sábado, 12 de julio de 2025

2025 / Libros para el verano

 


LIBROS PARA EL VERANO

Llegan las vacaciones y en el viaje anual a la montaña o a la playa el libro es un compañero ideal. 

Aunque suene a cliché, el libro es un compañero de viajes único: si usted está aburrido en su hotel, él puede sacarlo del apuro y si el vuelo se retrasa, también. Y es igual de efectivo para aquellos que no tienen la fortuna de salir de casa, pues siempre ha sido el refugio de los que quieren conocer el mundo sin levantarse del sofá. En esta ocasión, le proponemos siete títulos para atravesar el verano sano y salvo.

10 de julio de 2025

La ciudad antes del mar: Shanghai. Pasado, presente y futuro de China’

Claudio González. (Tecnos, 2025. Libro de viajes).

Quizá ahora viajar a las Antípodas ya no es tan difícil como en los tiempos de Marco Polo, sin embargo, si usted no se atreve a gastar en un pasaje para ir al otro lado del planeta, nuestra primera sugerencia es embarcarse en un libro de Claudio González, viajero que ha recorrido los cinco continentes investigando el impacto de la tecnología en diversos países del planeta.

En ‘La ciudad antes del mar’, él, como un médico forense, disecciona Shanghái para mostrar la historia -trágica y gloriosa- que esconde el avance urbanístico. Las páginas están repletas de sociedades secretas, policías japoneses de la Segunda Guerra Mundial, escritores y miles de humanos sin nombre a cuyas espaldas se construyeron edificios e imperios.   

Con las hadas'

Sylvain Tesson. (Taurus, 2025. Libro de viajes y ensayo).

¿Está harto del calor? La solución es un escape a los prados británicos, las tierras altas escocesas o la Galicia tormentosa en busca no solo de aire fresco, sino de hadas. Estos seres, elusivos y poderosos, no se aparecen a cualquiera, así que es necesario un guía preparado para hallarlos y eso es precisamente Sylvain Tesson, la mente tras este volumen.

El escritor es un viajero de larga data que incluye entre sus aventuras el recorrido a pie por los Himalayas, la vuelta al mundo en bicicleta o la persecución de las rutas de los oleoductos que unen Asia con Europa. Pero, además, las letras no le son ajenas -ganó en 2009 el premio Goncourt-, así que esta aventura no será solo por la geografía, sino por la literatura.

'La comedia de la carne

Carlos Pardo. (La Bella Varsovia, 2025. Poesía).

‘El entierro/ no es una opción./ Deja el viento/ las ruinas/ y conserva a la madre como una idea.’ Así arranca el poema de Carlos Pardo ‘Instrucciones para enterrar a la madre’ incluido en ‘La comedia de la carne’, un libro que es un viaje también, pero por la memoria del poeta. Hay allí libros, amores, una madre desaparecida, hermanos, el primer romance…

El autor es una de las voces más potentes de la poesía en español, lo que está avalado por su historial de premios, entre los que destacan, el 'Generación del 27' en 2007 y el 'Ojo Crítico' en 2015. La característica de sus versos es el humor que deriva en melancolía y reflexión en vez de risa.

'Ovni 78

Wu Ming. (Anagrama, 2025. Novela).

Esta novela de Wu Ming no es una sola, sino varias: aparecen entre sus capítulos una antropóloga que se dedica a estudiar a los buscadores de naves espaciales, una mujer, quien utiliza su tienda de discos para atraer a aquellos ansiosos de entrar en contacto con el espacio exterior, un fascista que finge ser ‘beatnik’, etcétera.

Eso sí, el libro coral está unido por un detalle: ocurre en 1978. Aquel año, las Brigadas Rojas asesinaron a Aldo Moro, dirigente de la Democracia Cristiana, expresidente del Consejo de Ministros de Italia y diputado, lo que conllevó a la disolución del Parlamento, pero al mismo tiempo que los diarios reportaban en primera plana dicha tragedia humana y política, en las páginas interiores aparecían notas sobre avistamientos de ovnis tan frecuentes como nunca en la historia de aquel país.

El accidente

Blanca Lacasa. (Libros del Asteroide, 2025. Novela).

Si busca un libro corto y que se pueda leer de un tirón mientras descansa en la arena, este es el indicado. ‘El accidente’ de la escritora Blanca Lacasa cuenta la historia de un enamoramiento que, como casi todos, surge de la casualidad. De hecho, este sorprende a los protagonizas cuando todavía tienen parejas.

