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martes, 2 de diciembre de 2008

Respirar durante el parto

El otro día, a través de la lista de correo de EPEN (El parto es nuestro), me llegó este extracto del libro "El Parto sin Dolor" de Consuelo Ruiz, sobre la respiración durante el parto.

En las clases de preparación al parto nos han dicho que respiremos por la nariz, que intentemos relajarnos, que tengamos la garganta húmeda, que la abramos, que quizás nos irá bien emitir algún sonido gutural... pero que básicamente nos dejemos llevar. Qué diferencia con mi primer embarazo, donde ensayábamos la respiración de jadeo tan agotadora.

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[…] Ahora les voy a enseñar un ejercicio respiratorio muy sencillo, pero que poco a poco amplía la capacidad torácica, resultando muy beneficioso por lo que les he explicado de respirar debidamente. Además, una respiración correcta y profunda les facilitará el parto, y durante el embarazo les suprimirá molestias y sofocos que hemos venido atribuyendo al desarrollo progresivo del útero, cosa que no tiene por qué molestar, pues está hecho para crecer. Estos sofocos, en realidad, se deben a la acumulación en la sangre de productos de desecho del feto que, con la respiración, son eliminados junto con el ácido carbónico de la madre.

Este ejercicio respiratorio consta de tres tiempos. Les recomiendo que lo hagan despacito, sin nada que les apriete el pecho y, naturalmente, en un sitio que haya aire lo más puro y sano posible.

Primer tiempo: Inspiración por la nariz, con la boca cerrada, lenta y todo lo profunda que se pueda.

Segundo tiempo: Abrir la boca, dejando escapar el aire por ella.

Tercer tiempo: Soplar muy despacito, como para inclinar, sin apagarla, la llama de una vela.

Deben ustedes repetir este ejercicio cinco veces por la mañana y otras cinco por la tarde.

[...] Como el útero es un saco musculoso trabaja igual que el brazo y que todos los demás músculos del cuerpo, bajo el mandato directo del cerebro, acor¬tando y ensanchando sus fibras, poniéndose duro. El trabajo aquí, naturalmente es distinto. El útero empuja al feto acabado de formar para que salga, y en este trabajo intervienen dos factores músculo y cerebro. El cerebro da al músculo la orden de que trabaje. La orden parte del cerebro al músculo. Es recibida por el músculo y ejecutada. Entonces del músculo parte una respuesta al ce¬rebro (flecha negra), como diciendo: "Ya lo he hecho". El cerebro, como órgano superior, recibe toda clase de sensaciones de los demás órganos y las cla¬sifica. Es decir, analiza y se entera de las cosas que pasan en, los órganos para mandarles obrar en consecuencia y en beneficio de todo el organismo. Es el cerebro quien manda retirar instantánea¬mente la mano de una sensación desagradable y perjudicial, como, por ejemplo, ante una quemadu¬ra o un pinchazo. Es el cerebro "el que dice: 'Esto es frío", "Esto es hambre ", "Esto es dolor", etc. Y el que manda encogerse, estirarse, segregar jugos, etc.
[...] Mientras al cerebro, le llegan sensaciones que conoce de antemano no ocurre nada que lo altere. Es como sí a una corriente eléctrica se enchufa un aparato del voltaje y potencia correspondientes. El aparato funciona y la instalación sigue igual. La circulación sanguínea, la digestión, etc., son trabajos .fisiológicos en los que el cerebro interviene tan activamente como en el parto, pero que no le perturban en absoluto, porque son cosas que conoce y espera.

¿Qué ocurre con la contracción uterina? Que como no se da a luz todos los días el cerebro no la espera. Mejor aún, la espera creyendo que es un dolor, porque todas las mujeres antes que llegue han pensado en parto = dolor. Cuando desde el útero llega al cerebro la señal contracción el cerebro se equivoca y dice: "Esto es dolor" y da orden de dolor, de defensa, a todos los, órganos, creando entonces erróneamente el dolor verdadero, porque ha recibido una sensación, diferente de las acostumbradas. […] Si quieren dar a luz sin dolor tienen que reforzar la capacidad reactiva de sensaciones del cerebro para que en su día reciba el aviso contracción en su significado y sentido verdaderos. […] En el parto preparado el cerebro sabe que van a presentarse contracciones, una sensación extraña que antes no había sentido, pero que no es dolor. Cuando la contracción llega la recibe, la analiza y se entera "Esto es la contracción". En consecuencia, el cerebro da al organismo or¬den de parto, orden de colaborar todo él en la tarea con arreglo a un plan que ya tiene trazado de antemano, que hemos preparado minuciosamente durante estas charlas. Este plan de parto, este aprendizaje de parto es lo que vamos a estudiar aquí para que cuando llegue no haya lugar a equivocaciones, tomando por dolores otra sensación.

