El oso pardo (Ursus
arctos) es un mamífero del orden de los carnívoros que se distribuye por
Eurasia y el noroeste de Norteamérica. Es una especie extinta en los montes de
Urkiola y el último ejemplar del que se tiene constancia se cazó en 1871 junto
a la peña de Ezkillar situada en el macizo de Eskuagatx.
Esta es la historia,
basada en los hechos relatados por el escritor Ebaristo Bustinza Lasuen
(Kirikiño) y posteriormente recogidos por el también escritor Nestor De
Goicoechea Araluce (1), de cómo se cazó el último oso que vivió en los montes
de Urkiola.
Nos situamos a
mediados 1871, a las puertas de un alzamiento armado que un año más tarde dará lugar
a una nueva guerra carlista (2). Mientras la población de Bizkaia se debate
entre el régimen liberal imperante o el mantenimiento de las tradiciones
apoyando las pretensiones de reinado de Carlos VII, un oso ajeno a
dicho enfrentamiento, deambula por los montes de Mañaria. Hacía ya algo más de
año y medio desde que una muchacha de Arrueta (3) había visto el oso por
primera vez. En todo ese tiempo, los vecinos de la zona se toparon con el más
de una vez, pero era un animal huidizo que no causaba problemas y nadie lo
persiguió. Sin embargo, en la primavera y el verano de 1871 el oso comenzó a
atacar al ganado, con tan mala fortuna de matar dos ovejas de Juan Cruz
Bizkarra del caserío Azkondo, que además de pastor, era uno de los más hábiles
cazadores de alimañas (4) de la zona. Gracias a sus dotes de rastreador Juan Cruz
averiguó que de manera regular el oso bajaba a Mañaria durante la noche y que
al amanecer, tras pasar por el pequeño collado herboso que hay junto a la peña de Ezkillar (5) volvía a refugiarse en la parte alta de Eskuagatx.
Vista del collado herboso desde la peña de Ezkillar con la parte alta de Eskuagatx detrás. El oso pasaba por este collado viniendo desde la izquierda cuando lo cazaron.
La madrugada del 30
de agosto de 1871, bajo la luz de la luna llena (6), Juan Cruz y otros 5
pastores, todos armados, subieron hasta Ezkillar con la intención de emboscar
al oso cuando volviera al amanecer. Pusieron una cabra como señuelo en el camino
de acceso al collado para atraer al oso y se escondieron entre las rocas. Alrededor
de las 4 de la mañana escucharon como el oso atacaba a la cabra y un poco
después percibieron que el oso se les acercaba con curiosidad. Esperaron
con nerviosismo bajo las indicaciones de Juan Cruz, hasta que cuando lo tuvo a
pocos metros, el propio Juan Cruz le disparó un certero tiró en la cabeza que lo
mató al instante.
Vista de la peña de Ezkillar junto al collado herboso donde se cazó el último oso. Al fondo de izquierda a derecha aparecen los montes Leungana, Artzetagana y Mugarra con su paredón.
Lo bajaron rodando
hasta el acceso más cercano y lo exhibieron en el ayuntamiento de Mañaria, para
trasladarlo más tarde a Bilbao.
El oso pesó 96 kilos
aproximadamente, la carne se vendió en Bilbao y la piel disecada fue destinada
a la clase de historia natural del Instituto Vizcaíno. En la actualidad,
después de numerosos traslados de un lugar a otro y una laboriosa restauración el
oso está expuesto en el Parketxe Toki Alai del Parque Natural de Urkiola.
Juan Cruz fue
premiado con dinero por parte de la Diputación y del Ayuntamiento de Mañaria y este
último le obsequió con un diploma de agradecimiento. Aunque se le invitó
repetidas veces a Bilbao para contar su “hazaña”, nunca acudió por temor a que
le preguntaran por el arma utilizada, que por las características del orificio en el oso bien pudiera ser uno de los numerosos fusiles que esperaban ocultos al nuevo alzamiento carlista, y no una escopeta de caza.
Imagen del diploma de agradecimiento que el ayuntamiento de Mañaria dio a Juan Cruz Bizkarra.
Se desconoce el sexo del ejemplar de oso cazado en Ezkillar ya que no hay constancia de ello en el relato, aunque su peso (unos 96 kg) nos indica que podría tratarse de una hembra o de un macho joven. Además de las dudas sobre el sexo, también circuló el rumor de que pudiera ser un oso amaestrado escapado de algún espectáculo de cíngaros nómadas, aunque como indica Migel Mari Elosegi en su libro El oso pardo en los Pirineos (7), es muy poco probable, ya que ese tipo de osos solían tener el tabique nasal agujereado (se les ponía una anilla para encadenarlos) y las garras y los colmillos despuntados para evitar accidentes. El rumor tal vez provenga de interpretaciones que se han hecho del relato de Kirikiño, que contó que "si alguna vez han vivido en esos montes los osos debe hacer ya mucho tiempo, pues nadie los recuerda, y los habitantes no habían visto más osos que los flacos de los húngaros..." (1).
