1/12/25

Poema de Dolores Etchecopar

 


en mi casa hay un piano que nadie toca

pero nunca falta a su cita el afinador

y afina ese silencio

lo deja a punto

por si algún día alguien

hiciera sonar en él

la música que perdió

 

© Dolores Etchecopar

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Poema de Pilar Sanjurjo

 


Ocupas el aire con palabras

compulsión de expandir cada minuto

de coagular el tiempo juntas.

 

Tu verborragia

contrapunto de mi ausencia.

 

© Pilar Sanjurjo

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Poema de Ramón Altamirano

 


VIDALA 

 

Vidala, tu ciencia y tu saber de gatita

muestran que hay más vida en la rendija

que en uno u otro lado de la puerta

 

Para Vidala las puertas no son buenas

ni abiertas ni cerradas

 

Ese intersticio entre una hoja y otra hoja

se convierte en lugar para un ritual de gestos

y contorsiones

celebración de un bosque de símbolos

solo conocidos por ella

 

Hay que saber parapetarse

y esperar esa pelusa provocadora

esa pluma chapita o pata de Camiliano

 

Hay que esperar que se insinúe el otro lado

inventarlo

y esperar que se mueva

para desatar el juego

 

Puertas, intersticios, rituales

nada explica mi emoción por tu ñau ñau

y tu ronda alrededor de mi silla

 

© Ramón Altamirano

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Poema de Marisa Cascallares

 


no es sencillo

caminar los márgenes

del día

 

despejar la neblina

 

cruzar el límite

 

© Marisa Cascallares

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Poema de Malén De Felice

  


ayer vi un perro muerto

tenía los intestinos afuera

y la mirada suave

como si estuviera dormido

fue arrollado

por un camión rojo

que dejó un hueco

en el asfalto ¿a dónde ibas

con tanta prisa?

 

la sangre trazó el sendero

hacia una chica que lloraba

con una correa rota en la mano

los autos al pasar

le levantaban el vestido

                 la intemperie

debe parecerse un poco a eso:

estar de pie semi desnuda

en medio del campo de batalla

mirando los ojos sin vida de alguien

y que nadie más lo vea.

 

© Malén De Felice

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Poema de Nico Dominguez

 

 

JUEGO DE MANOS

 

quebrar un hueso

inventar el fuego

doblar el hierro

romper los muros

levantarlos

moler el grano

punzar

trizar

trozar

tejer un tapiz

(la saga de nosotros la hicieron las manos)

tocarnos

 

apretar el fruto con fuerza

dejando que salga el jugo

apretar los pliegues

chocar las lenguas

doblar los brazos

entrelazarnos

vehiculizar el daño

desterrar los impulsos que aniquilan

empezar a sentir con el tacto

la piel ajena

la piel esa que no es mía

y que delimita la maraña extraña

de tu intenciones

que no entiendo

(no del todo)

 

despegar la cáscara de una herida

ver un hilo de vidrio entre los dedos

manchar con la yema

y una gota de sudor

el pecho

 

sentir el corazón

sentirlo

saber que está ahí golpeando

como un pajarito enjaulado

que quiere volar alto

apretar de nuevo

querer frenar las ganas tuyas

de hacer lo mismo

reír mucho más que vos

aflojar

ceder

dejarse vencer

 

el mundo será otro

después de la guerra

 

© Nico Dominguez

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Poema de Susana Zazzetti

 

 

muchas veces pisamos

hojas muertas

como si nunca

   hubieran tenido vida.

como si nunca

  nos hubieran cobijado

de la lluvia

como si con su canto

no hubieran sido

rompientes del silencio

o no lloraran

como lloramos nosotros.

sin murallas ni filtros.

 

© Susana Zazzetti

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Poema de Gloria Arcuschin

  


TIEMPOS HISTÓRICOS

 

             A Sigmund Freud niño y

el sombrero de su padre pisoteado

por un grupo de nazis.

 

Soñé que nos revolcaban

  en barro

Salían insultos impensados

  desde la boca de una gárgola

  enfurecida, contra mamá y papá

por sus ideales.