[…] En su progresión la presentación fetal es empujada directamente por las fibras uterinas, y de una manera indirecta, de arriba abajo, por el diafragma, y de fuera a dentro por los músculos abdominales, y frenada por los músculos del periné, donde siempre encuentra mayor o menor resistencia. Les llamo muy especialmente la atención sobre estos tres músculos, diafragma, abdominales y periné, porque si siguen ustedes mis instrucciones es posible hacerlos trabajar inteligentemente en provecho del parto, como hacemos trabajar a los músculos de nuestras manos y nuestras piernas para la vida corriente.

[…] Hay que empezar hoy mismo a educar los músculos para poder controlarlos cuando y como ustedes quieran. El día del parto es necesario que sean capaces de dejar todos los músculos del cuerpo laxos, relajados por completo, haciendo que únicamente el útero se contraiga.

1. Porque se aprovecha así de todo el oxígeno del cuerpo, necesario al trabajo muscular, y de toda la energía del cerebro.

2. Porque la contracción de otros músculos, sobre todo los relacionados con el periné, pueden dificultar el parto.

3. Porque la relajación es necesaria para que el niño efectúe cómodamente y sin sufrimiento para él los movimientos de flexión y rotación necesarios para su salida por la forma especial de la pelvis ósea.

[…] La intervención activa de la futura madre, en esta parte del parto, podemos resumirla en cuatro puntos, con arreglo a los cuales, he aquí lo que tiene que hacer:

1º Recordar que el origen del dolor en el parto es un reflejo condicional, es la respuesta del cerebro desorientado ante una sensación extraña. En ustedes es imposible que ese dolor, ese reflejo, se produzca. Cuando sientan una sensación extraña, un endurecimiento y tirantez del vientre ustedes le reconocen inmediatamente como Contracción indolora. Ni por un segundo deben dudar.

2º El útero necesita para su normal trabajo absoluta y completa independencia. La menor cris¬pación de cualquier otro músculo puede perturbar su contracción y volverla dolorosa.

Además, tengan ustedes en cuenta cómo se efectúa esta dilatación. Ya saben ustedes que es preciso que el cuello esté muy blando y el útero muy fuerte para que sea la contracción aprovechada al máximo. Por eso, durante la contracción, hay que rela¬jarse, como les he enseñado. Tanto más completo será el relajamiento cuanto más frecuente e intensa sea la contracción.

La relajación cumple, asÍ, dos funciones ablanda los músculos que no han de trabajar y que pueden estorbar el trabajo no permite al útero aprovechar toda la fuerza del organismo para su tarea.

3º Todo trabajo muscular quema oxígeno. Seguramente han leído o han oído decir que a los futbolistas, atletas y deportistas en general se les administra oxígeno para reponer sus músculos y para que éstos rindan así el máximo esfuerzo.

Los músculos uterinos necesitan también un refuerzo de oxígeno para poder llevar a cabo sin fatiga, es decir, sin dolor, el duro trabajo del parto. Para ello es suficiente hacer un par de inspiraciones fuertes, antes y después de la contracción, es decir, cuando la sientan venir y cuando ya haya pasado. El oxígeno del aire inspirado, lenta y profundamente, reemplaza de una manera muy rápida al quemado por la contracción y previene el dolor causado por la fatiga muscular, lo que en los brazos o en las piernas llamamos agujetas.

4º Encima del útero hay un músculo muy importante, llamado diafragma, que separa el abdo¬men del tórax y que en la respiración funciona como muestran los dibujos de las láminas 22 y 23).

Durante la inspiración, la cavidad torácica se llena de aire, se amplía, y el diafragma baja. Durante la expiración, el aire sale, la cavidad torácica disminuye, y el diafragma sube.

Por otra parte, en el fondo del útero existen multitud de terminales nerviosos que, bajo la presión del diafragma, pueden afectarse y doler. Nosotras, que lo sabemos de antemano, vamos a remediarlo de una forma muy sencilla impidiendo que baje el diafragma mientras el útero sube, es decir, durante la contracción. Cuanto más honda y más lenta es la respiración, entra más aire y el diafragma baja más. Cuanto más superficial y más rápida, entra menos aire y el diafragma baja menos. Fíjense bien en esto, porque es muy importante.

Ustedes tienen que conseguir que durante la contracción entre el menor aire posible en sus pulmones. Claro que, si entra menos aire, entra menos oxígeno y acabamos de decir que hace falta mucho oxígeno. Esta aparente contradicción puede remediarse sencillamente tomando poco aire muchas veces, en vez de mucho aire de una sola vez.

