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martes, 16 de enero de 2018

El asesinato de Pitágoras

Marcos Chicot ya me conquistó con su anterior novela "El asesinato de Sócrates" y su magnífica reconstrucción de la Antigua Atenas. En esta nueva novela, "El asesinato de Pitágoras", la acción se traslada desde las ciudades de Atenas y Esparta a la Magna Grecia, las colonias que los griegos fundaron a lo largo de las costas del sur de la península itálica y la isla de Sicilia y más concretamente a la ciudad de Crotona donde el insigne Pitágoras, matemático y filósofo "hombre que persigue el conocimiento", ha fundado la más importante de sus comunidades. La hermandad de los pitagóricos defiende un modo de vida basado en el estudio de la geometría, las matemáticas, la música, la meditación y ejercen, no solamente el poder intelectual, sino que también aspiran al poder político para crear una federación de ciudades ideales basadas en la razón y el gobierno de los mejores. Junto a Crotona, el otro escenario fundamental de la acción es la ciudad de Síbaris, de donde proviene el término "sibarita", una ciudad de grandes riquezas cuyos habitantes son igualmente devotos del lujo y del disfrute como también del estudio y el conocimiento. Los planes de expansión de las comunidades pitagóricas son ambiciosos:
"El sueño final de Pitágoras era un mundo en el que no hubiera diferencias de trato ni de derechos jurídicos por pertenecer a diferentes razas o naciones. Una comunidad mundial basada en los principios de hermandad, espiritualidad y justicia.
También soñaba con que los conocimientos de la hermandad continuaran desarrollándose. Las leyes de la naturaleza estaban al alcance de los sentidos y el intelecto."
Pero esos planes chocarán con los intereses más terrenales de sus rivales. Cuando Pitágoras comienza a plantearse su retirada de la vida activa, uno de los candidatos a sucederle de entre los maestros más avanzados es envenenado y el temor se extiende por la comunidad. Pitagóras recurre a Akenón, un investigador egipcio procedente de Cartago que ya ha demostrado su habilidad deductiva en la resolución de asuntos diversos durante sus años al servicio del faraón egipcio y otras ciudades como la misma Sibaris. Conocedor de la geometría por ser hijo de un especialista en la materia, Akenón ha dedicado su carrera a otros asuntos más terrenales pero que también requieren de su inteligencia, agudeza y capacidad de deducción. En su investigación tendrá el apoyo de Ariadna, hija de Pitágoras e iniciada en los estudios de la orden pero que se resiste a asumir los sacrificios y renuncias que supone la vida dedicada en exclusiva al estudio. Pronto, la chispa romántica saltará entre ambos.

El relato se configura en base a personajes bien dibujados y unos escenarios muy bien descritos y si bien el misterio a resolver, la investigación de los sucesivos asesinatos, no llegan a atrapar el interés por igual a todo lo largo de la novela, con altibajos en la acción, alcanza un buen nivel según avanzamos y nos acercamos al final. Tampoco el mundo de las matemáticas y la geometría logra resultar apasionante, sí interesante pero no tan arrebatador como se esperaría. En cualquier caso, con una equilibrada dosis de escenas de la vida cotidiana de aquella civilización, episodios bélicos, algo de violencia excesiva en algunos momentos, un poco de romance, una pizca de suspense y bastante de teoría matemática e Historia Antigua, el resultado del cóctel acaba componiendo una obra que resulta, en su conjunto, entretenida e interesante, si bien en mi opinión queda por debajo del nivel de la anterior sobre Sócrates pero, así y todo, es una buena lectura que ilustra muy bien la época histórica en la que se desarrolla.

jueves, 9 de febrero de 2017

El asesinato de Sócrates

De auténtica maravilla tengo que calificar el fascinante viaje a la Crecia antigua que he experimentado a través de la novela de Marcos Chicot, finalista del premio Planeta 2016 "El asesinato de Sócrates", gracias a la cual he revivido el constante e incansable enfrentamiento militar entre Atenas y Esparta, ambas ciudades magníficamente descritas en su arquitectura, sus diferentes idiosincrasias, la vida cotidiana de los ciudadanos de ambas ciudades, el entrenamiento de los guerreros, la formación intelectual de los jóvenes aristócratas, la distinción entre los derechos de los ciudadanos y los que carecen de tal condición, el ejercicio de la democracia originaria, el ejercicio de los oficios y el trabajo de los artesanos, las técnicas arquitectónicas, de pintura o de alfarería y el relato de las batallas históricas con detalle de las técnicas y tácticas militares, además de numerosos acontecimientos históricos, tradiciones, mitología, etc.

El argumento de la novela se sitúa a lo largo de la guerra del Peloponeso, el prolongado conflicto bélico que enfrentó a las dos principales urbes griegas a lo largo de treinta años. Encontramos una mezcla de personajes reales y otros ficticios, pero siempre inspirados en la realidad de los habitantes de aquellas ciudades. Grandes figuras históricas con más o menos protagonismo aparecen en las páginas de la novela, algunos con breves apariciones y otros con papeles destacados en la tramas: dramaturgos como Aristófanes, Eurípides, Sófocles, el gran Pericles, Mirón el escultor y el mismo Platón, discípulo aventajado del gran Sócrates, el filósofo que destaca entre todos ellos, el gran pensador al que el oráculo de Delfos ha preconizado una muerte violenta a manos del hombre de los ojos más claros. A lo largo de la novela, al hilo de los acontecimientos históricos iremos siguiendo la vida del filósofo y los amigos que lo siguen y acompañan tratando de aprehender algo de la sabiduría del hombre más sabio de Grecia y de todo el mundo civilizado en aquel momento, alguien que "se consideraba a sí mismo un filósofo, alguien que quiere saber, y no un sabio, alguien que ya posee el conocimiento." Sus amigos tratarán de descubrir si el oráculo se acabará por cumplir, cosa que a él, únicamente ocupado en descubrir la verdad de las cosas, no le preocupa en absoluto.

Oímos hablar a Sócrates mientras adoctrina a sus pupilos y escuchamos sabias reflexiones en su búsqueda del verdadero conocimiento, al margen de las opiniones o los intereses, la verdad sin más. Queda claro que todo lo que el filósofo se planteó en el siglo V a.C. sigue plenamente vigente para el hombre del siglo XXI, de tal modo que la novela está plagada de frases para resaltar, de afirmaciones palmarias sobre la naturaleza del hombre, sus relaciones en sociedad, el gobierno y, en fin, el mundo tanto antiguo como actual.
"Qué terrible es la diferencia entre el gobierno de la justicia y la tiranía de los más convincentes"
Después de haber leído hace unas semanas la novela ganadora del premio Planeta de este mismo año y a continuacion esta que ha resultado finalista en el mismo certamen, tengo clarísimo que esto de los premios va mucho más de vender libros que de premiar la calidad literaria; no tengo ninguna duda de que "El asesinato de Sócrates" es mucho más merecedora de ser premiada, es más completa en todos los aspectos, más intensa, con unos personajes mucho más interesantes, mejor redactada, con una trama más elaborada, fabulosamente documentada, aunque probablemente sea menos comercial por su extensión, por no ser obra de un autor "popular", incluso su profundidad, su temática sobre asuntos de base cultural e histórica, la hagan menos apta para ser vendida por millares, una novela sobre filosofía y guerra tiene, seguramente, más complicada la promoción masiva, pero sin duda es mucho más recomendable a nivel de calidad literaria para un lector ávido de buenas historias muy bien contadas. Lo tengo claro.