DIY bola de nieve

Os dije que estaba a tope con la Navidad ya, ¿verdad? Pues esto es lo primero que hice para sacarme esas ganas de fiestas, ya que me parecía muy pronto para empezar a decorar la casa: una bola de nieve, pero con materiales reciclados.

Hacía tiempo que tenía ganas de hacer una bola de nieve, y aproveché una tarde libre y materiales que ya tenía en casa. Reciclar cosas que tienes por casa siempre está bien; me gusta darle un segundo uso, o un mil usos a lo que ya tengo (además de que así las cosas que haces salen baratas).

Hacer esta bola de nieve es fácil, y creo que se puede hacer con niños; si no tienes miedo a terminar con toda la casa llena de purpurina. Lleva pegamento caliente, por lo que necesitan supervisión y un poco de ayuda si todavía no son hábiles, pero no es nada difícil que no puedan hacer.

Así que aquí empieza la decoración invernal en mi casa.

Materiales:
Un tarro de cristal
Una figura de plástico o cerámica
Un tapón de botella
Pistola de pegamento caliente
Pegamento industrial o de contacto
Pintura acrílica
Purpurina
Pincel

Paso a paso:

1.Pintamos la tapa del tarro con la pintura acrílica. Es posible que necesite más de una capa (deja secar bien entre capas si es el caso)

2.Pegamos la figura al tapón con pegamento caliente o pegamento industrial. Si además usamos bien de pegamento y recubrimos el tapón, se puede llegar a disimular que lo es. Luego pegamos el tapón al interior de la tapa del tarro.

3.Llenamos el tarro de agua y tenemos en cuenta a Arquímedes: en un sitio que se pueda mojar, introduce la figura y cierra la tapa. Rebosará el agua que sobre. Saca la figura y le echamos al tarro media cucharilla de café de purpurina. ¡Bien! ¡Ahora tendrás purpurina en la cocina durante el resto de tu vida!

4.Ponemos pegamento industrial en el borde de la tapa y cerramos el tarro. En unos momentos debería estar seco y evitar fugas, además de que así ya no se podrá abrir y tener también purpurina por el resto de la casa hasta el Día del Juicio Final.
(Alguna gente hace este paso también con pegamento caliente, pero a mí no me gusta porque 1)en la cocina no tengo ningún enchufe cerca del fregadero para poner la pistola, además de que no creo que esté bien tenerla cerca del agua; 2)el pegamento caliente abulta mucho y dudo que después la tapa cerrase bien)

5.Dale la vuelta al tarro y ¡nieve!

¿Era fácil o no era fácil? Y los materiales que no son reciclados los lleva en tan poca cantidad que con cualquier resto que tengas por casa servirá.

Ahora tengo mi bola de nieve esperando a que sea el 15 de diciembre y ya no me parezca enfermizo poner lo que... ya os contaré qué voy a hacer en casa ;) Además, he aprovechado el reto de Facilísimo "me gusta reciclar: especial Navidad" para dejar de posponerlo.

¿Te ha gustado? Comparte esta entrada en tus redes sociales para ayudarme a escribir más:

Las 5 mejores maneras de rematar costuras

Hace tiempo, escuché que se puede ver la verdadera calidad de una prenda hecha a mano mirando cómo tiene rematadas las costuras. Y tiene mucha razón: no se puede coser bien sin saber cómo darle un buen acabado a una prenda. En parte, porque la vida que tendrá la prenda depende mucho de cómo terminemos las costuras. ¿De qué nos sirve hacernos una chaqueta espectacular si a las dos semanas está deshilachada y deshecha? Así que a eso vamos hoy: con 5 maneras de rematar realmente bien las costuras internas.

Sé que muchas de las que leéis el blog coséis sobre todo ropa de casa y accesorios y quizás podáis sacarle algo interesante a esta entrada, pero está pensada sobre todo para ropa de vestir. No son las únicas maneras, ya que si tenemos en cuenta forros, bieses, vistas y más cosas, esta entrada se queda corta. Sin embargo, vamos a repasar las maneras que, personalmente, más uso cuando termino una prenda.

Importante: antes de ponerse a rematar las costuras internas ya tenemos que tener terminada del todo la prenda. Tiene que estar cosida y tenemos que estar seguras de que nos sienta bien y no le vamos a hacer ningún cambio más. Rematar las costuras es el último paso de todos.

