He conocido familias que no tienen nada, pero se aman, son felices y es porque son fieles a Dios
Te imaginas tener un yate anclado en un muelle, un montón de dinero en la cuenta del banco, viajes, joyas y negocios rentables, pero estar divorciándote de la mujer que amas. Ni todo el dinero del mundo te podría sacar de ese dolor. Pero he conocido a muchas familias que viven en pobreza, que llegan con dificultad a fin de mes, que no tienen posibilidad de ahorrar ni de cambiar mucho el menú que le dan a sus hijos, pero que viven amándose, en paz, criando hijos educados, sirviendo a Dios y que viven agradecidos con Dios por darles la todo lo que el dinero no puede comprar. Es que hay que ser en vez de parecer, en la medida en que Dios más obra en nosotros más vemos como lo exterior nos importa menos, porque quién tiene un corazón limpio y que vive en tranquilidad ya tiene a Dios en su vida
We think you’ll love these