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Todos los libros de los que aquí hablamos han sido comprados y leídos en papel o ebook en español o en inglés. Este NO es un blog de descarga de libros. Las críticas y/o reseñas que aquí se pueden leer son opiniones personales, nada más, y no pretenden ser otra cosa. Reseñamos principalmente novelas románticas, pero también, de vez en cuando, damos nuestra opinión sobre novelas pertenecientes a otros géneros.



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lunes, 10 de noviembre de 2014

La suma de todos los besos, de Julia Quinn




Libro 3º de la serie Smythe-Smith

Hugh Prentice es un genio con los números, de hecho, jamás pierde a las cartas porque los números nunca le fallan... Bueno, hasta que un día estaba tan borracho que le fallaron, y como no podía creérselo, acusó a su querido amigo Daniel de hacer trampas. Al final la historia acabó en un duelo al amanecer que derivó en el exilio de Daniel en Italia y una pierna destrozada para Hugh. Un estúpido error de juventud que le costó a Daniel un sufrimiento tremendo, aunque ahora está de regreso en su hogar para contraer matrimonio con el amor de su vida. Para Hugh, sin embargo, las cosas no han ido tan bien. Su espíritu está roto, su pierna no mejora y ha de ayudarse de un bastón para caminar y se ha convertido en un hombre serio y un tanto sarcástico. No es para menos si tenemos en cuenta que no se siente un hombre completo: nunca podrá volver a bailar o a coger a una mujer en brazos. Sin embargo y a pesar de todo, afronta sus emociones con una buena dosis de humor negro y, no lo puede remediar, pero no soporta el dramatismo. Quizá, precisamente por eso, no tolera a Lady Sarah Pleinsworth.

Lady Sarah Pleinsworth por su parte, odia a Hugh. No le perdona haber sido el responsable de la ruina y la vergüenza del que un día fue objeto su familia por culpa del duelo. Pero lo que de verdad, de verdad no está dispuesta a olvidar, es que el año del triste suceso, ella tendría que haber sido presentada en sociedad y ese año encontraron pareja catorce caballeros que eran excelentes partidos, y él es el responsable de haber puesto en peligro su felicidad. Así que, aunque su familia está dispuesta a olvidar el pasado, ella no.

Pero ahora a ambos no les queda más remedio que estar juntos durante los días que separan las dos bodas que, con un intervalo de un par de semanas, se van a celebrar en la familia Smythe-Smith, y su querida prima Honoria, les ha pedido a los dos que se sienten juntos en la celebración.

Bueno, no sé exactamente qué es lo que esperan todas las lectoras de esta autora, pero a mí las novelas de Julia Quinn me parecen muy sencillitas en todos los aspectos, y creo que su mayor cualidad como escritora son sus ingeniosos y estupendos diálogos. Eso, para mí, salva la mayoría de sus libros. Y este no ha sido una excepción.

Una vez que Sarah y Hugh se ven abocados a pasar juntos la mayoría del tiempo, no les queda otra opción que firmar una tregua, la cual les permite bajar las armas y conversar. Así Hugh descubre que Sarah no es tal y como se la había imaginado y también sus motivos para estar tan mal predispuesta hacia él, y Sarah encuentra en Hugh una personalidad, no solo inteligente sino llena de complejidades, y cuya historia familiar es difícil, oscura y complicada.

Y así, poco a poco, mediante charlas e interrupciones por parte de distintas primas y hermanas de Sarah, se va tejiendo un romance que ninguno de los dos buscaba ni por supuesto esperaba. Y que culmina en un bonito epílogo, muy en la línea de la autora.

La historia no es gran cosa, o sí, según lo que esperes de Julia Quinn. Yo nunca espero gran cosa de ella porque como he dicho, pienso que no es mucho lo que me parece que puede dar. Pero esta novela con título tan bonito, ha cumplido de sobra mis expectativas porque, como acostumbra a hacer, el libro tiene diálogos estupendos y un redondo final.

Desde mi punto de vista, La suma de todos los besos es lo suficientemente amena y entretenida como para leerla de un tirón y resultar una lectura divertida y muy satisfactoria.

Solo un apunte más: casi me corto las venas con la cantidad de adverbios de modo acabados con el sufijo "mente". Ufff, ¿no debería alguien (en la lengua original si es que es la culpable, o en la traducción al español si fuera el caso) haber depurado esta "particularidad" que no recuerdo haber encontrado en otros libros esta autora?


