Los cuentos inquietantes aquí reunidos, buena parte de los cuales han permanecido inéditos en castellano hasta hoy, lo son cada uno a su manera. Algunos se escoran levemente hacia lo sobrenatural, en la línea de los geniales relatos de fantasmas de Henry James, historias en las que el elemento ultraterreno sobrevuela la cotidianidad de modo casi imperceptible: sutilmente invasivo, tan evanescente en ocasiones que la duda atenaza al lector hasta el final provocándole una deliciosa inquietud. Y en otros (más desasosegantes si cabe, por cuanto prescinden de lo asombroso) el misterio se oculta en la propia mente, en las ambiguas actitudes de personajes que se nos antojan perturbadores gracias a la pericia de la autora para manejarse en los meandros de su psicología. Una auténtica obra maestra de lo oscuro que se esconde tras lo cotidiano. Leyendo estos relatos, los amantes del escalofrío exquisito se adentrarán en atmósferas subrepticiamente inquietantes que inciden en la falacia de la apariencia haciendo realidad la premonición de Borges: «Cualquier instante puede ser el cráter del infierno».
Edith Wharton was an American writer and designer. Wharton drew upon her insider's knowledge of the upper-class New York "aristocracy" to portray, realistically, the lives and morals of the Gilded Age. In 1921, she became the first woman to win the Pulitzer Prize in Fiction, for her novel, The Age of Innocence. She was inducted into the National Women's Hall of Fame, in 1996. Her other well-known works are The House of Mirth, the novella Ethan Frome, and several notable ghost stories.
Cuando empecé este libro y tal vez mucha culpa la tiene la sinopsis me esperaba relatos tal vez de misterio o miedo, pero no, hay que tener presente precisamente el título de este libro “cuentos inquietantes” y eso es precisamente lo que son. Lo primero es preguntarnos ¿Qué es la inquietud? O más bien ¿Qué sentimientos trae consigo la inquietud?, intranquilidad, zozobra, desazón, desasosiego, ansiedad, angustia, agitación, conmoción, sobresalto, incomodidad… Y ya puesto de esa manera entonces los relatos cobran mucho sentido, porque en cada uno de ellos existe dicha inquietud, el de una mujer que muere de angustia por ser desalojada de un tren con muerto, un hombre que vive lleno de desasosiego buscando reivindicarse por ser un cobarde, la incomodidad de un hombre ante la vida familiar, la angustia, agitación y ansiedad de una mujer al enterarse de como ha desaparecido su marido y el desazón de un político al ver la verdadera cara de su mujer y sus alcances; así vamos pasando de una forma de inquietud a otra en cada uno de los relatos. Tengo que decir que el trabajo de escoger estos relatos ha sido extraordinario y también la presentación de estos, me parece a mí que precisamente la forma en que están acomodados nos va llevando de un sentimiento a otro de una manera magistral. Difícil decir cuál ha sido el que más me ha gustado, pero creo que sería La botella de Perrier, Después, El mejor hombre… aunque para ser honesta cada relato tiene lo suyo y sin duda Edith Warthon fue una escritora excepcional, capaz de poner sobre papel la verdadera naturaleza humana en momentos difíciles. También es de notarse que ninguno de los relatos tiene un cierre como tal, es como si quedaran con puntos suspensivos para que nosotros los lectores adivinemos o nos toque relatar dicho final que a final de cuentas es inalterable. Extraordinario y realmente disfrutables, sobre todo desde el punto de vista del estilo narrativo, me ha encantado.
Este es el segundo libro que leo de la autora y me ha resultado una lectura muy amena y placentera. Algunos cuentos están lejos de ser escalofriantes como la sinopsis indica, me imagino que en la época en la que fueron escritos despertarían cierto desasosiego pero en la actulidad no es el caso, lo comento por si hay alguien que quiera hacerse con el libro pensando que son cuentos de terror porque no es así. Los relatos que componen este libro tocan diversos temas como el matrimonio, la infelicidad conyugal, el arte que está muy presente en estos cuentos de Wharton (se nota que le apasionaba), la muerte, la maternidad. A mí personalemente me han gustado más aquellos en los que aparecía algún elemento sobrenatural, mis favoritos han sido ''Después'' que trata de una joven pareja que compra una casa en el campo que tiene todas las incomodidades que una casa antigua debe tener y en la que además se supone que hay un fantasma; ''La botella de Perrier'' en el que viajamos al mismísimo desierto en busca de un enigmático amigo; ''La duquesa orante''; ''La misión de Jane'' un relato muy simpático sobre un matrimonio que no está demasiado unido y que decide adoptar una hija (más bien lo decide la esposa, el marido no pintó nada en esta decisión), es muy divertido ver como la pareja poco a poco va compenetrándose más sin casi pretenderlo gracias a su hija. Hay algún cuento como el de ''El mejor hombre'' o ''El veredicto'' que me han gustado unpoco menos pero por lo demás creo que es un libro muy recomendable que me deja con muchísimas ganas de leer más sobre la autora.
