jueves, 1 de mayo de 2025
Creer
sábado, 4 de enero de 2025
Recapacitando...
"La única respuesta a la existencia debe ser la gratitud.
Pregúntate: ¿De qué estoy agradecido?.
No puedes tener fustración y gratitud al mismo tiempo."
*Frase que recorté de alguna revista.
jueves, 15 de agosto de 2024
Agosto hace que olvides todo.
-Las cosas están muy mal aquí Judit, yo de ti pensaría bien en volver...
-Está todo muy caro ...
-Está muy difícil...
-Tú ahí vives muy bien ...
Y así una retahíla de frases, una detrás de otra. No es que no quieran que vuelva, es el "deje" español: Quejarnos es nuestro deporte nacional. Con eso no quiero decir que no podamos hacerlo y que no sea con causa pero a veces es una queja sin pensar realmente en cómo están los demás.
Vivir en este país (Argentina) no me da un derecho especial a opinar si han cambiado o no las cosas en Europa. Pero sí me da una perspectiva de todo lo que tenemos y no valoramos o no lo hacíamos.
España, ese país pequeño siempre en guerra consigo mismo. Obviando sus privilegios; la tierra, los paisajes, la manera de vivir, la seguridad. Esto último lo más importante y que la gente desprecia con tanta mezquindad.
Seguridad. Aunque cada año que pasa se complique más, no se puede comparar con Latinoamérica.
Y no hablo sólo de seguridad al pasear, al salir a trabajar, al pasear a tu perro, a llevar los niños a la escuela. Seguridad de que no te asalten con un arma y te disparen porque el niño de 8 años que te apunta no le importa una mierda su vida porque su vida no tiene futuro.
Seguridad a que mañana la leche no se duplique y pasado se triplique. Que cada tres meses te ajusten el tanto por ciento de lo que subió el dólar a tu piso de alquiler. Que tu sueldo no suba a la par. Que hoy una camiseta o un pantalón vale el 7% de tu sueldo y desayunar cada día en una cafetería sería el 11%.
Que comparar España con Venezuela es una gran falta de respeto. Ni siquiera los Argentinos pueden hacerlo. Porque no, NO es lo mismo. Ni nos acercamos.
-Está todo muy difícil Judit...
Mis amigos y familiares No son gente de pasta, no les sobra, todos son trabajadores.
Pero la mayoría se ha ido de vacaciones: a Praga, a Biarritz, a Lanzarote, a Mallorca...otros a casas rurales por Cataluña, otros al País Vasco...
Mi madre es un claro ejemplo de señora jubilada con una pensión pequeña. Pero se va a desayunar algunas veces a la cafetería de su barrio. Se toma un autobús y se va a la playa. Queda con sus amigas para almorzar o para bailar.
No tiene grandes lujos si de lujos hablamos de ropa, zapatos y viajes en crucero.
Pero su vida es tranquila.
Aquí muchos jubilados todavía trabajan y no tienen una vida tranquila.
La mayoría de las personas tienen dos trabajos. "Changuitas" como dicen... y esa mayoría no puede permitirse "el lujo" ni de ir a desayunar, ni almorzar de "vez en cuando".
España está a años luz de parecerse a Latinoamérica aunque todo haya empeorado. Aunque le vayamos pisando los talones. España no tendría la inmigración que tiene si no fuera un buen lugar para vivir. Un lugar seguro. Que es lo que olvidamos cada día los que tenemos pasaporte de la comunidad europea.
Y me agota escuchar a mis colegas, que todo está tan y tan mal...me agota.
Una de las cosas que hizo que mi cabeza hiciera "el click" para volver es la seguridad. Es casi improbable que te asalten para robarte el celular o la bicicleta. O te esperen a la noche en la puerta de tu casa.
Y ahora, yo necesito vivir en un lugar pequeño, donde la playa está a 40 o 50 km y no a 400km. Donde puedes visitar cualquier ciudad de la península en tres días. Donde todo está ordenado y limpio. Donde puedes proyectar futuros sencillos y seguros...
