El umbral de la eternidad, de Ken Follett

Tercer volumen de la trilogía «The Century»

El umbral de la eternidad cierra esta gran trilogía y la crónica de un siglo turbulento. En ella vivimos la historia íntima y personal de tres generaciones de cinco familias cuyas vidas estuvieron marcadas por dos guerras mundiales, la Revolución rusa, la Guerra Civil española y la Guerra Fría, junto con los profundos cambios sociales que las acompañaron.

Opinión:

Corre en esta tercera entrega el año 1961.

Continúan las vidas y peripecias de los descendientes de las cinco familias que iniciaron la historia, y ésta se mueve entre sueños de triunfar en la música por parte de W. Hoffmann, y los temores de su hermana Rebecca ante la posibilidad de estar siendo seguida por la policía. Estos dos personajes son los que provienen de la familia alemana, ubicados en un país que en ese tiempo añoraba un cambio drástico en su modo de vida.

Pasando de Alemania a Rusia, conocemos los problemas de los Dvorkin. Tampoco fue un tiempo fácil para los descendientes de la familia rusa, ni para el país en conjunto. Unos se sumaban a las órdenes del gobierno, acatando sus normas, unas normas que los alejaban de Europa porque pensaban que el capitalismo era como el demonio. Dimka es uno de esos jóvenes. Sin embargo, su hermana, Tania, tiene otro parecer y se une a uno de los grupos que clamaban por abrirse más al mundo.

En Estados Unidos, tenemos a George Jakes. Abogado, completamente involucrado en la defensa de los derechos de los afroamericanos, y admirador de Luther King.

No puede haber duda alguna acerca de la capacidad de Follet para crear historias complejas, llenas de personajes interesantes y situaciones mundiales que cambiaron la Historia. Pero también es posible que esta trilogía sea demasiado intensa como para mantener la atención del lector con igual intensidad según vas pasando a la segunda entrega y a la tercera. Particularmente, el primer libro, no sé si por la época en la que se mueven los personajes, o porque lo empecé con la novedad de una nueva historia de Follet, me pareció muy interesante. El mejor, para ser sinceros. El segundo se me hizo más pesado y este tercero ha terminado por saturarme.

Sobre todo el final de esta tercera entrega, me ha dado la impresión de que acaba de modo precipitado, como si el autor estuviera ansioso por terminarla. Igual es que ya estaba cansado, como me ha pasado a mí leyéndola. Confieso que ninguno de los personajes de este libro me ha llenado. Pero sobre todo, es que me han faltado cosas. Me ha faltado conocer qué pasa con los ancestros y qué sucede con alguna familia que en esta entrega ni se mencionan. Y digo, da la sensación de que quería acabarla fuera como fuese, y a mi modo de entender, lo ha estropeado.

Por otro lado, me han sobrado capítulos que no me han aportado nada a la historia y que, con sinceridad, creo que ni vienen a cuento.

Resumiendo: que después de leerme mil páginas, me ha dejado con mal sabor de boca. Una lástima de libro que estropea una trilogía que prometía ser fascinante. Esto, desde luego, no quiere decir que no siga leyendo al autor, uno de los mejores a mi modo de ver.

 

El invierno del mundo, de Ken Follett

Segundo volumen de la trilogía «The Century»

Los hijos de las cinco familias protagonistas de La caída de los gigantes forjarán su destino en los años turbulentos de la Segunda Guerra Mundial, la guerra civil española, el bombardeo de Pearl Harbor y la era de la bomba atómica.

Opinión:

Es la segunda parte de la trilogía, y aunque la primera parte me pareció algo floja para la pluma de este escritor, y tal vez más larga de lo que hacía falta según mi criterio como lectora, una vez empezada la historia es complicado no seguir leyendo, más aún cuando el libro puede dar un giro a mejor al ser la vida de los descendientes de la primera parte.

El invierno del mundo, es indiscutible, es una buena lectura, porque además de contarnos la vida de los hijos de las cinco familiar de la primera entrega, nos mete de cabeza en los conflictos de otra época nada boyante para el mundo. Y es que está visto que los humanos no aprendemos, salimos de una y nos metemos en otra.

Vayamos al argumento: siglo xx, acontecimientos importantes que cambiaron la vida del planeta, y donde podemos conocer lo que sucede con los descendientes de los personajes ya conocidos de la trilogía. Seguimos por tanto teniendo a las cinco familias, una inglesa, otra galesa, una rusa, otra americana y la alemana. Las vidas de todos, están entremezcladas.

Los personajes siguen siendo fuertes, algo a lo que nos tiene habituados ya Follet. Y si tengo que quedarme con uno de entre todos, elijo a Carla, porque me parece una mujer con un coraje tremendo y capaz de los mayores sacrificios para conseguir que todo siga su curso.

Hay un poco de todo en el libro, porque la época fue testigo de muchos acontecimientos, así que podemos conocer hechos de la Segunda Guerra, lo que vino tras acabar el conflicto, la llamada guerra Fría, el destrozo de los japoneses al atacar Pearl Harbor y, como no podía ser menos, las represalias que tomaron los norteamericanos atacando ciudades japoneses como Hiroshima.

No me equivocaba: esta segunda parte me ha gustado más que la primera.

 

Vuelo final - Ken Follett

Un relato de suspense magistral y con unos personajes carismáticos que vuelven a confirmar a Ken Follett como el maestro indiscutible del género.

En junio de 1941, el curso de la guerra es desfavorable a Gran Bretaña. De alguna manera, los alemanes están anticipándose a las incursiones aéreas de los bombarderos británicos.

