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miércoles, 30 de junio de 2010

La difícil

El cabello de Martín estaba imposible. Peluquería urgente, muy a su pesar.
Martín (al peluquero): -¿ Sabés como me convencieron para que me corte el pelo?
Peluquero: -¿Cómo?
Martín:- Me compraron figus del Mundial.
Peluquero: - Ah, juntás? Yo tengo un pilón acá (aclara que son del hijo, por supuesto), ahora te muestro y si te gusta alguna te la llevás.
Martín:-Dale!
Trae el pilón de figuritas, a Martín se le hace agua la boca.
Yo (juro que no me pude contener) :-¿ Tenés a Romero?
Peluquero:-¿Romero? ¿Cual es?
Martín: El arquero de Argentina
Peluquero (me mira, sonriendo) : ¿Querés esa?
Yo: Y...
Peluquero: Mmm creo que no la tengo...
Martín las revisa, elige una de un escudo, deja el montoncito. El peluquero se va al mostrador un rato, lejos de la escena, me paro, agarro las figus, reviso, no me gusta ninguna.
Peluquero (a mí) :-¿Y, encontraste alguna que te gustó?
Yo: -No, no, está bien, gracias...
No. No PUEDO estar haciendo esto...
Cómo me divierto...

martes, 17 de febrero de 2009

Un simple café frío

35° a la sombra, luego de mucho andar, tenía ganas de un capuchino frappé (que para mí siempre fue café helado, pero ahora se puso de moda). No lo quería como lo hacen en H: le ponen muchos chirimbolos y es empalagoso. Voy a Mc Bosta y pido uno: -¿Me das un capuchino frappé? -No, no hay porque no tenemos hielo ( lo temía, aunque siempre la excusa es que no les funciona la licuadora…) Crucé Corrientes, hay un barcito chico, parece lindo, leo en la vidriera el menú. Bueno, pienso, si no tienen café frío me tomo un Vienés y listo. -Hola, ¿tenés capuchino frappé- café frío? (le traduzco porque me mira con cara de “¿lo qué?”) -Mmm a ver voy a preguntar… No, no hay. -Bueno, entonces voy a tomar café vienés. -No, sólo tenemos café S… (la marca) -Está bien, el café vienés es café con helado y crema, frío. Leo los titulares del diario mientras espero (por mi cabeza se me cruza que lo trae caliente...) Llega el café vienés… caliente (¡soy bruja!) -No, pero está caliente, el café vienés es FRÍO… Vino el encargado: -Te cuento, el café vienés nosotros los servimos así, porque no tenemos café frío ya hecho, hay que hacer el café antes para que se enfríe. Igual con el helado el café se enfría. -No, con el café caliente el helado se derrite… -Bueno, nosotros lo hacemos así. -Bueno, entonces no gracias, chau. Terminé en la heladería tomando uno chiquito de crema moka. Evidentemente estaba necesitando cafeína urgente, además del calor, pero… ¿¿¿¿tan difícil es hacer un café con hielo?????
Acá una pequeña muestra de las pruebas de falso grabado que empezamos a hacer en el taller

viernes, 13 de febrero de 2009

Dialoguito en el 106

Volvíamos a casa en el colectivo, Martín iba sentado en el primer asiento: -Ma, todos los que se casan tienen hijos? - No todos, los que quieren tenerlos -Pero ¿sí o sí tienen hijos? ¿Quieren tenerlos y los tienen? -Los que quieren, intentan tenerlos. A veces pueden a veces no. Pero es una decisión de los dos, no es una obligación. -Cuando viste las dos rayitas y supiste que estaba en tu panza, ¿Qué sentiste? -La felicidad más grande que se puede sentir! -Pero ¿cómo la sentiste, cómo era? -Y no se puede explicar con palabras… hay que sentirlo. -¿Tendrías que sentirlo otra vez para saber? -No, es un sentimiento de muchísima felicidad, alegría, no sé cómo decirlo de otra manera. -¿Cómo te diste cuenta que estaba por nacer? -Porque sentí unos dolores que se llaman contracciones que vienen de a ratitos y cada vez más seguido. -¿Sufriste mucho dolor? -Me dolía, pero no era nada que no se pueda soportar, no era para tanto. -Yo no me acuerdo nada de antes de existir. -No, no te acordás con la mente, pero sí tuviste sensaciones que te quedaron grabadas en la memoria del cuerpo. -¿Y se te pinchó la panza y salió líquido? -Yo no rompí la bolsa, tenía dolores y fuimos a la clínica para que vos nacieras, y ahí se rompió la bolsa, cuando ya estabas por nacer. Llegábamos a la parada y nos íbamos a bajar por atrás, cuando el chofer me dice: “Bajen por adelante” “Tengo que felicitarte por tu hijo, por la personita que es. ¿Sabés por qué te preguntó todo eso? Porque es un nene felíz. Y tu sonrisa lo dice. Yo te deseo que Dios, que todo lo da y todo lo quita, te de el doble de lo que tenés” -Ya me lo dio, te lo aseguro… Bueno, ¡gracias! Chau! Chau! Suerte!”