Hemos aprovechado el clima que nos está acompañando para hacer una sesión en el patio, y de este modo aprovechar los recursos de los que disponemos.
Después de exponer el tema en el aula y de incitar a que mis peques me hicieran preguntas sobre lo que íbamos a hacer, repasamos las normas de comportamiento, cogimos los materiales (pelota, pajitas y bolas), y nos fuimos la patio con toda la ilusión del mundo.
Una vez allí se nos volvieron a plantear unas cuestiones que a priori, nos parecía que no sabíamos contestar, pero a posteriori, demostramos que si.
Pusimos la pelota en el suelo, y...tras esperar el tiempo necesario, vimos que...no pasaba nada. Claro, yo muy ingenua pregunto, ¿qué pasa?,a lo que uno de mis peques me contesta, pues que va a pasar...nada, si no le das patadas no se mueve, ¿no ves que el suelo no se mueve? y es que los subestimamos.
Una vez comprobado esto, la encargada del día, Vera, que estaba subida al tobogán se encargó de coger la pelota, sujetarla y ...soltarla, sin empujar, solo soltar, y...milagro, el suelo sigue sin moverse, nadie le ha dado una patada, pero...¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡se estaba moviendo!!!!!!!!!!!!
Vaya hombre, se le desmontó la teoría a nuestro compi, pero enseguida surgieron más, si es que mis chicos son fantásticos. Profe se cae porque nosotros también nos caemos del tobogán, y hacemos yuhuuuuuuu!!!!!, y se nos mueve el pelo.
Así que ante una teoría tan aplastante sólo nos quedó tirarnos por el tobogán y comprobarlo, porque no es lo mismo verlo que sentirlo, así que no pusimos a experimentar con el movimiento, así es como nosotros conocimos la FUERZA DE LA GRAVEDAD.
Además de esto, hemos estado experimentado con la luz. Aunque ya lo habíamos hecho en clase, con este sol tan fantástico, no podíamos dejar pasar la oportunidad, esta vez todos hemos podido ver nuestra sombra, hemos jugado con ella y lo hemos pasado genial.
Finalmente hemos experimentado con el movimiento, en este caso producido por el viento.
Con ayuda de una pajita, hemos empujado con la fuerza del viento que salía de nuestros propios pulmones.
La profe nos dio una bola a cada uno y después de contar uno, dos y tres... cada uno se ocupó de mover su bolita sin utilizar la mano ni los pies, sólo se podía usar la fuerza que producían los pulmones, y la verdad, es que tengo que decir que nos ha salido bastante bien, fue muy emocionante ver las caras de sorpresa ante lo que estaba ocurriendo, nos lo pasamos muy muy bien, y hemos aprendido un montón.
Aquí os dejamos unas fotos del proceso.
Para rematar la sesión en el patio, nos bajamos nuestras plantitas, que ya necesitaban un poquito de comida, así que las cambiamos de maceta, no sabemos si aguantarán el cambio, pero ya casi no tenían tierra, así que veremos lo que pasa.
Todos sentaditos y muy atentos a la explicación.
Nuestras plantitas están muuucho más grandes y desprenden un aroma que inunda el aula, ya casi estamos en primavera.
Esta ha sido nuestra particular sesión en el patio del cole, de la cual hemos extraído un montón de aprendizajes que nos han despertado la curiosidad y las ganas de seguir EXPERIMENTANDO.
Estad atentos, porque nos esperan muchas más aventuras.
Besitos para todos.