 

martes, 15 de mayo de 2012

Los diarios secretos de Miranda, de Julia Quinn

1º Libro de la serie Bevelstoke

A la edad de diez años, Miranda Cheever no mostraba señales de poseer en un futuro una gran belleza.

E incluso a los diez años, Miranda aprendió a aceptar las expectativas que la sociedad depositó en ella, hasta la tarde que Nigel Bevelstoke, el atractivo y elegante Vizconde Turner, solemnemente besó su mano y le prometió que un día crecería y sería ella misma, y que un día sería tan bonita como ya era inteligente.

E incluso a los diez años, Miranda sabía que lo amaría para siempre... 


¡Qué desilusión de libro!

Al principio me estaba encantando y lo estaba leyendo prendada y entusiasmada de los diálogos y la escritura fresca y divertida de Julia Quinn. A medida que iba avanzando la novela, me iba desinflando por momentos hasta llegar a un punto en el que me estaba resultando soso, aburrido e insulso.

A duras penas he conseguido ir avanzando en la lectura. La protagonista llega un momento en el que me dan ganas de darle de tortas. ¿Cómo es posible que con la actitud de él ella se derrita y se derrumbe toda su firmeza en el momento en el que le pone una mano encima? Es que no es que no sea creíble, es me ha parecido tonta de remate. Lo que más me fastidia es que al principio, tenía una personalidad que me estaba encantando pero después...

Bueno, y hablar de él es que me pone mala. Mira que no soy de las que se me atraganta un libro porque no me guste uno u otro protagonista, pero éste... este es que me ha caído como una patada en la tripa. El motivo de su desconfianza, sus pocas ganas de matrimonio, su anterior mujer que se ha llevado todo lo bueno que había en el, y etcétera, etcétera, me ha parecido tan flojo, tan mal argumentado, tan falto de credibilidad, que nada de lo que pasaba me iba cuadrando.

Y cuando ya por fin suelta el "te quiero" pues como que tampoco me ha emocionado lo más mínimo. Demasiado forzada la situación. 

El final del libro resulta más bonito y cuando lo acabas te quedas con una sensación agradable. 

Digamos que el principio y el final muy bien, pero todo lo del centro, ni fu ni fa. Vamos, que no me ha gustado.


domingo, 17 de octubre de 2010

Una mujer rebelde - Julia Quinn


La hermosa, terca y atrevida Henrietta Barrett no ha querido nunca seguir las normas sociales. Administra con mano férrea la fortuna de su tutor, viste con pantalones cuando le es posible y se hace llamar Henry. Todo un marimacho.
Al morir su tutor, todo va a parar a manos de un lejano pariente: William, un soltero cínico y arrogante que se queda pasmado al saber que ha heredado la propiedad y, lo que es peor, la responsabilidad de cuidar de una mujer.
Ella no tiene intenciones de dejar en manos de ese atractivo pariente la propiedad. Pero William decide que su obligación es cambiar los hábitos de Henrietta aunque ella se le oponga a cada momento. Y claro… surge la atracción entre ambos.


La protagonista de esta novela es guapa, terca, intransigente y nada estúpida. Sagaz hasta donde no se puede uno imaginar. Y marimacho, porque prefiere ir vestida como un muchacho y que la llamen Henry en lugar de adaptar su rol en la sociedad.

El personaje masculino es lo de siempre: libertino, cínico, orgulloso y cabezota. Un hombre que no tiene intenciones de casarse y abandonar su vida licenciosa. Pero deberá enfrentarse con un carácter tan fuerte como el suyo y a una mujer decidida a plantarle cara. Para él supone un juego, o un reto, conseguir convertir a “Henry” en la dama que piensa que debe ser. Y su pequeño juego se vuelve contra él, porque cuando ella se convierte realmente en Henrietta, se da cuenta de que está fascinado por esa belleza astuta e irritante.

Tengo que decir que el argumento no me llenaba demasiado, por eso de la típica muchacha que quiere aparentar ser un chico y demás para hacerse respetar. Y también por lo del libertino. Últimamente aparecen demasiados libertinos en las novelas y, a veces, cansan, aunque reconozco que son atrayentes y no me gustaría tampoco un tipo soso y sin gracia que cayera de inmediato en las garras de un amor platónico.

La novela es entretenida, dinámica y graciosa. Te va atrapando poco a poco y hasta te olvidas de la típica chica-chico y del libertino para lanzarte a la historia sin más pretensiones que pasarlo bien. Y lo consigues, claro.

Los personajes secundarios, buenos.

En fin, que aunque parezca una historia muy típica de esta época, te hace pasar unas horas estupendas y olvidarte de los problemas. Es lo que perseguimos cuando abrimos una novela romántica, ¿no es verdad?


