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martes, 23 de septiembre de 2025

Una dama desconocida

Vuelvo a disfrutar de una obra de Carlos del Amor, el popular periodista de TVE que tras "Emocionarte" y "Retratarte", se adentra nuevamente en el mundo de la pintura para crear esta particular combinación de ficción, investigación periodística y ensayo artístico que bajo el título de "Una dama desconocida" nos descubre la existencia de una presunta obra de juventud de Velázquez que se encuentra en manos de un peculiar marchante de arte belga de Barcelona. Esta información llega a conocimiento de Carlos del Amor y a partir de ahí arranca la trama en la que el propio Carlos es un personaje más de esta historia en la que se mezclan el momento actual en el que vamos siguiendo el proceso por el que el periodista trata de probar la autoría del cuadro y el plano del pasado, el siglo XVI en Sevilla, donde un joven Diego Velázquez entra como aprendiz en el taller del renombrado maestro Francisco Pacheco donde, además de formarse profesionalmente, conocerá a la hija de éste, Juana, la que más tarde se convertirá en su esposa. Es precisamente Juana la que supuestamente aparece retratada en el cuadro misterioso; Juana Pacheco es otro personaje prácticamente desconocido para el gran público; una gran pintora que trabajó en el taller de su padre pero que permaneció oculta, primero tras la figura de su padre y después tras la de su marido. El libro se compone de todos los pasos que el autor sigue en esa búsqueda de la identidad de la retratada y de su retratista: entrevistas con expertos, cotejo de datos, visitar a archivos, revisión de inventarios, hipótesis que se estrellan contra la ausencia de datos o que carecen de base firme en la que sostenerse.

Alternando entre la autoficción en torno al proceso por el que surgió el propio libro y por otro lado el relato novelado de lo que pudo ser la vida de Velázquez, del que se tiene muy poca información personal, la lectura nos permite adentrarnos en algunos aspectos del mundo del arte a los que por lo general sólo tienen acceso los entendidos o, como en el caso del autor, aquellos que trabajan en torno a este ámbito. Así nos habla sobre investigadores o profesores especialistas en distintas épocas o autores, coleccionistas, marchantes, museos o casas de subastas, navegando entre el presente y el siglo XVI, entre el trabajo del periodista de hoy y la vida y obra del gran genio de la pintura española. Cuanto menos, un planteamiento original y lleno de interés.

sábado, 4 de marzo de 2023

Retratarte. Cuando cada mirada es una historia

Regresa Carlos del Amor tras el éxito de  "Emocionarte" a deleitarnos nuevamente con una selección de relatos breves centrados en esta ocasión en retratos de diferentes pintores, épocas y estilos. Cada capítulo de este "Retratarte", cada retrato que se nos presenta, es una píldora de poesía en torno a una historia humana, a una carrera profesional, a una obra o a un personaje; una lección de Arte y a veces también de Historia. 

A través de treinta y cinco retratos, treinta y cinco pintores se enfrentan cara a cara con sus modelos mostrando al mundo sus rostros: unos son personajes célebres y otros modelos anónimos, cada retrato plasma un momento concreto, un instante inmortalizado en lienzo, pero también cuentan mucho más; detrás de cada cuadro subyace todo lo que el retratado y su autor han vivido, padecido, disfrutado, soñado... Esas experiencias son las que Carlos del Amor transmite en las breves narraciones ficticias que conforman cada capítulo donde escuchamos unas veces la voz del pintor y otras la del modelo en escenas y conversaciones que pudieron suceder o tal vez no, pero que se inspiran directamente en lo que la imagen del retrato nos transmite. Y a continuación nos encontramos con una breve reseña biográfica sobre cada pintor, donde se une lo artístico, lo personal y lo histórico: su época, las circunstancias de su vida y lo que ocurría a su alrededor, en su casa y en el mundo, mientras el artista pintaba la obra seleccionada, cómo la pintó, porqué, qué pretendía expresar o qué logro con esa obra. Algunos de los autores conocieron el éxito en vida, a otros sólo les llegó después de muertos; hay hombres y mujeres, de diversos orígenes y épocas pero en todos los casos, tanto los pintores como sus retratados, protagonizan unas historias personales dignas de ser contadas: fascinantes muchas, dolorosas bastantes, de triunfos personales y artísticos o de grandes fracasos y existencias desgraciadas pero todas ellas llenas de interés y contadas con emoción e intensidad. Personajes extravagantes en algunos casos o sencillos y discretos, ricos o humildes, los modelos que fueron inmortalizados en estos cuadros proceden de muy diversos estratos sociales, unos pagaron por sus retratos y otros cobraron por posar en ellos pero todos legaron su imagen para la posteridad, se vieron convertidos en famosas obras de arte sobre las que ahora Carlos del Amor pone su sensible mirada y nos invita también a los lectores a observarlas y descubrirlas de una buena forma.

"Gracias por pararos un rato; al final, el alma de un cuadro sólo se puede captar si luego va a haber alguien enfrente para observar."


viernes, 23 de abril de 2021

Emocionarte. La doble vida de los cuadros

Carlos del Amor es un personaje ampliamente conocido por su trabajo como periodista a cargo de la sección de cultura en TVE. Con su estilo peculiar sumamente atractivo de presentar sus crónicas, con ese lenguaje suyo cargado siempre de poesía y emoción ha conquistado a buena parte de la audiencia, pero también es autor de un par de novelas de las cuales no dudo en recomendar "El año sin verano". 

Ahora, aprovechando su cercanía cotidiana con el mundo del Arte gracias a su trabajo, ha publicado este "Emocionarte. La doble vida de los cuadros" con el que ha ganado además el premio Espasa 2020. En esta obra el autor reúne un conjunto de grandes obras de la pintura internacional de todos los tiempos, no siempre necesariamente las más populares o las piezas cumbre de cada autor, sino aquellas que le transmiten algo especial y sobre las que deposita su mirada llena sensibilidad e imaginación. Lleno de información certera y curiosa, el libro nos descubre nuevos aspectos sobre muchas de las obras y sus autores. En cada cuadro se fija no sólo en lo que muestran sino también lo que esconden; nos acerca a la historia que hay detrás de su creación, anécdotas o sucesos reales que sucedieron en torno al pintor y también a sus modelos e incluso los restauradores de sus obras. Pero también nos ofrece breves historias inventada en las que nos cuenta lo que pudo ocurrir tras el lienzo. Su fantasía le permite crear las historias que podrían haber sido, la historia privada de sus protagonistas, las circunstancias en que el autor los pintó o lo que sentían sus personajes. 

"Un cuadro no se acaba en lo que encierra su marco, un cuadro vive antes y después de que lo miremos (...) Cada cuadro es un cuento, una novela, un relato, y eso he pretendido reflejar en estas paginas: romper el marco y expandir el lienzo hasta donde sea posible." 

Los artículos que componen el libro nos permiten entrar en la intimidad de los autores como ocurre con "La callejuela" de Vermeer, con el "Interior en la calle Strand" de Hammershøi o el autorretrato de Rembrandt, descubrir figuras femeninas de la pintura tan sorprendentes como las de Ángeles Santos, Suzanne Valadon, Rosa Bonheur, María Blanchard o la gran Sofonisba Anguissola ya anciana retratada por un joven van Dick, compartir terraza con Dalí, ventana con Picasso, comprobar la obsesión de Antonio López por la luz o encontrar después de siglos una gran ballena varada bajo capas de pintura, además de redescubrir obras con gran simbolismo como el "Gótico americano" de Grant Wood o "El abrazo" de Genovés o joyas de Hopper, Turner, Velázquez o De la Tour. 

Y además de todo eso, de cada pieza sacamos un hilo del que seguir tirando y que nos lleva a revisar otras obras de cada pintor, que nos lo relaciona con otros artistas, con su época, con el mundo en el que vivieron, con sus fuentes de inspiración, su evolución como personas y como creadores. Es por eso que este libro no se termina en sí mismo sino que es una puerta abierta de par en par al mundo de la pintura, una oportunidad de volver a mirar los cuadros de otra manera y descubrir en ellos cosas siempre nuevas y diferentes a lo que habíamos visto hasta ahora.