Una excelente compilación de diez cuentos, entre los que destaco como suspenso o inquietantes a: Un viaje, La duquesa Orante, Después y La botella de Perrier.
Recomendable para lectores que no buscan necesariamente terror, pero sí una cuota de incomodidad e inquietud en la historia.
Aquí nos encontramos con 10 relatos, muchos de ellos inéditos en castellano y que, como bien anuncia el título, tiran más hacia lo inquietante que a lo tenebroso o sobrenatural. Aunque algún fantasma también hay. De hecho, diría que el punto fuerte de la autora es saber encontrar el elemento angustioso escondido detrás de lo cotidiano, lo doméstico y muy particularmente, el universo femenino. Así, temas como la viudedad, la maternidad, la posición social, el matrimonio se convierten en el vehículo perfecto para que la autora explore los temores del público de su época. Esto, por supuesto, hace que no todos los relatos hayan envejecido igual de bien, ya que el lector contemporáneo está bastante curado de espanto. Pero como ejercicio para entender mejor a las personas de finales del siglo XIX, principios del XX y las cosas que les preocupaban, resulta interesante. Varios de los relatos me han encantado, uno de los mejores para mí es el titulado ‘Después’ y uno de los grandes aciertos de esta edición de Impedimenta es presentarlos en orden cronológico, ya que se puede apreciar la evolución en la escritura de la autora a lo largo de los años.
Pues considero que es un poco fraude lo del título y la portada un tanto tétrica. De inquietante solo hay unos tres cuentos de los diez y que son los que más me han gustado. El resto ni fu ni fa. Me ha decepcionado ya que esperaba encontrar algo que la sinopsis promete y no ofrece al final
De entrada debo decir dos cosas: me gusta mucho el estilo elegante de Edith Wharton y estos no son cuentos de terror. Creo que jugaron con el título y la portada de la antología. En realidad son cuentos realistas y otros con cierto toque de suspenso y sobrenatural pero no son abiertamente de terror.
Cada historia me pareció memorable y asombrosa. Me encantó ir a ciegas e ir descubriendo los secretos de la alta sociedad de New York.
Un libro que va mejorando a cada relato que lees, lo que se explica por el hecho de estar ordenados cronológicamente dentro de la obra de la autora. Imprescindible.
Aunque se percibe el proceso de maduración de su escritura, más precisa y profunda a medida que van pasando las páginas, en absoluto afecta esto a su habilidad para construir atmósferas y personajes con los que empatizar desde el inicio de cada una de estas diez historias. Además, podremos percibir como sus preocupaciones estilísticas y sus percepciones temáticas se vuelen cada vez más Continuar leyendo
Antología de relatos de Edith Wharton, que en lo personal me ha encantado. Con un estilo narrativo que raya entre lo reflexivo introspectivo y la belleza poética más evocativa, la autora nos presenta diez historias con temáticas variopintas, en dónde la zozobra y la angustia (no el terror o, el horror en sentido estricto), serán el motor o eje transversal de cada cuento.
En este sentido, asistiremos a situaciones límite que afectan directa o indirectamente a los personajes y su contexto. Lo que le da la excusa perfecta a Wharton para presentarnos sus introspecciones (sin llegar a ser del todo psicológicas, lo cual se agradece); y, a su vez, calcar el ethos vivendi de un tiempo y una cultura socioeconómica en particular (principalmente la clase alta y media alta occidental de los albores del siglo XX)... Las historias son inteligentes y complejas; los personajes, se me antojan creíbles y bien construidos: como motivos, ilusiones y deseos, etc.; las ambientaciones de cada relato están bien logradas, sin llegar a ser del todo descriptivas, sino más bien evocativas; la prosa elegante, sin llegar a ser ornamental y excesivamente rebuscada es un "plus", ya que la calidad literaria de cada relato es muy alta en cuanto al arte de escribir (recursos narrativos); el ritmo, aunque ligeramente pausado, no por ello reduce el interés de lo que se nos está contando o se hace aburrido. Ahora bien, y aunque no lo considero algo negativo del todo, muchas de las historias no son del todo conclusivas, sino que, se nos presentan como fragmentarias o, en otras palabras, solo nos muestran un momento específico en la vida de los personajes.
