lunes, 1 de diciembre de 2025

Edrefugio

Mi lugar seguro es debajo de mi edredón.

Él siempre me ha protegido del Coco, del hombre del saco, del monstruo del armario, del puñal del tipo de la careta de Scream y del terrorífico payaso de It.

Él ha sido mi cómplice camuflando la luz de mis lecturas a deshoras cuando ya debería estar dormida. Ha escondido lágrimas a destiempo, quejidos de rabia, lamentos de frustración.

Mi edredón no me juzga si no tengo ganas de pasar la aspiradora, buscar un plan de sábado o escribir el próximo bestseller mundial. A él le parece bien si hoy solo me quedan fuerzas para taparme hasta las orejas y ver vídeos de caídas graciosas en Youtube.

A mi edredón no le importa mi pijama viejo lleno de bolas, ni mis pelos de loca, ni mis ojeras de oso panda. Con él no necesito fingir que mi película favorita es Casablanca en lugar de cualquier mamarrachada romanticona de Sandra Bullock. 

No tengo que justificarme ante mi edredón por mi incomprensible trayectoria profesional ni por no tener un piso en propiedad. Él no me pide que sonría cuando me estoy rompiendo por dentro sólo para quedarse más tranquilo. Mi edredón no se cree con derecho a opinar sobre mis decisiones vitales ni a pontificar sobre lo que debería o no debería hacer con mi vida.

Y luego que por qué paso tanto tiempo en la cama...



viernes, 21 de noviembre de 2025

¿Really?

Y dado como está el tema, yo poco más que lo de la imagen de arriba. Minimetas y eso.  

¿En serio esto es todo? ¿De verdad me dices que no va a haber nada más, que el narrador de mi vida no piensa inventarse algo distinto (y MEJOR) que esta sosada? 

¿Really? 

En finnnn.... 

sábado, 15 de noviembre de 2025

Premios que no existen

 



Ah, ¿no? ¿Y tampoco hay medalla a la que lo ve todo más negro, a la que más sobrepiensa, a la que peor se habla a sí misma y a la que más se culpa?

Y yo entrenando tanto para nada... ¡será posible!

viernes, 7 de noviembre de 2025

Sobre mi

Una de las muchos, muchos, muuuuuuuuuuuuchos inconvenientes de ese infierno en la tierra llamado eufemísticamente app de ligoteo es la repetición. Si no hay suerte a la primera, no te queda otra que hablar con muchos perfiles distintos que suelen hacerte siempre las mismas preguntas y sacar temas de conversación iguales. Que será normal, supongo, empezar por lo más típico, interesarse por la profesión, las aficiones... Igual no se puede evitar, no sé. Pero es un aburrimiento descomunal. No me quiero ni imaginar los actores en esos junkets de prensa interminables, en los que se sientan a responder durante horas una y otra vez a la misma cuestión formulada por una interminable sucesión de periodistas de todos los medios. Qué tortura, madre mía. Como para tirarse por la ventana.

Yo de junkets no sé nada, pero en las app he tenido que buscarme mis estrategias para no cortarme las venas a las millonésima vez que hay que contestar a qué me dedico. Y eso que considero la originalidad uno de mis puntos fuertes, pero hijos, es que es drenante a más no poder, agota a cualquiera la repetición infinita. Así que creé un documento con las respuestas a los grandes hits más frecuentes y cuando alguien saca el tema... ¡ZAS! corta y pega que te crió. De verdad, es estaba perdiendo años de vida, en serio.

Y a esto, que es una táctica de supervivencia, se le añade mi condición de bloguera con un blog de 15 años de historia donde cuento trozos de mi vida con un nivel medio alto de ficción y licencias poéticas, ya tu sabeh. Así que es fuerte la tentación de ahorrarme cuatro párrafos de anécdota arreándole al ínclito de turno una entrada de estos lares inspirada en hechos reales. Todavía no ha ocurrido, pero dame tiempo...

Por ahora, además del documento de grandes hits, estoy tentada de hacer otro parecido al de la imagen de abajo y arreando que es gerundio.

 


miércoles, 29 de octubre de 2025

Dudas

 

 

Todavía devastada dos días después por los efectos del cambio de hora y tras laaaaargos y sesudos debates con cientos de persona sobre la preferencia del horario de verano o invierno, me sigo haciendo la misma pregunta que la autora del tuit de arriba:

¿Por qué sois tan masocas? 

lunes, 20 de octubre de 2025

El retorno del bicicleteo

Como últimamente no vengo mucho por aquí no os lo he contado, pero igual es hora de hacer algunos updates de mi vida (que dirían las influencers de pro)

¿Os acordáis que yo en los albores de este blog bicicleteaba mucho y que corté por lo sano porque no hacía más que caerme? Bueno, pues trece años me ha durado la prudencia. Han puesto por toda SpeedyTown unas bicis eléctricas que te llevan sin esfuerzo a cualquier lado y, claro, no me he podido resistir.

Lo siguiente, estoy segura, ya os lo imagináis. Tres días tardé en besar el suelo en esta secuela del ahorro sobre dos ruedas. T-R-E-S- No es una forma de hablar ni una exageración, Exactamente en mi tercer paseo ciclista hice el superman y terminé en urgencias, en un remember de otro gran deporte que acabó como el rosario de la aurora: el surf con bastón.

Por suerte, tampoco en este caso mi clave era escafoides y no tenía nada roto, aunque estuve manca un par de semanas porque me dolía que flipas. Y vosotros supondréis, con razón, que he vuelto a romper mi relación con las dos ruedas en aras de preservar mi seguridad, pero os equivocaréis porque os falta un dato clave. 

El otro día estaba yo tranquila en mi cocina, cenando de chill, sentada de lo más normal cuando... ¡ZAS! Al suelo. Un culetazo antológico. En serio ÉPICO. Me dolió que alucinas. Y no os estoy dando una explicación razonable para el accidente porque no la tengo: La silla no se rompió, ni yo estaba haciendo ninguna postura rara ni hubo ningún movimiento brusco. Aún no sé como, el asiento resbaló y yo estuve a punto de romperme el culo, lo que habría sido, como mínimo, un titular bastante clickbait,

Como no quiero pensar que en mi superguarida hay un espíritu amargado haciéndome bullying o riéndose a mi costa, no me queda otra que concluir que tengo un talento especial para las caídas. Tanto, que las llevo a cabo incluso sin pretenderlo y desde parado. Pensando en positivo, soy un diamante en bruto. Si lo hicieran disciplina olímpica, yo iba a reventar el medallero español con mis portaciones. Y sin entrenar, no como los pringados de los atletas de élite de otros deportes.

¿Y qué tiene que ver la continuidad del bicicleteo con mi cocina? Pues que si no logro mantener la verticalidad ni sola y en parado, no hay forma de evitar el riesgo. Y si voy a caerme igual, por lo menos que sea llegando rápida y cómodamente a los sitios en mi bici eléctrica. ¡Y encima entreno para las olimpiadas! ¿Qué más queréis?

viernes, 10 de octubre de 2025

Recibido, Hemingway. Corto y cambio.

 


Aquí las normas del escritor según Hemingway. En los últimos tiempos no cumplo ni una, en especial (y a las pruebas me remito) la 2. Será por eso por lo que no escribo como él, supongo. Y a lo mejor hay uno o dos razones más, pero no vamos ahora a ponernos a investigar que estamos a las puertas de un puente festivo (¡aleluya, hermanos! uno de los pocos del año) y el cuerpo lo sabe.

Así que a disfrutar. 

Y por la sombra, bombones.