Otro importante: ¿a qué me refiero con "abrir la costura"? Me refiero a, con la prenda del revés, pasarle la plancha a la costura, separando los dos filos sobrantes de la tela. Haciendo esto, no solamente será mucho más fácil aplicar algunos de estos remates, si no que le daremos la forma adecuada a la prenda y mejoraremos su caída y movimiento. ¡Abrir bien las costuras es muy importante!

1- Remate en zig zag

Quizás es la manera más sencilla de todas: cortamos con unas tijeras de zig zag el borde del sobrante de la tela a unos 2-2,5cm del pespunte y luego abrimos con la plancha. El corte en zig zag impedirá que la tela se deshilache.

No vale para todas las telas, porque algunas, aún con este corte, pueden seguir deshaciéndose. La recomiendo para telas con mezclas sintéticas y que no sean muy gruesas, que son las que mejor resultado me han dado. También es preferible que no se use en zonas en las que el zig zag se va a rozar frecuentemente.

2- Sobrehilado

Primero abrimos la costura con la plancha y a cada sobrante se le pasa la máquina con una puntada de zig zag; más ancha cuánto más gruesa la tela. Tenemos que poner el filo de la tela entre las dos patas del prensatelas para que quede bien rematado.

Podemos usar un color que se camufle con la tela o jugar con algún contraste. Es uno de los métodos que más uso y que mejor resultado me ha dado en casi todas las telas. Sin embargo, me han dado problemas las que más tienden a deshilacharse, porque aunque queden bien fijadas, algún hilo siempre se escapa.

3- Overlock

Es el remate que traen prácticamente todas las prendas que compraremos en tienda. Con la overlock, se remata el borde a la vez que se hace el pespunte, por lo que el sobrante de la tela siempre tiene el mismo tamaño, queda muy regular y la máquina se ocupa de todo sin tener que pasarla varias veces ni coger la plancha.

El gran problema que tiene rematar las costuras de esta manera es que necesitas una remalladora. Aunque en la confección industrial se emplea para todo tipo de telas, es una de las mejores maneras para rematar telas de punto. La única pega es que es poco accesible para una costura casera.

4- Con bies


Un bies en cada filo

Un bies para los dos filos

Yo nunca había visto rematar con bies hasta que una compañera de clase decidió ponérselo a las costuras internas de una chaqueta. Y aluciné con lo fácil que es y lo elegante que queda. Además, de que es una solución perfecta para esas telas gruesas que no dejan de deshilacharse.

He visto dos variantes: un bies en cada filo de la tela o los dos filos bajo un mismo bies. No tiene ninguna dificultad: se coloca el bies como se colocaría normalmente de manera que muerda el filo de la tela. Si queremos poner dos, es aconsejable primero abrir la costura con la plancha.

5- Cargada


Interior


Exterior


Interior


Exterior

Una costura cargada es una costura reforzada. Se recomienda usar en partes donde la prenda va a tener mucho roce o mucha tensión (como en la parte interior de los muslos en un pantalón, o la costura a lo largo de la manga).

Una vez hecha la costura, afinamos e igualamos los filos de la tela. Los planchamos los dos hacia el mismo lado, y pasamos una costura a medio centímetro de la primera. Luego sobrehilamos los dos filos juntos con un zigzag.

Si esto nos parece poco, se puede cargar una costura doblemente: en vez de planchar los dos sobrantes de la costura hacia el mismo lado, se abre la costura. Entonces, la segunda costura que pasamos a unos milímetros de la primera se hace por cada lado, una encima de cada sobrante.

¿Cómo calcular estos milímetros sin que se vaya la máquina? Es muy fácil: sitúa la costura en el centro del prensatelas, pero cose con la aguja en la posición a la derecha.

Estos son los tipos de costura interna que más me he encontrado o que más he hecho. Sé que también se puede hacer una costura francesa, aunque nunca he llegado a cogerle el truco a pesar de que visualmente es preciosa. Así como me puse a buscar de qué otras maneras me encontré muchas más. La costura, como cualquier otra labor, depende mucho de quién te haya enseñado o con quién la hayas hecho: cada maestrillo tiene su librillo.

Así que ahora yo quiero preguntar: ¿conocéis otra manera de rematar costuras? ¿cuál es la que más os gusta?