Pero no se trata de la historia de una infidelidad -o no solo eso-, es un relato sobre los tiempos contemporáneos y los amores líquidos, escrito con el estilo de una vieja novela de folletín donde el punto final de cada capítulo genera incertidumbre y la necesidad de voltear la página.

El último artefacto socialista

Robert Perišić. (Impedimenta, 2025. Novela).

Con esta novela de Robert Perišić lo llevamos a Bosnia y Herzegovina, en una ciudad de cuyo nombre solo conocemos la primera letra: ‘N’. Allí Oleg y Nikola, dos buscavidas, pretenden reabrir una fábrica de turbinas, para lo cual tratarán de ganarse a la población predicando con lenguaje socialista sobre la ‘autogestión’ de los pueblos. El problema es que, aun con la fábrica en marcha, no hay quien compre lo que esta produce…

El autor croata ensaya una sátira sobre el mundo capitalista que creció en la tierra turbia abonada por la caída del bloque comunista, llevándonos a reflexionar: ¿la esperanza va de la mano con el engaño?

'La muerte ajena

Claudia Piñeiro. (Alfaguara, 2025. Novela).

‘Juliana cae al vacío, lleva un vestido blanco, vaporoso, que se agita en el aire, pero en vez de estrellarse contra el piso, justo antes de llegar, mueve sus brazos y vuela como una mariposa’. Así suena el ‘thriller’ de la argentina Claudia Piñeiro, donde el rol protagónico corresponde a una periodista radial, quien está ligada de forma misteriosa con la mujer muerta.

El libro es una reconstrucción de un suceso que no tiene la pinta de suicidio ni de accidente, sino de crimen. Hay por allí ramificaciones políticas -¡cómo no!- y un desfile de personajes que de tan oscuros se vuelven intensos.


UN VIAJE A LA RIVIERA FRANCESA

La icónica escritora irlandesa Edna O'Brien, autora de Las chicas de campo, publicó tras su trilogía esta novela sobre una mujer que se redescubre a sí misma durante un viaje a la Riviera francesa. La sensualidad que evoca la narración fue poco apreciada cuando se publicó originalmente, a principios de los años 60, y por ello se prohibió su publicación en varios países.



EL PASO A LA EDAD ADULTA DE TRES HERMANAS

Clásico de la literatura escocesa, original de 1933, que no había sido publicado antes en español. Su autora, Nancy Brysson Morrison, cuenta la vida de tres hermanas a punto de entrar en la edad adulta, que viven en un entorno de costumbres sociales demasiado rígidas. Además de un bello recorrido por los paisajes de la Escocia rural de principios del siglo xx, la novela es un retrato de tres mujeres que luchan por ser ellas mismas en un mundo cuyas normas les impiden desarrollar su personalidad.



VIAJE A LA ÉPOCA VICTORIANA


La escritora Elizabeth Gaskell, contemporánea de las hermanas Brontë (es autora de la mejor biografía de Charlotte Brontë), promete una clásica historia de amores equívocos en la época victoriana con Las confesiones del señor Harrison, la novela más conocida de una autora admirada por Dickens. 

En ella, el joven señor Harrison acepta un puesto de ayudante de médico rural en la pequeña ciudad tras terminar su etapa de formación. "Le parecerá a usted un dato estadístico curioso, pero cinco de cada seis cabezas de familia de cierto rango en Duncombe son mujeres. Tenemos un gran número de viudas y solteronas ricas. A decir verdad, querido señor, creo que usted y yo somos casi los únicos caballeros", leemos que le dice su mentor nada más llegar. 

El recién llegado se fijará pronto en Sophy, la hija del párroco, cuestión que se convierte en el centro de una equívoca red de expectativas y decepciones que pondrá a prueba su paciencia y su vanidad.





UNA TURBIA HISTORIA DE AMOR

Un oscuro graduado en literatura inglesa descubre dos cartas inconclusas y nunca enviadas del eminente victoriano Randolph Henry Ash, cuya destinataria era una mujer que posiblemente fuese su amante. La editorial Anagrama recupera este clásico de la literatura contemporánea, con el que su autora A. S. Byatt, autora también de Ángeles e insectos, obtuvo el Premio Booker en 1990.

