Santo Niño de Atocha

Esta es una nueva versión de este encantador personaje que ya hice hace cosa de un año atrás: el Niño de Atocha, esa personificación de Jesús pequeñito, que aparecía en la carcel, llevando comida y agua a los prisioneros que no tenían familia que atendiese a sus necesidades.

Quien quiera saber más de esta leyenda, puede encontrar mucha información en la net, por ejemplo, esta página: http://www.ninoatocha.com/history_spanish.html

Esta versión del Niño está vestido de azul claro, con capa y sombrero en castaño.

Lleva en una mano un bordón de peregrino, con una calabacita de agua, y en la otra una cesta. 

 La expresión es dulce y suave, tiene ojitos azules, rizos castaño claro, y un bonito cuello de encaje sobre la capa de seda.

En la cestita lleva flores, y un pan. La cesta está hecha en cartulina, forrada con una cinta simple y pintada de dorado. 

El sombrero también fue hecho sobre una base de cartulina forrada en la misma seda que la capa, y tiene unas pequeñas plumillas de ave, blancas y suaves. 

La silla es de compra, de esas que se venden en crudo, le he puesto un almohadón de seda con un cordoncillo alrededor, y la he pintado de dorado.

Y aquí está la presentación final, sobre su base dorada y adornada con una antigua cinta, preparado para viajar a su nueva casa, en el norte de Portugal :-)

Encaje de bolillos

Este es un encargo muy especial, con el que he aprendido mucho... comenzando por el tema: cómo se hace el encaje de bolillos??? yo no tenía ni la menor idea, y me quedé con la boca abierta cuando vi las fotos que mi cliente me envió.

La muñeca fue simple de hacer: una muñeca retrato de una bonita señora vestida con sencillez, y sentada en una silla, frente a su labor. 

Va vestida con pantalones negros, blusa blanca, botitas negras de taco raso, y lleva reloj de pulso, pendientes, y unas graciosas gafas con patilla color naranja. 

La silla es normal, de compra, a la que le hice el tapizado color rosa viejo, con un almohadón en el estilo que mi cliente usa en su casa. 

 El pie para el cojín ha sido todo un desafío para mi, que no acostumbro trabajar madera, pero me atreví a intentarlo porque era un accesorio de un personaje mío, y bueno, yo acostumbro hacer todos (o casi todos) los accesorios a mano, así que aquí está, modestamente creo que no ha quedado mal del todo, es muy sencillo, obra de una aficionada, pero me he quedado muy satisfecha con él.

El cojín sí que me ha dejado muy orgullosa!!! Reproduje en color y forma el cojín original que usa mi cliente, con los mismos detalles y elementos. Coloqué un trocito de puntilla, y realicé los bolillos en fimo, para que me quedaran así de finos, y pudiera reproducir ese efecto "amontonado" que tienen las labores de bolillos reales.

En el medio del cojín, quedaron 4 bolillos sueltos para que se puedan colocar en las manos de la muñeca. 

Los alfileres (que los tiene!!!) los hice con alambre finito, del que uso para hacer las gafas, cortado en trocitos iguales y pegados individualmente al cojín con super-cola en gel, con ayuda de una pinza especial para miniaturas, por supuesto! 

Ella tiene las manos preparadas para llevar uno o dos bolillos en cada una, no necesitan pegarse porque se sostienen entre los dedos.

 Y así queda ella, feliz y entretenida con su labor!

Voy a extrañarla mucho cuando se vaya!!! Ya está lista para meterse en su caja, y mañana por la mañana saldrá de aquí rumbo a Barcelona, a su nuevo hogar donde estoy segura de que será muy bien cuidada!  

Una encantadora abuelita

Este es uno de los personajes que más disfruto hacer: una abuelita sencilla y trabajadora.

En este caso, está desgranando guisantes... o arvejas, arvejillas, chícharos, ervilhas en portugués, en fin, ya me han dicho infinidad de nombres para estas deliciosas y nutritivas legumbres!

La abueltia está sentada en una silla baja, tan tradicionales en las cocinas antiguas. 

Estoy muy satisfecha con las manos que son siempre tan difíciles de modelar. No están perfectas, ya lo se, pero creo que son expresivas, manos de mujer trabajadora, la mejor cosa del mundo para los que las hemos disfrutado de niños! 

Va vestida con sencillez: una falda "color ratón" como le llamaría mi madre, jaja. Una blusa florida en tonos suaves, la enagua saliendo un poquitín por debajo de la falda. 

 El cuello de la blusa lleva una vuelta de puntilla, y cierra con un pequeño lacito de seda. Tiene también un delantal blanco de algodón.

 Las telas fueron tratadas con laca para cabello (un truco que me enseñó Jerónimo Galván y que siempre le agradeceré!!!) para que tuvieran esa caida suave y natural que acompaña el movimiento de la figura.

 A pedido de mi cliente, lleva medias con sus pantuflas de entrecasa, un detallecito que a mi también me encanta y me hace sonreir.

 Para el pañuelo que lleva en la cabeza, usé un trocito de algodón antiguo que tenía una doble vainilla en el borde. El flash de la foto no permite verlo bien, lamentablemente...

Para acompañar la figura, además del plato de guisantes que lleva en la falda, hice un saquito de tela tipo arpillera, con los guisantes para desgranar. 

Esta abuelita ya está viajando hacia su nueva casa, donde la espera una deliciosa cocina rústica... que yo espero que pronto podamos ver! :-)

Dos nuevos personajes

Este personaje es un clásico que ya hice varias veces, en diferentes versiones.

