Una estupenda Angie Dickinson(buscar) secunda a nuestro implacable actor.
Martes: -A QUEMARROPA ("Point Black", 1967) de John Boorman.
El título lo dice todo. Boorman aprovecha la pareja Marvin/Dickinson que tan buenos resultados cosecharan en Código del Hampa para marcarse uno de los títulos claves del cine americano de los años 60. Thriller denso. Lisérgico. Absorbente. El ménage a trois de la venganza. Una película sofisticada en todos los sentidos. Cine de estilo. Marvin es Walker y su rostro serviría para ilustrar carteles, portadas de discos... todo un estandarte de la cultura pop sixties.
Miercoles: -CARNE VIVA ("Prime Cut", 1972) de Michael Richie.
Otro thriller lleno de violencia y erotismo placentero. Aquí Marvin es Nick Devlin un hosco sicario contratado por la mafia, que se verá implicado en un chatage de drogas y será acusado de porxeneta de mujeres. Dando réplica el gran Gene Hackman y debut de Sissy Spacek
Jueves: -EL REPARTIDOR DE HIELO ("The Iceman Cometh", 1973) de John Frankenheimer.
Basada en una famosa obra de teatro americana de Eugine O'Neill. Una Obra Maestra de esas que pasan por TV a altas horas de la madrugada. Tres horas de interpretaciones memorables. A la cabeza el propio Marvin, Fredic March, Robert Ryan, Jeff Bridges y Bradford Dillman entre los más sonados. Un tugurio es el punto de encuentro de vividores, gandules, putas, borrachos, anarquistas y perdedores de todo tipo. Entre trago y trago eruptan pensamientos varios sobre la vida, mientras desgranan fantasías, sueños e ilusiones como bálsamo a su desesperación. Cine para paladares exquisitos...
Viernes: -EL EMPERADOR DEL NORTE ("Emperor of the North Pole", 1973) de Robert Aldrich.
El gran Lee Marvin contra el gran Ernest Borgine, un alucine. Aldrich sabía a quien elegía (más de una vez los había empleado). Corren los tiempos de la Gran Depresión y una legión de railroad-men (vagabundos) se suben desesperados a trenes en marcha. La acción transcurre sobre vías y vagones. A estos polizones les espera un sádico supervisor... y a nosotros una película decente, de esas que ya no saben hacerse por mucho que lo intenten...
Sábado: -UNO ROJO: DIVISIÓN DE CHOQUE ("The Big Red One", 1980) de Samuel Fuller.
Película autobiográfica. Ideológicamente y moralmente ejemplar. Cumbre del cine (anti)bélico. Una de las mejores películas de guerra jamás filmadas, no en vano el maestro Fuller vivió en primera persona los horrores del frente de batalla, donde lo más heróico que podía hacer un hombre era sobrevivir y donde el bien y el mal no tienen justificación alguna. Una de las mejores -y últimas- interpretaciones de Marvin, esta vez en la piel de un veterano sargento de marina.
Domingo: -DÍA DE PERROS ("Canigule", 1984) de Yves Boisset.
Como colofón a este tour marviniano... La enésima demostración de que como gangster no había quien le superase. Aquí en una curiosísima producción francesa llena, cómo no, de una violencia lírica y catártica. Una delicia. Supuso, para el que suscribe, todo un descubrimiento (debía tener 13 tacos cuando asistí, por dos veces seguídas, al "estreno" en mi querido Cine RiasBaixas). El tal Boisset no volvió a parir obra semejante. Una mezcla de thriller americano y cine polar (cine negro) francés con tintes policíacos, magistralmente guionizada, y protagonizada por un absoluto y envejecido Lee Marvin (poco después en 1987, y tras dos apariciones en la penosa saga de Delta Force, nos abandonaría para siempre) enfrentado a unos brutales y embravecidos aldeanos de la campiña francesa más peligrosos que los propios gangsters y policías. A raíz de este excelente film el nombre del actor neoyorquino quedaría tatuado en mi mente por toda la eternidad...

