Hacía mucho que esto no sucedía. Dejar de hablarle a Barry por algo que dijo y me enfadó. No sé si estoy enojada o molesta pero no me gusta sentir esto que traigo en el pecho que no sé qué es.
Mientras tanto todo transcurre entre silencios, ya mañana será otro día.
Sigo en el modo de limpieza profunda.
Hoy tocó sacar libros, revistas, trabajos de la universidad de Bruno y Laura. Es íncreible la cantidad de papeles que se acumulan en el transcurso de la vida.
Encontramos muchos recuerdos. Fotos, tarjetas, cartas, exámenes.
Por cierto nos dio mucha risa un examen de Bruno en el que sacó seis y con un clip el maestro le adjuntó el acordeón que usó para resolverlo. (A Bruno le costaba más trabajo estudiar mientras que Laura siempre sacó nueves y dieces. Hasta ¡Felicidades! le ponían sus maestros).
Un día sufrí un desmayo debido a que recibí una queja de los profesores de Bruno cuando iba en la secundaria.
Se volvió un desmadre. Teníamos que ir cada semana -de lunes a viernes- a cuidar a los chamacos porque no les hacían caso a los maestros. Estando una mamá ahí se detenían un poco en hacer fechorías. ¡Ah que jijos de la chingada eran!
Bruno era muy mujeriego -si es que en la adolescencia eso existe- me sacó canas verdes por eso. Había ocasiones en que se tardaba mucho en llegar de la escuela. Aí iba muy preocupada pensando que le podía haber pasado algo. Me lo encontraba a las afueras del colegio con la noviecita en turno. Y yo con mi cara de pocos amigos: ¿A qué hora Bruno? Entonces se despedía de su amiga y se regresaba conmigo muy modosito. Pinche chamaco.
Laura fue muy diferente, Siempre fue estudiosa, no daba lata, era muy educada (No sé a quien se parece) Con ella los diplomas estaban asegurados. Barry era el encargado de recibirlos junto con ella por su alto desempeño.
Puto Barry, ya me acordé que estoy enojada contigo.
En casa cada vez hay más espacio. Cada quien se ha llevado sus propios recuerdos en tanto yo me muevo libre como una especie de barquito. Solté amarras dejando que la vida me lleve a donde quiera, de todos modos el puerto al que he de llegar estará ahí esperando a por mi.
Chau.