MUNDO DINERS

TELVA




Casa de citas / Joy Laville / Jorge Ibargüengoitia

 

Jorge Ibargüengoitia

Joy Laville
JORGE IBARGÜENGOITIA

1

Jorge estaba trabajando en una novela que, tentativamente iba a llamarse Isabel cantaba, cuando llegó la invitación para el encuentro de escritores en Colombia. Camino a ese encuentro, ya se sabe, ocurrió el accidente. Jorge había dudado al principio: no quería interrumpir el trabajo de su libro. Sin embargo, cuando la hora de tomar una decisión llegó, él estaba en un momento de su novela en el que tenía que detenerse y comenzarla de nuevo. Eso era normal ya que así trabajaba él, deteniéndose de vez en cuando y comenzando todo otra vez. Algunas veces tardaba varios días en tener una idea clara de por dónde dirigiría la nueva corriente de su historia. Pero una vez que encontraba la solución nada lo detenía y cambiaba muchísimo su versión anterior.

2

En las mañanas escribía y era muy riguroso consigo mismo en la continuidad de su trabajo.

3

Su mesa estaba al lado de una ventana desde la cual se veía un colegio de señoritas. Cuando ellas salían de sus clases a la calle, Jorge interrumpía su trabajo y se quedaba viéndolas. Me recordaba entonces al personaje de la novela Lolita; y él se divertía mucho cuando se lo mencionaba.

4

Mantenía su estudio con un orden meticuloso. Escribía con máquina y le fascinaban todas las cosas que venden en las papelerías. Sus expedientes y cuadernos de notas eran también muy ordenados. Siempre acompañaba su trabajo en las novelas con un cuaderno de reflexiones sobre el desarrollo de la trama y sus personajes. Disfrutaba enormemente el largo proceso de escribir y reescribir sus libros.





Schopenhauer / El hombre que describió el enigma del mundo


Schopenhauer, el hombre que describió el enigma del mundo.
Por Héctor Hernández Álvarez

Arthur Schopenhauer describió el enigma del mundo descifrando dos de las cuestiones con más importancia en la tradición filosófica: la cosa en sí de Kant y las ideas platónicas.

En filosofía, a Arthur Schopenhauer se le suele identificar como el padre del pesimismo metafísico. Lo cual significa, en primer lugar, que fue un filósofo ateo. Consideró como cierto el axioma «la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma», por lo que no identificó a un dios creador que diera lugar al mundo. En segundo lugar, defendió la tesis de que este es el peor de los mundos posibles; en contraste con Leibniz, quien argumentó lo contrario. Y, en tercer lugar, concluyó que es preferible el no ser al ser, pues el error ético fundamental de toda la filosofía optimista es considerar que se viene al mundo a ser feliz. Él, por el contrario, estableció la negación de la voluntad de vivir como único verdadero fin de la existencia.

Ahora bien, ¿cómo llegó a todo esto? Para responder a la pregunta hay que mostrar las bases de su sistema filosófico y las condiciones que el propio pensador impuso para leer y entender «el mundo como voluntad y representación», que es también su obra principal. Así, Schopenhauer partió por autoidentificarse como sucesor de la filosofía kantiana, es decir, del idealismo trascendental, por lo que el filósofo advirtió que no se le podría comprender sin antes leer a Kant. Además, estableció como prerequisito consultar su tesis doctoral: «Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente». Y se debía estar familiarizado con la filosofía de Platón y tener noción de tradiciones espirituales y religiosas tales como el budismo, el hinduismo o el cristianismo.

Schopenhauer describió el enigma del mundo descifrando dos de las cuestiones con más importancia en la tradición filosófica: la cosa en sí de Kant y la idea a la que se refirió Platón.

Acerca de la cosa en sí, Kant argumentó que era enteramente desconocida, pues se encuentra fuera de los límites del conocimiento humano. Empero, lo que Kant demostró con suficiencia fue que debía existir algo que precediera a todas las cosas u objetos que observamos en la realidad. El ser humano solo puede conocer fenómenos, pero no noúmenos (cosas en sí mismas). En este sentido, el ser humano estaría condenado a no poder descifrar el enigma del mundo. No fue sino hasta que llegó Schopenhauer e identificó a la cosa en sí de Kant llamándola voluntad.

Luego, Schopenhauer catalogó a la materia como a posteriori, o sea, como fenómeno. En cambio, puso a la cosa en sí, es decir, a la voluntad como lo verdaderamente a priori. Ahora bien, ¿qué características tiene la voluntad como para haber llamado de esa manera a la cosa en sí? Fundamentalmente, deseo. La voluntad es todo aquello que hace que el mundo exista como es. En definitiva, se trata de una volición incesante, aunque carente de conocimiento.