Te doy mi corazón - Julia Quinn


Libro 3 de la Serie Bridgerton

La historia de esta novela viene a ser así:

Como en el cuento de Cenicienta, Sophie ve una noche cumplirse su sueño. A espaldas de su madrastra, se viste como una princesa y se presenta en el baile más importante de Londres. Capta la atención de Benedict Bridgerton, el soltero más cotizado. De todos modos, la realidad es que es hija ilegítima de un conde y no tiene fortuna. Buscándose la vida, porque entre su madrastra y sus dos hermanastras es imposible continuar, entra a trabajar en la mansión de Benedict, pero no la reconoce y ella es incapaz de decirle quién es. A fin de cuentas, no es nadie. Y aunque su madrastra debería cuidar de ella siguiendo las órdenes del testamento del fallecido conde, no lo hace y tampoco quiere que compita con sus hijas para conquistar a Benedict.
Por su parte, el joven vive obsesionado con la dama que conoció en el baile. No ha conseguido saber de quien se trata porque iba enmascarada. Pero se siente atraído por la criada y siente la misma emoción que cuando conoció a la mujer de sus sueños.


No estoy contando un cuento, no, estoy hablando del argumento de esta novela de Julia Quinn que, aunque parezca mentira nos lo recuerda. Una pobre muchacha, una madrastra, dos hermanastras, el apuesto y gallardo protagonista… Eso sí, aquí no haz zapato perdido ni emisario que vaya probando después el calzado por todo el reino. Pero la historia es la misma. Porque Sophie lo que pierde es un guante.

Julia Quinn nos tiene acostumbradas a historias entretenidas, capaces de engancharnos con su argumento, sus personajes y sus situaciones. Con esta novela lo consigue, como siempre, aunque según vas leyendo te das cuenta de que te suena. ¡Cómo no va a sonarnos! ¿Cuántas veces nos hemos dormido pensando en un personaje de cuento? ¿Cuántas veces hemos soñado, de niñas, acudir a un baile y conocer al encumbrado caballero de nuestros sueños?

Esta novela pertenece a la serie de la familia Bridgerton, y nada tiene que envidiar a las otras, porque emociona, te hace reír, algunas veces hasta estás a punto de las lágrimas, la protagonista femenina es inteligente, el personaje masculino es encantador, los secundarios se hacen querer y tiene diálogos divertidos y hasta cínicos que son una delicia.

Una novela que, aunque simple en su historia, resulta como una brisa de primavera después de leer por ahí algunos argumentos pesados y sin fundamento. Sinceramente, prefiero una novela simple pero bien llevada, a una con un argumento más enrevesado y que me duerma.

Desde luego, Te doy mi corazón no me ha aburrido, sino que me ha tenido pendiente del final y eso ya es mucho.


domingo, 22 de agosto de 2010

Bajo el brillo de la luna de Julia Quinn

¿Existe el amor a primera vista?

Sin duda es el punto de parte de Bajo el brillo de la luna, la primera de las novelas que componen la saga de las hermanas Lyndon, de Julia Quinn. Aunque se han publicado en orden inverso, ésta es anterior a Más brillante que el sol.


Victoria Lyndon, la hija mayor del vicario de Bellfield, y Robert Kemble, el conde de Macclesfield, se conocieron y enamoraron a primera vista. Ninguno creía en ese tipo de amor pero apenas sus miradas se encontraron e intercambiaron algunas palabras, bastó para cerciorarse que estaban enamorados y querían pasar juntos el resto de sus vidas.

Pero un malentendido, algunos subterfugios por parte de sus respectivos padres, que no veían con buenos ojos esa relación, también bastó para que los jóvenes enamorados se separaran, cada uno creyendo que el otro era el culpable de ese amor truncado. Sintiéndose heridos y engañados, con el corazón roto, no volvieron a verse hasta varios años después...


Siete años más tarde, Victoria, que abandonó el condado de Kent, donde vivía y conoció a Robert, trabaja como institutriz de hijos de familias acomodadas. Robert también abandonó Kent y fijó su residencia en Londres, donde se ha ganado una merecida reputación como mujeriego. Casualmente asiste a una reunión en casa de una familia acomodada y allí se reencuentra con Victoria, que trabaja como institutriz del hijo de dicha familia. El rencor no tarda en estallar entre ellos, pero también lo hace el recuerdo de los meses compartidos y del sueño de un amor juvenil y alocado. Pero cada uno desconfía del otro y no cree en la fuerza de aquel amor.