Me encanta de vez en cuando hacer este tipo de jóvenes románticas, en corset y grandes enaguas de seda y puntillas, preparándose para salir.

Tiene el abundante cabello prendido en una trenza floja, de la que se escapan algunos rizos rebeldes.

En este caso utilicé un silloncito bajo que encontré en un mercadillo callejero la última vez que estuve en Lisboa. Cuando lo vi, pensé inmediatamente que era ideal para este tipo de personaje!  

Una joven romántica, poniéndose las medias y pensando en su amor imposible... o posible, quién sabe... :-) 

La muñeca es completamente fija, no puede moverse ni un milímetro sin perder el delicado equilibrio que la sostiene en esa posición, así que el que la compre, seguramente se llevará el silloncito de regalo, jeje  

Los pliegues de la enagua han sido cuidadosamente sujetos con puntadas invisibles para conservar esa forma graciosamente "descuidada" 

El siguiente personaje es un encargo: una segunda versión de uno que hice para la feria de Barcelona, y que quedó en manos de mi querida Viti Lopez.

Para esta nueva versión, elegí una tela de algodón en tonos de azul claro, con cuello de bordado ingl~es y lacito de seda.

Los zapatitos son celestes, al tono del vestido, lleva zoquetes de puntillas, y una muñequita colgando de la mano.

 Y sigo trabajando, estad atentos a las novedades! 

La hora del cuento de hadas

Esta tierna escena es una de las novedades que llevaré a la Feria de Madrid dentro de unso días. Se trata de una abuelita leyendo cuentos de hadas para su nietita a la hora de dormir.

La cama se la compré hace un tiempo a Jorge Cubells, es de madera blanca, y la vestí con sábanas simples en blanco, con remate de bordado inglés, y un cubrecama de estilo campestre que me parece precioso! 

En esa bonita y sencilla camita, he ubicado a mis personajes, también ellas sencillas y cotidianas, vestidas con camisas de dormir y descalzas. 

La abuelita lleva un camisón floreado en tonos de beige con florecillas diminutas en rosa y celeste, con cuello y puños de puntilla blanca, tiene anteojos para leer, y el cabello inmaculadamente blanco recogido en una cofia simple de algodón blanco, bordeada de puntillas. 

El camisón ha sido tratado para parecer arrugado y adaptarse a la cama o a un sillón cómodo. 

La niñita es un trabajo anterior, una simpática pelirroja vestida con una bonita camisa de dormir blanca, adornada con bordado inglés y cintas de seda verde, que hacen juego con sus ojitos. 

El librito lo hice yo misma, con una impresión que bajé de la net, cuya portada está en portugués: "Contos de Fadas" es su título. 

 Y el interior tiene letra impresa, y una bella ilustración de un castillo encantado

Espero que les guste este trabajo!

Sigo en plena producción, así que ya les iré mostrando cositas nuevas.

Una tierna niñera

Esta encantadora niñera de expresión dulce y simpática es un encargo que hice con mucha ilusión: ella va a cuidar los preciosos niñitos de la artesana española María Mercedes Esteve Soler.

Si no conocen los trabajos de Mercedes, pueden verlos en su blog:  http://myminidolls.blogspot.pt/

La niñera es una señora rellenita, la he vestido con una tela estampada en tonos de azul, que combinan con sus ojos. 

Por detrás, vemos la cofia de algodón blanco con puntillas, el gran moño de su delantal blanco, y... vemos que no le falta con qué sentarse, jajaja  

Debajo del vestido, lleva pololos y enaguas de algodón blanco adornados con puntillas, y botines negros con tacones confortables. 

El delantal está confeccionado en una tela simple de bastilla de algodón blanco, y está adornado con un precioso bordadito antiguo, rescatado de un cuellito de bebé.

La expresión de la señora nos cuenta de su gran paciencia y dulzura en el trato con los niñitos. 

Me hace mucha ilusión pensar que será bien recibida en su nueva casa!

Una antigua oficina

Estos personajes son un encargo muy especial: la señora es la dueña de unas grandes tiendas, para las cuales he estado haciendo todos los personajes. En la escena, estará en la oficina, sentada a su escritorio, mientras su empleado le trae unos papeles para firmar.

Lleva un traje en verde azulado claro, con un padrón de estilo antiguo, adornado con un cordoncillo en un tono más oscuro del mismo color. Blusa de encajes color arena, y broche al tono del vestido.

El traje va bien ajustado al talle. Lleva un peinado simple, recogido en lo alto de la cabeza, se ha quitado el sombrero para pasar la mañana trabajando en su escritorio. 

Lleva botines en gris oscuro, y enaguas de seda con puntillas en el borde.

El rostro está modelado con ayuda de una foto de mi clienta, que es una guapa señora. No diré que me ha quedado igualita porque, como siempre digo, yo no soy retratista, pero tiene un "aire", y lo más importante es que a ella le ha gustado mucho "su" muñeca!

El secretario es un viejecito con aspecto de amabilidad y eficiencia, uno de esos empleados antiguos que conocen al dedillo todo el movimiento de la empresa! 

Lleva un pantalón castaño oscuro, camisa blanca, chaleco a cuadritos en castaño, con la parte de atrás en seda, y corbatín de lazo. 

Lleva gafas redonditas y pequeñas en la punta de la nariz, porque son para leer, y como detalle simpático, se me ocurrió hacerle esos cubre-mangas negros que los escribientes usaban antiguamente, para proteger los puños de la camisa de las manchas de tinta.