Cuando cuentes cuentos cuenta cuantos cuentos cuentas porque si no cuentas cuantos cuentos cuentas no sabrás cuántos cuentos contaste.
¿Le bajo las estrellas pa´adornito de su pelo, seño?
Cuántas estrellas habrá en el universo mundo como decía Jesusa Palancares. El infinito es un número muy grande. Una estrella... dos estrellas... tres estrellas... inmensidad estrellas.
Pierdo la cuenta por su titilante movimiento. El salvajismo de mis párpados avasallando a las niñas de mis ojos. Cuéntale otra vez en lo que te escribo un verso dosificado.
Beatas de piernas cruzadas.
Tenía un encanto especial el cachito de cielo encerrado arriba de mi cabeza. Caracolas blancas. Perdida la mirada en la oscuridad contaba las que ya había contado. Los grillos tocan hoy. Violines itinerantes. Fin de la gira. Ámonos muchachas con la música pa´ otra parte.
Claroscuro adormecido.
Los gatos de juerga en la azotea. Peleas de borrachos por una minina de pelaje blanco. Coqueta altanera menea el rabo sentadita esperando ver quién vence para ir a retozar al techo de las azucenas. Tres casas abajo en dirección al callejón.
Calixto vs El Amarillo, adivina su color.
Maullidos y golpes al son que me tocan bailo. Dos de tres caídas sin límite de azotones.
Cuento el tiempo.
Horas, minutos, segundos derechito al abismo desvencijado de las cosas pasadas de moda. Cuento las letras de tu nombre. Cinco menos que las mías. Los ronquidos de Babo Alejandro despiertan la quietud de la casa. La cabeza es una fábrica de monstruos. Y tú que me dominas de las manos.
Metáforas aniñadas.
Comienza la lluvia. Cuento las gotas. Una... dos... tres... cuatro.. cinco.. seis... sieteochonuevediezoncedoc... muchas. Millones de gotitas estrellándose en los charcos futiles del pavimento. Aguaceros. En junio llegaban los gusanos. Muero de miedo. Sus patitas moviéndose en mi brazo. Es cosa de no ser indiferente.
Manía tengo yo de contar del 1 al 9
Sin ceros mi numeración es simple. Del uno al nueve y vuelta a empezar. Tantos nueves y yo sin tres. Si en 18 y en 5 quizá. En nueve para terminar en 20 o en 29.
Números rojos, acaba de una vez en 15.
Yo aquí y tú mirando pa´otro lado
como mero ejercicio de expresión.
No me quejo de la vida a sus espaldas, le grito sus verdades a la cara.
Cuestión de estilo.
No me quejo de la vida a sus espaldas, le grito sus verdades a la cara.
Cuestión de estilo.