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Todos los libros de los que aquí hablamos han sido comprados y leídos en papel o ebook en español o en inglés. Este NO es un blog de descarga de libros. Las críticas y/o reseñas que aquí se pueden leer son opiniones personales, nada más, y no pretenden ser otra cosa. Reseñamos principalmente novelas románticas, pero también, de vez en cuando, damos nuestra opinión sobre novelas pertenecientes a otros géneros.



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miércoles, 7 de agosto de 2019

El rey del castillo, de Victoria Holt

El propietario de un château en plena campiña francesa contrata a un especialista para que restaure unas pinturas dañadas durante la Revolución Francesa. Ante su sorpresa, quien llega no es un hombre sino una mujer. Con este planteamiento arranca la trama de El rey del castillo, cuando la restauradora Dallas Lawson llega para ejercer su profesión a un magnífico castillo medieval y, ante los problemas de los moradores de la mansión, debe arrinconar su trabajo y convertirse en institutriz, detective y... Una historia de amor e intriga complicada y sorprendente.

Victoria Holt no es una de mis autoras preferidas en lo que a novela romántica se refiere. Siempre he dicho y creo que seguiré diciendo que esta escritora borda las historias de aventuras que tienen intriga como pocas. Pero eso, la intriga y la aventura, sin meternos de lleno en el campo del romanticismo porque casi nunca lo encuentro en sus novelas.

Me han prestado ésta, El rey del castillo, y a pesar de saber lo que iba a encontrarme, me he arriesgado una vez más con Holt.

El personaje femenino, que es el que se centra siempre esta autora, es fuerte, decidido, independiente. No es una niña mona en busca de marido, sino una mujer cercana a la treintena, restauradora de pinturas, una profesional con un trabajo que la absorbe y al que adora. Por eso accede a restaurar unas pinturas dañadas y por eso llega al castillo. Por eso y porque su padre, que es quien debería haber acudido al castillo, ha fallecido y no puede cumplir el encargo.

Aquí, se va a encontrar con unos seres que le resultan extraños, que habitan bajo un pasado plagado de intriga y de secretos. Existe un misterio por sacar a la luz y Dallas no es capaz de resistirse a esclarecerlo. Ni más ni menos que la muerte del dueño del castillo.

Tengo que decir que la historia está cuajada de momentos inquietantes, que el secreto de lo que ha pasado en el castillo atrapa, que las extrañas circunstancias de esa muerte que sobrevuela a sus habitantes se hace fascinante por momentos. La desaparición de unas joyas pone el dulce en la historia porque te interesas por averiguar, junto a la protagonista, dónde ha ido a parar.

El personaje masculino, el conde, se nos describe como un hombre perseguido por la muerte de su esposa puesto que mucos piensan que ha sido el causante.

La historia es atrayente y consigue lo que se propone, mantenerte despierta hasta el final mientras intentas adivinar qué pasó con la fallecida mujer del conde, dónde están las joyas o qué pasa con un intento de asesinato. Se me ha hecho lenta, eso sí, como casi todas las de esta autora. Es que, tal vez, se centra demasiado en las descripciones, por momentos condensa demasiado la historia en cosas que parece que ni van ni vienen en el argumento, como si quisiera rellenar para hacer la novela lo suficientemente larga. Yo creo que podía haberle sacado mejor partido a la historia.

Los secundarios son buenos, están donde deben estar y son importantes para el argumento.

Pasión, pues como siempre, casi nula. Pocos encontronazos entre los protagonistas. Puede que a muchas lectoras les guste así, no digo nada, pero a mí en este tipo de novelas, me encantan los diálogos encontraos entre ambos, esa chispa entre los dos, ese picante que nunca encuentro con Holt.

En fin, que no es una mala novela, Dios me libre, pero sigo sin sentirme demasiado atraída por esta autora. Seguramente la culpa es mía, que busco otro tipo de romance más intenso.
Carmela

miércoles, 22 de mayo de 2019

El orgullo del pavo real, Victoria Holt

Jessica Calvering creció con la sensación de que existían misterios a su alrededor. Su verdadero nombre es Opal, pero nadie la llamaba por ese nombre y ella desconoce la causa. Su familia había tenido que vender la mansión, Oakland Hill, que fue comprada por un buscador de oro llamado Ben Henniker. Ellos viven desde ese momento en una finca colindante, más pequeña. La familia detestaba a Ben, pero Jessica mantenía con él una buena relación.

Ben propone a Jessica viajar a Australia, donde tiene una finca y minas de ópalos. Jessica conoce a Joss, el ahijado de Ben, un joven orgulloso. Juntos deberán vencer el misterioso maleficio de El Rayo Verde, el más bello ópalo que haya existido nunca.

Victoria Holt no es una autora que me fascine cuando hablo de novela romántica. De hecho, es que no la veo como escritora de este género, más bien me parece una escritora de aventuras. Y no me cabe duda de la fascinación de esta escritora por Australia, todos los libros, o la mayoría, que he pillado de ella, los ubica allí.

En esta novela, el tan usado tema del matrimonio de conveniencia toma una nueva magnitud. Nos cuenta los secretos de una familia venida a menos que odia a su vecino, al que le han tenido que vender su mansión, casualmente por eso.

No se puede decir que en las novelas de Holt no haya aventura, porque ya digo que para mí son novelas de aventura. Pasarme trescientas páginas intentando encontrar alguna escena romántica entre los protagonistas, me agota. Tampoco es que quiera toma y daca cada tres páginas, pero sí algo más de sensibilidad entre el chico y la chica, y nunca lo encuentro. Pero aquí, la búsqueda de un tesoro fabuloso, las intrigas y los secretos, hacen amena la lectura, como siempre.

La protagonista. Jessica crece en el seno de una familia severa, sin cariño, y sueña con la aventura. Por eso se aviene a casarse con el hijo de Ben, el hombre al que su familia odia, porque significa viajar y sentir el placer del riesgo, de lo que ella nunca ha conocido.

El protagonista. Joss, es un verdadero pavo real, engreído y orgulloso como nadie. No es un romántico ni mucho menos. Apenas hay filling entre él y la heroína, pero claro esa es la forma de escribir de Victoria Holt. Joss no es el hombre del que te pueden sentir encandilada mientras lees la novela, incluso me ha resultado algo cruel.

En fin, que si queremos una novela de aventuras, la tenemos. Desde el principio, desde que conocemos a Ben, pasando por los motivos de la venta de la finca de Jessica, de la amistad entre la joven y él, del pacto que la propone cuando está a punto de morir: casarse con su hijo y viajar a Australia.

Lo mejor, el secreto y el misterio que envuelve a una exquisita joya: El rayo verde, y la narrativa que nos va acercando a la historia de la familia de Jessica. Y también, desde luego, la intriga, porque alguien quiere matar a la muchacha.

En una novela que entretiene si no se busca una romántica pura, y se aprende mucho sobre las minas de ópalos. Ya sólo por eso, merece la pena leerlo y disfrutar de las explicaciones sobre el tema, muy buenas por cierto, de la autora.

Carmela