jueves, 22 de octubre de 2009

-CHARLES NAPIER. UN ACTOR FETICHE

... Al menos para el picantón de Russ Meyer (que Dios lo tenga en su gloria) así lo era, como que Johathan Demme no puede rodar una película sin tenerlo en su reparto (Algo Salvaje, Casada con todos...). Fue profesor de escuela, actor de teatro y estrella de la serie B. Meyer se fijó en él cuando apareció por uno de sus castings acompañando a una chica, y finalmente fue el própio Napier el que saldría contratado. El aspecto de macho-men, torpón y con la mandíbula cuadrada, gustó al director de Faster Pussicat Kill, Kill, Kill!, Vixen y otras marranadas de culto. Uno no puede quedar más que alucinado ante el hombre capaz de sonreir con un lado de la boca y enfadarse con el otro. Tras currar como policía psicópata para Meyer en Supervixens o aparecer en algún capítulo de las series Stark Trek, Koyak y Misión Imposible, logra su papel más popular en la gran pantalla con RAMBO/ACORRALADO 2ª PARTE, interpretando al malvado agente de la C.I.A. Murdock. También se dejó caer por el cachondo rodaje de "Granujas a Todo Ritmo"(John Landis, 1980) y recientemente apareció en "Crueldad Intolerable" (Hermanos Coen, 2003) (era el marido paleto timado por la Z. Jones) ultimo film suyo del que tuve noticia.
Como es lógico no le sobra el trabajo, así que no le haga ascos al poco curre que le llega: action-movies italianas tipo Indio II; marcianadas de bajísimo presupuesto (Deep Space Trakers, por ejemplo); thrillers sangrientos, y -atención- ¡¡el doblaje de los gruñidos televisivos de la serie Increible Hulk durante cuatro temporadas!!. "...Soy un mercenario. Voy allá donde me paguen."(Charles Napier dixit)

lunes, 11 de mayo de 2009

-JOHN CARRADINE, GENIO Y FIGURA.

La vida de playboy es muy jodida
John Carradine fue un maestro de la actuación. Lo suyo no fue un estilo basado en el estudio y el método. Nació con talento que no necesitó estudiar. Gracias a su genial forma de actuar y su distinguida pose, la cámara lo adoraba. Tenía un modo muy personal de hacer las cosas, algo incompatible con el éxito y el caer, bien de ahí la discriminación a la hora de premiar su labor artística. Pese a ese rechazo nunca perdió su orgullo y hoy se puede afirmar que es uno de los hombres más respetados de su profesión.
Atrás quedó la época dorada de los clásicos del terror, más de 60 años al servicio del cine. Tanto en el cine de primer nivel a las ordenes de Fritz Lang o John Ford -en obras maestras como Las Uvas de la Ira, El Ultimo Hurra, María Estuardo o esa maravilla que es La Diligencia (Ford tenía una relación de amor-odio hacia Carradine) donde interpretaba a un sureño cínico de espíritu libre (que sería un preludio de lo que sería su vida privada); o en los posteriores cientos de films bodrios llenos de encanto, que Carradine engrandecía gracias a esa adorable presencia excéntrica, siempre dando apariencia de fragilidad. Imposible olvidar a este borrachín, un caballero con capa roja de satén y sombrero de copa, que tanto recitaba a Shakespiare como nos transportaba al más tétrico de los castillos góticos o al más horrible de los infiernos en locuras inolvidables como "La Mujer Salvaje Cautiva", "El Fantasma de mamá", "THE ASTRO ZOMBIES", "La Invasión de la Gente Animal", "VAMPIRE HOOKERS", "El Prisionero de la Isla del Tiburón", "5 Tumbas Sangrientas", "La Casa de los Siete Cadáveres", más un sin fin de portentosas actuaciones que le elevaron a la cumbre del estrellato (discriminado y olvidado).
Vaya desde aquí un sincero homenaje a este loco maravilloso y... maravillosamente chalado, que jamás necesitó de un asistente que le atase los zapatos o le abrochase los botones de la camisa (como sucede hoy día) para vivir su particular mundo de los sueños. El actor neoyorquino nacido Richmond Reed Carradine (1906-1988) nos dejó al pié del cañón, muriendo con las botas puestas tras finalizar en Milan el rodage de "ENTERRADO VIVO", y dejándonos además su simiente en una estirpe de actores que no llegarían a alcanzar el estatus de génio como su padre, pero que saben llevan dignamente el apellido Carradine, hablo de Keith, David y Robert Carradine... los hijos del "Maestro".

