Disciplina
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Disciplina. Es la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente para conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos para poder lograr más rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona.
Sumario
Definición
La disciplina es un concepto que posee múltiples definiciones. Por una parte, se define como una ciencia o un arte, sin embargo, lo más común es comprender la disciplina como la instrucción que posee una persona en torno a cierta doctrina y la forma precisa en que lo lleva a la práctica.
Es gracias a la disciplina que las personas pueden actuar determinadamente hasta lograr cumplir sus metas y objetivos.
La disciplina, no sólo se aplica a grandes metas, sino que se encuentra presente en todo momento. La disciplina es ocupada por los padres para formar a sus hijos, no obstante, muchos de ellos la asocian directamente con el castigo, olvidando que el real sentido de la disciplina es formar y educar, enseñándole al niño desde pequeño la forma ideal de comportamiento en los diferentes contextos de la vida.
Tanto en la educación de los niños como en el logro personal de objetivos, la disciplina guarda estrecha relación con la perseverancia, las personas que buscan lograr algo deben actuar en forma ordenada y perseverante para lograr buenos resultados, de otro modo, la disciplina pierde su norte y las metas trazadas de desvanecen.
Valor
El valor de la disciplina se adquiere dotando orden y eficacia para estar en condiciones de realizar las actividades que se pidan y poder desempeñarlas lo mejor que se pueda y ser merecedor de confianza.
Una persona disciplinada habla por sí misma, se deduce lo responsable que es para organizar su tiempo, actividades y está al pendiente de cumplir con lo encomendado. Su palabra es sinónimo de garantía y credibilidad ante los demás.
La disciplina es un entrenamiento que corrige, moldea, da fortaleza y perfecciona su misión, es formar buenos hábitos y establecer una serie de reglas personales que comprometan alcanzar un ideal, es una de las tareas más importantes de la vida. La persona que posee el valor de la disciplina es aquella que cumple con sus obligaciones, haciendo un poco más de los esperado, al grado de sacar adelante su trabajo y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
Es muy significativa la forma en que aprecia el horario y el orden. No se olvida de mantener un ambiente agradable y armónico donde se encuentra. Es feliz con lo que hace, no ve el compromiso como una carga, no se molesta cuando le piden algo, piensa que es el medio para perfeccionar a otros a través del servicio a los demás.
Cuando se es disciplinado en las acciones cotidianas, con la familia, en la escuela y en la comunidad, no hace falta que lo vigilen y controlen, porque la misma persona está al pendiente de cumplir lo que le corresponde.
Con la disciplina se desarrolla la capacidad de ejercer control de los deseos, carácter, emociones, lenguaje y actitudes; todo esto ayuda a conseguir las metas que se han trazado, convencido de lo que se quiere. Este dominio no ocurre automáticamente, se necesita la guía de los padres y maestros para que apoyen el proceso y así poder lograr consolidar el valor de la disciplina. La familia transmite el valor con el ejemplo, para que así sea más fácil adquirirlo.
Desarrollar la disciplina
Se puede lograr si:
- Se aprende a reconocer los apoyos que se tiene y se aprovechan de tal manera que ayuden a llegar a la meta.
- Descubrir que este valor ofrece la oportunidad de participar cívicamente.
- Preocuparse por leer, ejercitarse y alimentarse adecuadamente.
- Pensar que con paciencia y disciplina se puede aprender muchas cosas y llegar muy lejos.
- Ser realista y esforzarse por desarrollar más las habilidades y destrezas.
- Pensar positivamente.
Disciplina infantil
El ayudar al niño a comportarse de una manera aceptable es una parte esencial de su crianza. La disciplina varía con la edad. No hay una manera correcta de criar a los niños, pero los psiquiatras de niños y adolescentes recomiendan las siguientes reglas:
Reglas disciplinarias
- Generalmente, los niños quieren complacer a sus padres. Los padres, si son sabios, integran este deseo de complacer a sus actividades disciplinarias.
- Cuando los padres demuestran su alegría y aprobación por el comportamiento que les agrada, esto refuerza el buen comportamiento del niño. Cuando los padres demuestran su desaprobación al comportamiento peligroso o desagradable del niño pequeño, tienen mayor posibilidad de éxito cuando el niño sea mayor.
- La forma en la que el padre corrige el mal comportamiento del niño o adolescente tiene que hacerle sentido al hijo. El padre no puede ser tan estricto, que el niño o el adolescente no sienta más adelante el amor y la buena intención del padre.
- Los niños y adolescentes pueden hacer que sus padres se enojen. Los padres deben tener control de sí mismos cuando están enojados. Aunque un grito de "no" puede atraer la atención de un niño pequeño que está por cruzar la calle, puede conseguir intranquilizar al bebé que está llorando. Los niños mayores deben de saber lo que se espera de ellos. Los padres deben de ponerse de acuerdo y deben de explicarle claramente las reglas al niño o al adolescente.
- En las sociedades, donde existen tantas culturas y maneras de criar los niños, cada familia espera un comportamiento diferente de sus hijos.
