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domingo, 17 de noviembre de 2013

R.E.M (The Twilight Years 2001-2011) - Recopilatorio MIMS.


La separación de R.E.M no me pilló de sopresa. Creo que, mas o menos, la mayoría de sus seguidores de base nos lo esperábamos. Y la verdad es que aunque se les echa muchísimo de menos, creo que es lo mejor que pudieron hacer. El grupo ya había tocado techo en su momento y lejos de prorrogar su aparente decadencia, fueron coherentes y optaron por la mas honesta de las decisiones. Creo que en ese sentido, nada que reprocharles, sino todo lo contrario. Ese punto y final del grupo mas relevante, para un servidor, que ha dado el rock americano en los últimos treinta años, no era sino la consecuencia lógica e inevitable del desgaste producido por el paso del tiempo, las dificultades del camino, y la evidente incapacidad de grabar discos a al altura de sus mejores tiempos, algo que quizás, acabó desencantando también a muchos de sus seguidores. 

Desde la marcha de Bill Berry tras New Adventures in Hi-Fi en 1996 y hasta su último álbum de estudio, Collapse Into Now de 2011, pasaron muchas cosas. Pero para esta entrada vamos a detenernos exclusivamente en su última producción. La correspondiente a los discos editados en la pasada década (Reveal, el recopilatorio In Time, Around The Sun, Accelerate y Collapse Into Now) y que a todas luces, se han acabado convirtiendo en los mas denostados por critica y público. Evidentemente es un período que desde el punto de vista crativo queda a años luz del de sus mejores tiempos y que todo el mundo conoce (o debiera conocer), pero creo que podemos obtener un buen número de excelentes temas que podrían conformar un album recopilatorio muy interesante y que podríamos titular pomposamente: R.E.M – The Twiligth Years (R.EM – Los años del ocaso). Es solo una idea. Ademas, dada la cantidad de recopilatorios oficiales (y no oficiales) que existen del grupo y que practicamente ninguno de ellos aborda con justicia y profundidad sus ultimos discos, considero que es una buena oportunidad para hacerlo.


Reveal, de 2001, fué un disco que denosté en su día cuando lo compré, por la decepción que me había producido su sonido en unas primeras y vagas escuchas, y que no recuperé hasta años después. Ahora, admito sin pudor, que me parece el mejor y mas interesante disco que publicaron en la pasada década. Tildado muchas veces de blando y de sobreproducido, Reveal no es sino el reverso luminoso de Up, como en su día Out Of Time lo fué de Automatic For The People. Dejando a un lado estas consideraciones, Reveal ofrece un buen número de excelentes canciones, muchas de ellas dotadas de las melodías herederas del mejor Brian Wilson (clara influencia del grupo) y con un aroma veraniego que las hace resistir muy bien el paso del tiempo. De este album, escogeremos hasta seis temas de los dieciseis que conformarán este recoplitario. Cuatro de ellos, se presentan seguidos en el album. La fantastica The Lifting, la suntuosa I´ve Been High, la infravalorada (pero para mi redonda) All The Way To Reno y la que es la joya del disco: She Just Wants To Be. Canción muy cercana a los mejores tiempos de Automatic For The People. Sumaremos a ellas, el maravilloso estribillo de Beat A Drum y el poderoso e inmmaculado pop de Imitation Of Life, sin duda, la canción mas redonda que han ofrecido en los ultimos trece años.

En 2003, editaron la que es quizás, su recopilación oficial mas popular: In Time. Solo incluyendo los grandes himnos de su etapa Warner, y sumando, a modo de gancho para el fan, dos nuevos temas. Uno de ellos, el infalible Bad Day, que era un tema que procedía de su producción de los ochenta, y que creo contiene todo el encanto suficiente como para aparecer en esta selección. Ya en 2004, publicaron un nuevo album: Around The Sun, que pasa por ser el disco mas flojo de su carrera. No por el nivel de las canciones (que a mi, no me parece malo en su conjunto) sino por la sensación de cansancio y sobreproducción orientada a las radioformulas que desprendía. Un album que sufrió sin duda el exceso de tiempo invertido en la fase de producción y que dió al traste con muchas de las buenas ideas que inicialmente tenían entre manos. De la quema, salvaría tres canciones que me parecen notables: Leaving New York, un tema muy R.E.M y que fué su single de presentación. La experimental pero evocadora Electron Blue (con un precioso estribillo y mi favorita del lote) y Aftermath, que es lo de siempre, pero tiene su punto. 


Accelerate, de 2008, y ya desde su título, se contempló como un disco de "vuelta a los orígenes" y al sonido iniciatico del grupo. Ritmos mas rapidos, guitarras mas abrasivas y en general intenciones claras por romper con el pasado reciente de Reveal y Around The Sun. Lo consiguen a medias, y es que se quedan a medio camino en sus propositos. No es Accelerate un gran disco ni tampoco consigue al 100% sus objetivos de volver a sonar frescos y latentes como en el pasado. Aún así el comienzo con Living Well Is The Best Revenge es apabullante. Houston, quizás la pieza que actua como eje de todo el album, vuelve a mostrarnos a unos R.E.M maestros en la fabricación de temas envolventes. Y el tema Until The Day is Done, otra pieza clave de la colección, es lo mejor del lote. Tres temas sobresalientes y que merecen su sitio en esta recopliación. 

Para Collapse Into Now el grupo ya había decidido separarse. De hecho, solo les quedaba un disco para dar por finiquitado el contrato con la compañía Warner y este album cumplió con ese cometido. Ya la portada, con esa imagen de Stipe diciendonos adios con la mano, dejaba alguna pista mas que clara sobre el futuro inmediato de R.E.M. Para mi, es un gran disco de despedida. O por lo menos, el mejor disco de despedida posible. Quizás el album mas variado y heterogeneo desde los tiempos de New Adventures in Hi-Fi. El tratamiento en la producción vuelve ser a todas luces erroneo (sobre todo no me gusta nada como tratan la voz de Stipe) pero esta vez las canciones, casi todas, tienen un nivel muy aceptable. El comienzo de Discoverer es épico y adictivo. Y las fantasticas It Happened Today, que podria servir de perfecto epitafio y que cuenta con una casi imperceptible colaboración de Eddie Vedder a los coros, y ÜBerlin, como excelente medio tiempo, completarían la selección de este Collapse Into Now, del que me aun me quedarian ganas de incluir algun tema mas como la energica Alligator_Aviator_Autopilot_Antimatter o la también excelente Me, Marlon Brando, Marlon Brando and I.

Finalmente, la selección por temas y discos de este extraño recopilatorio quedaría como sigue. Espero que os guste si os poneis con ello.