Respirando con la que vamos a llamar respiración anhelante.

Ahora ya saben ustedes cómo ayudar y dirigir el trabajo de dilatación en el parto.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Qué ganas tengo de oler a mi hijo

Hoy cumplo 30 semanas de embarazo, lo que quiere decir que me quedan entre 8 y 12 para ver a mi hijo. Pero ahora, mientras estaba recostada con Laia y olía su cabecita, me venía el recuerdo de su olor cuando era un bebé. Y me han venido unas ganas locas de oler a mi hijo. Ya comenté que cuando le ví los ojos a Laia me enamoré de ella, surgió un flechazo, hubo hasta fuegos artificiales en el quirófano. Pero como mamífera, reconozco que pasé muchas horas olisqueándola, y que esa sensación me transportaba al paraíso terrenal. Es inconfundible y embriagador el olor de un bebé, y mucho más el de tu bebé. Nunca le puse colonia. Tuve mis más y mis menos cuando comenzó a ir a la guardería. Al recogerla yo llevaba mono de su aroma tras varias horas ausente, y lo primero que hacía era abrazarla y olerla. Los días que me la entregaban oliendo a Denenes me invadía una pena enorme, me faltaba algo. Por suerte, aceptaban casi todas mis excentricidades sin decir ni mú y con repetirlo unas cuantas veces dejaron que conservara su aroma natural. Aún hoy sigo teniendo la costumbre, a la mínima que se acerca de besarle la cabeza mientras la huelo.

Ya queda menos para volver a sentir ese efecto de las feromonas con otra cabecita, que olerá a leche materna y a él mismo, por supuesto.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Humor (2): NIÑOS DE BUEN HUMOR: EL PODER DE LA RISA


Y el segundo, escrito por Susana Bloch y Karina Reinhardt. Adaptado por Emilio Iberbuden en



Y la imagen que pongo no tiene nada que ver con el tema, pero es que la he visto y me ha parecido preciosa de verdad. Es de Patricia Metola. ¿Ése era el secreto de Mona Lisa? Porque a mí me tiene un poco menos relajada el tema del embarazo que a ella, desde luego. Bueno, si lo pienso, también tiene que ver, que T. también recibe las endorfinas que genera la risa.


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En los niños las emociones son espontáneas y puras. Por eso no resulta extraño verlos reír a carcajadas ante pequeñas cosas, sin embargo, también es común ver cómo a medida que crecen algunos van perdiendo esta capacidad, y son cada vez menos los momentos en que se muestran alegres.

En esto contribuyen en parte importante los adultos, ya que muchas veces prestan más atención a los niños cuando están tristes, enojados y de mal humor. Así como tomar en cuenta estas emociones es necesario, también lo es reforzar los momentos en que los niños expresan alegría y están de buen humor. Generar espacios de diversión, compartir experiencias placenteras y momentos de diversión con los niños, es otra tarea que los padres deben procurar hacer todos los días.

Risa sanadora
La risa es un poderoso mecanismo de defensa, una eficaz herramienta para enfrentar los conflictos y superar la adversidad. Cada vez que una persona ríe, se movilizan más de 400 músculos en todo el cuerpo, aumenta la frecuencia cardiaca, se duplica la actividad pulmonar mejorando el sistema de oxigenación, se activa el trabajo metabólico y el organismo libera gran cantidad de adrenalina y endorfinas, hormonas naturales que funcionan como analgésicos y tranquilizantes.

Como consecuencia, se reduce el estado de estrés, se descargan emociones y se mejora el ánimo. El buen humor y el optimismo se asocian a un sistema inmune fuerte y a la salud mental. Según Susana Bloch, la risa es la expresión máxima de la alegría, emoción básica y universal, que se presenta en los niños en forma pura, espontánea. “Los adultos no deben reprimir esta emoción sino que estimularla”. Agrega que para reír es esencial estar relajado, como ocurre naturalmente en los niños.

Algunos especialistas sostienen que el poder de la risa es tal, que incluso podría ser un factor protector de enfermedades. Las personas que ríen poco o carecen de sentido del humor son más propensas a padecer enfermedades graves como el cáncer.

La risa a nivel cerebral
Un estudio realizado en la Universidad de Stanford, Estados Unidos, publicado en la revista científica Neuron, afirma que una persona se siente bien cuando se ríe debido a que se activan los circuitos de recompensa en el cerebro. Luego de medir la actividad cerebral en voluntarios que leían chistes buenos y malos, se comprobó que estos circuitos se activan con la risa. La investigación concluyó que la risa es importante para el bienestar físico y psíquico; una reacción que determina la forma en que se genera la amistad, el amor y el estrés. Por eso los especialistas afirman que es clave fomentar la risa y el buen humor en los niños.