Tras varios encontronazos, con plan incluido de Robert para humillar a Victoria, ambos descubren que ninguno de los dos faltó a su promesa. O, más bien, que hubo una manipulación por parte de sus respectivos padres que impidió la fuga que tenían planeada.


Robert desea con toda su alma recuperar a Victoria y casarse con ella, pero la joven institutriz no confía en él y no está dispuesta a darle una segunda oportunidad. Robert no se rinde y está dispuesto a todo por volver a enamorarla, incluso de, como un día años atrás le jurara, entregarle la luna.


Aunque hace unos meses se publicó Más brillante que el sol, protagonizada por Ellie Lyndon, he leído primero ésta, ya que al tratarse de la primera de las dos historias quería leerlas en orden. No creo que sea muy relevante, pero la razón por la que lo menciono es que no puedo comparar ambas novelas y decir si tienen mucha similitud ni cuál es mejor que la otra.


El punto de partida de esta novela, sin ser novedoso, me gustó. Una joven pareja que pertenece a clases sociales diferentes, que se enamoran desde que se ven por primera vez. La verdad es que los primeros capítulos me gustaron mucho, sobre todo a raíz de los malos entendidos que dan como resultado la separación de estos. Me gusta la sencillez con que se narran los encuentros, cómo sin percatarnos las dudas empiezan a hacer mella y, sobretodo, me gusta el cariz tierno de la novela.

Las novelas de reencuentros, segundas oportunidades y algunos malos entendidos -sin resultar agobiantes- me gustan mucho, así que tras esos capítulos estaba muy entusiasmada. Pero desde el momento en que se reencuentran y la verdad sale a la luz, la sensación que me dio fue que el ritmo de la historia no seguía la misma línea que en capítulos anteriores.


La trama es sencilla, incluso diría que previsible. No hay grandes sobresaltos ni secretos que te mantengan en vilo, pues sabemos qué sucedió y el porqué de la separación de Robert y Victoria.


Lo que más me gusta de las novelas de Julia Quinn es la dulzura y la sencillez con que se describe, con la que nos envuelve poco a poco. Me gustan los diálogos ingeniosos y chispeantes a los que nos tiene tan acostumbradas. Sin embargo, esta novela no me ha calado de la misma manera que otras de las maravillosas historias que hemos leído anteriormente. Tal vez se deba al hecho de que está escrita con anterioridad, es decir que no había desarrollado tanto su don para trasladarnos a La Regencia y a los enredos y románticas historias que conocemos.

Sin embargo, a pesar de todo lo que señalo, Bajo el brillo de la luna me ha entretenido bastante y durante bastantes capítulos me gustó, realmente. Reitero lo dicho anteriormente. No me ha emocionado ni mantenido enganchada como El duque y yo o Te doy mi corazón (por mencionar algunas de mis preferidas de los Bridgerton), pero sí que me ha hecho pasar un rato agradable y entretenido.



jueves, 4 de febrero de 2010

Más brillante que el sol - Julia Quinn


Sinopsis:

Menos de dos semanas. Ese es el tiempo con el que cuenta Charles Wycombe, conde de Billington, para contraer matrimonio si no quiere perder su herencia. Hasta el momento, su búsqueda ha sido un desfile de candidatas descerebradas con las que ni siquiera sería capaz de pasar un par de horas. Justo en el momento en que sus esperanzas empiezan a desvanecerse, la casualidad le brinda a Ellie, una inteligente joven cuya única opción para escapar del hogar familiar también pasa por el altar. La solución parece clara... una unión de conveniencia. Pero Ellie nunca ha imaginado casarse con un extraño, así que fija una condición: el matrimonio no se consumará hasta que no conozca mejor al hombre que se oculta tras ese bello rostro. Con un beso que lleva a otro, ambos descubrirán que su matrimonio, al final, no es tan inconveniente como parecía y que tal vez, simplemente, les lleve a conocer el amor verdadero.


Ya podeis empezar a hacer cola para comprar este libro porque me ha parecido el libro más divertido que haya leido hasta ahora. Había escenas que me estallaba la risa por lo bien escenificadas que estaban... parecía que estuvieras viendo una película.

Solamente el comienzo ya te engancha. Que te caiga un hombre atractivo encima tuyo desde un árbol ya debe de ser un regalo del cielo supongo......... y si encima está borracho e intenta cortejarte en ese estado.....