La decisión fue dolorosa. Pero al final siempre debes ver lo que más necesitas y lo que en verdad es. Y la realidad es que en España se vive mejor. Por desgracia no lo valoramos hasta que vemos otras realidades.
miércoles, 31 de julio de 2024
Menos dramas caperucita
martes, 8 de agosto de 2023
Tony y Susan o Animales Nocturnos
miércoles, 24 de agosto de 2022
Cafés
viernes, 2 de abril de 2021
Visualizar
I'm waking up
I can feel it all
I'm waking up
I can breathe
I can love for you
I'm waking up
waking up
domingo, 24 de enero de 2021
Juntar palabras
Hace mucho que no escribo en serio. Me duele no escribir.
Escribo estupideces mayormente positivas en mis dos cuentas de Instagram. Pero odio Instagram.
Aún así lo utilizo. Porque es una red diseñada para el móvil. Blogger está diseñado para sentarse delante de un ordenador. Y pareciera que he perdido la costumbre de sentarme y escribir.
Me compro cuadernos y me digo una y otra vez que volveré al formato papel y escribiré un pequeño diario con fotografías bonitas y pensamientos negros. Pero los cuadernos siguen apilándose. Y yo sigo sin escribir. Quizás necesite incertidumbre y malas noticias para juntar letras. Quizás como siempre juntar palabras hace que la vida sea más fácil. Y la incertidumbre y las malas noticias menos malas valga la redundancia.
Supongo que por eso estoy aquí hoy. Justo hoy. Porque aunque me haya propuesto seguir positiva en modo automático, como me dije hace muchos meses, a veces el miedo te atrapa. Y el miedo es algo que te atora, que te deja sin respiración en un rincón. Que hace que se te congele la sangre y te tiemblen las piernas. Que tambalees. Y hacía tiempo que esa sensación no existía en mi mundo.
Pero mi mundo se está volviendo resbaladizo.
Cuando el cáncer entra en tu vida y en tu casa e invade tu espacio, todo se paraliza. La vida queda en suspenso. El futuro queda incierto. Volátil. Ya no hay futuro tangible. Hay futuro presente.
Y es raro pensar en un futuro sin páginas llenas de proyectos. Se hace extraño.
De pronto todo adquiere otra magnitud. Al principio, durante meses, no te das cuenta. Un día, de repente caes frente a frente con el miedo. Lo miras a los ojos fijamente, no parpadeas, no respiras, mantienes el aliento y lo sientes. Penetra en tu cuerpo, en tu mente en tu espíritu. No puedes correr hacia ningún lugar, no puedes escapar. Sólo puedes sentirlo. Debes dejar que invada cada rincón de tu ser. Debes saborearlo. Sufrirlo. Para volver a respirar. Para volver a ver.
Ver entre rendijas. Entre presentes. Siempre el presente.
Debes aferrarte a él.
Quiero poder sentarme y escribir. Escribir como si de brujería se tratara, como si el teclado fueran brazos y piernas danzando alrededor de un fuego grande, anaranjado y caliente. Moviéndose al compás de un tarareo mágico, embriagador, conjurando hechizos.
Escribir hace que todo lo difícil se vuelva fácil. Que la tristeza se calme. Que la furia se apacigue. Que la incertidumbre se diluya. Escribir hace que seas la presa que abre sus compuertas en tiempos de lluvias que no cesan. El río que se desborda. El huracán que todo lo arrasa.
Y al día siguiente ser el sol que todo lo ilumina. La claridad que da esperanza.
martes, 24 de marzo de 2020
Muerte al grillo!!!
lunes, 23 de marzo de 2020
Bizcocho y chocolate
Recuerdo cuando mi madre hacía bizcocho de yogur y limón y hervía chocolate. Y
se juntaban en nuestra cocina unos cuatro o cinco niños del barrio.
En esa época las cosas no andaban bollantes. Ese bizcocho era una alegría para nosotros y los demás niños. Nuestra casa era la única que siempre estaba llena de niños.
Y siempre había alguno a comer.
Y eso que nos faltaba más que nos sobraba. No recuerdo pasar jamás hambre pero hoy en día sé hacer diversas sopas y cocinar algo bueno de cualquier sobra.