Si te ha gustado esta entrada, compártela en redes sociales para ayudarme a hacer más:

DIY atrapasueños fases de la luna

Una de las cosas buenas que tiene vivir en un piso alquilado por el que ha pasado bastante gente es que tenemos las paredes llenas de clavos y agujeros. Lógicos, ilógicos, con clavo, con chinchetas, con colgadores estables... aún ahora, que llevo ya tres meses en este piso, cada semana me encuentro un agujero nuevo en las paredes. Y como en mi anterior casa taladrar era imposible además de un engorro, quise aprovechar un clavo muy raro que había en mi habitación.

Y al ver esta imagen en Pinterest supe qué tenía qué hacer. Pero con la luna colocada de una manera lógica y poco menos hortera que en dorado.

Este móvil, o colgante de luna, es muy sencillo, barato y rápido de hacer. Como no necesita cuchillos ni nada punzante se puede hacer con niños pequeños. La arcilla blanca, además, admite todo tipo de pinturas para que cada uno la decore como más le guste. Yo, sin embargo, he decidido dejarla desnuda.

He fotografiado el paso a paso y hoy os traigo el tutorial.

MATERIALES

Arcilla blanca, poco más de medio paquete

Rodillo

Un vaso o una taza

Anillas

Un trozo de cadena

Un pincel fino

Alicates de bisutería

Opcional: alguna cuenta o adorno. Yo elegí un cuerno de nácar.

1- Separa un buen trozo de la arcilla y aplánala con el rodillo. Si está dura, humedeciendo las manos se vuelve mucho más maleable.

2- Con el vaso, haz cinco círculos. Sepáralos de la mesa con cuidado.


3- Con el mismo vaso, vamos a hacer las fases de la luna. Haremos 3 tipos diferentes: dos lunas finas, dos lunas gruesas y una luna llena. Luego estas piezas las colocaremos para hacer las fases como corresponden.

4- Como los bordes de las piezas serán irregulares, humedece un par de dedos y alísalas y dales forma. Intenta no deformar las piezas, sobre todo las lunas finas son débiles.

5- Con la parte trasera del pincel, vamos a hacer los agujeros por los que pasaremos las anillas. Es mejor un pincel y no un pincho porque deja un agujero más ancho y es más fácil colocar la anilla. Que los agujeros no estén ni demasiado lejos ni demasiado cerca del borde. Si quedan muy cerca, corremos el riesgo de que se rompa al montarla, y si está demasiado lejos, no nos cerrará la anilla.

6- Deja secar las piezas en una superficie lisa durante por lo menos 24 horas.

7- Para montar las piezas, primero cortamos cuatro trozos de cadena del mismo tamaño y otros dos un poco más largos, que serán el inicio y el final del móvil. Los cuatro trozos cortos unirán entre sí las fases de la luna. Se ordenan así:

Fina creciente – gruesa creciente – llena – gruesa menguante – fina menguante


Si quieres, se puede adornar el final de la cadena con un abalorio. Yo he elegido un viejo colgante de nácar.

Yo también odio esos dos cuadros. Ni siquiera están bien colgados.

Y ya está. Ya se puede colgar.
¿Era fácil o no era fácil?
Me encanta cómo ha quedado. No sé para qué pusieron ese clavo en la pared, pero parece hecho a propósito para colgar un adorno así.

Los cuadros que hay en la pared no me gustan nada, al igual que los cuadros del salón. Ya estoy tramando cosas para poder sacarlos de la vista...

¿Te ha gustado?
¡Comparte esta entrada en redes sociales para ayudarme a crecer!

Tutorial: un estuche cuadrado

Hace unos meses encontré unas telas preciosas y decidí hacer un montón de estuches para Expotaku. Después de buscar patrones, tutoriales más información de cómo hacer estuches, neceseres y cualquier bolsita de tela, he dado con una técnica que tiene un buen resultado y es muy fácil. Con pocos materiales y con poquitos pasos, puedes hacerte un estuche en casa. O lo que quieras, porque el tamaño y las proporciones son muy fáciles de modificar.

Este estuche es un proyecto ideal para principiantes. No haremos costuras curvas ni nada extraño. Además, es perfecto para perderle el miedo a las cremalleras. Que sé que hay gente que les tiene miedo y no lo entiendo: son sencillas de hacer, y si sale mal, ¡no se estropean y se pueden descoser!