Los científicos del aludido estudio explican que, pese a su importancia, aún no se conoce mucho sobre los mecanismos cerebrales que subyacen tras el humor y afirman que entenderlos puede ser fundamental para comprender diversos aspectos del comportamiento social. “Es probable que la gente con poco sentido del humor tenga problemas en estas áreas del cerebro”, dice el estudio de la universidad norteamericana.

Un humor diferente en cada etapa
Según los expertos, la risa y el humor aparecen muy temprano en el desarrollo. En los lactantes surge el aprender a sonreír en la medida en que las personas que les rodean les sonríen y se ríen con ellos. En un principio, los bebés lo hacen por imitación y luego aprenden a reír a carcajadas. A medida que crecen, comienzan a encontrar divertidas ciertas cosas, y entonces aplican el conocimiento que tienen de la facultad de reírse y logran hacerlo.

Sin embargo, los especialistas sostienen que en su sentido más estricto el humor aparece a los dos años de vida, cuando el niño comprende que algo inesperado e inhabitual ha sucedido. El pequeño puede reírse si ve a su papá haciendo morisquetas. Este hecho que puede provocar un ataque de risa al niño, se llama captación de las incongruencias físicas; que caracteriza al humor y que es lo que explica el porqué son tan graciosas las caricaturas.

El humor verbal aparece a los tres años, cuando el niño juega con las palabras: inventa, repite y esto puede causarle mucha risa. Para que el niño realmente disfrute situaciones de humor, éstas deben realizarse en un ambiente familiar de confianza. Si el pequeño siente la amenaza de un extraño, el temor puede apoderarse de él y en vez de la risa aparece el llanto. Los especialistas recomiendan desarrollar el humor en cada una de las etapas de los niños, para asegurar de cierta manera que cuando grandes sigan haciéndolo. Así también, estarán desarrollando en los hijos la capacidad de disfrutar de los pequeños detalles.

No al mal humor
Los niños aprenden a través del ejemplo, por lo tanto, es la familia quien les entrega las primeras enseñanzas de vida. Por eso, es importante fortalecer la expresión de la sonrisa como manifestación de optimismo y señal de que se disfrutan los propios logros, y también como una manera de enfrentar con esperanza las derrotas. Para lograr todo eso es fundamental la actitud de la familia.

La psicóloga Karina Reinhardt, señala que “es muy común que aquellas familias en que los padres son optimistas y alegres, los hijos también lo sean. Pero esa imitación pasa por entregarles mensajes coherentes y una actitud de vida que les permita valerse de cosas simples para enfrentar grandes dificultades. Si un niño goza con pequeñas cosas como un atardecer, el vuelo de un pájaro o un arco iris, probablemente durante su adolescencia o adultez encontrará en esas mismas cosas una protección contra posibles depresiones, o las verá como útiles recursos para superar sus frustraciones”.
Asimismo, es importante enseñarles que la risa debe darse en una actitud de respeto y generosidad, no como una forma de burla de las debilidades ajenas.

La casa de la risa
Incentivar el buen sentido del humor en los niños empieza con la propia actitud de los padres. Para lograr mantener un ambiente de alegría y relajación es importante que no digan frases como “ojalá pase luego este mal día”, o “me levanté con el pie izquierdo”.

Asimismo, es necesario tratar de no llegar malhumorado del trabajo, no ser serio la mayor parte del tiempo y no reír sólo con una película cómica o con un chiste. Recuerde que el sólo gesto de sonreír ayuda a encontrar la esperanza en momentos difíciles, distensiona ambientes poco amigables y facilita el acercamiento entre las personas.

Si bien cada persona tiene su particular sentido del humor, lo importante es tratar de encontrarlo, incentivarlo, compartirlo y festejarlo. Para incentivar el sentido del humor en la familia pueden organizarse fiestas de disfraces, hacer guerras de cosquillas o de almohadones, ver películas cómicas, leer cómics, contar anécdotas de la infancia, recordar cosas divertidas que los hijos hacían y decían cuando eran bebés, y hacer muecas destacando los rasgos de cada uno: lo más lindo o lo más feo. Lo importante es comprender que más allá de un juego, la risa y el buen humor pueden proteger a los niños y hacerlos más felices ahora y en el futuro.

miércoles, 30 de julio de 2008

El seguimiento del embarazo



En la página de paideia en familia he encontrado esta viñeta de Francesco Tonnucci que refleja bien cómo se suelen atender los embarazos. En mi última visita el tocólogo me iba comentando los resultados de los análisis mientras la enfermera me pesaba, me tomaba la tensión, me hablaba también de no sé qué. Tuve que decir: un momento, un momento, que así no me aclaro. Saqué mi lista de dudas y tomé las riendas de la visita.