viernes, 13 de febrero de 2009

-TOSHIRO MIFUNE. EL SAMURAI DEL SOL NACIENTE

TALENTO AL ALCANCE DE NADIE
Actor de pura cepa, tan grande como el que más. Enorme. Todo mirada, gestos. Escuchar su voz en versión original es todo arte y placer en sí mismo, unido a ese porte majestuoso que hace de su presencia un momento inolvidable. Toshiro Mifune -japonés nacido en China (sus padres eran misioneros) en 1920 y perdido para siempre un fatídico 24 de Diciembre de 1997 en Tokio- es poseedor de una filmografía que tira de espaldas, con más de 160 títulos en cine y televisión a lo largo de su carrera. No existen títulos menores, ni papeles fallidos por muy cortos que éstos fueran, ¡¡TODOS !! y cada una de sus interpretaciones son memorables, clasicos del cine con mayusculas.
Decir que en Japón era toda una estrella es quedarse corto, habría que hablar de símbolo. Los grandes maestros nipones contaban siempre con sus servicios. Mifune intervino en 16 títulos del insuperable Akira Kurosawa, aumentando la calidad de films ya de por sí rotundos, tanto los de acción y aventuras enfundado en papeles históricos de samurai o mercenario por los que pronto fue reconocido mundialmente tales como las shakesperianas Rashomon(50) y Trono de Sangre (57), la galardonada Yoyimbo (61), o Los Siete Samurais (54), La Fortaleza Escondida (58) o Sanjuro (62), como los dramas o thrillers El Perro Rabioso (49), Los Canallas duermen en paz (60), El Infierno del Odio(63) o Barbarroja (65) en su ultima participacion con Kurosawa que le valió nuevamente un premio al mejor actor en Venecia tras el que consiguiera con Yoyimbo, por citar algunos de los más renombrados a las ordenes del director de Dersu Uzala. Si Mifune fuese estadounidense como James Stewart, John Wayne, Gary Cooper... estaríamos hablando de westerns, pero este genero en Japón lo hacían a su manera, se llama "Chambara", y Mifune dominaba la katana como hubiese dominado un Winchestter o un Colt. La trilogía Samurai (54) con Hiroshi Inagaki, Samurai Rebellion (67) con Kobayashi, o Samurai Asesino (65) con Okamoto, fueron otras incursiones que sirvieron para demostrarnos la grandeza del actor japones.
Sus incursiones en el mercado occidental comienzan con un papel secundario en la mediocre "Grand Prix"(66) de John Frankenheimer (aunque se le conoce una película mexicana (!!) titulada "Animas Trujano", un drama social en el que interpreta a un rudo campesino), pero sería en su segunda película Infierno en el Pacifico (Hell in the Pacific, USA -1968) a las ordenes del estupendo John Boorman (Deliverance, Excalibur, A Quemarropa..) donde demostraría de lo que es capaz en una actuación soberbia dando replica a otro maravilloso actor, Lee Marvin, entre los dos sostienen (estoy pensando en "La Huella" de Mankiewicz) una realización ya de por sí excelente. Un soldado norteamericano y un oficial japones se ven enfrentados en una isla desierta del Pacifico, lo que al principio es animadversión mutua derivara en una sincera amistad. Película con trasfondo metafórico como las que acostumbraba a realizar Boorman, llena de fuerza, sin apenas diálogos (lógicamente el idioma entre los dos es un lastre dentro de la historia), hoy es de esas películas que desgraciadamente ya no se ruedan, un film desde luego a reivindicar y elogiar. En posteriores actuaciones deja su impronta en pelis bélicas sin demasiada historia como "La Batalla de Midway", "1941" de Spielberg, o "Inchum" con Terence Young, director con que ya había trabajado antes en la singular "Sol Rojo" (71) comentada ya en a.T.a. (ver entradas antiguas). Y llegamos así a la que sería su ultima gran aparición de calidad, ya con 62 años, repitiendo con John Frankenheimer pero esta vez en un papel de los suyos.. El Reto del Samurai (The Challenger, USA-1882), rodada integramente en Japón cuenta la historia de dos hermanos enfrentados por la posesión y el honor de una espada samurai que pertenecía a la familia. A su lado un joven por aquel entonces Scott Glen encargado de la custodia de dicho sable. Otra película a reivindicar y elogiar.

