Terminamos nuestro periplo descansando un par de días en Hammamet que es una ciudad costera y de veraneo.
Sus rincones han perdido un poco de su autenticidad, pero la ciudad muestra sus encantos cuando deambulamos por la medina o a lo largo de las murallas. Las playas, invadidas por la multitud durante todo el verano, son agradables, bastante limpias y resguardadas del viento. Al escalar a la cima de las murallas podemos disfrutar de las vistas sobre el puerto. Los hoteles estan muy bien equipados y el trato muy amable por parte del personal.
Fuerte Español que rodea a el zoco, la Gran Mezquita y un museo que contiene una colección de trajes tradicionales tunecinos
Vistas desde las murallas
La Gran Mezquita S.XV de noche
He podido cumplir mi sueño de hacer paracaídismo acuático, como queda demostrado...
Sidi Bou Said o Sidi Bou Saïd, es un pueblo costero situado a unos 20 km al norte de la ciudad de Túnez. Frente al Mare Nostrum es la población más visitada del país. Sus callejuelas inmaculadas, el azul límpido de sus puertas y ventanas, sus misteriosas celosías, sus techos redondeados y su dulce atmósfera mediterránea hacen de ella un lugar atemporal.
Desde 1920, el pueblo destaca por la ley que Rodolphe d'Erlanger aprobó, obligando a todos los habitantes de la localidad a pintar y mantener sus casas de color blanco, menos las puertas, ventanas y rejas que tienen que ser de color azul claro.
“Todo de vestido de azúl y blanco”
Desde 1920, el pueblo destaca por la ley que Rodolphe d'Erlanger aprobó, obligando a todos los habitantes de la localidad a pintar y mantener sus casas de color blanco, menos las puertas, ventanas y rejas que tienen que ser de color azul claro.
“Todo de vestido de azúl y blanco”
Bahía de cartago
Puerto
Mezquita-Zaouia de Sidi Bou Said, construida por Hussein Bey I
Puertas de Túnez