Eleanor es una vivaz joven y hermosa que está pasando por malos momentos ya que su padre , el párroco vuelve a casarse con una mujer obstinada en llevar las riendas de todo, incluso de la vida de ella. Quiere casarla con viejos, jovencitos y el tonto del pueblo. Pero el destino hace que le caiga la solución de un árbol, nunca mejor dicho.

Charles Wycombe, Conde de Billington está desesperado , ya que dentro de dos semanas su fortuna pasará a manos de su primo Philippe a menos que se case antes. La obsesión de él es hacer listas de todo; cuando tiene un problema hace una lista con las posibles soluciones y eso le traerá más de un problema.
En el momento que cae... mejor dicho que cae encima de Eleanor, ve la solución debajo de él. Le propone casarse con él y ella lo rechaza para luego ir a buscarlo a su Mansión y poner ella las condiciones: nada de consumar el matrimonio hasta que se conozcan mejor.
Lo que pasa en medio hasta que se conozcan mejor son tantas peripecias cómicas que mejor que lo leáis. Ella quiere adaptarse a su nueva casa y empiezan a suceder cosas extrañas por donde ella pasa. Él piensa que es hermosa pero un poco gafe porque mira que pasarle eso... por eso comienza a pensar que su vida de casado no tiene desperdicio.
Como es de suponer se van enamorando poco a poco pero tienen que pasar tantas cosas juntos antes, que menos mal que están enamorados porque si no... adiós muy buenas.

Os vais a reír un montón y las escenas de ellos juntos os pondrán contentas.

Os lo recomiendo :)



domingo, 13 de diciembre de 2009

Cómo casarse con un marqués de Julia Quinn


Desde la muerte de sus padres, cinco años atrás, Elizabeth se ha convertido en la cabeza de familia de los Hotchkiss. Criar a sus hermanos menores no es fácil para una joven de apenas veintitres años con pocas perspectivas de futuro y sin ayuda de ningún tipo. Trabaja como dama de compañía de la excéntrica anciana Lady Danbury, pero su salario apenas es suficiente para alimentar a sus hermanos, con lo que las posibilidades de que el pequeño Lucas, su hermano, que heredará el título de baronet, vaya a estudiar a Eton, como es tradición entre los hombres Hotchkiss, son cada día menores. Ante tal perspectiva, Elizabeth sabe que la única solución pasa por casarse con un marido rico, pero ¿cómo una joven sin fortuna, título ni influencias puede atrapar a un buen partido?

Así, cuando un día tropieza en la biblioteca de Lady Danbury con un ejemplar de Cómo casarse con un marqués, no puede evitar echar un vistazo al libro. Pese a encontrarse ante un manual que -a ojos de Elizabeth- no dice nada más que sandeces, le resulta imposible no caer en la tentación de leer los consejos del libro. Y para poner en práctica tales consejos, escoge a James Siddons, el nuevo administrador de la finca de Lady Danbury.

James Sidwell, el marqués de Riverdale, es el sobrino de Lady Danbury. Más allá de formar parte de la aristocracia inglesa, James ha trabajado durante años para el ministerio de Guerra de Gran Bretaña. Lamentablemente, su última falsa identidad fue descubierta y desde entonces se ha visto obligado a alejarse del campo de batalla. De modo que cuando su tía le pide ayuda para descubrir quién está extorsionándola, no duda en hacerse pasar por James Siddons, el nuevo administrador de la propiedad e investigar así quién es la persona que está chantajeando a su tía Agatha.

De entrada, sus sospechas recaen sobre Elizabeth Hotchkiss, la torpe dama de compañía de su tía, pero rápidamente se percata de su error. La muchacha es, sencillamente, algo descuidada, tiene propensión a tropezar con cualquier cosa y sus cambios de personalidad y humor pueden ser un tanto bruscos e inexplicables pero son parte de su dulce encanto.
Lo que no sabe James es que Elizabeth está practicando con él los consejos para cazar a un marqués -sin saber que está realmente ante uno, de ahí la volatibilidad de sus emociones.
Cuando James lo descubre se ofrece como voluntario para que Elizabeth aplique los conocimientos adquiridos. Pero lo que empieza como un juego, acaba desembocando en una pasión desconocida para ambos que hace peligrar el secreto de James y los planes de futuro de Elizabeth.

Con Cómo casarse con un marqués continúa la saga de Agentes de la Corona que dio comienzo como Cómo atrapar a una heredera. En esta oportunidad el protagonista de esta disparatada y amena novela es James Sidwell, el marqués de Riverdale, compañero y amigo de Blake Ravenscroft que, junto a Caroline, protagonizó la anterior novela.