Recuerdo cuando subían a la puerta de casa y yo no debía moverme, alguna mujer vestida de negro con niños de caras sucias y ropas viejas, esperaban a que mi madre les diera una bolsa de leche, harina y algún paquete de fideos. Y no nos sobraba. Pero ella me miraba y me decía: pobre gente.
Luego, la miraba sentada en el sofá fumando, con su bolígrafo y su pequeña libreta apuntando todos los gastos del día. Porque seguro nunca llegábamos a final de mes, pero yo era muy pequeña para saber qué era eso. Pero "sabía" que las cosas no iban.
A día de hoy casi como una manía, tengo una agenda sólo para apuntar todos los gastos diarios.
Algunas cenas que recuerdo eran a base de puré de patatas de bolsa y un trozo de hígado frito con ajo y perejil. Creo que ahí empecé a ser vegetariana. O cuando íbamos a la carnicería a comprar "carne de caballo" y yo miraba las neveras e imaginaba al caballo trotando por el campo.
Nunca me han gustado las carnicerías. Su nombre ya indica todo.
Pero a los seis años no puedes tomar decisiones. Al menos antes.
Yo siempre acompañaba a mi madre a todos lados. Yo era una "rata sabia" como ella me llamaba. Sí. Me quedaba con todos los detalles y los almacenaba aunque no los entendiera.
Y quizás te ayudan a comprender en qué consiste todo. Al menos lo básico.
martes, 21 de agosto de 2018
Bella ciau
martes, 3 de julio de 2018
de...
Siempre fui muy cobarde para todo. Pero también muy resistente. No sé si son dos adjetivos que se complementan. Pero podría definirme así. Es tan extraño cómo nos vemos nosotros y cómo nos ven los demás. Qué proyectamos para que se hagan una imagen que quizás no es la que corresponde a lo que eres. O lo que crees que no eres. Últimamente hay dos versiones de mi misma. Pero ya no me desdoblo como antes, con la facilidad camaleónica que me caracterizaba. Perdí esa intensidad.
De pasar de un lado a otro. De luchar. De sonreír a pesar del lado en el que estés.
Es como si todo lo que deseaste, todo lo que buscaste, todo lo que te esforzaste, todo lo que anhelaste, fuera sólo una imagen borrosa de una realidad pasada.
Crear un sueño basado en grietas.
Grietas propias de nuestra naturaleza humana. De pedestales que se caen.
De no saber qué caminos elegir para seguir avanzando.
Por suerte, los días sí avanzan y con ellos llegan las soluciones.
jueves, 17 de mayo de 2018
Mirando hacia atrás para ir hacia delante...
En todas esas conferencias que veo y escucho sobre crecimiento personal, lo primero que te explican es que uno ha de encontrar el sentido a su vida y a su trabajo.
Yo estoy en la etapa de mi trabajo.
Debo darle sentido.
Bien...pero he de saber primero de todo ¿cuál es mi trabajo?
Cuando me preguntan ¿cuál es tu profesión? Me gustaría poder decir diseñadora de bisutería...Pero no me sale. Contesto: vendedora.
Y sí...toda la vida he estado en una tienda vendiendo. Y soy eso, una vendedora.
Pero luego, si me paro a pensar, soy un poco más que eso.
Creé una tienda. Y digo creé, porque "Itta Boutique" no era un "simple comercio". Era un nuevo concepto de comercio. Era diferente. En su momento no lo supe ver.
Ni siquiera valorar.
Y después de ocho años renuncié a seguir porque no encontraba la motivación suficiente para luchar contra una crisis que empezaba a arrasar con el ánimo y el bolsillo de todo el mundo.
Y de ir contra corriente. Y ante todo; no quise ir en contra de mis creencias e ideales.
A pesar de quedarme sin trabajo. A pesar del asombro de todo el mundo.
Al final para todos fue, "otra" tienda más que caía por culpa de la crisis.
No me arrepiento. Nunca lo he hecho.
No fue una decisión drástica.
Hacía tiempo que veía la tendencia general y no era muy alentadora.
Llevaba mucho tiempo esforzándome. Y no veía la contrapartida. Quizás no estaba tampoco en un buen momento personal y se mezcló todo. Pero no podía con según qué comentarios de algunas clientas. Debería haberme quedado con las cosas buenas.
