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Un panel para dominarlos a todos (?)

 La historia es mas o menos asi: aca hay docemil categorias de objetos (viviendo en el taller es inevitable) y una de las categorias que mas le interesaba a Haru alrededor de los 9 meses eran las cosas adhesivas: washi tapes, cinta scotch, cinta de papel, lo que fuera que pegara. El problema con todas esas cosas es que apenas lograba atraparlas, se las metia a la boca. Y si los quimicos le hacen mal? y si tiene soja? y si la mar en coche, que se yo, la maternidad es mucha mas preocupacion constante de lo que esperaba (y esperaba bastante, eh)

Aca viene la aclaracion: vivimos en el taller, un taller que vengo stockeando desde hace mas de 10 años. Aca hay de todo. Engrampadora? tenemos. 10 esferas de telgopor nro 11? tenemos. 20 metros de velcro blanco? tenemos. 



El retazo de polar no me alcanzaba para cubrir todo el panel asi que esta emparchado. No me arrepiento de nada.

Se me ocurrio, con lo que habia en casa (que en una casa normal significa, con lo que habia en la libreria + lo que habia en la ferreteria + lo que habia en Once), armar un panel donde se pudieran pegar objetos pero sin pegamento.

Rescate un pizarron de corcho y le pegue un retazo de polar (esto lo aprendi en el taller de Ceci Koppmann, porque sobre polar pegabamos los quilts que teniamos en proceso). Con otro retazo de lienzo le hice un bolsillo. Estaba en modo quierotodoya entonces ni me gaste en coser y meti pistola de silicona a diestra y siniestra. Soy una freak de la prolijidad con el trabajo pero en casa esa todo atado con alambre.

En los bordes pegue washi tape para que no quedara tan aburrido.

Corte unos pedacitos de goma eva con glitter que cubri con cinta de embalar (estuve floja, no tenia contact transparente ni laminas para plastificar)  y, con la misma pistola de silicona les pegue unos pedazos de velcro sobre el reves (el lado que raspa del velcro)

Sume unas estrellas que tenia ya cortadas y cuando se lo mostre a Haru casi me desmayo porque se puso TAN CONTENTO que jugo como 10 minutos (que en tiempo de bebe es como si hubiera jugado 3 dias de corrido). Si hubiera sabido que los humanos que construis son tan fans tuyos quizas hubiera aceptado tener uno antes. Quiero hacer crafts todo el dia ahora (ah, porque antes era muy diferente)

Con el tiempo fui sumando cosas. 

Los animalitos de los libros didacticos de Nina´s Cheese

Los animalitos de Nina´s Cheese, una postal de Bu, nosotros en el registro civil (mucha foto del casamiento porque son las unicas en las que salimos mas o menos peinados)

Fotos nuestras, fotos de kokeshis que imprimi en casa, stickers de Miffy que nos regalaron, postales y cositas varias

Una postal de un libro hermoso, una kokeshi toda mordida, una Peko de un paquete de curitas que traje como hoarder de Japon, una estrella de vinilo de unas guirnaldas que hice para Rapsodia y una foto de la familia completa en nuestro casamiento

Las ultimas cosas que sume estan pegadas sobre retazos de foamboard para que resistan un poco mas el maltrato.

Todo esta forrado con cinta de embalar. No es lo mas prolijo pero a Haru no le molesta y me evito que se coma el foamboard pensando que es una galleta de arroz (y, de paso, les puedo pasar un trapo para remover los pedazos de comida que inevitablemente se pegan en todos los objetos de esta casa)

Con el tiempo fue aprendiendo los nombres de las cosas que estan en el panel. Le gusta mucho que le recite los nombres de toda la familia.

Tengo planeado imprimir mas fotos de amigos y familiares para seguir sumando a la coleccion. Y si sobrevive en el tiempo quizas armar un abecedario para mas adelante (era la reina de la anticipacion)

Otra vez, un posteo que hasta hace unos meses no sabia donde meter y ahora esta aca, todo simpatico y sin pretensiones. 

Que lindo volver al blog.


A Haru le gusta Pesqueira (a quien no?)

 Hace tantos años soy fan de Pesqueira que ya ni puedo contarlos.


Haru cumple 1

 Ni idea como ni cuando paso esto pero aca estamos: el niño que pari tiene 1 año.

Hace un año entero, eso es 365 dias (un par mas ahora), que este adolescente que reclama que le leas sus libritos y aplaude cuando suena La calle del gato que pesca era una cosita recien salida de mis entrañas (ay, que romantica la maternidad)

Los días difíciles

 Los días difíciles son

una superposición de cositas que se hacen una ola y me tragan,

una sensación constante de estar haciendo todo mal,

de saber que estoy haciendo lo mejor que puedo y que aun asi lo mejor que puedo no parezca alcanzar.

Son algo que sucede. A veces cada tanto, a veces muy seguido.

Los días difíciles requieren de un final con vino, baño de inmersión y torta de chocolate y dulce de leche. Pero no se puede ahora. Por la teta y por la alergia.

Los días difíciles se intensifican ahora, calculo, porque toda la vida esta patas para arriba. 

Porque sigo extrañando lo que mas extrañe durante meses: salir sin apuro, comprar aritos en un local y crema de manos en otro y volver a casa, cafecito en mano y sentarme a coser un alguito y después a mirar una película (la de pavadas que se extrañan)

Son difíciles también porque se parecen al puerperio inmediato (y cuando empezó esto yo ya estaba lista para dar por terminado el puerperio) y porque también se parecen a la depresión, al miedo a la gente y a salir a la calle (y se que no son lo mismo pero un poco se sienten como si sí lo fueran)

Los días difíciles de este año me pesan porque me encuentran reconstruyendo mi identidad. Se lo que era (quien lee desde hace años recordara: Dobleufa soy yo) Soy mamá? Soy Dobleufa? Soy parte de Noe y Gabi? soy todo, sí. Pero qué en cual medida? Cambian todo el tiempo las medidas, no?

Los días difíciles son pura culpa también. De no poder apreciar todo lo que tengo. De no hacer esfuerzos constantes para entretener a Haru. De no poder pensarlo a él primero siempre (dice la psicóloga y creo fervientemente que para que él este bien primero tengo que estar bien yo y, aun así, se cuela la culpa). De no poder apreciar a Gabi todo lo que querría. De ser menos de lo que debería (qué será lo que debería, no?) 

Los días difíciles son, además, vergüenza. Por oírme queriendo huir de la maternidad que perseguí. Por querer huir, además, de una maternidad bastante amable y muy equitativamente dividida con Gabi. Me convenzo de que todas queremos huir en algún momento. Que se yo. Ojala.

Los días difíciles pasan, sí. Pero la que soy yo ahora (y que no se muy bien quien es aún) siente que es importante registrar también esto. Que para los colorcitos, los mensajes esperanzadores y la energía vibrante y constante ya esta Instagram (y el resto de este blog que, seamos honestas, escribí en tono superador toda la vida)

Si sos un familiar que lee: Estoy bien, eh. Atravesar los días difíciles es una parte importante de estar bien.



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