Schopenhauer defendió que el fin último de la vida terrenal es darse cuenta de que el mundo no vale la pena

Schopenhauer llega a esta conclusión debido a lo que observa en el mundo y sus representaciones fenoménicas. Por ejemplo, para que los organismos vivos puedan subsistir, se tienen que alimentar de otros seres semejantes. Para este pensador, la cadena alimenticia es repugnante, pero da cuenta de que a la voluntad únicamente le interesa reproducirse y seguir deseando. Para ello, emplea dos herramientas principales: el instinto de supervivencia y el instinto de reproducción.

Llama la atención la forma en que el filósofo redacta sus consideraciones acerca del amor, declarando que toda cuestión sentimental se deriva de estos dos instintos y el fin último es la procreación. Por eso, las personas y la mayoría de los animales están dispuestos a dar la vida por su descendencia, pues es la parte que dejarán en la Tierra cuando perezcan.

Asimismo, Schopenhauer argumenta que la materia no puede ser la cosa en sí por más que lo aparente, pues conocemos los órganos del cuerpo, así como su fisiología, pero en el núcleo más íntimo de cada ser se esconde una voluntad que es deseo puro y que solo es identificable por las acciones inmutables de los entes. La voluntad constituiría entonces lo que fue, lo que es y lo que siempre será. Claramente, la voluntad permanece invisible como cosa en sí, por lo que, ninguna ciencia puede estudiarla salvo la filosofía, pues ella se enfoca en los primeros principios de la existencia. Por lo tanto, a la voluntad, solo se le puede identificar con lo que conocemos coloquialmente como fuerzas de la naturaleza. 

Así, no solo se manifiesta en los organismos vivos, sino en la materia inorgánica y todo lo no sensible. Esto último explicaría el porqué de los planetas, la gravedad y el universo.

En contraparte, el intelecto es lo único capaz de contrarrestar el deseo irracional de la voluntad, por eso es el ser humano el único capaz de negarla. Esto, a su vez sería la negación de la voluntad de vivir por medio de la razón. Así, se explicaría el actuar de los santos y los mártires, que han dejado a un lado riquezas, gloria y poder. Tal como enseñaría el cristianismo: aprender a negar la propia naturaleza y cargar la cruz. 

Schopenhauer defendió que el fin último de la vida terrenal es darse cuenta de que el mundo no vale la pena.

Por otra parte, a la idea platónica la identificó como grados de representatividad de la cosa en sí en el mundo fenoménico. Al respecto, Platón pensó el mundo de las ideas como aquello perfecto e inmutable, en contraste con el mundo físico en el que solo existen las sombras de lo impoluto. Schopenhauer consideró que Platón se refería a la forma de representación de la voluntad en sus estados más elevados. Por ello, solo los genios y los artistas podían conocer las formas excelentes de manera abstracta y comunicarlas de manera relativa por medio de sus obras. Esto explicaría el motivo de por qué hay tan pocos artistas y filósofos con relación al resto de profesiones, pues este pensador clasificaba a la filosofía como una combinación de ciencia y arte, ya que, mientras el arte explica el mundo de manera abstracta, la filosofía lo hace por medio de conceptos.

Richard Princesa Quesada
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viernes, 11 de julio de 2025

Casa de citas/ Erica Jong / Italia


Foto de Muskevich Boris



Erica Jong
ITALIA

Hacia el verano del 65, cuando Mía y yo contábamos veintitrés años y hacíamos un viaje por Europa, nuestra desilusión fue tal que nos acostamos con hombres ante todo para presumir mutuamente acerca del número de trofeos en nuestros cinturones

    En Florencia, Pia parafraseó a Robert Browning:

    Abre mi coño y verás

    grabado: Italia.


Erica Jong
Miedo a volar
Círculo de Lectores, Bogotá, 1984, p. 120





Erica Jong / El poema de la ropa sucia

 

EL HUASO Y LA LAVANDERA,1835
Juan Mauricio Rugendas



Erica Jong

EL POEMA DE LA ROPA SUCIA


Este es el poema de la ropa sucia
porque hemos viajado de ciudad en ciudad
acumulando ropa blanca sucia y sudadas camisas,
blue-jeans costrosos y grumosos de nuestro jugo
y remeras ajadas por nuestra gloriosamente desordenada pasión
y ropa interior tiesa por nuestro gozo.
He vuelto a casa a lavar mis ropas,
dan golpecitos en el piso del baño como lluvia,
el agua se lleva goteando los días hasta ti
el agua sucia me habla de amor.

