autoguía de autosupervivencia

usar en caso de episodio depresivo

1. evita redes sociales y scrolldowns infinitos de contenido estúpido.
2. recuerda tus motivaciones, están ahí aunque ahora mismo no te sientas motivada.
3. hazte una taza de té.
4. escribe lo que piensas. ordena tu mente.
5. deja de pensar y ponte a hacer lo que tengas que hacer, sin excusas.

otra vuelta más a la rueda

tengo la sensación de que esta sensación nunca va a terminar. permite que me explique mejor:
todo comienza con un pensamiento un tanto amarillo que se difumina a gris. los motivos que pueden llevar al origen de tal pensamiento pueden ser muchos, pero el fondo es siempre el mismo.

pocas cosas tienen sentido. me agarro a lo que puedo para no caer de nuevo en la madriguera. desde arriba parece cómoda. y sí, sería muy sencillo dejarme llevar y resbalar por los laberintos mojados que llevan a ese lugar oscuro inundado de autocompasión, donde las paredes están completamente aisladas para que nadie te escuche gritar, donde el aire no es aire, sino una sustancia similar que te permite sobrevivir pero no te deja inspirar satisfactoriamente.

me releeo y pienso que tengo de nuevo 16 años. y bueno, de alguna forma es así.
hace poco leí en alguna parte que la depresión no se supera nunca, que aprendes a sobrellevarla, a mantenerla a raya, pero que a veces vuelve, que nunca se va del todo. tiene sentido, es jodidamente pegajosa.

¿no es jodidamente una de esas palabras que te recuerdan a una peli de Tarantino doblada al castellano? a mi sí.

en fin, céntrate en las manos que te sujetan mientras miras al fondo del hoyo. date cuenta de que son tus manos también porque ya has aprendido un par de cosas. reconoce el camino, porque ya has pasado por ahí, y haz lo que tengas que hacer. cree en ti. date chance.