El
rito exoterizado se ha alejado del Alma del Conocimiento, de esa Sabiduría
Esotérica y Cósmica, que revestida del Símbolo, nos habla de verdades y
procesos universales que la propia Naturaleza expresa delante de nuestras
propias narices… Porque el rito nació para entrar por los ojos y los demás
sentidos, y no quedarse ahí, sino que quiere hablar al Corazón, busca despertar la Consciencia.
El gusano de seda, tras un período de
crecimiento y engorde, comienza a segregar seda, con la que se envuelve hasta
dar forma a un capullo, dentro del cual y pasado un tiempo, se producirá la metamorfosis
que le hará resucitar, esta vez bajo
la forma de una mariposa. Esto simboliza el paso de un ser terrestre a un status angélico.
Jesús
no expresó un milagro aislado y caprichoso, no protagonizó un prodigio único y arbitrario de
magia, al margen de las Leyes y del Orden Universales. Jesús, desde su grandeza
de Hombre que supo sacrificarse hasta ese extremo, y como Ser que integró
Sabiduría y Amor, lo que hizo fue escenificar magistralmente una Verdad
expresada por siempre en procesos físicos y metafísicos, en la Naturaleza y
como propuesta de Realización y Ascensión para nuestro Ser Interno.
No es
casualidad que la Semana Santa se celebre al principio de
la Primavera. Después del letargo invernal, de las hojas caídas, del reposo,
una voz inaudible que se expresa como impulso de Vida Regenerada, grita al
corazón mismo de todas las semillas: “Despertad a la Vida, creced y expresad
todo vuestro potencial dormido, latente”.
La
semilla debe sacrificarse, morir como tal para dar paso a la majestuosidad del
árbol, el que si todo va bien y recibe el agua, nutrientes y luz solar que
precisa, alcanzará su máxima expresión, ofreciendo frutos y dando cobijo,
sirviendo si acaso de simiente para otros tantos árboles. Este proceso, más
allá del plano físico, también lleva implícito otro proceso ligado al Espíritu,
a lo espiritual o metafísico. Si no
morís, no viviréis, manifestó Jesús hace algo más de dos mil años. Y esta
es la cuestión nuclear del mensaje. Esa muerte es en realidad la realización
consciente de un proceso de limpieza, de cura, de transmutación o
transformación por el cual nos despojamos de todo aquello que a nivel interno
eclipsa y procura apagar nuestra original Luz, nuestra verdadera Esencia. Esta
es la promesa del logro alquímico de transformar el plomo en Oro, de los
Trabajos de Hércules, del milagro natural de la oruga que se convierte en
Mariposa, etc. Es la trascendencia del ego hacia el Amor, el proyecto de despojarnos
de nuestros defectos para expresar nuestra Luz sin eclipses ni nubes
tormentosas…