Con todas esas personas agradecidas que valoraban el trabajo.
Por todas esas clientas fieles.
Pero no me alcanzó.
No me alcanzaron los ingresos ni sus sonrisas.
Las más auténticas, las que no sólo eran clientas, están ahí. Seguimos en contacto.
Mis ideales...siguen siendo los mismos. Un comercio justo y ético.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
A ti, que un día fuiste feliz por tener un perro.
A esas personas que en un momento de su vida, compraron, adoptaron o les regalaron un animal y olvidaron su compromiso y su responsabilidad.
Porque vivimos a tope. Con muchas cosas que hacer. Porque no deseamos estar en casa.
Porque no deseamos trabajar más de la cuenta.
Porque pasear al perro es un coñazo. Aunque nos digan que caminar va bien...
Y los pelos por toda la casa un desastre. Porque babea.
Porque no para un segundo y lo muerde todo.
Porque sólo quiere jugar y no se cansa.
Porque lo deja todo perdido cuando bebe agua.
Porque no nos gusta que le de lengüetazos al niño.
Porque queremos irnos de vacaciones.
Por...
Porque la realidad nos supera.
Y nunca pensamos que nos daría tanto trabajo!
Luego, tienes remordimientos, tampoco quieres separarte de él.
Abandonarlo en la calle, eso es de mala gente...
Si lo encierras en el balcón o la terraza...
Ya no hace falta pasearlo tantas veces, total se lo hace todo ahí.
Y no nos peleamos con la familia por el perro. Lo hacemos por otras cosas.
Con el tiempo, a veces no recuerdas de cambiarle el agua.
A veces estás en la cama y recuerdas que debías haberle dado de comer, pero ya lo harás mañana, porque por un día que no coma, no se va a morir.
Tampoco piensas que puede estar a más de treinta grados ahí afuera o a menos cinco.
Total, que se meta en la caseta.
Total, es un perro.
Y no te das cuenta, pero el perro, cada vez se mueve menos, porque éstos son seres sociables, que necesitan del contacto de otros seres. Pero no te das cuenta.
Sólo piensas, menos mal! ya no ladra!
Y quizás, un día alguien llama a tu puerta y te pida que le regales al perro que ve en tu terraza o balcón y está en los huesos.
Y te indignas! Porque tú tratas a tu animal súper bien.
Quizás estuviste un poco despistado, porque tienes mucho trabajo y los niños y la familia y todo eso... Y qué narices! el perro es Mío y hago con él lo que me da la gana!
Cómo si quisiera dejarlo morir de hambre!
Y eso es lo que haces, quizás sin ser consciente del todo.
Quizás conscientemente.
No lo sé.
Hay una nueva manera de abandonar. Por personas "normales".
Que son nuestros amigos, familiares, vecinos...
Tener un animal no es una obligación.
Por mucho que tus hijos te "exijan", te lloren, te den la vara...
Nunca pienses que un niño se hará cargo de la responsabilidad de cuidar a un animal.
Es simple, si no se cuidan ellos solos, menos se cuidarán de un bicho. Son niños.
La realidad: a la semana, tus hijos no se acordarán del animal.
Y tú deberás hacerte cargo.
¿Estás dispuesto a tener más trabajo?
Si estás dispuesto a ello, te contaré un secreto.
Un animal te ofrece amor incondicional. Ten tiempo para observarlo.
Para mirarlo a los ojos y ver cómo te mira.
Cómo te pide las cosas que necesita a través de sus ojos.
Cómo reclama tu atención.
Cómo se acerca a ti. Como te persigue a todas partes de la casa. Quiere tu compañía. No le importa si hueles mal, si estás despeinado o vas en pijama.
Si estás triste, se sentará contigo durante horas, dormirá contigo, te dará hocicazos.
Te dará calor. Te dará amor.
No le importará si un día tienes mal humor y lo pagas con él.
Te seguirá queriendo.
Será feliz si le dedicas horas de tu vida, para pasear, para jugar, para descubrir lo que le gusta.
Piden poco. Sólo tu paciencia. Que no te enfades por lo que puedan romper.
Los animales no entienden de dinero.
Les da lo mismo un sofá cochambroso que uno de tres mil euros.
