Cuando la viuda Lady Clara Kingston descubre que Lord Delamare es un invitado en la misma fiesta navideña, ¡su instinto es correr! Hace seis años, Hugh le rompió el tonto corazón. ¿Se atreverá a creer que él es realmente un libertino reformado? Ella está secretamente emocionada cada vez que él mira en su dirección, pero tendrá que confiar en él si quiere reclamar su beso debajo del muérdago omnipresente ...