Bueno, no me enrollo más. Que me parece que esta viñeta refleja bastante bien la atención que se recibe, siempre orientada a encontrar/no encontrar anomalías durante el embarazo. En el texto del blog que cito hay algo que vengo pensando desde hace días: ¿tanto cuesta preguntar cómo estás, tienes dudas?


domingo, 20 de julio de 2008

El primer trimestre


Aunque ya estoy finalizando el primer trimestre y sigo con los síntomas, quería poner este texto de Emilio Santos Leal, escrito para la revista "Tu bebé" y publicado en su página web, que recomiendo a todas las que estén embarazadas. Probablemente sea la persona que atienda mi parto, en el que espero parir, según sus palabras, de la forma más parecida a una yecuana. Bueno, con las distancias obvias, espero que sí, esta vez mi parto me recuerde más a eso que al corto de Iziar Bollaín. Hay trozos totalmente "plagiados" de mi parto. Mejor nos lo tomamos con humor, que ya es agua pasada. Y hablando de humor, pongo también un fragmento de "el sentido de la vida" de los Monty Python, que también está muy inspirado. Los dos los traigo desde youtube, pero al de Iziar Bollaín llegué por primera vez a través de la página de El parto es nuestro.
Bueno, la asociación de ideas que me ha llevado a poner el texto del primer trimestre y estos videos satíricos sobre el parto, puede sorprender a alguna primeriza que encuentre de casualidad este blog. Es que me ha surgido así, al hablar de Emilio Santos.







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No estabas segura, pero sospechabas algo. Notabas algo que no sabes describir, pero es como un estado emocional de sentirte especial, algo así como ver todo en la vida de color "de rosa"; y esa tensión en los pechos, como más tersos, más duros. Es la acción de una hormona del embarazo: la progesterona. Ahora ha pasado ya la fecha esperada de la regla y no ha venido. Ya la sospecha es mayor. Así que has comprado el kit de test de embarazo. Se lo has dicho a tu amiga más íntima y habéis quedado en tu casa para hacerte el test. El test de embarazo funciona midiendo en la orina otra hormona: la beta HCG. La beta HCG aumenta su nivel en tu sangre hasta la semana 14 de embarazo, y lo hace a un ritmo tal que se duplica cada dos días. Tras la semana 14 comienza a disminuir hasta desaparecer (¡una embarazada de siete meses puede tener un test de embarazo negativo!). Se mide en la orina porque es más fácil que en sangre. Te ha salido positivo. Ahora sí que estás segura. Puede que notes nauseas o vómitos; y cada día está más presente esa tensión en los pechos; y esa sensación de ser especial y de estar en un mundo especialmente bonito. Quizá se acompañe también de un cierto estado de despiste, se te pueden olvidar cosas que antes no se te hubieran olvidado. Ahora ya viene el paso de decírselo a otras personas. Buscas alguna forma bonita de decírselo a tu pareja. Decidís no decir nada todavía a los demás hasta no estar seguros de que todo va bien y de que sigue para adelante. Es buena idea: hasta un 50% de los embarazos bioquímicos se pierden. Es normal, es así la naturaleza. Te fijas en todas las embarazadas y bebés que hay en la calle y en los centros comerciales, antes no te habías dado cuenta. Entras en google y buscas cosas como "embarazo", "parto", "parto natural, tu ciudad", "epidural", "cesárea". Te invaden pensamientos, deseos, emociones y sensaciones. Comienzas a informarte. Poco a poco esta búsqueda de información va invadiendo tu vida y tus amigos comienzan a pensar que estás obsesionada. Vas pidiendo una cita en el médico para ver cómo es el seguimiento de embarazo, qué hay que hacer.

El seguimiento médico del embarazo habitual en el primer trimestre se reduce a tres elementos: las primeras consultas con el médico o matrona que te va a llevar el embarazo, la analítica de primer trimestre y la ecografía de primer trimestre.

La primera consulta de embarazo

En España lo habitual es que el seguimiento del embarazo lo realice un ginecólogo. Pero no es la única opción. Hay lugares donde el seguimiento del embarazo lo realiza el médico general, y hay lugares donde lo realiza la matrona (ej: Gran Bretaña, Holanda). La primera consulta consiste básicamente en examinar tu historial médico, sobre todo para saber si existen antecedentes personales o familiares de diabetes, de alteraciones tiroideas y en general de cualquier cosa que haya que tener en cuenta a la hora de las recomendaciones generales.