Vaporosa en las burbujas de nuestro amor,
he zambullido mis manos en agua caliente
como podría zambullirlas
en tu corazón.

Después de años de manchas y chapoteos
estoy finalmente limpiándome.
Volaré hacia ti con una valija de nueva ropa sucia,
me despojaré de mi ropa, la amontonaré en el suelo,
y dejaré que friegues mi cuerpo con tu amor.





Erica Jong / Breve tratado de la fama y la gloria

 


Erica Jong
BREVE TRATADO DE LA FAMA Y LA GLORIA

    Se imprimió el artículo tal y como lo escribí. Horst lo tradujo fielmente. Pensé que la ciudad de Heidelberg ardería, pero los escritores exageran en gran medida la importancia de su trabajo. Nada sucedió. Algunos de mis conocidos hicieron observaciones irónicas sobre lo mucho que me entregaba a mi tarea. Eso fue todo, Me pregunté si alguien llegó siquiera a leer el Heidelberg Alt und Neu . Probablemente, no. Mis artículos equivalían a mandar cartas durante una huelga de correos o a escribir un diario secreto. Sentía como si abriera la historia de par en par, pero nadie pestañeaba siquiera. Todo aquel Sturm und Drang caía en el silencio. Era casi como publicar poesía.


Erica Jong
Miedo a volar
Círculo de Lectores, Bogotá, 1984, p. 86




jueves, 10 de julio de 2025

Erica Jong / Casa de citas / Tomates

 


Erica Jong
TOMATES

En Pascua, buscábamos huevos pintados, pero no celebrábamos la resurrección de Cristo; celebrábamos «el equinoccio vernal», el renacimiento de la vida, los ritos de la primavera. Escuchando a mi madre, uno podía creer que éramos unos druidas.
    —¿Qué le pasa a la gente cuando se muere?
    —No mueren en realidad —decía mi madre—. Vuelven a la tierra y al cabo de poco nacen de nuevo como hierba o quizás, incluso, como tomates.
    Esto resultaba extraño e inquietante. Quizá fuera bastante tranquilizador oírla decir «no mueren en realidad», pero ¿quién deseaba ser un tomate ? ¿Era ese mi destino? ¿Convertirse en un tomate con todas aquellas semillas despachurradas?
    Pero tomates o no, era la única religión que tuve.


Erica Jong
Miedo a volar
Círculo de Lectores, Bogotá, 1984, pp. 72-73



Erica Jong / Vuelos




Erica Jong
VUELOS

Había 117 psicoanalistas en el vuelo de la Pan Am a Viena, y yo había sido paciente por lo menos de seis de ellos. Y me había casado con el séptimo. Sólo Dios sabe si era un tributo a la ineptitud de los psicos o a mi propia condición de inanalizable, pero me sentía, si es que algo sentía, más aterrorizada por volar ahora que cuando principié mis aventuras analíticas unos trece años antes.
    Mi marido me asió la mano en forma terapéutica en el momento del despegue.
    —Cielos… Como el hielo —dijo.
    Ya podía conocer los síntomas puesto que me había sostenido la mano en muchos otros vuelos. Mis dedos (de manos y pies) se hielan, el estómago me da un brinco en la caja torácica, la temperatura de la punta de mi nariz desciende al mismo nivel de la temperatura de mis dedos, mis pezones se yerguen y saludan dentro de mi sujetador (o, en este caso, vestido, puesto que no llevaba sujetador) y por un minuto de los de chillar se establece una correspondencia entre mi corazón y el motor mientras intentamos demostrar una vez más que las leyes de la aerodinámica no son las endebles supersticiones que, en el fondo de mi corazón, sé que son. Nada importan las diabólicas explicaciones del plano de sustentación que te procura la multilingüe INFORMACIÓN PARA LOS PASAJEROS de Pan Am, sucede que estoy convencida de que sólo mi propia concentración (y la de mi madre, quien parece que siempre espera que sus hijas mueran en un accidente aéreo) mantiene el pájaro en el aire. Me felicito por cada despegue coronado por el éxito, pero no de una manera muy entusiasta porque también forma parte de mi religión personal en que al momento en que uno siente excesiva confianza y se relaja sinceramente respecto al vuelo, el avión se estrella al instante. Mi divisa es vigilancia continua. Un estado de ánimo de precavido optimismo debe prevalecer. De hecho, mi estado de ánimo se puede calificar como precavido pesimismo. Muy bien, me digo, parece que ya no estamos en el suelo sino entre las nubes, pero el peligro no ha pasado. En realidad, ésta es la parcela de aire más peligrosa. En este momento mismo nos encontramos sobre la bahía de Jamaica, donde el avión se ladea y da vueltas y desaparece el cartel de «No fumar». Puede muy bien ser el lugar por el que bajemos chillando en centenares de pedazos llameantes. Por lo tanto, sigo concentrándome profundamente, ayudando al piloto (una voz muy tranquilizadora del medioeste llamado Donnelly) a que vuele este puñetero avión de 250 pasajeros. Demos gracias a Dios por su corte de pelo y su acento del centro de los Estados Unidos. Siendo yo neoyorquina, jamás confiaría en un piloto con acento de Nueva York.


