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domingo, 12 de junio de 2011

¿Cómo funcionan los libros?

Publico esta entrada tan sólo para compartir una preciosa imagen que he encontrado navegando por otros blogs y que me he tomado la libertad de "tomar prestada" y que refleja perfectamente el modo en que se deben ser empleados los libros; algo así como el manual de instrucciones para hacer funcionar el mecanismo de un libro.

Ojalá la lectura nos sirvieran de vez en cuando para asomarnos a ese fantástico mundo que se extiende más allá del muro de ladrillos.

Saludos a todos.


lunes, 10 de enero de 2011

84 Charing Cross Road


Esta breve novela recoge la relación epistolar real que se desarrolló a lo largo de veinte años entre una vivaz y enérgica norteamericana, Helen Hanff, dramaturga frustrada y escritora de guiones para tv, gran apasionada de la literatura, en especial de los libros antiguos, y los empleados de una librería de antiguo situada en la dirección que da título al libro, en la triste ciudad de Londres de los años posteriores a la 2ª Guerra Mundial.

El inicio de la relación es estrictamente mercantil: la norteamericana busca volúmenes clásicos bien editados y se dirige a este comercio, ya que en la cosmopolita Nueva York donde reside no encuentra lo que busca. Con el tiempo, la relación va creciendo y derivando en algo más personal cuando la descarada y espontanea americana se involucra en problemas de los británicos, afectados por la escasez y el racionamiento de alimentos propios de la época de postguerra. Del intercambio de libros pasan al envío de bienes de primera necesidad y otros menos esenciales pero que no son de fácil adquisición para los ingleses, como medias para las damas. La actitud de la americana, deslenguada, divertida e irónica, contrasta con la exquisita prudencia y corrección que caracteriza a los británicos, pero poco a poco se va debilitando esta coraza de distanciamiento y ambas partes se involucran en una larga relación personal en la que se incluyen, no sólo los empleados y propietarios de la librería, sino también sus familias, algún vecino, etc.

Es este un hermoso libro sobre libros donde la atracción no se dirige sólo al contenido literario de los mismos, sino que alcanza al libro como objeto de culto, como testigo de vivencias, la americana adora tacto de estos objetos antiguos, admira las cuidadas ediciones, el olor del papel, incrementado por el hecho de ser libros ya usados, disfrutados por otras personas antes que ella lo que los hace más valiosos todavía. En palabras de la propia Helene:


"Me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo. El día en que me llegó el ejemplar de Hazlitt, se abrió por una página en la que leí: «Detesto leer libros nuevos.» Y saludé como a un camarada a quienquiera que lo hubiera poseído antes que yo."
Y sobre un volumen de Orgullo y Prejuicio, comenta:


"el libro tiene todo el aire de parecerse a la mismísima Jane: piel suave, delgado, impecable."

Una visión, en fin, de dos sociedades diferentes, de unos personajes separados por un océano pero parejos en su pasión por los libros. Muy recomendable lectura, por tanto, para todos aquellos que compartan esta pasión.

No me resisto a citar, por último, a Helene, cuando se pregunta:


"¿Porqué será que personas a las que jamás se les pasaría por la imaginación robar nada encuentran perfectamente lícito robar libros?"

Una declaración de amor (loco) por los libros como ninguna otra.

jueves, 17 de junio de 2010

¡Hay que empezar a leer pronto!

Mi pequeñajo ya se siente atraído por la lectura ... aunque no sea alta literatura y aunque por ahora lo único que le interesa sea llevarse las revistas a la boca, por algo se empieza a cogerle el gusto.

Y compruebo que sigue el ejemplo que le dieron sus hermanos mayores.






domingo, 14 de febrero de 2010

Dos libros que encontré

Hay ocasiones en que los libros te llegan, no por el camino habitual de ir a la librería (o a internet) y comprarlos, sino por vías indirectas: te lo regalan, te lo prestan, lo robas de la biblioteca (que no digo que sea el caso, ¿vale?) Lo curioso es que me ha ocurrido que dos novelas de la misma autora, Kate Morton, han llegado a mí de este modo anómalo, una detrás de la otra, es decir, ninguna ha sido adquirida mediante los conductos habituales y además la cosa tiene más mérito porque esta autora no ha sido editada en español, o al menos no lo había sido en el momento en que yo leí sus libros.

Conocí de la escritora a través de la página de Amazon donde consulto con mucha frecuencia para encontrar libros ya que me encanta su sistema de recomendación personalizada mediante el cual, una vez que estás registrado y vas añadiendo títulos que tienes, valorándolos, apuntando los que te gustaría leer en base a las críticas de otros lectores, etc, el sistema te va proponiendo nuevos libros basándose en los gustos que has indicado, tus autores favoritos, el estilo de lo último que has comprado o comentado o consultado. Suelo encontrar bastantes obras que en ocasiones no están publicadas en español pero que me han aportado bastantes sorpresas agradable al leerlas ("A quiet belief in angels" de R.J. Ellory, "Notes from an exhibition" de Patrick Gale, "The last lecture" de Randy Pausch o "The road" de Cormac McCarthy) Pues mediante este sistema de recomendación de lecturas anoté en mi lista de libros por leer (lo que se llama "wish list") las dos novelas de Kate Morton: "The House at Riverton" y "The Forgotten Garden", ambas coinciden en contar dos historias en las que el pasado y el presente de los personajes se entremezclan y los cambios de escenario y las historias de las distintas épocas van relatándose en paralelo hasta descubrir al final un secreto que había estado oculto durante años. Me parecían ambas muy atractivas.

La cuestión es que la primera de las novelas la "encontré" hace un par de veranos mientras nos alojábamos en un hotel de la costa portuguesa de El Algarve donde nos repartíamos por igual los clientes españoles (básicamente andaluces) y los británicos; sería por estos últimos por los que en la recepción del hotel estaba instalada la típica (para los anglosajones, al menos) estantería donde los huéspedes pueden dejar las novelas que ya se han leído y tomar a cambio alguna otra de las que allí se encuentran. Lo normal es que los libros no siempre estén en muy buenas condiciones de uso, dado que se pasan la vida entre la piscina y la playa pasando todo el verano de mano en mano, pero lo cierto es que el ejemplar de "The house at Riverton" que me agencié no estaba mal del todo y la historia me encantó al leerla, tal y como había sospechado por los comentarios que había encontrado en el Amazon.

Y transcurridos unos meses, este mismo invierno, la segunda obra de la Morton me estaba esperando en otro lugar, esta vez aún más sorprendente: el mercadillo de segunda mano que se instala en el colegio de mis hijos para obtener fondos para el viaje de estudios. Entre juguetes usados, broches de fieltro hechos por las mamás y muchos libros infantiles, novelas de ciencia ficción o de las que regalan con los periódicos, me encontré ¡oh sorpresa! con "The forgotten garden" en la misma editorial que el anterior y bastante buen estado, ¡no podía dar crédito a mis ojos! me lancé a por él y por 3,00 euros pude disfrutar de otra entretenidísima historia.

¿Es o no es sorprendente cómo ambas novelas me estuvieran esperando en dos lugares poco usuales? para mí ha sido como encontrar, no uno, sino dos tesoros escondidos, y así casi que los he disfrutado más.