-ADIVINA QUIEN VIENE A CENAR...¡¡VINCENT GALLO!!

¿Es Vincent Gallo realmente un gilipollas?... como afirman muchos, ¿ó es un genio?... como defienden algunos menos. Los primeros se basan en su pretenciosidad, su indisciplina, su carácter ególatra, un tipo conflictivo y poco fiable, dificil de tratar. Los segundos defienden su anarquía, su (raro) sentido del humor, el aura de misterio que siempre le rodea amén de una filmografía (como director) transgresora y provocadora...que aburre otra vez a unos y entusiasma a otros (los menos).

Mi punto de vista, en estos casos, coincíde con una frase de Coppola (que contó con Gallo en su última péli "Tetro", pese que todo diós intentó disuadirle de éllo) en la que afirmaba: "...que me encantan las películas que me sorprenden, aquellas que no te obligan a ver la misma historia por milésima vez..." Y éso es precisamente lo que me ocurre con el cine de Gallo y en especial con su obra maestra (en palabras del propio Gallo), BUFFALO 66, que él mismo dirigió, escribió, protagonizó, musicalizó (también utilizó la casa de sus padres como plató)... de forma tan maravillosa como excéntrica. Otra cosa es que me lo tome en serio. Subastar su sémen en la red, lanzar el (falso) rumor de su enorme polla, afirmar que rueda obras maestras..., no hacen más que confirmarme su "peculiar sentido del humor". Hay sin duda mucho de pose en este personaje. Puede que sea un tocahuevos, sí, pero sabe con quien serlo, digamos que no es tanto la fiera que aparenta ser, sin ir más lejos con Coppola se llevó de maravilla.

HABLÉMOS DE CINE... el Cassavetes incomprendido.

-Como director tiene solamente dos películas: BUFFALO 66 (1998) y The Brown Bunny (2003). En espera de ver la segunda (en la que según tengo entendido al actor-director le practican una felación supuestamente real) me centraré en su ópera prima. De forma independiente Gallo construye un cuento de hadas sórdido, de mirada irónicamente desilusória. Lo que aparenta ser un drama, bien puede tomarse por comédia, ayudando para éllo las fenomenales interpretaciones de Christina Ricci, Ben Gazzara, Anjelica Huston y caméos como los de Mickey Rourke y Rosanna Arquette. A ratos inaguantable, a ratos excitante, el film resulta de lo más curioso y peculiar, un trabajo personal y nada complaciente.

Sinopsis: Billy (Gallo) acaba de salir de la carcel y convence a una jovencita irascible (Ricci) para que la acompañe a casa de sus excéntricos padres, un pervertido (Gazzara) y una obsesionada con el fútbol (divertidísima Anjelica Huston) para que se haga pasar por su mujer puesto que éllos no saben nada de su hijo, salvo lo que Billy les ha dicho: que ha estado trabajando como agente secreto del gobierno. -Como actor me sedujo porque tiene pinta de raro, supungo. Esos ojos de lunático y su pinta desaliñada también influyeron, sin duda, pero lo más importante fue su presencia como secundario en un puñado de films a contracorriente, lo que hizo que le siguiera la pista: "El Sueño de Arizona" (93) de Emir Kusturica, "El Funeral" (96) de Abel Ferrara, "Palookaville" (95) de Alan Taylor, y "Ultimas Consecuencias"(98) de Kiefer Sutherland -filmes de los que ya os he hablado en alguna ocasión (buscar entradas anteriores)- hechas por amiguetes con los que tenía buen rollo, y se nota. Porque después...

Otra cosa bien distinta a estos reseñables títulos fueron sus trabajos "asalariados" aquí y allá. Bódrios infumables que no hacen más que favorecer a sus detractores puesto que representan la otra cara del actor, un actor que fuera de su círculo y su entorno parece perder el rumbo. Basta hechar un vistazo (porque aguantar todo el metrage sería un milagro) a sus dos ¿películas? con la directora española María Lidón, "Moscow Zero"(2006) y sobretodo "Náufragos" (Stranded, 2001) para corraborar estas palabras. Esta última "cosa"... hay que verla... ¿realmente estamos hablando en serio? Cualquier guión y diálogos de una péli de Ed Wood (que recibió el título de peor director de todos los tiempos) estarían mejor extructurados que "Náufragos". Verla es todo un suplicio que recomiendo para verificar todo lo dicho, una prueba de fuego para cualquier ser humano.

No dudéis que estaré atento a cualquier movimiento en el que se vea inmerso mi queridisimo Vincent Gallo, porque seguir el rastro de alguien que se cree a sí mismo "el mejor" en todo lo que hace... no me lo perdería por nada del mundo.