Erica Jong
Miedo a volar
Círculo de Lectores, Bogotá, 1984, pp. 15-16




Casa de citas / Erica Jong / 117 sicoanalistas

 



Erica Jong

117 SICOANALISTAS

Había 117 psicoanalistas en el vuelo de la Pan Am a Viena, y yo había sido paciente por lo menos de seis de ellos. Y me había casado con el séptimo.


Erica Jong
Miedo a volar
Círculo de Lectores, Bogotá, 1984, p. 15





117 PSYCHOANALYSTS
by Erica Jong

There were 117 psychoanalysts on the Pan Am flight to Vienna and I’d been treated by at least six of them. And married a seventh. 


Fear of flying by Erica Jong




miércoles, 9 de julio de 2025

La amante de Byron se venga desde la tumba

 

Lord Byron


La amante de Byron se venga desde la tumba

Este artículo tiene más de 15 años.
Unas memorias recién descubiertas de una mujer cercana a Byron y Shelley los etiqueta como adoradores del amor libre y "monstruos".

Albergue Dalya
Domingo 28 de marzo de 2010 

Un graduado de Cambridge se ha topado con unas memorias inéditas del siglo XIX que arden de resentimiento hacia Byron y Shelley como "monstruos de mentira, mezquindad, crueldad y traición".

Antonio Caballero / Dinero y elecciones

 

Antonio Caballero


Qué grande fue Antonio Caballero y qué afortunados fuimos al contar con su voz durante tantos años. 

Hoy me encontré en mis archivos una columna en la que explica, con su ironía magistral, la relación de las elecciones colombianas con la plata. Su premisa es filosa como una navaja suiza: al elector colombiano la plata en rama no lo mueve: lo conmueve. 

La niña de la estación Kami-Shirataki



LA NIÑA DE LA ESTACIÓN KAMI- SHIRATAKI

En la remota región de Hokkaido, al norte de Japón, existía una estación de tren llamada Kami-Shirataki. Ya casi nadie la usaba. Solo una persona subía y bajaba allí cada día.

Una niña.

Era estudiante. Y todos los días necesitaba ese tren para llegar a su escuela.

Cuando la compañía ferroviaria evaluó cerrar la estación por baja demanda, descubrieron ese único dato: una sola pasajera diaria. Pero en vez de eliminar la parada, tomaron una decisión poco común en el mundo moderno.

Dejaron la estación abierta solo por ella.

Durante años, el tren se detuvo exclusivamente para recogerla por la mañana y llevarla de regreso por la tarde, según su horario escolar.

No lo hicieron por dinero.

No lo hicieron por prestigio.

Lo hicieron porque creyeron que la educación de una niña valía cada minuto del viaje.

Cuando ella se graduó, la estación fue finalmente clausurada.

Pero el gesto quedó grabado como una lección:

A veces, lo correcto no es lo rentable. Es lo humano.


FACEBOOK / DATOS HISTÓRICOS 




martes, 8 de julio de 2025

Casa de citas / Anthony Hopkins / Mi filosofía

 


Anthony Hopkins
MI FILOSOFÍA 

Mi filosofía es: lo que la gente diga de mí no es asunto mío.

Soy quien soy y hago lo que hago.

No espero nada y acepto todo.

Y eso hace la vida más fácil.

Vivimos en un mundo donde los funerales son más importantes que los difuntos, el matrimonio es más importante que el amor, las apariencias son más importantes que el alma.

Vivimos en una cultura de embalaje que desprecia el contenido.