No busques poesía tradicional en este blog. Esto es lo más parecido a un poema que soy capaz de escribir.
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viernes, 1 de mayo de 2020

Diferentes versiones para una misma cosa #2


Me encantaría no dormir si es contigo.

Otra versión

Si no duermo, que sea por ti.

Otra versión más

¿Quién necesita dormir aquí?



martes, 28 de abril de 2020

Hablemos (poema + audio)





Hablemos.
Porque no es lo mismo que nos quedemos sin nada por decir
a que no nos quede nada más que decirnos.
Adoro cuando se (nos) hace tarde porque nos dio por hablar,
o mejor dicho,
cuando se (nos) hace pronto y seguimos sin dormir.

Porque me gusta que "pierdas" el tiempo conmigo y que no te importe.
Las cosas que merecen la pena, requieren al menos de ganas y tiempo.
Y yo siempre tengo de estos dos para ti.
Y aunque a veces tenga la sensación de no tenerlo...
siempre estoy dispuesta a "perderlo" contigo.
Y eso a mi, tampoco me importa.
En esto si que me gusta que nos (des)importemos.

Porque si pensar alcanzara no sé cuántas veces habría ido y vuelto ya.
Porque cuando tiene que ver contigo siempre quiero volver.
El hecho de estar para mí ya es suficiente.
Me basta.
Y me gusta encontrarte sin apenas buscarte.

Que elijo un contigo a un sin mí,
porque sin ti no es lo mismo.
Ni yo soy la misma.
Aunque esto quizá no lo entiendas.
Y porque prefiero que me hagas de todo a que me hagas falta.
Para bien o para no tan bien.

Creo que nunca te he dicho
(al menos en estos días)
que contigo, quiero.
Y que me moría de ganas de decirte que te estaba echando de menos.
Y por no decir…
hasta me callaba lo mucho que te sigo queriendo.

Hay gente que de la vida solo se queda con eso, con la ida.
Y yo del tiempo me quedo con el ti.
Porque te quiero por como eres pero también por cómo me haces ser a mí.
Quiero que sigas siendo tú, conmigo.
Que yo no te podré mentir.
A veces pienso, que donde todo acaba, ahí es donde empiezas tú.
Y creo que me he liado al intentar explicarte la diferencia entre querer y necesitar.
Aunque esto también me suele pasar cuando quiero diferenciar el ser feliz del estar contenta.
(pero lo segundo no tiene que ver contigo, al menos hoy, solo quería hacerme entender).

Me apeteces incluso los días en los que no me apetece nada.
Ni nadie.
Y si vienes a quererme esos días…
¿es necesario decir algo más?.

¿Hasta dónde me cuento de mí misma?.
¿Hasta dónde te preguntas tú?.
¿Hasta dónde estoy dispuesta a pensarte?.
¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar?.
Sin pasarnos, sin dolernos, sin marcharnos.

Porque estos días en que no te tuve,
me pregunté tantas cosas…
y podías no estar presente pero seguías aquí conmigo, siempre.
Porque parece que no me importa nada pero lo vivo todo.
Y es un error pensar en que sí los demás no saben lo que te pasa, 
pues debe ser... que no te pasa nada.
Te puede estar pasando (de) todo y eso sí que es importante.
Porque adivinas no somos.
Y no creo que lleguemos a serlo nunca.
Porque eres de (v)ida y vuelta,
y de la vida yo me quedo con todo,
contigo y con todas (s)tus letras. 

Imaginarse la vida y encontrarte.


miércoles, 25 de marzo de 2020

Sonríe

Que te desnuden la sonrisa y te vistan el cuerpo.
Eso es amor sin intereses de por medio.

Tengo vestida toda tu desnudez
¿siempre te vistes tan bien?

miércoles, 18 de marzo de 2020

Salvándonos

No sé quién rescata a quién.
¿Si tú a mi
o
yo a ti?
y así estamos…
(siempre)
salvándonos mutuamente.

jueves, 6 de febrero de 2020

Dispara (tes)



A veces me veo hablándote de cosas
sin saber muy bien
cómo hemos llegado hasta ellas.



martes, 4 de febrero de 2020

Buen entendimiento #2

- ¿Cómo estás? 

- Últimamente esa es la pregunta más difícil que me puedes hacer…

- ¿Cómo no estás?

viernes, 24 de enero de 2020

Meridianas

Cuando yo amanezco


  tú anocheces. 
                                       

sábado, 30 de noviembre de 2019

Pruébame

¿Quién sabe?
A lo mejor un beso de esos que tú te imaginas…
puede llegar a ser el mejor beso de mi vida.

Pruébame.