Hermia Mount, una inteligente analista británica empieza a sospechar de la existencia de una estación de radar secreta en la costa de Dinamarca. En Copenhague, el policía colaboracionista con los nazis Peter Flemming intenta descubrir la red la resistencia danesa. Entretanto Harald Olufsen, un joven estudiante danés se ve involucrado poco a poco en la investigación de Hermia. Cuando finalmente descubre la verdad, en la isla danesa de Fano, ocupada por los alemanes, no tiene manera de hacer llegar la información a Gran Bretaña.

No hay más que quitarse el sombrero ante este autor. Todo lo que he leído de él ha sido un acierto, y es que tiene un don especial para escribir novelas con unas tramas complicadas, pero perfectamente argumentadas, que te tienen en vilo desde la primera página. Bueno, casi desde la portada.

Esta novela es una más de esas que mantienen un argumento repleto de aventura y espionaje, durante la Segunda Guerra Mundial.

Con un estilo depurado y cuidado, Follrt nos mete de lleno en una apasionante historia en la que, entre otras cosas, somos testigos privilegiados de las argucias de los servicios de inteligencia de varios países, ataques y sorpresas. La época elegida fue dura para todos, millones de muertos avalan la locura humana que hizo estallar la guerra. Sin embargo, en medio de esa hecatombe, algunas personas intentan paliar los efectos de una confrontación cruenta que, a nadie beneficio y a todos pasó factura.

Los ingleses tienen la casi seguridad de que los alemanes tienen puesto en marcha un radar especial que detecta a sus aviones, lo que les lleva a perder muchos de ellos. Por esa vía va una parte de la novela.

Por otra, nos lleva hasta Fano, una isla perteneciente a Dinamarca, la más septentrional de las islas Frisias, donde uno de los personajes de la historia se da cuenta de que algo extraño está sucediendo. La isla está ocupada por el ejército nazi, y aun así, se involucra para intentar averiguar a qué se deben sus sospechas. Y sin quererlo, se ve metido de lleno en un problema de grandes dimensiones.

Los personajes de la novela, como todos los que salen de la mente de Follet, son completos. Hermia es una mujer inteligente, una analista que es la que empieza a sospechar acerca de ese radar que han montado los alemanes.

El libro hace hincapié en la importancia de la amistad en momentos de peligro, cuando más difícil es demostrarla. Y al amor, porque aun en las épocas más oscuras de la Historia de la Humanidad, el amor existe.

Un sinfín de aventuras, de intriga, de momentos llenos de tensión. Acción es el segundo apellido de Ken Follet.

Me ha gustado bastante y la recomiendo.

 

La caída de los gigantes, de Ken Follett

Primer volumen de la trilogía «The Century»

Una gran novela que narra las vidas de cinco familias: una americana, una galesa, una inglesa, una alemana y una rusa, con el trasfondo de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa y los profundos cambios sociales que estas conllevaron.

Opinión:

La historia de estas cinco familias comienza en Gales, en el año 1911, cuando los mineros están en guerra abierta contra los dueños de las mismas. He visto alguna que otra película que trataba del tema y no es de extrañar que hubiera conflictos, puesto que la vida de los mineros era un continuo trabajar casi sin compensaciones, mientras que los que poseían las minas gozaban de todos los privilegios sociales. Follet, en este libro, plasma muy bien los problemas.

Nadie va a negar a estas alturas que Follet es un escritor completo y complejo, al que le gusta poner sobre el tapete las diferencias sociales. Y en el libro, no solo se limita a los avatares de esta familia, sino al de otras cuatro más, todas ellas inmersas en la guerra, de una u otra forma.

Se hace eco de la lucha obrera contra los poderosos, e intenta ponernos ante los ojos un sinfín de argumentos. Sin embargo, y a pesar de su excelente pluma, que no decae, esta historia no ha llegado a llenarme del todo. No voy a decir que me he aburrido con el libro, porque no sería cierto, es imposible aburrirse con este escritor, pero desde luego no ha llegado a gustarme como otros anteriores.

La causa, creo yo, es que se me ha hecho un poco largo, e ha dado la impresión de que se extiende más de lo necesario en algunos capítulos, haciéndolo monótonos en algunos momentos. Con todo y con eso, me ha gustado conocer a los miembros de esos cinco clanes y el modo en que enfrenar un problema común desde distintos puntos de vista.

Dicho esto, he de poner por lo menos un nueve a las escenas de guerra, magníficas en su ambientación. Y desde luego, conseguir mezclar la vida de los personajes ya merece nota alta, siendo tan dispares unos de otros.

Si Ken Follet ha querido dar un toque de atención a las diferencias sociales, a esas desigualdades entre unas clases y otras, al abismo que existe entre los ricos y los trabajadores humildes, lo ha logrado. Es una novela de pasiones, de sentimientos, de sufrimiento y, también, de esperanza, en medio de una época trágica que afectó a todo el mundo, donde muchas familias perdieron a alguno de sus miembros y otras quedaron rotas para siempre.

Me haya parecido algo larga o no, le sobren páginas a mi modo de ver o haya metido algún personaje que para mí aporta poco a la historia, es un paso por los conflictos de una época que marcó al mundo, muy bien detallados e intercalados con la vida de las familias protagonistas del relato.

No puedo poner cinco estrellas al libro; de hacerlo me estaría mintiendo a mí misma porque no todas las obras de un autor son excelentes. Por desgracia, a este no puedo ponerle más de tres estrellas, la narrativa por sí sola ya las merece. Es que me va a costar encontrar un libro de Follet que supere a su obra maestra, Los pilares de la Tierra.