viernes, 23 de enero de 2009

-LA REVELIÓN ERA ÉL. DOS HORAS Y MEDIA PARA CONOCER A BRANDO (o cási)

-EL visionado de BRANDO, UN DOCUMENTAL (de la cadena TCM) es obligado para todo aquel que se sienta inconformista y le quede una chispa de rebeldía. El Ser con un pasado oscuro (como todos los génios). El Hombre, antes que la estrella de cine que tanto odiaba ser. Una persona como cualquier otra. Con problemas, miedos, fóbias... sensibilidad. Bromista con sus amigos, amante de la música (tocaba la batería) podía decirse que un tipo normal... pero con la bendición de ser especial, de poseer el don de la interpretación. Un volcán en erupción incontrolable (los directores le tenían pánico) que revolucionó el trabajo de actor. El mundo de la interpretación nunca volvería a ser lo mismo tras Marlon Brando. ¿El método?, quién sabe...tal vez lo aprendió en el Actor's Studio de New York o se lo enseñó su padre a cintazos mientras su madre estaba borracha e inconsciente.
El Señor de las Emociones. Cómo ser Marlon Brando.
Brando era un tipo dificil, al que nunca harían sentar cabeza. Capaz echar por tierra su carrera aceptando papeles que cualquier otro actor estrella desecharía sin dudarlo, capaz de comprometerse por causas sociales y civíles (estaba con los Panteras Negras) en épocas de "guerra fría" que era algo poco corriente de ver en ese mundillo en comparación con el negócio y simple fachada del Hollywood de hoy día -una moda bien vista-. Capaz de avergonzarse de sí mismo por obtener un Oscar -luego mandó a una indígena a recoger el segundo-. Marlon fue capaz de elevar el listón donde muy pocos han llegado (¿Laurence Olivier.. tal vez?). Siempre será el único Don... Don Vito, el único Coronel Kurtz, el "Salvaje" rocker motorista ídolo de miles de jóvenes que querían ser como él, el mejor Cesar nunca visto en una pantalla el mejor "Julio Cesar" que Shakespiare huviese podido imaginar. El que rebuscaba las emociónes desde el fondo de sus entrañas para expulsarlas cual lava volcánica. El cazador de mujeres... -impagable lo que cuenta Angie Dickinson, que coincidió con él en la expléndida "La Jauría Humana", de su apetito sexual-...
Pero también hay que reconocerlo, a menudo podía ser demasiado engreído demasiado... Sobreactuando como en "El Rostro Impenetrable"(66) que él mismo dirigió, o desfasado en "The Ugly American"(63), o simplemente perdido en otras en las que "prestaba" su enorme presencia según su antojo ... pero él era Brando y eso es decir mucho. Las obras maestras están ahí, todos las conocéis.. "La Ley del silencio", "¡Viva Zapata!", "El baile de los Malditos", "Último Tango...", "Un Tranvía..", ... otras que hay que repasar -y descubrir- como "La Fórmula"(80), y añadiría una pequeña interpretación más -en la ópera prima como director de Johnny Deep- la emotiva "The Brave"(97). Para terminar resaltar el jugoso elenco de amigos, familia, conquistas, compañeros de trabajo, directores (pocos, ya sabéis...), discípulos (Deep, Turturro, Pacino...) que asoman por el documental. Un lúdico documento biocinematográfico que además me ha servido para saber de gente que creía muerta o de la que no sabía nada de ellos, glórias del cine clásico de los años 50 y 60, grandes olvidados como Eli Wallach, Karl Malden, Arthur Penn...
y como bien cuenta uno de ellos "...los actores antes de Brando actuaban, después de él simplemente vivían."

