Bookends
Editorial Salamandra (2003)
Tapa blanda
312 páginas
Chick Lit
Reconciliarse con una vieja amiga es algo muy bonito sobre todo si estás
dispuesta a aguantarla de nuevo.
Han pasado casi diez años desde que
Cath y Portia, amigas inseparables en la universidad, tomaron rumbos
diferentes. Algo gordo sucedió entre ellas, y aquel grupo de amigos tan
enrollados acabó disolviéndose después de graduarse.
Desde entonces,
todos han estado buscando más o menos lo mismo, la pareja soñada o el
trabajo ideal —las dos cosas a la vez sería demasiado pedir—, hasta que
un buen día, por fin, se cumple el sueño de Cath: dejar su carrera de
publicista para abrir un café-librería junto con Lucy, la mujer de su
amigo Josh.
Pero como la felicidad nunca es perfecta, el día de la
inauguración se presenta nada menos que Portia, en lo que parece un
intento de reconciliación. Y como los problemas nunca vienen solos, la
vida de Cath empieza a volverse la mar de entretenida: mientras se
esfuerza en concretar una cita con James, su nuevo ligue, tiene que
levantarle la moral a su amigo Simon —un eterno romántico que aún ansía
encontrar el amor perfecto—, y al mismo tiempo vigilar de cerca el
comportamiento de Josh, que parece muy interesado en la canguro de su
hijo, Ingrid, una chica sin escrúpulos que a su vez les tiene preparada a
todos una sorpresita de mucho cuidado.
Ante semejante movida, ¡menos
mal que existen los libros!
Cath hace grandes amigos en la universidad, hacen un grupo dispar pero lo pasan fenomenal. Entre ellos esta Portia. Es una chica pija guapísima pero con la que se divierten mucho. Todo se va al traste despues de que Portia juegue con los sentimientos de Josh. Entonces se van distanciando todos de ella.
Pasan los años y todos siguen en contacto menos esta última. Josh, Simon y Cath son inseparables y a ellos se les ha unido Lucy, la esposa de Josh. Un día Cath y Lucy deciden montar un café-librería, y es en la inauguración cuando vuelve a aparecer Portia, que ahora es la guionista de una famosa serie de televisión... y todo se vuelve patas arriba.
Bueno, pues me ha resultado una lectura muy muy lenta, y muy muy pesada. Las primeras cien páginas han sido pesadísimas, e incluso he estado a punto de abandonar el libro. No me ha divertido nada, y el humor de la autora a mi no me ha hecho ninguna gracia.
Tampoco he empatizado con ningún personaje, la trama no me ha sorprendido nada... es que ha sido una de esas lecturas que sabes que vas a olvidar completamente en un par de meses.
Creo que lo más interesante del libro es cuando Simon descubre que es seropositvio. Me ha parecido muy curioso ver como se planteaba esta enfermedad a finales de los 90 y lo distinta que es ahora, son cosas que normalmente pasan inadvertidas. Me pasó algo parecido con un libro que leí hace unos meses que iba de trasplantes en los años 90... se notan mucho los avances en veinte años.
En conclusión, este libro ha sido un autentico rollo patatero. Al ser chick lit pensaba que iba a ser divertido, y me ha resultado aburrido y tedioso. Creo que el humor inglés y yo no tenemos nada de feeling. No se si volveré a leer a esta autora, me han dicho que tiene libros mejores, y eso espero porque vaya rollo de libro.