"Te están basureando, contestale algo!"

Decían en mí barrio.

No puedo, en las pesadillas,

 no se sabe porqué,

querés gritar, y no sale la voz.

 

© Gloria Arcuschin

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Poema de Carlos Vitale

 


JORNADA

  

Tú, de pie, desnuda en la penumbra.

Tu espalda es el arco del conocimiento.

Desde la cama, observo y espero.

Cuando te vuelvas me dirás quién soy.

Sin otra luz que mi deseo.

 

© Carlos Vitale

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29/11/25

Poema de María Granata

 

Cancioncilla

 

Despertad del amor

la cara alegre,

y dejad que dormida

la triste quede.

 

No. Despertad la triste.

Que entre las sienes

socavadas del sueño

quede la alegre.

 

No. Despertad las dos.

Que me contemplen

con la mirada abierta,

conjuntamente.

 

No. Dejadlas dormidas.

No se despierten.

Que si llora la triste

lloro yo por la alegre.

 

© María Granata

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Poema de Pablo Carrizo

 


Lo que encontré a la ida ya no estaba a la vuelta

 

El error abre

otra casa de la puerta

 

así

como se eleva

por peso

una calandria

 

primero canta

para encontrar

        espacio

 

una curva que permita la altura

el aire

otra melodía

 

Un miedo

pero vuela

 

© Pablo Carrizo

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Poema de Nélida Cañas

 


Onírico

 

cuando deslizado

del sueño

tu  cuerpo yace a mi lado

como un presagio

de primavera

en pleno invierno

 

© Nélida Cañas

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Poema de Miguel Fuchs

 

 

Con la mía

 

Vas a sacarme

la comida de la boca,

pero el violento

voy a ser yo.

Y vas ahorcarme

con tus manos

invisibles, pero

el violento voy a ser yo,

vas a mentir y llamar

privilegio a los derechos

conquistados, pero

el violento

voy a ser yo

por tirar una piedra

por pedir justicia

por escribir

en una pared

me vas a reprimir

y el violento voy a ser

yo. La noticia

derramada y viral

con la sangre. La mía

 

© Miguel Fuchs

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Poema de Elena Garritani

  


POEMA COTIDIANO


La noticia se extiende unos días.

Buscan una mujer desaparecida.

Luego el cuerpo.

Encuentran un cadáver.

Es el buscado.

Sí, es.

Buscan una niña.

Siempre estaba de regreso a las seis de la tarde en su casa, dice la TV.

Ese día no.

Buscan a la niña viva durante un mes,

Buscan a la niña.

Buscan pistas.

Esa noche salió con el novio que la dejó cerca de su casa.

Sospechoso 1: lo encuentran.

Sospechoso 2: huyó.

Sospechoso 3: jugaba con ella en las redes.

Sospechoso 4: el silencio de un tío que la vio por última vez.

Sospechoso 5: la tía que encubre al tío y es raro el silencio de los padres.

Borramos la noticia. Y otra y otra hasta apagar la luz.

No es tiempo de soñar, las pesadillas suceden

día tras día.

Mi niña duerme hoy en casa.

Mañana estrenará el maquillaje de la noche, sus quince,

los boliches. La esperaré despierta, le diré cuídate, llámame.

Le inventaré un ángel de la guarda. Rezaré.

Los perros rastrean el terreno, buscan droga, 

un cuerpo despedazado, un cuerpo en un basural, un cuerpo en un arroyo.                                                   

La urgencia se desdibuja en un relato obsceno.

 

© Elena Garritani

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Poema de Edu Barreto

 

 

Al final de la fiesta lo conocí.

Es la barra una pasarela de soledades.

Me invitó cerveza con acento porteño.

Se presentó e imaginé su rayo

                                traspasándome.

Son tiernos los nombres

que comienzan con M, pensé.

Dijo Asunción como una pregunta.

Le lancé sus miserias y urgencias,

un beso desilusionado.

 

Amenazó madrugada

y ofrecí garganta

antes que corazón,

como lo único profundo

que me queda.

 

© Edu Barreto

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