1. The Lifting (Reveal, 2001)
2. I´ve Been High (Reveal, 2001)
3. All The Way To Reno (Reveal, 2001).
4. She Just Want To Be (Reveal, 2001).
5. Beat a Drum (Reveal, 2001).
6. Imitation Of Life (Reveal, 2001).
7. Bad Day (In Time, 2003).
8. Leaving New York (Around The Sun, 2004).
9. Electron Blue (Around The Sun, 2004).
10. Aftermath (Around The Sun, 2004).
11. Living Well Is The Best Revenge (Accelerate, 2008).
12. Houston (Accelerate, 2008).
13. Until This Day Is Done (Accelerate, 2008).
14. Discoverer (Collapse Into Now, 2011).
15. ÜBerlin (Collapse Into Now, 2011).
16. It Happened Today (Collapse Into Now).

Escuchad REM - The Twilight Years en Spotify

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Prince (1994 - 2010) - Recopilatorio MIMS (Parte 2 de 2).

Segunda parte del recopilatorio dedicado a Prince en el período mas desconocido de su carrera (1994-2010). Confieso que hacer esta segunda entrada me ha supuesto bastante mas esfuerzo “reflexivo” que la primera de ellas. No por razones de motivación sino porque la carrera de Prince tras el esfuerzo titánico de Emancipation, entró en un carrusel de subidas y bajadas digna de estudio. A partir de 1998, Prince consiguió volver loco hasta al mas paciente de sus seguidores. Durante finales de los noventa y principios de la década pasada, le perdí la pista tantas veces que casi estuve a punto de tirar la toalla y refugiarme para siempre en los infalibles 1999Purple Rain o Sign´O The Times y hacer oídos sordos a sus ultimas entregas. Puede que con Musicology, en 2004, y gracias a su gran éxito comercial, consiguiera enderezar el rumbo. Pero solo fue en espejismo. Prince volvió a su estado natural tras ese album y siguió entregando disco tras disco sin ningún tipo de control de calidad previo. 


Pero los genios de esta envergadura son así. Y los fans estamos para esforzarnos, dentro de lo que cabe, en entenderles e intentar disfrutar de lo que nos guste. Y entre la obra editada por Prince tras Emancipation (1996) hasta el olvidable 20Ten (2010), hay muchas canciones que vale la pena rescatar. Antes de nada, advertir que dado el número exagerado de discos editados en ese período por el genio de Minneapolis (algunos de ellos directamente en internet y no en formato fisico), he tenido que dejar algunos de ellos fuera de esta selección. Bien por razones puramente cualitativas (Rave Un2 the Joy Fantastic, 20Ten), bien por la dificultad de rescatar canciones fuera del contexto conceptual del álbum al que pertencen (The Rainbow Children, N.E.W.S) o bien por la necesidad de discernir lo mejor de su obra, priorizando unos discos sobre otros. Así que enfocaremos esta nueva selección con los discos, Musicology (2004), 3121 (2006), Planet Earth (2007) y Lotusflower (2009). De esos discos obtendremos ocho temas que sumados a los doce de la anterior entrada sumarian los veinte de rigor de un album recopilatorio al uso. Espero que los disfrutéis.

Musicology, en 2004, fué el disco que devolvió a Prince a las portadas de las revistas, a llenar pabellones y a ocupar los primeros puestos de las listas de ventas americanas. Algo que no ocurría desde hacía mucho tiempo (me atreveria a decir que desde el album de 1991 Diamonds And Pearls). Las razones habría que buscarlas en que la salida del disco vino precedida por una fantastica actuación en los Grammys (de la mano de la petarda de Beyonce) y de una campaña promocional del disco a la altura (por fin) del artista. El album, sin ser nada del otro mundo, si recupera al Prince mas comercial y directo, sin por ello dejar de perder punch y recuperando con ello el entusiasmo de sus desencantados seguidores. Dudando sobre que tema/s de Musicology incluir en esta recopilacion, me he decidido finalmente por la elegante Call My Name y por la preciosa A Million Days. Cuando Prince se pone a hacer temas así, pocos le pueden toser.

Love by Prince on Grooveshark

El album de enigmático titulo 3121 (2006) se aprovechaba de la inercia comercial favorable recuperada con Musicology (y consiguiente gira) dos años antes. Y con este disco, Prince quiso dirigirse a su publico mas negro con el que siempre había tenido una extraña relación de amor-odio. Ofrece un buen disco lleno de ritmos pegadizos, muy funk y con arreglos dirigidos al publico mas seducido por su faceta mas racial. Me gusta mucho el album aunque solo quiero extraer el tema Love, que por su simpleza y encantador estribillo bien merece un hueco en esta dificil seleccion. El resto es música muy particular que estoy seguro no creo que seduciría al lector de esta entrada, poco familiarizado quizás con la obra de Prince. Prefiero decantar la balanza en otros discos mas digeribles en unas primeras escuchas, como los dos siguientes que vamos a comentar.


Si en 3121 asistiamos a la versión mas negroide de Prince, Planet Earth nos devolvía al Prince mas blanco, mas pop. Y confieso, que es el lado del genio que mas me ha gustado siempre. Planet Earth es un muy buen disco que se editó junto a un períodico britanico (¿?) en lugar de las tiendas y medios habituales. De entre muchas de las excelentes canciones que contiene (es mi disco favorito de Prince de estos ultimos años junto al siguiente que comentaremos) extraemos la enorme Planet Earth, con un Prince genial que nos recuerda los tiempos en los que paría aquellas canciones monumentales y semi-epicas, la sensacional Somewhere Here On Earth, que es directamente, su mejor balada en años y como capricho personal también quiero incluir la bailable y genial Chelsea Rodgers. A veces partiendo de lo mas simple se consiguen los mejores resultados.

Somewhere Here on Earth by Prince on Grooveshark

Lotusflow3r, editado en 2009, es posiblemente mi disco favorito de Prince desde Gold Experience. No es ninguna obra maestra (o por lo menos no resiste la comparación con sus discos clásicos) pero lo veo homogenéo, concreto y con una buena selección de temas. De este disco (sin duda el mas guitarrero de su carrera) seleccionamos dos. 4ever, una canción cuyo estribillo encantador recuerda inevitablemente al mejor Prince de los ochenta, irresistible, y $, un tema funky muy propio de su autor, que es una debilidad personal. Nada nuevo bajo el sol, pero sí, esta vez también hay calidad.

4ever by Prince on Grooveshark

Ha sido todo un viaje realizar estas entradas dedicadas a este músico, al que sigo desde principios de los noventa. A modo de resumen final me gustaria reflejar como habría quedado el recopilatorio si pensamos en un solo album. Si te interesa y tienes curiosidad, te animo a que te grabes un Cd con esta selección y disfrutes del Prince menos conocido y tambien, muy reivindicable. Con que solo una persona de las que lean estas entradas lo haga, me conformaría :-).