En general, todos los relatos me han gustado con diferencia solo de grados:
La plenitud de la vida (5/5) Un viaje (4/5) La Duquesa de Orante (4/5) Un cobarde (3/5) La misión de Jane (4/5) Los otros dos (3/5) El mejor hombre (3/5) El veredicto (4/5) Después (5/5) La botella de perrier (5/5)
Más allá del mérito individual de cada relato (o, mejor dicho, de mi valoración personal), pienso que en su conjunto la escritora norteamericano nos presenta historias originales y, con cierto grado de complejidad (evitando la linealidad argumental); además, y esto es algo fundamental para mi calificación general de la antología, siento que la misma posee esa característico que tienen los libros adictivos que invitan a ser leídos y releídos con cierta regularidad: Las historias simplemente no nos abandonan una vez las leemos, sino que persisten en nuestra memoria por cierto tiempo.
Aclaro que algunos relatos son más sugerentes que otros, por ende, lo "inquietante" depende mucho de la subjetividad de cada lector. De esta manera, hay algunas historias sobrenaturales y fantásticas, en dónde los personajes se encuentran perplejos por el enigma de lo desconocido; mientras que hay otros cuentos que tratan más de situaciones de la cotidianidad que pudieran ser considerados como incómodos o extraños... En fin, una selección de relatos muy recomendable.
Conjunto de relatos escritos con una literatura elegante por Edith Wharton. Pero no es lo que te venden y eso era lo que yo creía que iba a encontrar. Es decir, una serie de historias inquietantes, con una dosis de misterio o de miedo, no???. Pues no. Son relatos normales, sin ninguna transcendencia sobrenatural. La editorial me ha desorientado con su propuesta.
En unos utilizando el elemento sobrenatural,en otros los recovecos de la mente humana, Wharton nos causa desasosiego aunque también nos hace sonreír con su uso de la ironía.Una lectura muy agradable.
Antes que nada, es necesario aclarar que no son cuentos de terror, si acaso uno: "Después". Muchos tan solo te hacen sentir incómodo ("Un viaje", "Un cobarde", "La duquesa de Orante" y "Una botella de Perrier") y otros tantos ni eso, pues don cuentos netamente costumbristas ("La misión de Jane", "Los otros dos" y "El mejor hombre"). Edith Wharton retrata vívidamente los problemas e inquietudes de las mujeres casaderas, casadas y divorciadas de su época. Los cuentos están ordenados de forma cronológica, por lo que para quienes han leído un poco de su vida, es evidente que en los primeros cuentos ("La plenitud de la vida", "Un viaje", "Un cobarde", "La duquesa Orante" y "La misión de Jane"), la escritora habla desde la experiencia de su malogrado matrimonio. Afortunadamente conforme van avanzando los cuentos, también lo hacen los años de vida de Edith Wharton, por lo que se le nota más madura como persona y sobre todo como escritora, pues conforme avanzan los cuentos, son menos autobiográficos y contienen menos opiniones del matrimonio por parte de la autora, y son más desde la imaginación e inspiración. Por lo que los últimos cuentos fueron los que más me gustaron. A pesar de ser cuentos, su lectura me resulto pesada y por momentos tediosa, sobre todo al principio de cada cuento. "La plenitud de la vida" parece estar dedicado a su esposo. Plasma la idea romántica de que hay alguien perfecto allá afuera que nos complementa. Pero también plasma la interrogante ¿y si tu pareja ideal es tu ex y aun así la relación fracaso...? "Un viaje" es un cuento incómodo que te hace sentir que vas en el tren en el que se desarrolla la historia, que te quieras poner de pie para cambiarte de asiento. Habla de cuán poco dura la luna de miel por factores externos a la pareja. El final es de los mejores de la antología. En "Un cobarde" pareciera que Edith Wharton tomo prestados al Sr. y a la Sra. Bennet de Orgullo y prejuicio para que sean personajes de este cuento y hace que el lector se pregunte ¿qué triste reveladora experiencia habrá vivido el Sr. Bennet que lo afecto a tal grado que se casó con su mujer? También me hizo plantearme la interrogante ¿tiene sentido que los personajes de Jane y Elizabeth Bennet sean tan prudentes y juiciosas cuando fueron educadas por una mujer como la Sra. Bennet? En este cuento Edith Wharton lo resuelve retratando a la hija igual que a la madre. "La duquesa de Orante" narra la triste vida de una mujer a quien su esposo llevo a abandonar a una casa alejada y olvidada que posee. Cuando llega a visitarla de sorpresa parece que solo va a celarla y arrancarle los pocos placeres que tiene en la vida. "La misión de