Atum era el dios creador solar del antiguo Egipto. Se creó a sí mismo desde Nun, las aguas primordiales. Personificaba la esencia y las capacidades de ambos sexos.
En el arcaico panteón de la mitología egipcia, Atum era el dios jefe en la Enéada (conjunto de nueve deidades) de Heliópolis (capital del Bajo Egipto). A pesar de su temprana prominencia, los distintos roles originalmente atribuidos a este dios fueron eventualmente asumidos por otras deidades, incluyendo a Horus y Ra. Aunque su influencia iba en decadencia, Atum permaneció siendo una parte importante de la mitología egipcia a través de la historia dinástica y también después de Cristo.
Etimología
Su nombre proviene de la palabra tem que significa «completo» o «terminado».
Iconografía
En obras de arte religiosas, este dios se representaba como un rey en su trono, llevando la corona doble que representaba el liderazgo del Alto y el Bajo Egipto. Cuando era caracterizado como el sol poniente, se le representaba de manera similar, pero como un hombre anciano. Por otro lado, cuando se representaba como un animal normalmente tomaba la forma de una serpiente o anguila (se creía que eran entidades primordiales), una mangosta, un gato o un escarabajo.
Simbología
Atum se consideraba un dios solar, lo cual explica su relación con dioses más tardíos. Ra se tenía como dios solar principal. Khepri estaba asociado con el sol del mediodía y Horus era un dios con muchos títulos; incluyendo el dios del Este y el dios del sol naciente y poniente.