Selección final:

1. Come (del album Come, 1994).
2. Space (del album Come, 1994).
3. Shy (del album The Gold Experience, 1995).
4. The Most Beautiful Girl In The World (del album Gold Experience, 1995).
5. I Hate You (del album The Gold Experience, 1995).
6. Gold (del album The Gold Experience, 1995)
7. Get To Grove On (del album Emancipation, 1996).
8. One Kiss A Time (del album Emancipation, 1996).
9. Curious Child (del album Emancipation, 1996).
10. The Holy River (del album Emancipation, 1996).
11. Friend, Lover, Sister, Mother/Wife (del album Emancipation, 1996).
12. The Love We Make (del album Emancipation, 1996).
13. Call My Name (del album Musicology, 2004).
14. A Million Days (del album Musicology, 2004).
15. Love (del album 3121, 2006).
16. Planet Earth (del album Planet Earth, 2007).
17. Somewhere Here On Earth (del album Planet Earth, 2007).
18. Chelsea Rodgers (del album Planet Earth, 2007).
19. $ (del album Lotusflower, 2009).
20. 4ever (del album Lotusflower, 2009).

lunes, 9 de septiembre de 2013

Prince (1994 - 2010) - Recopilatorio MIMS (Parte 1 de 2).

No suele ser la música de Prince plato de buen gusto entre muchos aficionados a la música. A veces pienso que la culpa de ese rechazo es del propio Prince al haber cultivado una imagen nada atractiva, y que muchas veces ha dinamitado su (extraordinaria) capacidad para este bendito arte. Yo soy un profundo admirador de Prince pero también se reconocer los hechos. En cualquier caso, siempre que puedo, aprovecho para reivindicarle. Los genios como el, lo merecen.

Por ello, he decidido establecer un recopilatorio del genio de Minneapolis dedicándolo exclusivamente a sus años posteriores al éxito masivo de los ochenta, década que indudablemente, fue la suya en muchos aspectos. Prince publicó un montón de dicos entre 1994 y el 2010, justo después de editar la recopilación The Hits, en 1993. Los suficientes para haberle perdido la pista muy fácilmente. Por ello, sirva este recopilatorio para desgranar lo mejor del Prince de los noventa y la pasada década. Separando el grano de la paja, nos encontramos con una colección de canciones excelente y que sorprendería a mas de uno. He optado por dividirlo en dos entradas (en contra de lo que tenemos establecido para los recopilatorios dentro del blog) por la complejidad que supone abordar la obra de uno de los artistas mas prolíficos de la historia. A algunos les podrá parecer excesivo, y a otros quizás mas interesante aun. Quien sabe...


En 1994, siguiendo la sana costrumbre de publicar un album (mínimo) al año, editó el album Come (con portada en la Sagrada Familia de Barcelona, por cierto) en la que ya señalaba que el nombre artístico de "Prince" había llegado a su fin por conflictos con la compañía Warner. Es un disco algo oscuro y difícil si uno no está familiarizado con su música pero que el tiempo a revalorizado y que esconde algunos momentos realmente brillantes. Seleccionamos dos temas de este peculiar album: la propia Come, a la que un minutaje excesivo no hace justicia, pero que esconde un final fantastico, y la sensual Space. Una canción de una cadencia muy sugerente. 

Space by Prince on Grooveshark


The Gold Experience, de 1995 y con su dorada portada, es mi álbum preferido de todos los que hizo en los noventa. Por una sencilla razón, y es que contiene un buen puñado de excelentes canciones. Así de simple. Dejando a un lado esos interludios tan molestos (un nuevo signo de su particular manera de emborronar algunos de sus discos), Prince entrega una colección de canciones exuberantes y vitalistas, intentando demostrar que a pesar de los conflictos con su compañía (es el primer álbum firmado con el famoso símbolo y no por Prince), su entusiasmo y su capacidad creativa seguían intactos. Sobresale, sin duda, al final del album el tema Gold, que es por méritos propios, una de las mejores canciones de su carrera. Pero también debemos romper una lanza por las excelentes I Hate You y Shy, que también recoge lo mejor del artista en esos años. Y a pesar de lo sobada que esta, creo The Most Beautiful Girl In The World debería ocupar su sitio en esta recopilación. Es una canción de esas que Prince podía componer con los ojos cerrados, pero con mucho encanto.

Gold by Prince on Grooveshark



Emancipation, de 1996, es sin ningun genero de dudas, la propuesta discográfica más ambiciosa de Prince hasta la fecha. Un álbum triple, con 48 canciones. Y con la curiosidad de que cada uno de los tres discos dura exactamente sesenta minutos, ni un segundo menos y ni un segundo segundo mas. Nuevo extraño capricho del artista y que suponía alargar innecesariamente alguna de esas canciones para llegar forzosamente a ese minutaje. También es uno de sus discos mas personales, ya que las circunstancias personales que afectaban al artista (paternidad y posterior fallecimiento del bebé) dejaron su huella. El disco tiene muchos detractores y bastantes defensores, entre los que me encuentro. De un disco triple (editado apenas un año después de su anterior disco, para no perder la costumbre) siempre se puede prescindir de algunas canciones de esas "de relleno" y disfrutar con otras de gran calidad. Fijemos nuestra mirada en las segundas, y es que si hiciéramos una selección de las mejores canciones de esa obra, nos saldría un álbum único de diez o doce temas realmente fantástico. Pero de cara a este recopilatorio voy a seleccionar seis de ellas, que tampoco esta nada mal. Empezando por la sensacional The Love We Make. Excelente canción, oscurecida por estar incluida en el menos aprovechable de los tres discos (el tercero). Ponemos unas gotas de funk del bueno con la adictiva Get You Grove On. También hay espacio para la balada sensual made in Prince con la fantastica One Kiss A Time. Y terminamos incluyendo tres joyas como son el pop cristalino de The Holy River, la cálida Curious Child y la epica Friend, Lover, Sister, Mother/Wife. Todas ellas, del impecable segundo cd del triple album.

The Love We Make by Prince on Grooveshark

sábado, 29 de junio de 2013

Joaquín Sabina - Recopilatorio MIMS

Esta entrada fue proyectada en un principio con el título de Joaquín Sabina en cinco discos, pero mi incapacidad por seleccionar los mejores trabajos de entre su discografía han terminado por hacerme cambiar el enfoque a un recopilatorio de canciones. Tengo que decir en mi defensa que tuve claro desde el comienzo tres de esos cinco discos fundamentales, que habrían sido el doble directo Joaquín Sabina y Viceversa, Física y Química y, el tercero en discordia, 19 Días y 500 Noches. El primero de ellos lo elegí por ser un perfecto resumen de su primera época en formato de directo, mientras el segundo y el tercero son dos puntales claros de su discografía sin apenas desperdicio.