A grandes rasgos diría que Cómo casarse con un marqués es una novela sencilla y muy amena de principio a fin. Como es ya habitual encontrar en las novelas de Julia Quinn, el sentido del humor está muy presente, hasta el punto que en ocasiones las escenas y situaciones que se describen son tan hilarantes que no puedes evitar reír.
Esta saga fue escrita antes de los hermanos Bridgerton, algo que se aprecia, pues desde mi punto de vista es más sencilla y menos profunda en sus tramas. Sin embargo, también pueden apreciarse algunos de los rasgos más distintivos que sólo la pluma de Julia Quinn logra transmitir y reflejar y que, el paso de los años, ha pulido y mejorado.

La historia de amor de Elizabeth Hotckiss, dama de compañía de Lady Agatha Danbury, y el administrador de fincas -en realidad un codiciado marqués- James Siddons, posiblemente no es una de las mejores que ha escrito esta escritora pero es muy agradable de leer, ágil y muy entretenida. Entreteje la dulzura y torpeza tan propia de la protagonista femenina, así como de sus hermanos, con la gallardía y carácter aventurero de James Sidwell. La de ellos es una historia de amor donde imperan los secretos y los malos entendidos, pero malos entendidos que da pie a situaciones, en ocasiones, hilarantes.
Ambos saben que necesitan casarse con alguien de buena posición y de alcurnia. Elizabeth necesita un marido cuanto más rico mejor; James debe casarse con una mujer digna de convertirse en su marquesa. Sin embargo, uno y otro, se enamoran de alguien que, a primera vista, no es la pareja perfecta: Elizabeth es una joven dama de compañía, sospechosa de estar chantajeando a su tía Agatha; bajo esa fachada elegante y atractivo, James no es más que un administrador. Y si bien Elizabeth podría ser feliz junto a él, el futuro de sus hermanos depende de ella y, ¿qué futuro les aguarda si se casa con alguien tan humilde?

La novela está salpicada de duelos verbales, tiras y aflojas que hacen de ésta una lectura ágil.
El personaje de Lady Danbury goza de gran importancia y protagonismo en la novela, ya que es gracias a ella que Elizabeth y James se conocen y bajo su techo nace esta atípica y alocada historia de amor. La excentricidad de la anciana da lugar a escenas divertidas, que nunca vienen mal en una novela romántica, y que, a mí particularmente, me han hecho pasar muy buen rato.

Como secundarios cabe destacar a los hermanos Hotchkiss, el pequeño Lucas, Susan y Jane que ofrecen el contrapunto perfecto, protagonizando infinidad de situaciones trascendentes.
La novela es muy sencilla, no hay grandes misterios ni secretos, los engaños y malos entendidos pueden detectarse sin problemas pero, en su simpleza y tono humorístico, la novela me parece amena y muy entretenida.
No la considero la novela más notable de Julia Quinn, pero sí una agradable lectura para una tarde de invierno que, si eres lectora de esta escritora, probablemente te dejará con una sonrisa en los labios por su extrema sencillez.




sábado, 25 de abril de 2009

Espléndida pasión de Julia Quinn


Sinopsis:

La heredera americana Emma Dunster siempre ha sido una joven independiente y amante de la diversión sin deseos de casarse. Ella planea disfrutar de la temporada en Londres de formas más convencionales que dedicarse a la caza de marido. Pero esta vez, las aventuras de Emma la conducen a una peligrosa tentación...

Alexander Ridgely, Duque de Ashbourne, es un notorio libertino que evita cuidadosamente los riesgos del amor... hasta que planta un imprudente beso sobre los sensuales labios de esta alegre inocente... y se condena a un delicioso tormento. Poco sabe él que su pasión ha conmovido la mismísima alma de esta encantadora hechicera... y que les ha condenado a una vida de espléndida pasión.



Bueno, he de decir que es un libro que me enganchó desde el principio hasta la mitad del libro más o menos; luego vino el bajón.

Emma es heredera de una de las mayores fortunas de Estados Unidos : joven, guapa, decidida y sobre todo hermosa, con su piel cremosa , pezones rosados y todo lo demás. Ella tiene decidido casarse con un hombre americano ya que quiere seguir llevando la naviera de su padre desde Boston.

Pero su padre recela de ello ya que una mujer llevando una Empresa en los años 1800, chocaba un poco. Por ello su padre la manda a Inglaterra a casa de sus primos para que cambie de ambiente y conozca otra gente. Además su tia Caroline será la encargada de introducirla en sociedad.