Yo te voy a decir cómo hacer un estuche para bolígrafos, como para ir a clase. Sin embargo, puedes hacer un neceser, un estuche para ganchillos o agujas, o cualquier bolsita sencilla para llevar cosas guardadas sin que se desparramen. Con las medidas que doy da un estuche amplio: he intentado llenarlo con los bolígrafos y rotuladores que tenía cerca y no he podido. Así que con casi cualquier retal puedes hacerte uno: e incluso, con retales más pequeños servirá.

Materiales:
Tela exterior: dos rectángulos de 12,5x25cm. En estos rectángulos van incluidos los márgenes de costura.
Tela interior/forro: dos rectángulos de 12,5x25cm. Márgenes de costura ya incluidos.
Cremallera de por lo menos 25cm
Descosedor
Alfileres
Tijeras
Hilo de coser (en la foto solo sale un carrete amarillo, pero además usé otro negro para las costuras interiores)
Prensatelas para cremallera
Máquina de coser

Paso a paso

Corta los rectángulos de tela: dos para el exterior y dos para el interior.

Plánchalos bien y haz una marca por el revés de la tela de más o menos 1cm, tanto en la tela exterior como en la interior. Esto nos va a facilitar mucho el trabajo después.

Enfrenta los dos derechos de la tela interior y pásale un prespunte por la doblez de la marca. Realmente lo que debería hacerse es coser el pespunte y luego abrir la costura con la plancha, pero no me gusta ir encendiendo y apagando la plancha cada poco.

Con la tela interior con el revés hacia arriba alinea la cremallera con la costura. Puedes fijarla con un par de alfileres para que no se descoloque. Luego, coloca uno de los rectángulos exteriores, bien alineado con los dientes de la cremallera y fíjalo con alfileres.

En la máquina de coser, y con el prensatelas de cremallera, cose la tela exterior, con la cremallera y con la tela interior. Así cosemos las tres cosas de una sola vez.

Repite con la otra tela exterior. Fíjala con alfileres al borde de la cremallera y pásale un pespunte.

Con el descosedor abre la costura que queda bajo la cremallera.

Ahora une los bordes de las dos telas como muestra la foto: el forro con el forro y la tela exterior con la tela exterior y pásales otro pespunte.

Dale la vuelta al estuche por uno de los laterales, que quedan abiertos. Ahora ya tienes el estuche del derecho. Deja la tela interior hacia afuera.

¡Importante! Abre la cremallera hasta la mitad por lo menos. Luego, en los extremos que quedan abiertos, une los bordes, intenta que no quede ninguna arruga, fija con alfileres y pasa un pespunte, a 1cm más o menos del borde. Y repite con el otro extremo.

Como esta parte va a estar visible dentro del estuche, hay que adecentar estas costuras. Corta al ras los rabos que queden de cremallera y recorta bien los márgenes sobrantes de las telas. Luego, yo le he pasado una tijera en zigzag para que no se deshilachen; si no tienes, puedes hacerle un zigzag con la máquina.

Si le das la vuelta, ya tienes un estuche hecho, pero es plano. Si te gusta así, puedes dejarlo, pero yo lo quería cuadrado y se consigue con solo un par de pasos más.

Por el revés, señala una línea recta en las cuatro esquinas del estuche. Yo la hice a 2cm en cada una, pero puedes elegir la medida que más te guste: cuánto más pequeña, más bajo será el estuche, y cuánto más grande, más alto. Cuando tengas las señales como en la foto, puedes pasarle la máquina a cada una de ellas.
Corta todos los hilos que queden por dentro, dale la vuelta y, ¡estuche listo!

¡Ya está hecho del todo el estuche! Como dije, rápido, sencillo y con pocos materiales. Casi con cualquier retal que tengas en casa puedes hacerte uno.

Ahora, ¿quién se anima a hacerse uno? Con muy poquito de tela podéis tener el vuestro :)

¿Te ha gustado este tutorial? ¡Compártelo en tus redes sociales para ayudarme a hacer más!

Cómo poner un bies

Poner un bies es fácil. Puede que no se intuya a primera vista cómo se cose correctamente, pero no es para nada difícil. El otro día aproveché que estaba terminando un vestido para coger la cámara de fotos: le rematé el cuello y las sisas (no lleva mangas) con bies. Me da mucha rabia cuando veo tutoriales de costura que utiliza bies y la gente no sabe colocarlo. ¡Con lo fácil que es!

Así que hoy toca un tutorial de costura, sencillo, básico y con muchas fotos: cómo colocar un bies.

¿Qué es un bies?