Recomendaciones generales

Las recomendaciones generales para la gestación son básicamente hacer vida normal y tomar algunos suplementos vitamínicos. El suplemento vitamínico "obligatorio" es el ácido fólico. Es obligatorio desde que en los años 80 se descubrió que asegurando la ingesta de ácido fólico se disminuye significativamente la probabilidad de ciertas malformaciones en los bebés llamadas defectos de cierre del canal neural. Entre estas malformaciones están incluidas la espina bífida y el meningocele, que pueden llegar a ser graves por producir parálisis de miembros inferiores o de la vejiga. El ácido fólico se encuentra de forma natural en vegetales verdes como la espinaca (fólico deriva de hoja, "folia") pero merece la pena tomar un suplemento no sólo cuando ya se está embarazada, sino desde antes, cuando existe posibilidad de concepción ya que el efecto importante como protector de estas malformaciones es realmente durante el primer mes desde la concepción.

Además del fólico, desde antes de la gestación es conveniente también asegurar unos niveles adecuados de Magnesio, Zinc, y vitamina D. La vitamina D no depende sólo de la ingesta sino que precisa un paso de metabolización en la piel con la acción de la luz del sol. Por ello, tomar el sol es saludable.

Durante todo el embarazo es conveniente también ingerir suficiente yodo. El déficit de yodo es una posible causa de hipotiroidismo, que se presenta con síntomas de fatiga, bocio, depresión, aumento de peso, y sensibilidad al frío con baja temperatura corporal. Hoy día consumimos alimentos procedentes de muchos lugares del mundo por lo que es inhabitual el déficit de yodo. En el pasado, en zonas de escasez de yodo, se daba con frecuencia retraso mental debido a déficit de yodo intraútero o bien en la infancia. Por ello en algunas ciudades del mundo se adiciona yodo al agua de consumo. No es mala idea tomar la rutina de consumir sal yodada en lugar de sal normal.

Estas amenazas de carencias nutricionales se pueden combatir haciendo una alimentación sana y variada, pero la mayoría de los ginecólogos optan por recomendar a todas las gestantes la ingesta de complejos vitamínicos que contengan todas estas sustancias mencionadas; estos complejos se comercializan ya con una composición diseñada para el embarazo y se suelen tomar en forma de una cápsula o comprimido al día. En las farmacias no requieren receta.

Pero existen otras amenazas más difíciles de combatir. Son las amenazas por la cantidad de sustancias tóxicas a las que estamos sometidos. Hay miles de sustancias artificiales diferentes que están presentes en el aire que respiramos, en la comida que ingerimos, y en las sustancias de aseo que utilizamos. Muchos de estos tóxicos llegan al embrión a través del útero. La recomendación aquí es evitar, al menos, las más evidentes minimizando el uso de cremas, jabones, perfumes, y sustancias de maquillaje y de desmaquillaje.

En cuanto a la dieta, la embarazada debe tener una dieta completa, equilibrada. Con la ciencia en la mano realmente prohibiciones no hay más que el tabaco y las drogas. Bebidas alcohólicas pueden tomarse de forma esporádica. Todo aquello que es perjudicial en una persona sana, lo es más en una embarazada. Es recomendable no abusar de los azúcares rápidos. No ocurre lo mismo con las grasas. El embrión precisa de sustancias grasas variadas para la formación de sus membranas celulares, neuronas, y sistemas hormonales. El embrión precisa por ejemplo de sustancias como el colesterol.

La Toxoplasmosis es una infección muy leve; tanto que en las personas normales pasa desapercibida; cuando se contacta con el Toxoplasma se adquiere inmunidad. Sin embargo, en el embrión puede tener consecuencias graves que incluyen ceguera o retraso mental. Por ello, mientras no se haya demostrado que se es inmune, es conveniente tomar ciertas medidas adicionales tales como:

• lavarse las manos antes de manejar alimentos (la embarazada y quien cocine para ella),
• lavado de vegetales, especialmente los de suelo, pero también frutas, incluyendo los envasados comercialmente,
• evitar todo tipo de carnes crudas, incluyendo embutidos y jamón serrano,
• usar guantes y lavado de manos tras actividades de jardinería o de cuidado de animales,
• evitar contacto con excremento de gatos

Hay que tener en cuenta que es muy baja la probabilidad de que justamente en el embarazo ocurra el primer contacto en la vida con el toxoplasma. Esto quiere decir que aunque las medidas expresadas son recomendables, si por algún motivo se han transgredido, no hay que hacer nada especial. Confirmar la presencia o no de inmunidad para el Toxoplasma es una medida que resulta controvertida. Muchos ginecólogos optan por no realizar esa prueba pues no hay evidencias científicas de que realmente sea un elemento útil en el seguimeinto del embarazo y sí hay indicios del daño que crea la interpretación cuando los resultados son dudosos. Por ello hay países donde los protocolos generales desaconsejan esa medida. Lo mismo ocurre con algunas infecciones aún menos tratables, como el citomegalovirus.