- Se le puede permitir a un niño ir y venir cuando quiera, mientras que a otro se le pueden imponer horas fijas de regresar a la casa. Cuando los padres y los niños no están de acuerdo sobre las reglas, ambos deben de tener un intercambio de ideas que los ayude a conocerse. Sin embargo, los padres son los responsables de establecer las reglas y los valores de la familia.
- Evitar que el comportamiento indeseable comience es más fácil que ponerle fin luego.
- Es mejor colocar los objetos frágiles o valiosos fuera del alcance de los niños pequeños que el castigarlos por romperlos. Los padres deben estimular la curiosidad dirigiéndola hacia actividades tales como hacer rompecabezas, aprender a pintar o leer.
- El cambiar el comportamiento apropiado del niño puede ayudarlo a obtener el dominio de sí mismo que necesita para que sea reponsable y considerado con otros.
- El dominio de sí mismo o auto-control no ocurre automáticamente o de repente. Los niños pequeños necesitan que sus padres los guíen y apoyen para que comiencen el proceso de aprender a controlarse. El auto-control corrientemente comienza a los seis años. Cuando los padres guían el proceso, el auto-control aumenta durante los años escolares. Los adolescentes pueden todavía experimentar y rebelarse, pero la mayor parte de ellos pasa por este período y llega a ser un adulto responsable, especialmente si desde temprana edad han experimentado un buen entrenemiento.
- Las familias transmiten sus métodos de disciplina y sus expectativas a los niños de generación en generación.
- Cuando los intentos de disciplinar al niño no tienen éxito, puede ser beneficioso consultar con alguien fuera de la familia para que nos ofrezca sugerencias sobre la crianza del niño. Los profesionales especializados en el desarrollo y el comportamiento infantil pueden darle información acerca de la manera de pensar y de desarrollarse el niño. También pueden sugerir métodos para modificar el comportamiento; con la paciencia de los padres y la ayuda de los profesionales cuando sea necesaria, puede allanarse el camino para que los niños aprendan lo que la sociedad espera de ellos y lo que ellos pueden esperar de sí mismos.
Necesidad
La principal necesidad para adquirir disciplina es la Autoexigencia; es decir, la capacidad de pedirse a sí mismo un esfuerzo "extra" para ir haciendo las cosas de la mejor manera. El que se sabe exigir se hace comprensivo con los demás y aprende a trabajar y a darle sentido a todo lo que hace.
La disciplina es indispensable para optar con persistencia por el mejor de los caminos; es decir, por el que se va dictando una conciencia bien formada que sabe reconocer los deberes propios y se pone en marcha para actuar.
Este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener fortaleza y templanza ante las adversidades que se presentan día a día.
Siempre se debe estar conciente del objetivo que se quiere lograr y proponerse alcanzarlo; eso, es eficacia. Ser eficaz es la capacidad de producir resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que se producen cosas, sino también se debe dar resultados como alumnos, padres, hijos, hermanos y como ciudadanos.
La disciplina es el valor de la armonía, por que todo guarda su lugar y su proporción. Los seres humanos deben tender a nuestra propia armonía de ser, pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin. También hay que practicar el orden en el hablar, en el vestir y en las pertenencias.
Educación
En una institución educativa la disciplina es expresada como un comportamiento en el cual el alumno se rige a las leyes del respeto hacia el profesor y con y para los compañeros del aula. La disciplina se da por diferentes factores como lo son el medio ambiente y la presión que sufren los educados y es así como la disciplina e indisciplina son propiedades exclusivas de los educados.
Una persona puede carecer de disciplina cuando se encuentra bajo una cierta forma de libertinaje, por lo tanto el educador como el educando se merecen respeto, que en este caso pasaría a ser disciplina.
Para que haya disciplina en una institución educativa tanto el educador como el educando deben respetar la libertad del otro y por lo tanto entre los dos debe haber un mutuo respeto.
Utilidad
La disciplina es especialmente útil en aquellos casos en que la motivación para realizar una tarea no es inmediata, sino que se consigue tras un esfuerzo sostenido a medio o largo plazo. Estas son algunas actividades en las que tener más disciplina ayuda considerablemente:
- La productividad en el trabajo diario.
- La productividad en los proyectos personales.
- Hacer deporte, gimnasio o salir a correr.
- Seguir una dieta.
Como cualquier otro recurso (sociabilidad, capacidad de organización, asertividad) la disciplina puede desarrollarse. Es igual que entrenar un músculo o aprender una nueva habilidad. Si se está desentrenado, sentirá que tiene poca disciplina y cualquier problema parecerá un desafío retador, pero poco a poco se puede aumentar y desarrollar al igual que cualquier otra habilidad o característica.
Componentes de la autodisciplina
- Aceptación: saber qué nivel de disciplina se tiene, de qué es capaz y de qué no.
- Fuerza de Voluntad: la capacidad de actuar con energía en un momento determinado, aunque no se sostenga en el tiempo.
- Trabajo Duro: la capacidad de hacer lo que es difícil y retador.
- Laboriosidad: la capacidad de realizar el trabajo, aplicar el tiempo y el esfuerzo necesario hasta que esté hecho, aunque sea algo rutinario y aburrido.
- Persistencia: la capacidad de seguir adelante cuando se pierde la motivación, el esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo.