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martes, 30 de julio de 2024

El mismo mar de todos los veranos

Llevaba tiempo deseando leer alguna novela de Esther Tusquets, la autora que durante años dirigió la editorial Lumen, y había un par de libros esperando en mi lista de pendientes, así que, dejándome llevar por el título, tan acorde con la temporada en la que nos encontramos, me decidí por "El mismo mar de todos los veranos". Y me temo que no acerté en mi elección.

Un desengaño sentimental lleva a la narradora de esta historia de vuelta a la casa de su infancia en el centro de Barcelona, una casa que lleva muchos años cerrada y olvidada, desde que la familia se trasladó a la zona alta de la ciudad siguiendo la moda del momento. En aquel lugar, la protagonista recuerda su pasado, comenzando por su infancia, la difícil relación con su madre, figura inalcanzable, modelo de belleza y perfección. Tampoco su propia hija está disponible ahora para acompañarla en este momento difícil. No fue una buena hija ni es una buena madre. El recorrido continúa rememorando los tiempos de su juventud, sus amistades de aquellos años, un primer amor, más tarde su trabajo como profesora universitaria y la historia que la unió a una alumna en otro escenario que le trae recuerdos familiares como es la casa de su abuela junto al mar.

Hasta ahí un poco del argumento de la historia, pero el problema de esta lectura está en que muchas veces no sabía que es lo que me estaban contando, no hay una línea narrativa clara sino que la autora va dejando caer ideas con las que completar las historias que nos presenta casi a pinceladas sueltas. Me he encontrado, además, ante una narración sin diálogos, con largas descripciones de sucesos delirantes de su pasado que en muchos casos ni entendía ni me llegaban a interesar. Metáforas y referencias intrincadas, larguísimas frases subordinadas y yuxtapuestas que ocupan decenas de líneas sin un mal punto y seguido, formando párrafos interminables que se extienden a lo largo de más y más páginas. 

Claramente, esta ha sido una de las peores lecturas de los últimos tiempos y en verdad que me siento mal teniendo que escribir una opinión tan  negativa sobre una novela porque habitualmente abandono enseguida los libros que no me agradan pero en este caso, en parte por la brevedad del mismo, apenas 200 páginas, en parte por la esperanza de que llegara un momento en que me enganchara a la historia, he seguido hasta el final, en ocasiones leyendo casi en diagonal, cosa que no he hecho apenas nunca antes. Pero para mi desgracia no ha surgido la magia, no ha habido conexión alguna con esta novela. Y cuánto lo siento por haber perdido mi tiempo y no haberlo disfrutado nada. En fin, espero que os vez haya más suerte.