En cuanto al estilo de vida, existen trabajos científicos que avalan la importancia de que la embarazada evite el estrés emocional mantenido. Por lo demás la embarazada debe hacer una vida normal en cuanto a nivel de ejercicio físico y mental. Es saludable tener vida sexual según el deseo de cada persona. Es saludable el ejercicio físico moderado. Pero es saludable también asegurar la cantidad adecuada de descanso. Una embarazada, ya desde el principio del embarazo, precisa más horas de descanso de lo habitual, por lo que no sería mala idea adquirir la rutina de alguna siesta a lo largo del día.

Si hay un hermano mayor, este puede seguir tomando el pecho durante todo el embarazo y continuar después en tandem con el nuevo bebé cuando nazca.


La analítica del primer trimestre

La analítica en sangre del primer trimestre va dirigida, por un lado, a confirmar niveles adecuados de sustancias como hemoglobina (detectando posibles casos de anemia) y glucosa (detectando posibles casos de diabetes), por otro lado a descartar infecciones como hepatitis, VIH y Sífilis y por otro lado a detectar estado inmunitario con respecto a Rubéola y, en algunos lugares, a Toxoplasma. Se suele realizar también analítica de orina para detectar posibles infecciones urinarias, que en el embarazo son más frecuentes y además tienen más posibilidades de hacerse graves.

En torno a la semana 10 del embarazo se realiza la analítica dirigida al despistaje de cromosomopatías. La cromosomopatía más prevalente el la triploidía del cromosoma 21, más conocida como síndrome de Down. Se analizan dos sustancias en sangre: la PAPP-A y la beta-HCG. Dichos valores no arrojan ninguna información hasta no conocer la edad gestacional con precisión. La fecha estimada de la fecundación a menudo no es un dato conocido por la mujer. La fecha de última regla es orientativa, pues la fecundación se suele producir en torno a dos semanas después, pero tampoco es un valor fiable. La forma más fiable de conocer la edad gestacional es la ecografía, mediante la medida cráneo-nalgas del embrión. La analítica dirigida al screening de cromosomopatías se puede realizar el mismo día que la ecografía (en torno a 12 semanas cumplidas), pero se gana precisión en la prueba si se realiza en la semana 10. Ya se realice la analítica dos semanas antes de la eco, o se realice el mismo día, el último paso de este despistaje de cromosomopatías es poner juntos los resultados y introducirlos en un programa de ordenador. Con los datos de la PAPP-A y de la beta-HCG (junto con la fecha en que la sangre fue extraída), con la medida del pliegue nucal en la ecografía y la longitud craneo-nalgas (junto con la fecha en que la ecografía fue realizada) y con la edad de la gestante, un programa informático, habitualmente en el laboratorio de análisis clínicos, calcula el riesgo de sd de Down. El valor de este riesgo es el dato que se debe tomar para la decisión sobre si realizar o no amniocentesis. La decisión de realizarse amniocentesis es en general a criterio de la embarazada. Hay mujeres que quieren hacerse la prueba para tener la certeza absoluta respecto al síndrome de Down: en ellas el mencionado despistaje de cromosomopatías no es necesario. En el otro extremo, hay mujeres que de ninguna manera se van a realizar una amniocentesis porque diera el resultado que diera no procederían a realizar una interrupción voluntaria del embarazo: en ellas el despistaje de cromosomopatías tampoco es necesario. Pero para la mayoría de las mujeres es de ayuda saber si el riesgo es en torno a 1 /10000, 1 /1000, 1/100 o 1 /10. La forma más racional de proceder según el riesgo, recomendada por la Fetal Medicine Foundation de Londres es, si el riesgo es menor de 1 /1000, tomarlo como riesgo bajo y no hacer nada; si el riesgo es mayor de 1 /100, tomarlo como riesgo alto y realizar amniocentesis; y si el riesgo es intermedio entre estos dos valores, repetir la ecografía para mirar más datos, como la presencia de hueso nasal, y con estos datos adicionales, decidir si realizar o no la amniocentesis.


