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martes, 19 de noviembre de 2024

domingo, 19 de noviembre de 2023

VIENTO Y DELIQUIOS



 









El viento me trajo noticias suyas

me habló de sus fiebres y dolores

de la razón que puso distancia

en nuestros besos, nuestras pieles

y no me quedó más remedio

que escribir este poema, 

como un placebo que calme sus deliquios,

y los míos

a pesar de que no mueres por mi,

sino por otro.



Foto intervenida

jueves, 29 de junio de 2023

Espina

 





*Imagen de internet intervenida




Miro el espejo

y ahí estás

como si nunca te hubieras ido,

y el tiempo

se hubiera quedado detenido

en el azogue del espejo,

para que vivieras,

en una primavera perenne

de cristal,

mientras adentro,

mi alma se duele

y se conduele

con el encono de una espina

eterna,

espina que no muere


viernes, 31 de marzo de 2023

SINESTESIAS

 







Hay amores que dejan el alma seca

como la tierra el verano,

Se va por ahí,

como una brisa despistada

sin rumbo ni destino

Quizás una copa en el bar,

y una canción de despecho,

anestesien el dolor.

No por siempre,

Morfina momentánea.

Se vuelve a errar las calles,

como un Florentino Ariza,

husmeando el olor de Fermina Daza

en el fermento de las calles

de la vieja Cartagena

Cuánto espinan los objetos

donde se mecen las ausencias:

el disco de Pablo Milanés,

en "El breve espacio en que no estás",

la taza del café que no quiso tomar,

cuando emprendió la huida.

Cómo duelen las ausencias,

en este estar sin estar.

En la tarde

la brisa inundará la casa,

con el olor de los jazmines que sembró

en el patio.

Así olía su cuerpo cuando desnudábamos la piel

en el fragor de la tarde.


*Imagen intervenida





miércoles, 1 de febrero de 2023

INSTANTE

 






Estaba ahí,
fragmentada por un sol destellando
la extraña tarde de su rostro.
Una quietud de piedra,
en la ciudad puesta en un reloj sin horas,
hasta el aire se había detenido
en su breve espacio de cristal
y yo miraba después del beso pétreo

sus labios sin humedad,

tan yertos como los frailejones de los páramos

de mi tierra

tronchados por el frío,
en esos minutos que estuvo perdida en un limbo,
y la ciudad hundida en una burbuja neumática,
de solo silencio contenido,
imperceptibles hasta los suspiros,

el mismo dolor.
Tiempo de aves entre nubes,
como en el fresco de una extraña pintura
de alas detenidas.
Después un rayo furibundo,
partió su campana de cristal,
y, ella me devolvió el beso suspendido
en una lluvia de humedades

hecha de las ternezas
de su irreprochable salvífico amor

miércoles, 9 de octubre de 2019

Amargos

   







*Foto propia intervenida



La vida tiene sus amargos,
y los espacios de luz
pierden el sentimiento 
del color;
la esperanza se torna carcajada de payaso
en su rostro de albayalde;
y el beso va cediendo su peso de dulzura,
como si se besara a la misma muerte.
!Qué fría se siente el alma
en estas horas de indeleble dolor¡





jueves, 19 de septiembre de 2019

CRÓNICA DE SOMBRAS Y DELIRIOS








*Foto de intervención



Dicen que -prácticamente- lo cecinaste, porque la crónica roja, enfatiza que " tras incontables puntadas, le fue abriendo el pecho hasta desangrarlo", y eso no es asesinar sino cecinar con sevicia para causar dolor.

No te disculpo, ni tampoco te juzgo, siempre fuiste un ser dolorido. Hablas de tus razones para matar al hombre que amabas indeciblemente, de esa manera tan dura y cruel; pero tus razones, no son precisas, infieren los delirios de una mujer atormentada por un dolor de siempre, y tuviste que imaginarte que otra distinta a ti lo besaba como si fueras tú, y estaba dentro de él sin ser tú, para hundirle en el pecho tantas veces el cuchillo, buscando matar ese dolor que siempre te ha perseguido como una sombra lábil e indeleble.

viernes, 15 de junio de 2018

Congoja

La imagen puede contener: árbol, exterior y agua





Hay un ahogo en el alma
quizás la angustia del dolor impreciso
un jadeo interior
cuando se nubla el sentido de las cosas
Vamos como naos errantes,
sin astrolabio que las ponga al norte.
!Oh¡ angustia
ansiedad de vivir sin vivir
comodines de una fiesta sin arpegios
ni tambores.
Cuántas sombras bailan dentro
una danza de indescifrable pentagrama
como un dolor sordo
que aprieta abajo el vientre,
y se queda ahí,
huésped sin nombre.
Quizás llueva,
y mi cuerpo se empape de la lluvia fresca
y lave esta congoja sin nombre.
Después,
el sentimiento de una nada
el alma deslavazada
que ya no siente,
ni se duele



*Foto propia intervenida

viernes, 2 de febrero de 2018

CUÁNTO




¡Cuánto duelen estas tardes¡
avanzando lerdas al crepúsculo.
¡Cuánto aprietan el alma¡
con la persistencia de un dolor
sin orígenes.
Como los granos de un reloj de arena
que ha perdido la noción del tiempo
se desmorona mi alma