Y saldremos de dudas...

jueves, 21 de noviembre de 2019

Verso a beso

Quiero besar unos buenos versos y versar unos buenos besos.
Y te lo cuento...
Sólo si me das un buen be(r)so.

martes, 5 de noviembre de 2019

Prensado poético

No te imaginas todo lo que me haces sentir,
aunque yo me empeñe en decir que no siento nada.
No deberías creer todo lo que te digo.
Porque no miento (y menos a ti) pero todo poeta tiene algo de mitómano.
Y no es que yo me sienta poeta (y menos ahora) pero podría hacerte creer casi todo lo que me propusiera.
Voy a intentarlo.
Te amanecí de nuevo.
No se si hicimos el amor (ya)…
o el amor nos hizo...
Y hace tanto que no amanecemos de verdad,
que tengo olvidado el color de tus mañanas,
como el de tus ojos y mira que tengo con qué compararlo…
O tu sabor, no sabes bien lo bien que sabes…
O de la efimeridad de los besos que aún no nos dimos.
Y quisiera empadronarme en tu cuerpo y obtener un permiso de residencia indefinido, para poder habitarte todas las noches sin miedo a que me deporten a donde sea que no estés tú.
Viajar fuera para volver dentro.
Para sentirlo todo desde las entrañas y no sentirme foránea.
Emigrar a tus montañas y pasarme días y noches (enteras) subiendo y bajando por ellas, hasta que dé con un volcán (en erupción) sin tener miedo a que(dar)marme con él.
He visto desnuda tu alma cientos de veces,
¿Quién necesita ver entonces un cuerpo?
Dormida eres menos anónima.
Esta sicalipsis por no tenerte es un desmán que no acepto.
Y como no lo acepto, me lo invento.
Lo ves, quizá te mentí… ¿me llegaste a creer?
Me inventé un poema con tu nombre y ni siquiera te nombré.
Imagínate.

lunes, 7 de octubre de 2019

Vaciarse del vacío

Hubo un tiempo...
en que...
sentí frío,
mucho frío.

Como sí me convirtiera...
en un cubito de hielo
y
fuese
recorriendo
mi propio cuerpo.

Escalofríos,
temblores,
principio de congelación...
¿Qué hacer para no partirme en dos?.

Derretir con caricias la rudeza de la rutina,
esa que es tan difícil de soportar cuando se presenta sin avisar.

Ahora soy consciente de la cruda realidad del desgaste...
mientras desearía volver a la inocencia de mi niñez,
para no darme cuenta (otra vez) de todas estas cosas.

Vaciarnos del vacío,
cómo del estómago,
no introducir nada
que no pueda salir,
expulsar hasta las lágrimas,
que no quede ni una,
que nos deje en sequía
partes del alma.

Y que llueva,
no sólo sobre mí,
no sólo sobre ti,
y que lo inunde todo.

Que llueva cantidad de deseo
de ese que se siente por dentro
y que parece,
que el tiempo
obliga
y
pone a dormir.

Que llueva hacia arriba,
que llueva hacia afuera,
pero que nunca más,
lo haga hacia dentro.

Vaciarse del vacío,
de todo el sinsentido,
de todo aquello que quedó por decir
y que por la tanto
ni siquiera llegó a poder ser.

¿Qué más se puede decir cuando crees que ya está todo dicho?.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Yo mi me contigo #1

No tengo miedo a sentir.
Lo que sí me da miedo es no llegar a sentir nada.

jueves, 26 de septiembre de 2019

Ejemplo práctico


Me encanta encontrar "cosas" que no estoy buscando.
Como por ejemplo, tú.


lunes, 16 de septiembre de 2019

😊

Cuando pienso en ti,
sonrío.

Y cuando pienso en tu sonrisa,
no sé dónde voy,
pero me voy.

(y bien lejos de aquí...)

domingo, 1 de septiembre de 2019

Mira tú

Y tú con esos ojos, niña, del color del mar.
Mira tú sí abarcas inmensidad...

martes, 9 de julio de 2019

¿Qué será?

No me gustan todas.
Y las mujeres que suelen gustarme no se te parecen.
Pero es que no sé que me pasa contigo…
no es normal ni que me gustes tantísimo…
ni que de ti me guste absolutamente todito.

domingo, 30 de junio de 2019

Post tonto

Cuando pienso en ti,
pienso en poesía.
Eres como un poema,
un poema largo.
Tan largo…
como un diccionario.

Páginas y páginas donde todas las palabras tienen sentido…
porque empiezan y acaban en ti y en todos mis versos.
Donde hay palabras feas pero que no te las digo.
Donde hay palabras imposibles pero que por ti, pronuncio.
Donde hay palabras que desconozco pero que estoy dispuesta a aprender si es contigo.

Lo mas curioso es…
mira por donde…
que en ese diccionario de bonitos palabros
casi todos riman con tus labios.

viernes, 14 de junio de 2019

Sueños son...

Llevaba un rato observándote,
solo mirándote.
(tú, también)
Y con un impulso (casi) exagerado
y algo de mala educación,
fui hacia ti e interrumpí la conversación….