El problema vino después con las dos vacantes que tenía que designar. Por un lado, me es casi imposible poder elegir entre Yo, Mí, Me, Contigo y Esta Boca Es Mía, dos discos de los noventa que están prácticamente al mismo nivel, aunque nunca he podido verlos como discos redondos. Si me quedaba con uno de ellos, descartaba poder hablar de las mejores canciones del otro. Y luego, también dudaba entre Hotel Dulce Hotel y su último álbum hasta la fecha, Vinagre y Rosas. Hotel Dulce Hotel tiene una primera parte magistral, pero una cara B con varias canciones horrendas. Vinagre y Rosas por su parte es la recuperación artística más reivindicable desde 19 Días y 500 Noches, pero tampoco tenía claro si merecía ser nombrado en detrimento de cualquiera de los otros álbumes que he mencionado. En resumen, como cualquier elección me habría hecho descartar discos de cuyas canciones me habría gustado hablar, he terminado creando un enésimo Recopilatorio MIMS con las que son para mí las veinte mejores canciones de Joaquín Sabina.

Alguno se habrá sorprendido de que, a estas alturas, muestre sin el menor pudor mi gusto por la música de alguien como Joaquín Sabina. Tengo que decir en mi defensa que nunca me he avergonzado de que me guste la música de este hombre, de hecho escribí a principios de 2010 una extensa reseña en este blog sobre su nuevo álbum Vinagre y Rosas. Me considero una persona moderadamente ecléctica y entre mis gustos pueden convivir en perfecta armonía gente como los Beatles, Bob Dylan o incluso Joaquín Sabina. Mucha gente me ha dicho que no lo soporta porque es un progre de manual, otros que lo han visto en cualquiera de sus entrevistas podrán tacharlo de prepotente y cualquier malpensado podrá llegar a la conclusión de que si sus discos tienen tanto éxito en España, será por que hay que meterlo a la fuerza en el mismo cajón que gente como Alejandro Sanz o Pablo Alboran.


En defensa de Joaquín diré que no veo porque en su legado artístico tienen que interferir sus ideales políticos o sus prepotentes peroratas sobre literatura. La verdad es que me revienta un poco que en sus conciertos intercale poesías y demás milongas, aunque razón no le falta para considerarse a sí mismo como uno de los mejores escritores de versos de este país. Sin embargo, por ese motivo he dejado de escuchar sus discos de conciertos, para no tener que aguantarle cuando se sube al púlpito a declamar poesía entre canción y canción. En cuanto a que es un músico con un gran éxito entre el gran público, me parece algo que juega más a su favor que en contra. El hecho de que alcance el número 1 con todos sus discos dice mucho en favor del poco buen gusto que pueda detectarse en la gente de país.

Volviendo a su discografía, he dejado claro desde un principio que no es un músico que se prodigue en obras redondas. Tengo claras las tres que nombré al principio, pero el resto de sus álbumes no suelo aguantarlos de una tacada. Eso si, en cada uno de sus trabajos siempre hay garantías de que al menos tres o cuatro canciones serán absolutamente memorables.

Y finalmente, me gustaría sacar a colación otro aspecto de Joaquín Sabina como compositor... ¿es cierto que compone sus canciones en su totalidad o se limita a meter los textos como hace Morrissey? Es algo que personalmente no tengo muy claro, aunque me parece que antes del doble directo Joaquín Sabina y Viceversa las canciones de sus discos eran suyas propias en totalidad. Algo después, a finales de los ochenta, empezó a colaborar con sus músicos y compañeros Pancho Varona y Antonio Garcia de Diego en la creación de casi todos sus temas. Desde entonces se ha convertido en una práctica habitual y la mayoría de sus canciones publicadas en las dos últimas décadas vienen coescritas por él y sus dos colaboradores. Curiosamente, el inicio de ese mano a mano entre ellos llevó a Joaquín al momento cumbre de su carrera, en el que era capaz de enlazar éxito tras éxito (desde Física y Química hasta 19 Días y 500 Noches).


Después de escuchar y reescuchar su discografía durante varios años, me he hecho un esquema mental algo rudimentario con el que podría dividir su carrera en varias etapas. Por supuesto, su primer disco llamado Inventario queda fuera de cualquier clasificación por lo sui generis en comparación con el resto de su obra. Su verdadero álbum debut como el músico que todos conocemos es Malas Compañías y esa primera etapa de su carrera se extiende hasta El Hombre del Traje Gris. Ahí se encuentra el grueso de sus primeros trabajos, con el doble directo Joaquín Sabina y Viceversa como punto de inflexión a partir del cual cosecha éxito tras éxito a nivel nacional. 

Su segunda etapa atesora lo mejor de toda su discografía. Aunque empieza mal con Mentiras Piadosas, continúa con el soberbio Física y Química, enlazando Yo, Mi, Me Contigo con Esta Boca Es mía y, aún con el breve bajón de Enemigos Íntimos, culmina con 19 Días y 500 Noches. Después de este álbum, empieza esa tercera etapa de su carrera posterior al marichalazo (como él lo suele llamar). Este episodio de mala salud le afectó tanto a nivel personal que cambió su modo de vida y en consecuencia hizo que se resintiera su producción musical tanto en cantidad como en calidad. Dímelo en la Calle nos traerá otro puñado de buenas canciones, pero ya no será igual, porque el álbum parece hecho a retazos entre canciones cedidas y colaboraciones con Santiago Segura. En Alivio de Luto parece tan desenfocado como en el traspiés ochentero de Mentiras Piadosas. Y finalmente, Vinagre y Rosas. Este último álbum se reivindica como una recuperación en toda regla, un disco que le ha quedado tan bien como Esta Boca Es Mía, pero no al nivel de sus mejores obras.

Esta parrafada iba a ser una mera introducción para hablar de las canciones del recopilatorio, pero al haberme extendido tanto, creo que os voy a dejar directamente con el enlace para aquellos que queráis escucharlo. Remarcar solamente que, de los 20 temas que conforman esta playlist, mi top 3 particular estaría formado por Amor Se Llama el Juego (de Física y Química), Más de Cien Mentiras (de Esta Boca Es Mía) y El Rock And Roll de los Idiotas (de Yo Mi Me Contigo).

viernes, 24 de mayo de 2013

Nick Drake - Recopilatorio MIMS

Este recopilatorio sobre Nick Drake que voy a enlazar desde spotify lleva confeccionado la friolera de dos años. Es una antigua entrada que llevo mucho tiempo queriendo escribir, pero me ha frenado mucho la falta de confianza para hablar de uno de los músicos más importantes de la escena folk británica de principios de los setenta.


