JUGAR CON FUEGO
El sargento
Mckenzie tenía sus fuerzas rodeando la casa precaria escondida en el valle del
maldito desierto.
De la banda
de forajidos solo quedaban los hermanos James, armados hasta los dientes, dotados
de una notable velocidad y puntería que convertía al refugio en un blanco fácil
a distancia pero extremadamente peligroso de acercarse.
Mackenzie
ya había perdido dos de sus mejores hombres , de perder alguien mas era seguro
que el resto lo abandonaría. De abandonar la cacería humana y fracasar en
entregar los hermanos James vivos o muertos al Juez Callahan su carrera estaría
terminada.
Sin embargo
el sitio a distancia , de mantenerse por largo plazo podía socavar la determinación
de los bandidos y doblegarlos , sin duda con el correr de las horas la falta de
agua y alimentos los haría recapacitar
En especial
ahora que Ronnie James sangraba de una herida en su hombro que necesitaba
pronta atención.
De a ratos
se veía moverse la delgada y rápida figura de Jessie James como un fantasma
para efectuar un par de disparos a distintos intervalos desde distintas
ventanas de la casa
Los agudos
zumbidos de sus proyectiles estaban produciendo un creciente sentimiento de pánico
en los dos asistentes de Mackenzie, que respondían de inmediato apenas asomando
el cañón de sus rifles detrás de las piedras perdiendo cada vez más precisión y
efectividad.
Jessie lo sabía
bien y mantenía ese juego de intimidación disparando desde distintos ángulos
como si fuera un verdadero ejército, con rifles apostados entre las hendijas de
las paredes solo tenia que rodar por el piso y disparar sin mirar , para luego
moverse rápidamente hacia la otra habitación o ventana.
Al mismo
tiempo Mackenzie había notado que la sombra de Ronnie , un poco mas robusta y
torpe que la de Jessie casi no se movía y disparaba con dificultad siempre de la
misma ventana
Entre
quejidos de dolor Ronnie enrolla un cigarrillo y toma un caja de fósforos con
su temblorosa mano izquierda, Jessi le suplica a los gritos que no que no lo
haga.
Ronnie
arroja su rifle por la ventana y les muestra un pañuelo blanco que tenia atado
a su cuello en señal de rendición
Los asistentes
aprovechan la distracción que produce la inminente rendición de su hermano a
Jessie y se apostan detrás de la carreta a pocos metros de la casa , comenzando
a disparar con mayor decisión y puntería
Mackenzie a
pesar de saber de que los muchachos serian colgados de inmediato en la plaza
del pueblo intenta persuadirlos con la falsa promesa de un juicio justo ,
buenas condiciones en una prisión del estado donde serian respetados, y la
posibilidad de salir con buena conducta a los 10 o 15 años. También les prometió
a cambio de la rendición; asistencia médica inmediata lo que salvaría la vida
de Ronnie
Jessie de
mala manera arroja los tres rifles restantes por las diferentes ventanas pero
exige que sea solo Mackenzie el que entre a la casa para hacerles firmar la rendición
,que les garantizaría un trato justo
El viejo
sargento que había estado contando balas y disparos , sabia que con la entrega
de los 3 rifles de Jessie estaban completamente desarmados.
Mackenzie
cruza la puerta con un documento oficial sellado en su mano derecha, sus
asistentes lo siguen a escasos dos pasos de distancia; apuntando a Ronnie que
se encontraba en estado lamentable tirado bajo la ventana , en un charco de
sangre , con un cigarrillo en la boca y los fósforos en su mano izquierda
temblorosa en alto, como pidiendo permiso para encenderlo.
Jessie con
sus dos manos en alto al fondo de la habitación estaba dispuesto a caminar
lentamente hacia una condena mortal segura.
Mackenzie
asiente con un gesto el permiso a Ronnie a encender su cigarrillo , sus asistentes
no pierden la vista del gatillo ya a corta distancia de los reos.
Ronnie
enciende el pitillo y suelta el fosforo hacia un viejo balde que agujereado por
los impactos de la balacera había dispersado todo su contenido liquido por el
piso de la habitación
En una fracción
de segundo Mackenzie comprendió su terrible error, la habitación exploto instantáneamente
en un inmenso infierno que incineraba sin piedad todo lo que esncontraba a su
paso, su cuerpo, el de Ronnie y el de sus infelices asistentes que registraban
como ultimo recuerdo en sus pupilas, gritando de dolor mientras sus cuerpos ardían
profusamente, la figura de Jessie huyendo entre las llamas
cargando dos pesadas maletas conteniendo el jugoso botín extraído del Banco
Federal la semana pasada .
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