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11 dic 2007

NO ES TIEMPO DE BUSCAR CARACOLES, PERO...

Estos días festivos que acabamos de pasar y que no han sido demasiado frescos recupero aquellos días primaverales, (mientras me recupero también de un catarrazo monumental) dónde se alternan tormentas y sol y las temperaturas son fáciles de soportar.

Esta podría ser una tarde primaveral disfrutando de lo bueno que encontramos en mis pueblos...


Ligeros ecos de truenos resuenan a lo lejos.
De los salientes de los tejados todavía gotean aguas del chubasco que acaba de pasar.
Las nubes empujadas por altas corrientes se desplazan veloces dejando paso a potentes rayos solares que empiezan a caldear el ambiente.

En esos momentos calzarse unas botas de agua y disponerse a la búsqueda de caracoles es una especie de ritual.


Mi padre y yo realizamos cada uno nuestra versión caracolera:
él con sus hierros y soplete,
yo con mi ganchillo y mis lanas

Trabajo en forja realizado por Francisco Llop

Te adentras en terrenos verdosos, totalmente mojados.
Huertas que todavía aparecen rociadas por las lluvias.

Aromas de flores y hierbas limpias que se elevan a tu alrededor y se remueven a nuestro pasar.
Mil olores de verdes frescos percibimos en el paseo, que junto con el silencio campestre, vagamente interrumpido por el cantar de algún pájaro o algún vehículo ocasional, actúa de bálsamo inmediato sobre nuestro ánimo.

Es un verdadero relax.



Los sigilosos caracoles, inocentes del destino que les acecha, comienzan su paseo y salen a saludar al sol con sus antenas bien estiradas como queriéndolo tocar.

Se instalan cerquita de lechugas tiernas, acelgas y demás… salen de sus vidas retiradas y dejan blanquecinos rastros de baba que delatan su presencia.


Broches "Caracol" a ganchillo

Sorprendidos en sus vergeles, se apilan en mi bolsa y al reaccionar, los intentos de fuga son vanos…me son simpáticos los bichos pero verlos en la cazuela, bien aliñados con su cebollita, me puede más.

5 jun 2007

AMIGURIMIS. EL GATO Y EL RATON

En casa ha nacido un nuevo gatito. Una apasionada del ganchillo como yo no podía dejar de sucumbir a la tentación de crear algún AMIGURIMI viendo que corren bichos tan simpáticos en la red.



De lo que no estoy tan segura es de si a nuestro gato, le ha hecho mucha gracia descubrir un nuevo residente en casa, pero yo como los egipcios los considero animales que absorben la mala suerte, así que tener más de uno no puede más que ser más que propicio para aumentarla.

En Perú, Birmania, Chipre, Tibet, Brasil, Japón el animal es muy respetado y símbolo de buen augurio.
En la civilización judeocristiana se le ha asociado a las brujas y se le ha hecho pasar toda clase de suplicios: escaldado, quemado, lanzados desde torres...
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Dicen que ven en la oscuridad, y por ello se asocia al don de la clarividencia, es misterioso e indomable; doméstico pero no fiel.
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Para atraer la suerte, en ocasiones se le emparedaba vivo en algún edificio en construcción. También se sabe que algunos soldados de la 1ª Guerra Mundial guardaban una piel de gato negro en su bolsillo como amuleto.


¡Pobre bicho! Yo no tenía intención de hacer pasar a los míos por ninguna de estas calamidades, pero claro, todo el mundo en casa debe colaborar. Le ofrecí ser mi ayudante en la biblioteca y allí me lo llevé.



Le enseñé mi puesto de trabajo que no dudó en ocupar y en remarcar: "Puaff, tu silla es un asquito, ¿no te la piensan renovar? Aixx..."



Le mostré algunos de mis cuentos preferidos.

Y finalmente le enseñé las pilas de libros que debíamos devolver a sus estanterías.



Pero el felino salió juguetón y no se dejó seducir por la tarea...

Este fin de semana creé un nuevo amigurimi, el ratón. Y no tardaron en encontrarse.
Estuvimos largo y tendido conversando pues debíamos encontrar una ocupación... Fluvi demostró un talento musical inusitado con la viola así que decidimos que lo mejor era seguir su vocación.

Recordé la llamada que Inés hacía desde su blog "ven a pasar el rato" y con una gran pena nos despedimos y hacia allá que se fueron... (digo fueron porque el Ratón, Ton que había hecho "buenas migas" con él, decidió acompañarle.)