La imagen que tengo de Nick Drake como oyente cautivado por su música es la de un chico sensible y talentoso cuya timidez enfermiza terminó por destruirle. Es uno de esos compositores con un estilo tan personal que parecen haber creado un género en sí mismos, aunque viendo algún que otro documental parece claro que su principal referencia a la hora de componer música era curiosamente su propia madre, Molly.

En entradas anteriores dije que aquello de la autenticidad en la música es más bien una quimera que otra cosa, pero por el carácter y la personalidad de Drake, me atrevería a decir que hablamos de la excepción que confirma la regla. Un músico tan intimista que parece desnudar su alma en cada canción y que se negaba a ofrecer entrevistas o conciertos para promocionarse, parece lo más cerca que un profesional de la música puede estar del arte en su expresión más pura. Además, es de los pocos músicos cuya pose me parece auténtica en su totalidad. Nick Drake es quizá el más humano de todos ellos, un tipo en cuyos defectos podríamos vernos reflejados todos. Esto le da un plus a su música, ya que nos demuestra como no es necesario ser precisamente un superhombre para llegar a alcanzar tan altas cotas artísticas. Lo humanizada que nos ha llegado la figura de Drake gracias a los testimonios de amigos y familiares no hacen otra cosa que engrandecer aún más su gran legado.

Si a alguien le recomiendan la música de Nick Drake y se va a allmusic para buscar información sobre cuales son sus discos más importantes, se llevará la sorpresa de que sus tres discos de estudio son puntuados con cinco estrellas sobre cinco. Esta selección de canciones que voy a presentar es muy personal, supongo que cualquiera siguiendo su propio criterio habría sacado un listado totalmente distinto. Lo que si he intentado es ser ecuánime rescatando el mismo número de canciones de cualquiera de sus tres trabajos publicados. Y es que resulta difícil para cualquier fan del músico decantarse claramente por uno de sus álbumes en concreto, cuando todos sin excepción están repletos de grandes y excelentes canciones.


Five Leaves Left es el álbum debut de Nick Drake, publicado con la ayuda del productor estadounidense Joe Boyd. Un tipo con gran olfato para el folk inglés, ya que tuvo mucho que ver en otros lanzamientos del género como la Fairport Convention o la Incredible String Band. El primer álbum de Drake fue grabado en los descansos de la grabación del Unhalfbricking de la Fairport y nos muestra en un primer contacto a un músico ya en su madurez como compositor. Se podría decir que Nick Drake nació a la música como mariposa sin haber necesitado de cierto rodaje para encontrar un estilo propio. Con una depurada técnica a la guitarra de la que también hará gala en trabajos posteriores, Drake va desgranando creaciones propias en un álbum insuperable como carta de presentación.

Me gustaría destacar de este álbum la primera canción, Time Has Told Me, un corte que habrá introducido en el intimista mundo de Drake a incontables seguidores por aquello de ser la primera de todas. Uno de los temas que más impactan por su halo de misterio es River Man, con esa partitura de Harry Robinson que enfatiza aún más todo ese extraño halo que lo envuelve. Man In The Shed es mi canción favorita, un encantador tema que podría tener en su letra ciertos toques autorreferenciales. Es una de las canciones que más tardó en llegarme, pero que ahora me parece indispensable. El cuarto en discordia es Saturday Sun, un tema al piano algo más solemne que guarda entre sus melodías la indescriptible sensación de sosiego de un día de descanso.

Bryter Layter fue su segundo trabajo, un álbum único en su corta discografía que fue punto de inflexión entre Five Leaves Left y el posterior Pink Moon. Debido sobre todo a las escasas ventas de su álbum debut, el productor y el propio músico intentaron cambiar el enfoque para hacer este segundo trabajo lo más accesible posible para el gran público. Para ello, añadieron un acompañamiento mucho más elaborado y Drake aportó temas compuestos bajo un prisma algo más optimista. Por desgracia, todos aquellos esfuerzos resultaron en vano al ser un nuevo fracaso comercial y de crítica, ya que varias reseñas indicaron que la extraña fusión entre el pop y el jazz no llegaba a funcionar. Mientras tanto, el estado mental del músico no hacia más que agravarse, dejando de ofrecer conciertos por su enfermiza timidez y sintiéndose desamparado por la marcha a Los Ángeles de su mentor, Joe Boyd.

De Bryter Layter he seleccionado ambos temas llamados Hazey Jane I y Hazey Jane II. El primero que se nos presenta es Hazey Jane II, una vitalista canción acompañada por metales en la que Drake vuelve a mostrar su maestría como compositor usando una paleta de colores mucho más luminosa. Hazey Jane I, por su parte, tiene un magistral acompañamiento de violines que enfatiza aún más si cabe las virtudes de la canción. Entre ambas, At The Chime Of A City Clock, un tema que despliega su grandeza en unos fatalistas y delicados estribillos. Para terminar, mi canción favorita de Bryter Layter y puede que de toda su discografía, Northern Sky. Es necesario escucharla, porque aquí sobran las palabras.

En Pink Moon, su último trabajo antes de morir, Drake rechazó tajantemente la suntuosidad de los arreglos de Bryter Layter. Quería una sobriedad aún mayor que la de su álbum debut y lo consiguió, a falta de Joe Boyd en la producción, con su ingeniero habitual John Wood. Al igual que había hecho Bob Dylan con Another Side Of, Drake acudió durante dos noches al estudio para ejecutar a la guitarra con oficio y precisión las canciones que tenía preparadas para aquel tercer álbum. Ya por entonces la compañía discográfica consideraba a Drake como una causa perdida, ya que era un caso atípico al negarse a promocionar su música en entrevistas o conciertos. Al terminar la grabación de este álbum, se produjo la archiconocida anécdota según la cual Drake dejó en la recepción de Island Records la cinta máster de Pink Moon sin mediar palabra con nadie, siendo hallada la semana siguiente por el personal de los estudios.

En este caso, mi tema favorito es el que da nombre al álbum. Pink Moon es una encantadora canción apoyada al piano con una enigmática e inquietante letra. Place To Be me encanta por ese soberbio acompañamiento de guitarra que adorna la melancólica voz de su autor. Pink Moon no es precisamente un álbum de contrastes debido a su sobriedad y describir otros temas seleccionados como Which Will o Parasite podría resultar algo repetitivo. Se podría decir como conclusión final que la melancolía, la tristeza y el intimismo dominan una obra destinada a ser el canto de cisne de su autor. Se puede palpar el estado de introspección de Nick Drake a través de los surcos de este álbum.