Me dio igual.
Extendí mi mano
y te pregunté:
¿te vendrías conmigo?
No respondiste…
pero agarraste con fuerza mi mano y empezaste a andar...
casi dejándome atrás…
haciendo que yo te siguiera,
mientras que tu no me soltabas…

Lo siguiente que recuerdo es que pensé,
en la soledad de un colchón cuando está vacío.
Y en que juntas
(tú y yo)
aniquilamos toda (esa) soledad con la presencia de nuestros cuerpos.
Lo llenamos de deseo, con tus maneras, con caricias, con esos besos…
y esas ganas de (des)importarnos (de) después.
Me llene la boca con tus pechos.
(dos grandes pechos)
mientras casi podía morder el corazón que había entre ellos…
latidos,
pequeños bocados de alivio…
y su ritmo,
ese bum bum bum…
que todos conocemos y que todos queremos sentir…

Recuerdo tu vientre,
recuerdo tus piernas,
recuerdo tus manos alrededor de mi cabeza,
como indicándome el camino a seguir…
(camino que yo (ya) tenía muy claro)
un camino que a medida que lo iba recorriendo lo iba llenando de lengüetazos…
y de una desfachatez que sólo tu podías entender…
y tu voz entrecortada,
con acento a no se qué…
pidiéndome que no parara…
y yo (por supuesto que) no paré.

Un (des)control imponderable y excesivo salvo para quien lo siente.
Influyeron mis ganas,
(y mis ganas de querer)
de querer follarte y de querer (de)gustarte.
Todavía creo sentir,
el temblor de tus piernas en mis orejas…
todavía recuerdo la ricura de aquellas succiones en mi ego.
Que no es que sea muy grande pero lo tengo.
(el ego me refiero)

No recuerdo mucho más,
solo que volvimos al lugar de donde nos habíamos ido.
Lugar del que creí rescatarte…
aunque quizá fuiste tu la que me salvaste…
y allí separarnos,
allí soltar tu mano,
y notarte ruborizada mientras te preguntaban ¿si estabas bien?
no alcancé a leerte los labios
(esta vez no)
pero no me importó,
no lo suficiente.
Yo no podía dejar de mirarte…
y lo cierto es…
que tu a mi tampoco…
de ahí toda mi (des)importancia…
por las cosas que si importan.

Deberíamos sentir más en vez de intentar entender que es lo que sentimos.
No vamos a buscar más explicaciones que quizá las haya…
y ya sabes lo que se dice por ahí…
que los sueños, sueños son…
y te doy permiso para colarte en ellos,
siempre que quieras y te apetezca.





domingo, 2 de junio de 2019

Hable con ella #1


¿Y quién escucha?
Creemos que comunicarnos consiste en hablar y lo más importante es escuchar.

Si, te estoy escuchando. A ti, siempre te escucho.

A veces, buscando respuestas nos olvidamos de sentir, de vivir.
Y tal vez, se trate de vivir esas emociones...
Vivirlas y escucharlas, porque tienen más información sobre nosotros mismos que la razón.
Se trata de encontrarle un sentido a vivir, lo que cada vez cuesta más porque se empeñan en decirnos por qué y para qué estamos viviendo y a menudo, no tiene nada que ver con lo que realmente queremos o necesitamos.
¿No dices nada?

Sigo escuchándote. Además, ya sabes que yo soy más de frases cortas.
Estoy pensando en una y ya está a puntito de venirme...
Es que siento vértigo cuando me elevan alto porque tengo miedo a caer bajo.

El vértigo nace de dentro, de bien adentro, de donde los sentimientos anegan la razón y el control.

Sigo creyendo que mejor vacía de todo que llena de nada.
Y porque creo que no puedo vaciarme hasta del vacío... que si no también lo haría. Créeme.

¿Cómo con tan pocas palabras puedes hacerme pensar tanto? Eso es un don.

Te voy a contar un secreto, acércate...
Confieso que me gusta hacerte pensar... y que también me gustaría saber explicarme tan bien como tu.
Lo que más valoro de una amistad es precisamente eso, que me hagan pensar durante pero sobre todo, después de la conversación. Y tu lo haces.
Adoro esos momentos de después.

Creo que la vida también se construye con esos momentos vividos fuera de su momento.

¡Exacto! y a mi me gustaría que no fuera el momento toda la vida.
Para darle mas "vidilla" a la vida, mientras tanto.
Que después ya hay suficiente silencio cuando estamos solos.

Los silencios hablan mucho, muchísimo...
A veces las palabras sólo aparecen para rellenar la incomodidad de un silencio, sin más contenido. 
Sé que quiero mucho a alguien cuando puedo estar bien a su lado en silencio.
Otra cosa son los silencios que esconden lo que de ser hablado duele.
O los que se instalan eternamente sin dar espacio a nada más.
Y callo, que estoy tirando abajo mi defensa del silencio...

Pues yo quiero que el silencio siga marcando según que momentos....
Pero me da pena ese silencio que no soy capaz de gritar.
Hay cosas que es mejor decir cuando hay una mirada que observa más que unos oídos que escuchan...
Y a veces, me cuesta mucho decir en alto lo que me pasa, como si con una mirada pudiera explicarme y pudieran entenderme...
Tengo un problema. Mi problema soy yo. Y no sé cómo remediar(lo)me.

Si eres tu único problema, te felicito. La buena noticia es qué también eres la solución...

Lo ves, lo has vuelto a hacer...

¿El qué?

Hacerme pensar...