Ella llegaba, pero fue todo inútil, era tarde, el no la oía, estaba lejos…
Pasó la noche en el bar por si regresaba… pasaron un día, dos, tres… No hubo reconciliación, el poeta y ella estaban de hecho, separados.
El no insistió más, dejo su barba abandonada, los versos los fue dejando esparcidos, buscó un trabajo rentable, formo familia.
Ella si, insistió pero sin resultados, llegar tarde a la cita era su costumbre y esta vez no fue perdonada y ahora vaga por las calles en busca de alguien desesperado por Inspiración