Pink Moon by Nick Drake on Grooveshark

Nick Drake falleció el 25 de noviembre de 1974 y aún hoy no queda claro si fue un accidente al tomar sus medicamentos o un suicidio. Se podría decir que murió sintiéndose un fracasado, cuando su obra se convertiría en referencial para importantes y destacados músicos de décadas posteriores. De hecho, cada vez son más los oyentes inquietos que año tras año van introduciéndose en su música, porque es difícil no sentirse conmovido o identificado por las canciones de alguien tan frágil, pero a la vez tan grande. Espero que esta entrada sirva para reclutar algunos más a nuestras filas.

Escuchar Nick Drake - MIMS

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Belle and Sebastian - Recopilatorio MIMS

Aquí está el primer recopilatorio que realizo para MIMS, y a sugerencia de Manuel lo dedicaré a una de mis bandas favoritas de los últimos años, los escoceses Belle & Sebastian.


Con quince años de carrera a sus espaldas, los de Glasgow han alcanzado la madurez creativa y musical, y yo diría más: casi que la han dejado atrás definitivamente. El cambio de registro del grupo es igualmente llamativo: han pasado del elegante pop barroco y melancólico de sus inicios a un pop resultón, desenfadado y luminoso, como hemos podido catar en sus dos o tres últimos trabajos. El presente recopilatorio incluye solamente temas de seis de sus primeros siete álbumes de estudio. No incluye ninguna canción de Storytelling (2002), porque ninguna merece especial atención, ni tampoco de God help the girl (2009) o Write about love (2010): son estos sus dos últimos trabajos que personalmente no me gustan y que considero un cambio de registro demasiado alejado a lo que era el sonido de la banda.

Aunque estuve dándole vueltas, he preferido colocar las canciones en un estricto orden cronológico, principalmente por apreciar esta evolución en la banda de la que hablamos.



Su debut, que ya analizamos en esta entrada, fue Tigermilk (1996): grabado casi como un disco amateur, con la banda recién montada y unos pocos ensayos graban el disco en cinco días. La canción que abre el disco, The state I am in es sencillamente sublime. Uno de los temas más emotivos es sin duda We rule the school, sobre adolescentes aburridos y atemorizados a los que dice "haz algo bonito mientras puedas". Mary Jo cierra el disco con elegancia y lirismo.

Tras este debut arrollador, en el mismo año editaron If you're feeling sinister (1996), considerado casi unánimemente su obra maestra. Debo reconocer que es el disco del más me ha costado dejar fuera canciones. Seeing other people es uno de los mejores temas de toda su discografía. The fox in the snow es uno de los momentos más frágiles de su carrera. El otro tema sacado del álbum, Get me away from here, I'm dying, es bastante elocuente en su letra, y el animado acompañamiento supone un curioso contrapunto.



Lazy line painter Jane (1997) es el primer intento de la banda por sacar un single de éxito, y para ello piden a la vocalista Monica Queen que aporte la fuerza y garra de su voz que no tuvo el deseado éxito. No sería el único intento, desde luego, pero eso ya es otra historia.

Tras estos inicios deslumbrantes (musicalmente hablando) se toman su tiempo para sacar su tercer trabajo: The Boy With The Arab Strap (1998). Pese a ser el primer disco públicamente reconocido e incluso premiado en los Brit Awards, advertimos también por vez primera que el nivel de las canciones es bastante irregular. Sleep the clock around es un hipnótico y animado corte de pop. El otro tema incluido aquí es el que da título al álbum, que capta al oyente desde el primer segundo con el sugerente riff del piano eléctrico.



Su siguiente trabajo supone un auténtico pinchazo. Fold your hands child, you walk like a peasant (2000) es un disco no ya irregular sino sencillamente flojo. Murdoch seguía cediendo galones a sus compañeros y así le iba. Entre tanto aburrimiento, The model destaca entre el resto: por su característico clavicordio desde luego, pero también por la deliciosa melodía y los magníficos arreglos de cuerdas. Tras este trabajo editaban el mencionado Storytelling (2001) del que no incluimos ningún tema: este álbum no fue concebido como tal, sino que resulta ser una colección de temas compuestos y grabados para la película homónima de Todd Solondz; como finalmente el director fue descartando la práctica totalidad de canciones, B&S decidieron rescatarlas e incluirlas en este disco. Infumable.

Por suerte no estaba todo perdido ya que con los singles se iban a redimir: Jonathan David (2001) narra un curioso triángulo amoroso cantado por Stevie Jackson. Su siguiente single, I'm waking up to us (2001), es una bofetada sin mano a Isobell Campbell, aún miembro (o miembra) del grupo y ex-pareja de Murdoch; aunque desde luego es un golpe bajo, el tema es de los más inspirados de toda su carrera.


Para grabar Dear catastrophe waitress (2003) reclutaron a Trevorn Horn para la causa y se marcan un giro de 180º con un disco exhuberante y potente: Step into my office, baby con su simpática letra, sus juegos de voces y arreglos de metales. Bob Kildea se hace notar en las guitarras de I'm a cuckoo, tema animado como pocos en toda la carrera de la banda. El ritmo contagioso y bailable de You don't send me dan el toque kitsch y desenfadado.

The life pursuit (2006) supone la confirmación de este nuevo estilo pero sin la inspiración del álbum que le precede. The blues are still blue es un rock que bien podría haber firmado T.Rex, al que añaden un curioso órgano Hammond (que "homenajea" a Too many teardrops en mi opinión). Funny little frog, un tema con toques soul cierra la presente recopilación.



Tras 17 canciones y en poco más de una hora hemos seguido la evolución de la banda en sus primeros diez años. Tras estos, como dijimos al principio, vendrían dos álbumes más, curiosamente los que más atención han recibido de medios y público.Espero no haberos aburrido (vaya tochaco que he soltado), que la lista os interese y que os haya podido transmitir un poco de la pasión que siento por los de Glasgow.

lunes, 17 de octubre de 2011

Band Of Horses - Recopilatorio MIMS

No tengo muy claro si alguien escuchará los recopilatorios que publicamos en el blog a través de spotify, pero al menos disfruto de estas largas entradas donde analizo mis canciones favoritas de tal o cual grupo.

Hoy le ha tocado a Band Of Horses, una banda genial que tiene una discografía tan corta como soberbia. Tres grandes discos que he ido descubriendo gradualmente desde su último trabajo hasta llegar a su álbum debut no hace poco. Aquellos que tienen un blog sabrán que es frecuente planear más entradas de las que llegas a publicar y Band Of Horses ha sido siempre una de mis asignaturas pendientes. Me habría gustado escribir algo sobre Infinite Arms en su momento, o también cuando quedé deslumbrado con su segundo disco, Cease To Begin, pero o no encontraba el tiempo suficiente o me decantaba por escribir sobre cualquier otra cosa. Aprovechamos la excusa del recopilatorio para hacer un breve recorrido por su discografía. Sólo conozco sus tres largos, así que obviaremos el EP de cinco canciones con el que se dieron a conocer.