Jane" retrata la insatisfactoria vida de una pareja quienes se han dado cuenta que no tienen nada en común, tan solo conviven en la misma casa. Todo cambia cuando la esposa decide adoptar a una bebé huérfana. "Los otros dos" plasma la extraña convivencia que se ve obligado a entablar el esposo de una mujer con los dos primeros esposos de ella. En "El mejor hombre" se muestra todo lo que una mujer puede ocultarle a su marido, así como la fuerte influencia que tienen las mujeres en sus esposos, aun en aspectos que en apariencia no les competen, como puede ser el cargo público que él desempeña, las personas en quienes decide depositar su confianza y las personas a quienes decide contratar para que lo asistan en el desempeño de sus funciones. Hace un ligero esbozo de la red de complicidades, influencias y amenazas que se ciernen sobre quienes tienen cargos públicos que ostentan cierto grado de poder o ejercen justicia. "El veredicto" narra cómo un antiguo amigo de un pintor retirado va a visitarlo e intenta comprender porqué un pintor que estaba en la cima del éxito decidió abandonar su carrera. "Después" el auténtico cuento de terror de esta antología. Cuando una pareja norteamericana recibe una fuerte suma de dinero por movimientos estratégicos en unos negocios, deciden comprar una remota casa en la campiña inglesa, el encanto para ellos es que la casa no tenga avances tecnológicos. Casualmente la casa también cuenta con su propio fantasma, aunque quienes lo vean no se darán cuenta que lo es hasta tiempo después... Un cuento muy bien logrado, en mi opinión es el mejor de todo el libro. "Una botella de Perrier" es un cuento que traslada al lector hasta el desierto, en el que el narrador visita a un enigmático amigo. Sin embargo, cuando llega el anfitrión no está, por lo que decide quedarse a esperarlo, mientras es espléndidamente atendido por el sirviente de confianza de su amigo.
Esta es una recopilación de relatos "inquietantes", vale aclarar que eso es lo que son, no son terroríficos ni dan miedo, si no que todos tienen en común el componente de la inquietud en menor o mayor mediada algunos más que otros.
Llegué a esta autora por "Después", un relato que me gustó mucho que se incluye en esta antología. Debo admitir que si esperaba que fueran más inquietantes pero también entiendo que quizás para esa época lo fueron.
El segundo relato y el tercero fueron lo que más me gustaron. Los otros aunque no eran lo que esperaba los disfrute, fueron lo suficientemente buenos como para atraparme en la lectura y no querer abandonarlos. Leer un cuento cada día estuvo bueno, creo que es la forma en que más me gusta ir con una selección de relatos.
“Cuentos inquietantes” de Edith Wharton es una compilación de cuentos inquietantes, pero no tanto y algunos curiosos. La lectura es amena y muy literaria, es muy rica en la descripción de las atmósferas y las historias siguen una evolución bien concreta y cuando se hace con un cambio de escenario – en otro tiempo – se realiza sin dar explicaciones que ocurrió en el intermedio, ya porque en la historia no aporta nada. Edith Warthon fue un gran descubrimiento para mí y desde luego que buscare alguna novela. La Obra es una buena colección, que entretiene en la cotidianidad de fines del siglo XIX y a principio del siglo XX, lecturas sin sobresaltos, totalmente lineal y un embeleco para la mente.
El Titulo le sienta como un guante a esta recopilación, llamarlos cuantos terroríficos hubiera sido sobreactuar. Algunos van con los típicos fantasmas que no dan miedo porque los de su alrededor aun no saben que lo son. Otros me han recordado a Poe, pero mucho más retorcidos, más en plan de aquellos historias en blanco y negro de Alfred Hichcock. Después de haber olvidado que los has leído, te dejan esa preocupación que te reconcome y no reconoces la causa hasta caer en la cuenta que la produjo esta maestra de la ironía, porque vaya guasa la de la Edith, algunos de sus personajes incluso resultan crueles de lo irónico que los retrata.
Esta edición que tomé en préstamo desde la página de Leamos, consta de 10 cuentos. Casi todos se ambientan en el hogar y la relación matrimonial. La escritora tiene una excelente prosa y es admirable la audacia que tiene para contar aspectos de la mujer con un tinte claramente feminista teniendo en cuenta la época (1900 aprox.) Aunque debo reconocer que de los diez cuentos sólo me gustaron cuatro: "Un viaje", "Los otros dos", "Después" y "La botella de Perrier" El resto, aunque muy bien escritos, no tenían nada de inquietantes y además me resultaron bastante aburridos.