El Duque de Ashbourne, Alex para los amigos es un libertino total de 30 años, diez más que la protagonista ( eso me gusta) que no para de satisfacer sus deseos con amantes y lujos, sin comprometerse nunca a nada, ya que cuando tenga 40 años se casará con una mojigata que le dé un heredero y seguirá con su vida de siempre.

Está muy apegado a su hermana Sophie y su madre Eugenia que traman enseguida casarlo con Emma.

Se conocen por culpa de un accidente y el la cuida pensando que es una criada. Ellos quedan prendados de lo guapos que son cada uno y se besan sin conocerse.......esa es la perdición del Duque, ya que no se la quita de la cabeza nunca más.

Descubre en una fiesta que ella es una heredera norteamericana y no la criada que ella le había dicho. La persigue constantemente para hacerla suya sin saber que en el intento le está entregando su corazón.

Como es de suponer se casan y son felices , sin antes haber pasado por unas cuantas vicisitudes.

Los diálogos cuando se pelean estan bien, disfrutas leyendo como se atacan y luego se quieren. Supongo que eso es el argumento de la novela, porque cuando empiezan a meter la familia numerosa de ella y sus amigos por en medio fastidia un poco la verdad.

Al final se te hace un poco larga, es como si la autora no supiera que meter al final de la novela y te mete un secuestro express de esos tan rápidos.

En fin, el principio está bien pero luego decae bastante. Se puede leer pero no para tirar cohetes. Esta es mi impresión Señoras.

viernes, 17 de abril de 2009

El duque y yo de Julia Quinn


Daphne Bridgerton está más que harta de los intentos, por otra parte nada sutiles, de su madre para encontrarle marido. Pese a que adora a su madre y sabe que ésta obra con la mejor de las intenciones, la temporada está resultándole agotadora en sus intentos por deshacerse con más o menos tacto de sus pretendientes.

Ninguno de los caballeros que le son presentados y que muestran interés en Daphne le agradan. Todos tienen algún defecto o algo que le saca de quicio. Ya ha perdido la esperanza de encontrar a su futuro marido, con lo que sólo intenta capear el temporal y desalentar a los insistentes enamorados. A veces ni siquiera las buenas palabras bastan para desalentar al pretendiente en cuestión y Daphne se ve obligada a emplear medidas más drásticas. Es en uno de estos intentos desperados, a fuerza de golpes, que Simon Basset, el duque de Hastings, sorprende a la bella Daphne Bridgerton.

Huyendo de las matronas empeñadas en pasar ante sus narices a sus hijas casaderas, el huraño Simon, abandona la sala de uno de los interminables bailes de temporada. En su huida se encuentra con una joven, atrapada entre los brazos de un hombre, su pretendiente. Dudando cómo obrar, cuando se decide a intervenir, es tarde, la misma muchacha ha golpeado al atolondrado enamorado dejándolo inconsciente.
Divertido y sorprendido se acerca a ésta y descubre a una hermosa joven. La sorpresa es mayúscula para él cuando se entera que la aguerrida muchacha, no es otra que Daphne, la hermana de su querido amigo Anthony, compañero de estudios, juegos y juergas durante años.

Daphne y Simon se percatan de que ambos se encuentran en la misma situación desesperada, son perseguidos por la obligación de contraer matrimonio, así que idean un plan: fingirán un compromiso que les otorgará a ambos tranquilidad, un compromiso que se romperá más adelante, pero que al menos les proporcionará unos meses de libertad.
Anthony recela del inminente compromiso de Simon con su hermana, más aún conociendo a ambos y el pasado disoluto de su amigo, con lo que decide que lo vigilará muy estrechamente. Es su amigo, y como tal conoce su aversión al matrimonio, pero no está dispuesto a que hiera los tiernos sentimientos de su hermana.

Anunciando el compromiso Daphne y Simon creen tener la situación bajo control, pero algo imprevisto, algo que ninguno de los dos ha tenido en cuenta a la hora de elaborar sus planes, da al traste con tan brillante estrategema: el amor.

Desde la cuna a Daphne le han inculcado que no debía aspirar a menos que un matrimonio por amor, tal como fue el de sus padres, pero la chica no ha conocido al hombre que le haga desear casarse ni que le haga sentir lo que trasluce de las palabras de su madre sobre el amor.
Tras soportar las atenciones de innumerables pretendientes, no está preparada que descubrirse enamorada del único hombre que le ofrece un compromiso ficticio: el seductor duque de Hastings. El que sea amigo de su hermano mayor, Anthony, le facilita mucha información sobre éste. Daphne no se engaña, sabe que pese a que ella lo ame con todo su alma, Simon no está preparado ni dispuesto a lo mismo. Pero la joven no ceja en su empeño de enamorar al que sabe es su verdadero amor, ése del que su madre siempre le ha hablado.