Empecemos desde el principio: Everything All The Time, su álbum debut, me resulta tan potente como los dos posteriores, aunque parece apuntar sutilmente hacia otra dirección distinta. No sé, yo lo visualizo algo más desenfocado que los otros dos, en los que la personalidad de la banda parece mucho más definida. Quizá sea su disco más rocoso en cuanto a guitarras, evitando en cierta medida los medios tiempos que tan buenos momentos nos han dado en su obra posterior. De este álbum me gustaría destacar The First Song, corte que abre el recopilatorio como no podía ser de otra manera. El rasgueo que antecede a los estribillos y los acordes de guitarra son enormes. Si tuviera que hablar de la voz de Ben Bridwell cada vez que contribuye a engrandecer un tema, tendría que hacer mención a ella en cada uno de los siguientes cortes que vamos a desgranar, así que ya queda dicho para The First Song y para el resto. Wicked Gil es una canción menos ceremoniosa que la anterior y más acelerada. En cuanto a la tercera en discordía, dudé entre The Funeral, The Great Salt Lake y Weed Party. Me costó mucho decidirme, pero al final me quedé con la tercera, al ser uno de los cortes que más elevan el nivel en la segunda mitad del disco.


Cease To Begin es mi álbum favorito de la banda, por encima del laureado Infinite Arms. Es una auténtica delicia y guarda un equilibrio perfecto entre los temas lentos y aquellos en los que se dejan llevar por el guitarreo. La portada es la mejor de su corta discografía y el álbum al completo no tiene desperdicio, creo que es su trabajo más redondo. Is There A Ghost, la canción que da el pistoletazo de salida, comienza tímida para desplegar después una gran contundencia. La melodía de la voz queda tan bien en el sobrio comienzo como después, secundada por potentes guitarras y una machacona batería. Sin darme cuenta, he seleccionado para el recopilatorio los cuatro primeros temas de este álbum. Además de Is There A Ghost, han caído Ode To LRC, No One's Gonna Love You y Detlef Schrempf. Este último tema con su extraño nombre, es mi favorito de Cease To Begin y compite directamente con Laredo para alzarse como mi canción favorita de la banda. Ben Bridwell no puede cantar mejor que en Detlef Schrempf ni hilvanar melodías de una forma tan sobresaliente. Por su parte, No One's Gonna Love You empieza con una guitarra con eco que desemboca en unas preciosas estrofas. Cigarettes, Wedding Bands es de lo mejor de la segunda parte del disco. Un tema que empieza fuerte y marca la diferencia. El estribillo desbocado es un arrebatador ejercicio de potencia bien dirigida. Repito, Cease To Begin es para mí su mejor disco hasta la fecha.


Y finalmente aterrizamos en Infinite Arms y el éxito internacional tan merecido. No lo sitúo como su mejor trabajo, porque escucharlo de principio a fin como Cease To Begin se me hace un poco cuesta arriba. En Infinite Arms soy más de picotear que de ponérmelo entero. Factory, secundada por esa orquesta, es otro arranque de álbum excepcional. Laredo es, ya lo dije antes, uno de mis temas favoritos de la banda, si no el que más. Cuando me decidí a abordar Infinite Arms por primera vez, me di cuenta con claridad de que Laredo le sacaba varias cabezas al resto de cortes del álbum. Es más, dejándonos de tonterías, creo que es uno de los mejores temas que he escuchado en mi vida. Si está canción es grande por sí sola, mayor se vuelve si tenemos en cuenta esa segunda voz potenciando los estribillos, o esa guitarra que no da tregua al corazón desde el principio hasta el final. Es simplemente perfecta. Infinite Arms, el corte que da título al álbum, es un medio tiempo marca de la casa con voces corales donde no sabes que destacar, si la melodía en sí misma o el excepcional trabajo vocal del grupo. Y finalmente, Dilly. ¿Sonaría repetitivo si hablo otra vez del trabajo vocal? En este caso, los estribillos entrecruzan voces de una forma excepcional.

Poco más que decir, espero no haber sonado muy apasionado. Por cierto, a principios de octubre, Tyler Ramsey anunciaba en una entrevista a Mondosonoro que el grupo estaba trabajando en su cuarto trabajo. De seguir a este nivel, podría ocurrir que se convirtieran en la mejor banda del mundo.

domingo, 11 de septiembre de 2011

The Shins - Recopilatorio MIMS

Aún no entiendo el gran éxito que ha tenido la entrada sobre el recopilatorio de Josh Rouse. Quizá los visitantes busquen en Google el nuevo álbum de este hombre y se topen con nuestra entrada, porque no me explico como ha podido convertirse, en apenas dos semanas, en la más leída de la historia del blog. Igual ésto no dice tanto del éxito de la entrada como de la baja audiencia que teníamos hasta ahora. Sorprende además que, al ritmo que vamos, septiembre podría doblar en visitas al que hasta ahora era nuestro mes record (junio de 2011, en el que, curiosamente, apenas publicamos tres o cuatro entradas). Nos encontramos en tiempos de bonanza bloguera, así que gracias a todos los que os pasáis diariamente para echar un vistazo.

Como la entrada del recopilatorio sobre Josh Rouse ha tenido tanta repercusión, vamos a repetir sección con The Shins para intentar conseguir de nuevo las mieles del éxito. Oportunista que me he levantado hoy. No solemos hablar mucho de The Shins, al menos no tanto como se merecen, aunque si nos hemos extendido en anteriores entradas con su incuestionable lider, James Mercer. The Shins no publican nuevo disco desde 2007, pero el bueno de James se alió con Danger Mouse el año pasado para fundar un nuevo proyecto llamado Broken Bells, cuyo álbum debut homónimo ya apareció en una de nuestras entradas por agosto del año pasado.

The Shins, además de grandes, se ríen de sí mismos en cada foto de Google. James Mercer a la derecha.

Del resto de integrantes de The Shins poco puedo decir (no sé ni como se llaman, la verdad), aunque de James Mercer como creador podría deshacerme en elogios durante varios párrafos. Es sorprendente la gran cantidad de información melódica que guarda una canción del grupo, comparable tan sólo con el trabajo de otro gran melody maker como fue Graham Nash mientras militaba en los Hollies o con CSNY a principios de los setenta. Canciones llenas de buen hacer y sensibilidad, que escuchas una vez y quedan grabadas a fuego en tu mente.