"No hay cuadro pequeño: hay cuadros que nos gustan o no nos gustan y hay cuadros que nos pueden gustar después de comprenderlos, porque alguien nos los descifra, o bien porque construimos nosotros su propia historia."

jueves, 27 de agosto de 2015

El año sin verano


Para despedir este mes de Agosto que ya finaliza, traigo aquí una lectura muy propia de la temporada, no sólo por su título sino por su argumento y ubicación temporal. "El año sin verano", del periodista de televisión y recién estrenado escritor Carlos del Amor, es una novela que tiene muchas cosas positivas que señalarle, para empezar, su lenguaje sencillo y directo, con el tono  natural de un amigo que nos cuenta una historia que realmente le ha ocurrido. Se le nota al autor que tiene soltura con la palabra, aunque en ocasiones resulte demasiado conciso, tal vez, como si quisiera contarnos muchas cosas sin que le podamos culpar de estar enrollándose demasiado, sin querer extenderse de más, cosa que podía haber hecho en alguna ocasión. Gracias a esa frescura tenemos la sensación de que el autor le habla directamente al lector, que nos participa de sus vivencias en aquel verano en que pretendía escribir una novela y que, sin quererlo, se enredó en las vidas de sus vecinos de edificio. 

El arranque del argumento es una fantasía recurrente de todo el mundo, esto es: qué haríamos nosotros si un día se nos permitiera curiosear en la vida de nuestros vecinos, si nos encontráramos en la situación de poder entrar en las casas de quienes comparten con nosotros ascensor y poco más que un saludo cortés al cruzarnos en el portal y descubrir qué secretos esconden tras sus puertas. Esto le ocurre al protagonista de la novela, un escritor que pasa el verano en Madrid tratando de sacar adelante una novela, pero que se embarca en una aventura que le distrae de su objetivo principal. Se congregan así en el relato un buen puñado de personajes a cuyas casas y por consiguiente a cuyas vidas va asomándose el escritor descubriendo dramas y mentiras, pasiones y secretos que durante años han permanecido ocultos. Llevado por la curiosidad el protagonista tratará de reconstruir el pasado de una historia de amor con final trágico y que le llevará a un final que no esperaba. 

He disfrutado mucho con el juego literario en el que nos embarca Carlos del Amor que mezcla con mucha soltura realidad y ficción, donde los datos reales de la vida o el trabajo en la televisión del protagonista de la novela se asemejan sospechosamente a los del propio autor, de modo que nunca sabremos en qué punto exacto se separan la ficción de la biografía. O al menos esa es la impresión que nos queda al leerlo. No diría que es una novela redonda, flojea algo en los diálogos que a veces suenan forzados, me gusta mucho más cuando se centra en la narración o el monólogo que cuando pone a conversar a los personajes. También le echaría en cara el que después de habernos presentado muchas historias de numerosos vecinos acabe centrándose sólo en una sola de ellas, me parece que se queda sin entrar en profundidad en otras historias que merecerían ser conocidas más a fondo, además de que el final resulte un tanto apresurado. Supongo que le ocurre que ha tratado de seguir el consejo de uno de los personajes que le recomienda al escritor protagonista no complicarse demasiado en la trama de su próxima novela:
"No sé, tanta historia cruzada, uno que entra, otro que sale. (...) La gente quiere historias más sencillas, no líes tanto la madeja que nos lías. Espero que tu nuevo libro no esté lleno de cruces"
A pesar de ello está claro que es un autor al que no descarto seguir la pista porque tiene muchas historias que contar y buena pluma para hacerlo,quizás si se lo toma con más calma la próxima vez, sin miedo a ocupar más páginas de las que en principio tuviera planeadas, pueda ofrecernos más de una buena novela.