También se le llama vivo o sesgo. Un bies es una cinta de tela, cortada en un ángulo de 45º respecto a la dirección del hilo. Está cortado en este ángulo porque es la dirección de la tela en la que es más elástica. El bies que compramos viene doblado formando dos pestañas. Se encuentra fácilmente en las mercerías, en muchos colores diferentes y grosores. Yo los he visto de algodón y de raso, aunque seguro que hay de más materiales.

También podemos hacer bies en casa: solamente hay que cortar una tira de tela en un ángulo de 45º. Se pueden encontrar aparatos de plástico que ayudan a formar las pestañas o se puede prescindir de ellos. No tengo un aparato así y ya he cortado alguno en mi casa.

¿Para qué se utiliza?

Se suele usar para darle un buen acabado a las prendas: como lo usé yo, para el cuello de un vestido o una camiseta, o las mangas; asienta muy bien las costuras y les da estabilidad, impide que se deformen o hagan formas extrañas. Lo he visto para adornar las costuras interiores de estuches, mochilas o bolsas de tela. También se puede usar para decorar.

¿Cómo se coloca?

Colocar un bies es fácil. Las dos pestañas hacen pensar que hay que doblarlo por la mitad y morder el borde de la tela, pero esa es la manera incorrecta de hacerlo.

Esta es la correcta:

Colocamos la prenda del derecho y el bies con las pestañas visibles. En mi vestido tengo marcado el borde de la prenda con puntos flojos (los hilitos que se pueden ver), pero se puede marcar de muchas maneras diferentes: pintado con tiza, en una línea imaginaria a 1 o 2 centímetros del borde de la tela, o como estemos más acostumbradas.

Abrimos la pestaña superior y alineamos la doblez con el borde de la prenda (no de la tela, no estamos contando el margen de costura). Cuando estén alineadas, fijamos con alfileres. Yo los coloco horizontalmente por costumbre y luego paso un hilván, pero hay gente que los coloca verticalmente y no hilvana. Mientras el bies esté fijo, no importa.

Cuando nos aseguremos de que está bien asentado (¡que no tire de la tela ni forme arrugas!) pasamos un pespunte con la máquina de coser por la fila de alfileres o el hilván que tengamos.

Como yo soy incapaz de dejar 2cm de margen de costura y siempre dejo 5 o 6, tengo que cortar la tela sobrante. Si después de alinear el bies te queda al ras de la tela, no hace falta que cortes nada. Si sobra, métele un tijeretazo. Quita también os puntos flojos, hilvanes y marcas que hayas puesto.

Ahora podemos hacer dos cosas, según el resultado que tengamos en mente:

1)Doblamos el bies por la mitad, alineando la doblez de la pestaña sin coser con la costura que acabamos de hacer. Así se consigue que parte del bies quede visible. Si es bonito o si se quiere jugar con los colores de la tela y el bies, se puede dejar visible.

2)Doblamos el bies por completo hacia el interior de la prenda. Así el bies queda escondido, no se verá desde fuera, pero igualmente conseguimos la estabilidad y la forma que le da a la prenda. Yo voy a seguir esta opción.

Doblamos el bies hacia el interior de la prenda. No desdoblamos la pestaña que aún tenemos suelta. Le damos la vuelta a la prenda: ahora trabajamos con el revés de la tela. Vamos fijándolo con alfileres sin forzar la forma de la prenda, sin estirar la tela y sin formar arrugas. Procuramos darle bien la vuelta a la cinta, estirando bien la costura que acabamos de hacer para que quede con buena forma. Intentamos poner los alfileres a medio centímetro del borde inferior del bies.

Una vez asentado, pasamos un pespunte por la línea de alfileres a medio centímetro del borde (eso es casi una de las patas del prensatelas).

Entonces rematamos y escondemos todos los hilos que hayan quedado sueltos. ¡Ya tenemos el bies perfectamente colocado! Y no ha sido para nada difícil ;)

Lo más difícil de colocar un bies es si nos encontramos con esquinas cuadradas o redondas. Pero con un poco de maña, cariño y paciencia se asienta bien sobre todas las líneas. Es importante no estirar la tela para que no haga arrugas y no deforme la línea de la prenda. Hay muchos tutoriales fáciles de encontrar sobre cómo afrontar esas líneas difíciles.

¿Te ha gustado este tutorial? ¿Te ha parecido útil?

¡Compártelo en tus redes sociales!