La Ruedas de Lana es una ruta autoguiada que discurre por
el suroeste de la Rioja, por sierras de las que siempre he oído hablar por su
cercanía y quizás por eso nunca había dedicado tiempo a visitarlas. Así, recorrí
en solitario, con el apoyo de Estefanía que me esperaría al final de cada etapa,
las Sierras de Cameros Viejo y Nuevo, Cebollera y Demanda
El primer día
discurre por pistas asfaltadas primero, de tierra con buen firme después,
siempre
con bastante pendiente que transformarían en caminos
alfombrados de verde para llegar al
Collado de Arrizabala, lugar que podría estar
perfectamente situado en el Pirineo navarro pero
con la cima de San Lorenzo como fondo, aún con neveros.
Subo ahora a la Fuenfría para enfilar
el descenso hacia un lugar tan histórico como San Millán
de la Cogolla. Esa noche nos alojamos
en un pueblito al lado, Estollo. La propietaria de la
casa rural nos mostró con todo cariño sus
reformas y hasta nos mostró las verduras que después nos cenaremos
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| Vistas hacia San Lorenzo desde la Fuenfría |
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| San Millán de la Cogolla |
El segundo día
discurre por la Sierra de Camero Nuevo, comienza
entre pinares hasta llegar a un refugio perfectamente equipado donde me crucé
con un grupo de jubilados en caravana de todoterrenos que iban
allí a hacer de las suyas. Tras cruzar un
precioso hayedo comienza un descenso bastante técnico hasta Tobìa, a la sombra
de su impresionante peña, que tanto recuerda a Riglos. Cruzo después Matute y el río
Najerilla y tras una larga pista de pendiente moderada llego a
Serradero.
Una zona kárstica con ganado suelto dónde pedalear por sus campas de hierba es un placer. Queda ahora un desnivel de casi
800 m hasta Torrecilla de Cameros, nos espera
ambiente festivo y
como es habitual
en esta ruta una buena cena y mejor vino.
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| Peñas de Tobía (perdón por la foto) |
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| Peñas de Tobía tras pasar el pueblo |
La tercera etapa
comienza por una calzada romana hacia la Sierra de Cebollera, paso cerca
del Embalse del Rasillo y bordeo uno de los
pueblos más bonitos de La Rioja, Ortigosa de Cameros, situado al lado de un
profundo barranco con unas cuevas muy famosas que
en ese momento estaban cerradas .Tras atravesar
un gran robledal llego a otro precioso pueblo ,Villoslada de Cameros, que por
sí solo merece una visita. Tomo ahora la carretera que lleva a Lomos de Orio. En
ella motos y quads haciendo todo el ruido posible me hacen acelerar todo lo que
puedo huyendo , sigo por la Pista de Silla, que sin
descanso alguno corona el
Collado Viejo , sorprendido me encuentro allí
pastando mezclados vacas y ciervos
, pero las primeras se me acercan demasiado, o eso me parece, así que arranco
sin detenerme al
descenso, es técnico
pero
directo y llega al Embalse de
Piqueras. Lo rodeo
por las pistas de
mantenimiento que sin desniveles y de forma rápida me lleva a su inicio. Allí un
perro solitario se empeña en guiarme por
los últimos 7 km
a la Venta de Piqueras. Sitio mítico de la
zona. Le toca a la pareja que
lleva la Venta buscar al dueño del perro.