sábado, 15 de noviembre de 2008

-VINCENT PRICE: MÁS GRANDE QUE LA VIDA, Y EL DOBLE DE TERRORÍFICO

El Rey del Sarcasmo, el Príncipe de la Sonrisa Afectada, el Mercader de la Amenaza... semejantes sobrenombres que en su día conoció este actor irrepetible, maestro de la interpretación, en una época gloriosa de la historia del cine. Aunque al principio de su carrera intervino en clásicos del cine negro, como Laura(Otto Preminger, 1944) y La Noche Eterna (Anatole Litvak,1947), o en dramas como La Canción de Bernadette(Henry King,1943) y El Castillo de Dragonwyck(J.L. Mankiewicz, 1946); fue su papel en Los Crímenes del Museo de Cera (House of Wax) de André De Toth en 1953, el que establecería a VINCENT PRICE como estrella del cine de terror, género para el que había nacido, un lejano día de 1911 en St. Louis(Missouri). Éxitos como La Mosca, El Péndulo de la Muerte (y las demás que rodó con Corman), El Amo del Mundo, House of Haunted Hill, La Comedia de los Terrores de Jacques Tourneur, Eduardo Manostijeras, etc. ect., contribuyeron a cimentar la leyenda que este licenciado en bellas artes creó.
Quiero resaltar entre su extensa y majestuosa obra cinematográfica, un par de trabajos que se diferencian del resto, El Abominable Dr Phibes (Robert Fuest, 1971) que combina deliciosamente la ironía, el art-deco, la comedia y el terror, y sobretodo Los Crímenes del Museo de Cera por ser la lanzadera al estrellato de nuestro querido y añorado Price. En ellas necesitó someter su físico al siempre fascinante arte del maquillaje y la transformación, que dan como resultado, rostros "monstruosos" que a menudo esconden almas perturbadas. Los duros rodajes a los que se vio sometido el inigualable VINCENT PRICE explican el hecho de que no se embarcara en más papeles bajo máscaras de látex, plásticos o pinturas. LOS CRÍMENES DEL MUSEO DE CERA (House of Wax, 1953. EEUU) de André De Toth. Remake del éxito de la Warner de 1933 The Mistery of the Wax Museum(Michael Curtiz) fruto de la política de recuperar antiguos clásicos mediante el 3-D y el color. "¡Explore laDimensión Definitiva del Terror!", "¡Salta directamente de la Pantalla a Su Regazo!" o eslóganes menos fiables: "¡Vea Enloquecidos y Lascivos Monstruos Saltar de la Pantalla al patio de butacas!" anunciaban en su publicidad. El comienzo, como decíamos, de nuestro inolvidable Price en el mundo del fantastique y sus personajes enloquecidos y desquiciados. Un título célebre en la historia del cine, con uno de los personajes más dementes dentro de la galería de monstruos que ha dado este género al séptimo arte, el escultor Henry Jarrod. Cuando su socio incendia el museo para cobrar el seguro, Jarrod intenta extinguir las llamas y salvar sus obras. Falla en su intento, pero escapa con vida, aunque con el rostro desfigurado y quemado. Pronto tomará venganza.
El Maquillaje de George Bau estaba hecho de resinas "fenólicas". El fenol es un hidróxilo derivado de un hidrocarburo aromático, especialmente monohidroxibenzeno... de aquella uno de los maquillajes más elaborados nunca realizados. Estos se moldeaban en plástico y se aplicaban con goma o colodión. Tres horas para colocarlo y otras tantas para retirarlo...ambos procesos muy dolorosos. Price devía de andar con él, diez horas, bebiendo líquido por pajitas e intentando no desmayarse por falta de oxígeno. La película funcionó, recaudó cinco millones de dólares y dió a conocer gloriosamente la figura shakesperiana de este actor más grande que la vida.
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