Fotografía: @azarova
- Te costó, ¿eh?
- ¿Por qué lo dices? ¿No te gustó?
- Síiiii, muchísimo. No me refiero a eso. Quiero decir que te costó decidirte a dar el paso.
- ¿Eso crees?
- Claro, era evidente la atracción y el deseo entre nosotros. Pero no te dabas cuenta.
- Sí lo hacía. Y no sabes cuánto disfrutaba ese brillo en tus ojos distraídos cuando te hablaba.
- ¿Sabías que no te escuchaba?
- No te enterabas de nada de lo que te decía, pero me mirabas tan bonito… Yo sólo tenía que seguir hablando hasta que dieras el paso.
Aspira una larga bocanada de humo y espera a expulsarlo todo lentamente. Luego mira de reojo la línea de su cuello. Y piensa en voz alta.
- Quien tiene magia no necesita trucos...