Imagen aérea del entorno de Mañaria. Se pueden apreciar la situación de la peña de Ezkillar y el caserío Azkondo donde vivió Juan Cruz Bizkarra. En este enlace de EITB, una de sus descendientes relata la historia en euskera desde el mismo caserío.
Hasta más allá de mediados del siglo XX en Bizkaia la caza de las especies que se consideraban alimañas estaba bien vista en el mundo rural e incluso se promovía desde algunas administraciones. La sociedad ha cambiado y poco a poco nos vamos sensibilizando sobre la importancia de conservar los hábitats y las especies que forman parte del ciclo vital del ser humano.
Imagen aérea del entorno de Mañaria. Se pueden apreciar la situación de la peña de Ezkillar y el caserío Azkondo donde vivió Juan Cruz Bizkarra. En este enlace de EITB, una de sus descendientes relata la historia en euskera desde el mismo caserío.
Hasta más allá de mediados del siglo XX en Bizkaia la caza de las especies que se consideraban alimañas estaba bien vista en el mundo rural e incluso se promovía desde algunas administraciones. La sociedad ha cambiado y poco a poco nos vamos sensibilizando sobre la importancia de conservar los hábitats y las especies que forman parte del ciclo vital del ser humano.
En la actualidad, el
oso pardo es una especie estrictamente protegida en la península ibérica, tanto
en los lugares donde pervive (Cordillera Cantábrica) como en los que se ha
reintroducido (Pirineos). Su conservación no está exenta de polémica debido a
los daños y molestias que origina en el mundo rural, especialmente en el
entorno ganadero. A menudo, muchas personas se preguntan si sería posible la reintroducción en los montes vascos de especies ya desaparecidas como el oso
pardo, pero la realidad es que prácticamente no tendría posibilidades de
supervivencia debido a diversos factores, entre los que podemos mencionar, la
masificación de las montañas, la fragmentación del territorio con numerosas
infraestructuras haciendo de barrera, las dificultades de convivencia con la
ganadería extensiva, etc.
Oso cautivo en el parque de Cabarceno (Cantabria).
Fuente del mapa de distribución: https://fundacionosopardo.org.
Fuentes de información de los osos cazados:
(a) ABC 14-02-1909
(b) Blog Naturmendi
(c) Fascículo nº 16 de la Enciclopedia Viva de los Pueblos de Vizcaya, "Carranza". 16-10-1974.
(d) Blog Macizo del Gorbeia.
(e) El último oso que se mató en Vizcaya.
(f) Blog Irinmodo
Distribución mundial del oso pardo en 2010.
Referencias
(1) De Goicoechea, N. 1962. Peñas de Mañaria, Ezkuba o Ezkubaratz.
El último oso que se mató en Vizcaya. Pyrenaica 65: 81-87.
(3) Barrio de Mañaria a los
pies de Eskuagatx.
(4) Alimaña: animal dañino para el ganado o para la caza menor (según el DRAE).
(4) Alimaña: animal dañino para el ganado o para la caza menor (según el DRAE).
(5) Peña de Ezkillar o
Eskillarri.
(6) En el artículo de De
Goicoechea, publicado en la Revista Pyrenaica, donde se relata la historia
contada por Ebaristo Bustinza (Kirikiño) aparece la fecha del 20 de agosto,
mientras que en el diploma de agradecimiento que el ayuntamiento de Mañaria dio
a Juan Cruz Bizkarra se señala el 30 del mismo mes. Con toda seguridad la fecha
real fue el 30 de agosto, día de luna llena. Es lógico pensar que para llevar a cabo la cacería eligieran la
noche de luna llena por la mayor visibilidad. Más
aun teniendo en cuenta que la zona de Ezkillar es un entorno muy abrupto en el
que es complicado y peligroso desplazarse por la cantidad de agujeros, simas y
cortados que hay.
(7) Elosegi, M.M. 2010. El oso pardo en los Pirineos. Lyns Edicions.
En la imagen se pueden ver las fases de la luna del mes de agosto de 1871.
(7) Elosegi, M.M. 2010. El oso pardo en los Pirineos. Lyns Edicions.
En la imagen se pueden ver las fases de la luna del mes de agosto de 1871.