Foto propia, Piedecuesta







jueves, 12 de junio de 2014

Dolor de patria

DOLOR DE PATRIA



Miro sus ojos de cielo
para espantar mis miedos.
En ellos si hay dolor
puede más la ternura,
y esta angustia de patria
envilecida duele menos
si me miro en ellos.
Quizás el dolor mañana
sea más grande,
y ya no haya patria,
como tampoco sus ojos
para que no duela la muerte.



lunes, 2 de septiembre de 2013

Arados





      

Siento su presencia
hecha lama en la piedra que antes
era abrupta,
se pega y devora el mineral
como larva hambrienta;
el agua lame la herida 
y la cierra,
pero más puede el dolor,
abriendo surcos en el alma
con un arado de espinas.

domingo, 9 de junio de 2013

Grieta

Grieta

Va rauda la vida
como un replay hacia adelante
y si se vuelve la mirada
la grieta de los besos idos
mordiendo el alma

domingo, 17 de febrero de 2013

Palomas de ternura




Boca amordazada
y el dolor punzante,
espina en una noche sin fronteras.
La burbuja de la luz 
busca una respuesta,
el nervio se agita,
salta el músculo
y el corazón ya no galopa.
Ha detenido su camino
dejando la piel húmeda y cerúlea
y en la mente la imagen última:
el recuerdo del beso de ella
hecho  palomas de ternura.

ABU GHRAIB , pintura del maestro colombiano: Fernando Botero

sábado, 24 de noviembre de 2012

Gaza


Gaza

Volví la mirada
y la ciudad ya no estaba.
Sobre las ruinas y sus muertos
el llanto de los sobrevivivientes

miércoles, 18 de julio de 2012

Desesperado

Foto: DESESPERADO

Entró al bar de vidriera a la calle. Se sentó cerca para observar el movimiento en el vasto andén, donde a esa hora (entrada la noche), se abarrotaba de estudiantes y oficinistas esperando el colectivo: La vio venir, abrazada, y dándose besos tiernos, con aquel hombre de  barba entrecana y pelo largo -pintor de alto vuelo, decían sus amigos- por el cual lo había dejado. Cuando pasaron cerca a la pared de vidrio, nadie supo en qué momento, sacó la pistola y se voló los sesos, que esparcidos en la vidriera, dibujaron el abstracto del vitral de una de las más hondas tragedias de amor desesperado, que la ciudad tardaría en olvidar.


DESESPERADO

Entró al bar de vidriera a la calle. Se sentó cerca para observar el movimiento en el vasto andén, donde a esa hora (entrada la noche), se abarrotaba de estudiantes y oficinistas esperando el colectivo: La vio venir, abrazada, y dándose besos tiernos, con aquel hombre de barba entrecana y pelo largo -pintor de alto vuelo, decían sus amigos- por el cual lo había dejado. Cuando pasaron cerca a la pared de vidrio, nadie supo en qué momento, sacó la pistola y se voló los sesos, que esparcidos en la vidriera, dibujaron el abstracto del vitral de una de las más hondas tragedias de amor desesperado, que la ciudad tardaría en olvidar













sábado, 20 de agosto de 2011

Angustia





Angustia



La tarde,
nubes plomizas.
El sol ha huído tras agónicos rayos,
los caracolíes han abatido sus ramas,
no hay brisa, ni vuelo de pájaros,
en el pecho una angustia indescifrable,
los niños que siempre jugaban con una pelota de trapo,
se han sentado en la esquina de la polvorienta calle,
a mirar sin ver.
La gente pareciera en esta tarde no tener rostro,
ni un gesto de saludo a pesar de las intimidades
que atan;
se han volcado en su angustia,
solo ven adentro,
se miran en un espejo interior,
que alucina,
hecho de filamentos, bulbos, sargazos
y algas engomadas.
¿Cómo volver la mirada, a ese mundo,
donde no acude la angustia
ni el dolor?







viernes, 28 de enero de 2011

La cuenta


Quiso detener la hoja acerada de doble filo que hundía en el vientre recio del hombre, el mismo que hacía la siesta en su mariapalito debajo del palo de mango, pero no pudo; en ramalazos le vinieron a la mente los !ayes¡ y dolores de los muertos que había dejado a su paso, en esa tarea sucia que todos le conocían de quitar y poner tierras como corinche de los latifundistas, y su puño hundió la falcada dos, tres, cuatro y tantas veces más, en la piel curtida del hombre , que se le cansó la mano y perdió la cuenta.

viernes, 26 de febrero de 2010

La muerte


En el ulular del viento,

me viene la memoria

de los muertos
sin velorios

ni rezos,
de viejas plañideras.

Hay una mueca trágica

en las horas

hechas de una ansiedad
contumaz

que se pega a la piel

como un mal recuerdo,

martillando el pensamiento.

La garganta la aprieta

un nudo de amargura,

mientras corren las horas

y no basta el alivio

de unas manos femeninas

que acaricien las cuatro puntas

del dolor.

Esta noche me emborracho,

que tengo los labios secos

de tanto ver pasar la muerte.

martes, 28 de abril de 2009

Distancia


!Cómo me duele
esta luna¡
sabiéndote distante.