Embarcarse en la obra completa de The Shins es muy agradecido, ya que a cada paso te encuentras con una maravilla. Una pena que la discografía del grupo sólo haya producido tres trabajos en una década. Según parece, James Mercer no quiere atarse demasiado a su grupo y desea probar cosas nuevas, aunque las canciones que compuso para Broken Bells mantienen un perfil continuista, muy a pesar de los ruiditos con los que Danger Mouse intenta adornarlas. No he tardado mucho en confeccionar el recopilatorio, imponiéndome una cuota equitativa de cada trabajo, aunque sienta cierta predilección por su último disco, Wincing The Night Away.

De Oh Inverted World, su primer álbum publicado allá por 2001, ha caído la inevitable New Slang. Un tema desconocido para muchos, pero que se ha convertido en un clásico oculto de principios del nuevo siglo. Weird Divide, por su parte, es un corte tranquilo lleno de bellas armonías, mientras Girl Inform Me parece rescatada de un clásico de Left Banke de mediados de los sesenta. Caring is Creepy fue el tema de apertura para este álbum, un corte fascinante que resumía como carta de presentación todas las virtudes de la banda.

La Santísima Trinidad del Pop

Chutes Too Narrow fue su segundo álbum publicado dos años después, en 2003. Aquí abandonan el lo-fi hacia una producción más cuidada, manteniendo por supuesto el alto nivel compositivo. Kissing The Lipless es otro tema de apertura increíble a voz en grito. La he elegido como tema de apertura para el recopilatorio, por que parece haber sido concebida expresamente para ello. Young Pilgrims y Pink Bullets son dos canciones lentas caracterizadas por una austeridad en la instrumentación que otorga el papel protagonista a la voz de Mercer. El mejor tema de este álbum podría ser Saint Simon, aunque el nivel es tan alto que para gustos los colores. Saint Simon parece un medley más que una canción, compuesto por brillantes retales de los cuales no sabría con cual quedarme. Termina un trozo, cuando ya lo echas de menos y, a su vez, ya empiezas a disfrutar del siguiente. Una maravilla pop de voces angelicales. Si no tenéis tiempo para escuchar el recopilatorio, la dejo aquí para que quedéis atrapados de por vida.


Y por fin, el último álbum de The Shins hasta la fecha: Wincing The Night Away de 2007. Mi disco favorito, aunque en dura pugna con los otros dos. No sé si será su mejor trabajo como obra global, pero guarda en su interior dos de las canciones que más me gustan del grupo: Australia, un exuberante tema pop que mantiene una potencia arrolladora hasta el final, y Sea Legs que, por su parte, es capaz de aunar el clasicismo de una sección de cuerda con una extraña percusión programada, todo ello alrededor de las vibrantes melodías en la voz de Mercer. Milagrosamente funciona y tengo que confesar que Sea Legs me volvió loco durante varias semanas cuando la descubrí. El tercer tema en discordia, y no menos brillante, responde al nombre de Red Rabbits. Otra canción austera cuyo principal adorno instrumental se asemeja a gotas cayendo en una caverna. Inquietante, pero deliciosa. Phantom Limb es también un gran tema (a estas alturas, se me acaban los adjetivos) y Split Needles, la canción que cierra nuestro recopilatorio, pone broche de oro a esta colección.

Espero que lo disfrutéis. Ojala aparezcan nuevos fans de The Shins con esta entrada.

martes, 30 de agosto de 2011

Ryan Adams - Novedades y un EP Resumen

A principios de octubre saldrá a la venta Ashes & Fire, el nuevo trabajo de Ryan Adams. Una sorprendente noticia, ya que este hombre no publicaba nuevo material desde 2008 con Cardinology.

Recordamos que el norteamericano había abandonado la música en 2009, alegando que estaba perdiendo audición debido a la enfermedad de Meniere y cansado además de la industria discográfica. Pronto veremos que ocurre con ese nuevo trabajo cuyo single de adelanto ya empieza a sonar en internet con el título de Lucky Now. A mi me ha sonado similar a los fantásticos temas de Love Is Hell o 29, pero no con la misma magia. Aquí lo dejamos para que cada cual saque sus propias conclusiones.


Que lejos quedan aquellos años de hiperactividad en los que Ryan publicaba álbum tras álbum sin ningún tipo de mesura, desmarcandose por completo de una escena musical en la que la norma sigue siendo dejar un tiempo mínimo de tres años entre cada lanzamiento (¡Hola Coldplay!). Creo haberlo dicho ya varias veces, pero vuelvo a repetir que en 2005 Ryan Adams publicó nada menos que dos discos con The Cardinals (Cold Roses, Jacksonville City Lights) y uno en solitario de caracter mucho más personal (29).

Al año siguiente de esa proeza, el músico dejó un silencio discográfico que resultaba comprensible después del aluvión de material con el que nos había obsequiado. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha demostrado que esa aparente inactividad de 2006 ocultaba el mismo ritmo frenético de incontinencia creativa. A ese año pertenece la concepción completa de Easy Tiger, álbum publicado en 2007 cuyas canciones fueron interpretadas en los conciertos de 2006. Y no sólo eso: sus dos últimos trabajos publicados después de Cardinology fueron rescatados también de material ya grabado que databa de 2006. Hablamos en concreto de Orion, un álbum infumable de heavy metal casposo que parece más bien una broma, y III/IV, un doble disco algo irregular con el que nos explayaremos un poco.


III/IV, su último trabajo publicado hasta ahora, contiene veintiún temas que dan suficiente margen para pasar de lo genial a lo desechable en cuestión de minutos. Quizá un disco con una duración más breve habría servido para reivindicar a un músico que parece haberse apagado después de brillar tanto a mediados de la década pasada. Los mejores momentos del álbum podrían resumirse en siete u ocho temas. La canción que abre el álbum, Breakdown Into The Resolve, parece recordarnos la potencia tan bien dirigida de discos como Rock'N'Roll o Demolition. Ultraviolet Light guarda unas brillantes melodías, mientras Happy Birthday se mantiene gracias a un encantador riff que se repite hasta el final. The Crystal Skull y Typecast son dos canciones lentas sobresalientes, mientras Numbers es un acelerado corte bastante bien construido con fragmentos brillantes.

Hablamos de un álbum irregular que, condensado en algunas canciones, podría haber resultado un EP bastante digno. De hecho, la publicación de un EP no habría resultado extraño hace algunos años, cuando Ryan dosificaba el material de albumes como Love Is Hell y Cold Roses en EPs que aparecían en el mercado por entregas. En Music Is My Savior nos hemos tomado la libertad de abreviar este doble álbum en un EP de siete cortes bastante resultón, eliminando aquí y allá para dejar tan sólo 22 minutos de buena música.