Les da lo mismo una camita de diseño que una cama de los chinos.
Sólo quiere un lugar para descansar.
No pienses que piensan como tú.
No te diré nada más, por si decides descubrir por ti mismo qué más puede ofrecerte y enseñarte.
Infórmate de qué tipo de animal puedes tener.
Por tu manera de ser, por tu tiempo, por tu dedicación.
Si te decides, ADÓPTA antes que comprar.
Déjate aconsejar en una protectora. Hay cientos de ellas en tu ciudad.
Y ellos tienen experiencia.
Te entregarán al animal en condiciones.
Con cartilla, xip, vacunas, desparasitado y esterilizado.
Y normalmente el costo es justo para cubrir el veterinario.
Piénsalo.
TENER UN ANIMAL NO ES OBLIGATORIO.
Y ES UNA RESPONSABILIDAD.
Auténticos Metropol!!!!!!
lunes, 14 de agosto de 2017
La vida es una apuesta, elige y déjate llevar. Frank Underwood (House of Cards)
Sólo me diré que yo no tengo tiempo.
Ya hay otros que hacen cosas...hay otros que creen que se puede mejorar.
lunes, 7 de agosto de 2017
un poco de todo...mucho de nada...
sábado, 1 de abril de 2017
Nunca nada es para siempre
viernes, 17 de febrero de 2017
Zapatos Rojos
Dicen que la felicidad es fácil...sólo debes abrirle la puerta y dejar que entre. Sólo debes preparar una sonrisa y que las arrugas de los ojos hagan surcos para dejar huella en tu cuerpo de todas las risas que acumulaste a lo largo de los años.
Supongo que es dejar de tener miedo a la vida, simplemente.
Y pensar que todos tenemos derecho a ser felices, a pesar de...¿no?
Todos tenemos muchos "a pesares" y nos doblegamos ante ellos.
La comodidad es más sencilla que arriesgarse a otras historias.
Dicen que más vale bueno conocido que malo por conocer...y así...¿dónde encontramos esas oportunidades? Y donde quedan nuestros instantes...
Abre la puerta al color de la vida, del llanto, de las risas, del miedo, del silencio, del dolor, de la alegría, de la desesperación, del amor, del desamor, del tiempo...que corre detrás tuyo...
le doy la oportunidad al blog de autodestruirse o mutar...
a mi misma también
me voy a robar sueños ajenos
besos
hasta pronto
viernes, 9 de septiembre de 2016
Cuentos insensatos, quizás enajenados y absurdos...
Cuando la melancolía lo inunda todo durante días uno ha de buscar la forma de salir de ella, porque no puedes instalarte en la tristeza ni en la maldad del mundo para siempre. Porque la línea que te separa de la insensatez es tan fina que sólo hace falta inclinarse hacia delante y dejarse llevar por el peso del viento.
Porque una vez que saltas jamás regresas.
Es como entrar en el país de las maravillas y ser una Alicia perturbada del mundo real. No hay conejos, no hay chisteras, no hay gatos con sonrisas extravagantes, ni frases inteligentes que te hagan sentir mejor. Quizás si los vieras de verdad, si convivieras con esa realidad y se pegara a la tuya, si despertaras cada día en ese lugar distinto, pasaras un pie y luego el otro, te sumergieras, te adentraras, te perdieras. Quizás. Sólo sería un quizás. No sería exacto.
Luego, desintoxicada pudieras de nuevo volver a la superficie. Tuvieras un camino de retorno marcado, aunque fuera con minúsculas gotas de sangre que te recordaran que siguiéndolas llegarías a la casilla de salida. Empujarías esa puerta imaginaria y saldrías de nuevo a la realidad. Esa realidad atroz, instrínseca, que no deja espacio a la utopía. ¿Quieres salir?
Mira atentamente y no te pierdas en detalles insignificantes. El barullo de la vida que corre aprisa entre la multitud, esquivando razones. Sorteando debilidades.
La vida está allí fuera. ¿Cuál es tu verdadero quizás?
No hay verdad alguna que cubra todas tus preguntas. Ni historias mágicas que cubran todas tus desesperanzas. Ni cuentos que te expliquen tus anhelos.