La distancia que mide lo lejos que tu cuerpo
se encuentra de mi cuerpo no es distancia que duela.
Me duele más la forma en que algunos que pasan
cada día a mi lado me ignoran y desprecian.
Puede ser que prefiera el roce de tu piel
a tan sólo el recuerdo o la imagen lejana.
No es que no sienta a veces nostalgia de tu aliento
ni que no ansíe el roce de tus labios rosados,
pero siento a diario a tu alma cercana,
no importan los kilómetros, los montes y los mares
que están entre nosotros pues siento tu cariño,
tu emoción y tus sueños se meten en mis sueños
cuando siento en la noche el tacto de tu alma.
V. K.