Dado el título del libro esperaba encontrarme con relatos similares a los de "La campanilla de la doncella", es decir, abiertamente sobrenaturales. No es el caso. En los cuentos de este volumen hay mucho de humor, crítica a ciertos vicios humanos y sólo un par de relatos son escalofriantes de una manera u otra. De cualquier forma el estilo de Warthon (irónico, erudito y pulido) atraviesa con fuerza todos los relatos. Muy entretenido. El último cuento es quizá el mejor.
Me gusta mucho esta escritora y ahora que he leído y comparado varias de sus obras, puedo afirmar que me gusta más como novelista que como cuentista, con esto no menosprecio este libro de cuentos, pero sinceramente esperaba algo mejor. Algunos de ellos son buenísimos, otros no tanto, pero en general es un buen libro.
No sé a quién se le ocurrió el título, pero no tiene nada que ver con el contenido del libro. De las diez historias cortas solo tres se acercan a la calificación de "inquietante". El resto no están mal, pero nada tienen que ver con el terror o lo sobrenatural.
No sé si es porque esta señora me gusta muchísimo en novela corta y en larga, estos cuentos me han parecido (salvo algunas excepciones) flojillos. Pero se le perdona, no se puede ser siempre TAN genial.
No son inquietantes en absoluto. Son sólo cuentos sin más. Algunos mejores que otros, pero ninguno me atrapó, por el contrario, algunos no tienen sentido. Una prosa muy elegante, eso sí, propia de la época.
Más que inquietantes, son inadecuados para la sociedad de clase alta de hace más de un siglo. Y, de todas formas, consiguen resonar con cuestiones humanas generales. En algunos falla mucho el final, casi inexistente, pero es suficiente con la atmósfera y sutilezas previas.
Cuenta lo que promete. Realmente te lleva en ese espacio de incomodidad que no llega a ser suspenso pero tampoco es ornamento. Hay algunos que simplemente me dejaron sin uñas.
Título engañoso que no se corresponde con el contenido. En parte decepcionado por esto, pues me esperaba otra cosa, solo he podido disfrutar realmente de los tres últimos relatos.
Lo que me inquieta es pensar que a algún/a editor/a le pudieran parecer esta serie de cuentos "inquietantes". Y lo digo también porque el término viene apoyado por un prólogo y una contraportada que así lo determinan: estamos ante una serie de cuentos que te adentran —cito textualmente— en atmósferas subrepticiamente inquietantes. Creo que el título de la antología no es el más adecuado aunque es justo decir que la edición de Impedimenta es más que buena, tal y como nos tiene acostumbrados.
Creo que estos cuentos —no todos, ahora hablaré de notables excepciones—, de inquietantes tienen poco.
En total son diez relatos y solo tres cumplen con esa premisa y, da la casualidad, que son los tres mejores, a mí modo de ver, de la antología. Es de estos tres relatos de los que voy a hablar porque son los que de verdad merecen la pena que sean conocidos.
Como digo, solo hay tres relatos que puedan englobarse en la categoría del cuento inquietante o cuento extraño, como los denominó alguna vez Robert Aickman.
«La duquesa orante». Es un cuento de estructura clásica, muy de la época en la que se escribió, y que nos cuenta una leyenda con trazos de realidad contada por un testigo que escuchó la historia de boca de su abuela, y que está muy bien narrada en la que el tono de voz del narrador es el adecuado. Poco más que añadir, simplemente que te dejará con la intriga hasta el final.
«Después». El que más me ha gustado, junto con el siguiente relato del que voy a hablar, una historia con fantasma en el que se nota la mano de Henry James y que te dejará en vilo hasta su resolución y en el que la autora consigue meter una vuelta de tuerca más a la clásica historia de fantasmas y casas encantadas, muy bueno.
«La botella de Perrier», al final no sé si este es mejor que su antecesor pero me ha gustado mucho la ambientación en el desierto, el misterio que contiene, el gran personaje secundario que aparece, lo bien escrito que está, la tensión narrativa, creo que es un relato bastante redondo.
Si no fuera por estos tres relatos la antología no funcionaría, eso pienso, y es por estas tres magníficas piezas que se sostiene. Alguno de los otros siete relatos me ha aburrido bastante, pero hay que decir que Edith Warton era una gran escritora y se nota en su narrativa, en su forma de escribir, por eso creo que a otros lectores no les importará si son inquietantes o no y al final a unos les gustará más que a otros.
Algunos cuentos me parecieron un poco forzados pues la autora fuerza las historias para poner a sus personajes en situaciones comprometidas. Pero Edith Wharton escribe muy bien y, en mi opinión, el último cuento, "La botella de Perrier" es un cuento extraordinario, que me recordó a Stevenson, a Borges y a Buzzati juntos.