La ecografía del primer trimestre

Muchas personas se extrañarán al ver este título en singular y no en plural ("las ecografías del primer trimestre") porque muchas personas se realizan múltiples ecografías, especialmente en la medicina privada. Muchos futuros padres están ansiosos por confirmar que el hecho de estar embarazada realmente significa que dentro hay un ser vivo. Piden al ginecólogo realizar una ecografia casi como quien exige un derecho por el que están pagando; muchos ginecólogos creen estar aportando algo claramente positivo si "regalan" una ecografía más aunque no sea necesaria; y en la medicina publica muchas mujeres acuden a un centro de urgencias hospitalarias con cualquier pretexto con la esperanza de que el ginecólogo haga una ecografía para ver por primera vez a su embrión de bebé. Pocas personas piensan que la ecografía pudiera tener algún efecto indeseable. Pues bien, la primera ecografía del embarazo recomendada por la sociedades profesionales ginecológicas es tras cumplir 12 semanas desde la última regla y existen, a mi juicio, al menos dos posibles efectos perniciosos de ecografías antes de las 12 semanas. El primero es que desde hace pocos años existen indicios en animales de experimentación de que la ecografia podría interferir delicados procesos en la formación del embrión por interferir en la migración neuronal de las células (Ang ES Jr, Gluncic V, Duque A, Schafer ME, Rakic P., 2006). De confirmarse este efecto es algo grave y podría estar siendo causa de muchas pérdidas de embarazos incipientes. El segundo, no tan grave, pero más evidente, es el efecto como elemento productor de estrés. Cuando se realiza una ecografía el las primeras semanas de embarazo a menudo resulta ser demasiado pronto y no se puede confirmar el latido del corazón del embrión. Aunque se asume que lo mas probable es que sea demasiado pronto, a menudo esto obliga a ulteriores investigaciones, pues creada la duda, hay que confirmar que no es una gestación interrumpida, o extrauterina, etc, y es habitual que en ese tiempo la mujer esté en un estado de ansiedad al que no tendría por qué haber llegado. Pero además muchos embarazos muy precoces se pierden como parte de la normalidad, por azar; como es en una fase muy incipiente, la mujer tiene un sangrado mayor que una menstruación y lo expulsa sin problemas; detectar un embarazo incipiente interrumpido sólo lleva a tener que realizar una intervención (legrado) que de otra forma no habría sido necesaria. Por eso mi recomendación particular es que la primera ecografía del embarazo se realice aproximadamente al cumplir 12 semanas, como recomiendan las instituciones profesionales, y no antes (salvo que exista una causa para ello).

La ecografia de las 12 semanas tiene por funciones medir al embrión para saber con precisión su edad, medir el pliegue nucal como parte del despistaje de cromosomopatías, y asegurar si se trata de un sólo embrión o más y, en ese caso, diagnosticar si se trata de una sola placenta o de más de una, lo cual tiene gran repercusión en el seguimiento posterior del embarazo.

Problemas del primer trimestre

Uno de los problemas que más habitualmente aparecen en la embarazada, y además uno de los primeros en aparecer son las nauseas y vómitos. Tienen la característica diferencial con otros tipos de vómito de que no hay pérdida del apetito y no hay diarrea ni dolor abdominal. Si son esporádicos y no interfieren con la vida normal, no hay que hacer nada especial. A menudo mejoran aumentando las horas de descanso y evitando el estrés. Si son mayores se puede acudir al ginecólogo quien, habitualmente prescribirá un medicamento llamado Caribán.

Otro problema característico del primer trimestre es la aparición de un manchado vaginal de aspecto sanguinolento. Por definición todo manchado de aspecto sanguinolento se denomina amenaza de aborto. Cuando ocurre es necesario evitar el estrés y asegurar el descanso, lo cual se traduce en una baja laboral si se da en una mujer que trabaja. Mientras sea un manchado escaso no es imprescindible acudir al ginecólogo, pero sí realizar este tipo de "reposo relativo". Antiguamente se prescribía reposo absoluto en cama pero la investigación científica ha demostrado que no es necesario y además el estrés emocional que esto conlleva puede ser perjudicial. Si el sangrado se hace mayor, en una cantidad que comienza a semejarse la la de una menstruación, o si se acompaña de dolor intenso, entonces es necesario acudir a un servicio de urgencias ginecológicas para diagnóstico.

En cuanto al dolor, si es leve, es probable que no sea nada importante. Pero siempre que exista un dolor abdominal intenso en las primeras semanas o meses de embarazo es importante acudir a un servicio de urgencias ginecológicas para el diagnóstico, ya que hay que algunas de las posibilidades diagnósticas conllevan gravedad, como es el caso de las gestación ectópica, entre otras.

miércoles, 16 de julio de 2008

De regreso

Una vez confirmado el motivo de mis náuseas, mareos, cansancio, etc. es un embarazo que sigue su curso de forma normal, y que queda poco para pasar el primer trimestre, vuelvo a estar más animada. Estoy segura de que a partir de ahora la mayoría de textos van a estar relacionados con este estado en el que me encuentro, el parto, la lactancia... Si me pongo cansina, me lo decís ;)
Un abrazo a tod@s.