Pero tras una infancia marcada por la más triste soledad y el mayor de los desprecios, Simon se ha convertido en un hombre hermético y solitario. Lo que le ha llevado a no desear ni buscar compromisos ni relaciones duraderas con nadie, menos con una mujer. La difícil relación con su padre, el difunto duque, que lo repudió a causa de su tartamudez, dio paso a un adulto resentido y desconfiado, que ha evitado siempre ser el centro de atención. Pero tras la muerte del Duque pasa inevitablemente a serlo como el heredero de su título y bienes. ¿Y cuál es la obligación del Duque de Hastings?
Conseguir esposa y engendrar a su heredero.
Algo que Simon se niega a hacer. No le gustan las reuniones sociales, ni los bailes y mucho menos saberse el objeto de atención de las elegantes damas de sociedad, ávidas por convertirse en la próxima duquesa de Hastings.

Al conocer a Daphne e idear ese alocado compromiso ficticio cree haber logrado un respiro, pero pronto descubre que la joven despierta en él sentimientos que no debería sentir. Los fantasmas de su pasado, de los que no logra desembarazarse, le impiden aceptar la bendición de ese amor que Daphne le ofrece y la oportunidad de una vida feliz a su lado.

El Duque y yo es la primera de las novelas de la saga Bridgerton, en la que Violet Bridgerton, la matriarca de la familia Bridgerton, no ceja en su empeño de que sus siete hijos consigan lo que ella compartió con su difunto marido: un matrimonio por amor. Daphne es su primer objetivo, siendo la mayor de las chicas Bridgerton, Violet considera que ya posee edad suficiente para formar su propia familia. Y aunque sus intentos no han dado los frutos deseados, no pierde la esperanza.
La noticia del compromiso de Daphne con Simon le inquieta un poco, dada la fama de mujeriego y seductor de éste, pero siendo amigo de Anthony , aún le queda la esperanza de reforma del calavera.

Aunque la trama de El Duque y yo, a estas alturas y después de tantas novelas ambientadas en La Regencia publicadas, no es nueva, sí que es diferente por la pluma de Julia Quinn.
Esta autora entremezcla en sus páginas una historia repleta de amor, ternura, traumas de la infancia, y mucho humor en una novela entretenida de principio a fin.

Daphne jamás ha conocido el amor, pero reconoce ese sentimiento tras comprometerse con Simon y tratarlo a diario. Simon no desea casarse ni tener hijos nunca. Tras su infancia desgraciada no desea dar lo mismo a ninguna criatura. Además no cree en el amor, ni sabe como encarar a Daphne cuando la muy insensata cree amarlo. ¿A él?

Sin duda, El Duque y yo es una de mis novelas preferidas dentro de la saga de los Bridgerton. La relación entre Daphne y Simon es simplemente tierna, sensual e inolvidable. El carácter de los Bridgerton es muy palpable y está muy presente a lo largo de toda la novela, mostrándose como un clan unido, que se respeta, quiere y defiende con uñas y dientes.
Simon, por el contrario, no ha conocido jamás esa lealtad, ese amor y es incapaz de aceptarlo, lo hace débil y vulnerable, o eso cree él. Sólo Daphne puede demostrarle lo contrario.

La novela está plagada de escenas divertidas, protagonizadas por los diferentes hermanos Bridgerton, e ironizando sobre el carácter entrometido y cotilla de la sociedad londinense, siempre reflejado en Lady Whistledown que narra puntillosa y fidedignamente todo cuanto acontece durante el compromiso de Daphne Bridgerton y el Duque de Hastings.
Mordaz, irónica e irreverente esa figura misteriosa parece estar al tanto de todo cuanto sucede en Londres y lo refleja regularmente en su panfleto, convirtiéndose en motivo de críticas pero también en la publicación más esperada y leída a lo largo de la temporada.

Las dificultades para hablar que Simon tuvo en su infancia y todo lo que eso le supuso: la soledad y el ser repudiado, lo han convertido en el hombre solitario y huraño que es en la actualidad, algo que sólo el amor puede curar. De ahí hasta que el esquivo Duque de Hastings comprenda que Daphne es la única mujer capaz de curar esa soledad está El Duque y yo, una historia que recomiendo encarecidamente a las enamoradas de la novelas de La Regencia.