Ian Rufford es un hijo menor de un
noble inglés que en el transcurso de un viaje acaba siendo atrapado como
esclavo y vendido como tal por una hermosa, exótica y misteriosa mujer.
Finalmente es abandonado en pleno desierto de Egipto después de haber
sido sometido a todo tipo de humillaciones, abusos y torturas. Logra
embarcarse en un barco con destino a Inglaterra donde quiere visitar a
un médico especializado en enfermedades sanguineas para curar una
extraña enfermedad que padece tras el infierno vivido en África.
Elizabeth Rockewell es una joven que
tras la muerte de su padre, investigador y organizador de expediciones
arqueológicas en Egipto, se ve obligada por las circunstancias a volver a
Londres para vivir con una tía paterna que pretende buscarle un marido,
no importa cuál, total la pobre no puede aspirar a gran cosa...
Elizabeth de padre inglés y madre egipcia, vive a puente entre dos
culturas, dos estilos de vida y no se siente a gusto en los ambientes
refinados y costumbres de la sociedad inglesa.
Ian y Elizabeth embarcan en el mismo
barco donde se conocen y posteriormente vuelven a encontrarse cuando Ian
busca a la chica, erudita y conocedora de transcripciones y textos
antiguos, para que le ayude a desentramar el misterio de su extraña
enfermedad. Ian es un hombre cubierto de cicatrices tanto físicas como
mentales, que encuentra en Elizabeth una mujer atípica, refrescante y
ávida de conocimiento y aventura...
Opinión
Lei este libro por una lectura común, ya que si no lo hubiese pasado por alto. No se como catalogarlo, porque enseguida sabes que enfermedad tiene Ian. Lo curioso del libro es como lo van descubriendo esta pareja, y más con lo que era la sociedad en aquellas epocas, y lo peculiar de dicha enfermedad. No puedo decir más o fastidio el libro.
No me llegó a atrapar (como a mi me gusta que lo hagan las novelas) en ningún momento, pero se lee bien y es entretenido.